EXPLICACIÓN ESOTÉRICA DE LA TORRE DE BABEL

Como les he dicho muchas veces, detrás de las narraciones que se encuentran en los textos sagrados, yacen enseñanzas ocultas, sólo que se requiere tener las claves para poderlas interpretar. La historia de la Torre de Babel es una de ellas.

El libro de Génesis al inicio del capítulo 11, menciona que en tiempos muy remotos, los seres humanos eran un solo pueblo, tenían una misma lengua y usaban las mismas palabras. Entonces los hombres decidieron edificar una torre que llegara hasta el cielo para hacerse un nombre. Sin embargo, Dios no deseando que lo lograran porque entonces nada de lo que se propusieran hacer les será imposible. Decide confundir su lenguaje de modo que no se entiendan más los unos con los otros, haciendo que los hombres cesaran la construcción y se dispersaran por toda la superficie de la Tierra. Es por eso que la torre fue llamada “Babel” ya que en hebreo significa confusión.

Si lo toman literalmente va a parecerles absurdo.  ¿Cómo es posible que de un día para otro los humanos olvidaran una lengua y se pusieran a hablar diversas?  Ok. Es Dios. Admitamos que la Divinidad tuviera la capacidad de efectuar eso. No por nada lo llaman el “Todopoderoso”. Pero, ¿con qué objetivo?  Desde entonces los avances tecnológicos permiten construir torres mucho más elevadas, que dejan a Babel como una chaparra anticuada. Y para paliar la diversidad de las lenguas están los traductores. Y los avances de la ciencia permiten de cierta forma cumplir lo que supuestamente Dios no quería que se realizara. O sea que “nada de lo que se propusieran hacer los humanos les fuera imposible”. Entonces, ¿por qué no vuelve a intervenir?  ¿Y no qué Dios es bueno?  ¿Por qué no querría entonces que los humanos avanzaran?

Si quieren interpretar la Biblia de forma literal se van a estrellar una y otra vez ante las contradicciones que aparecen. Y es porque mucho de lo que está escrito es SIMBÓLICO.

Seguido tiene un trasfondo histórico, pero principalmente es simbólico, y estas metáforas se pueden interpretar a diferentes niveles de comprensión. Por ejemplo, aquí, la Torre de Babel puede ilustrar la necesidad de entenderse para hacer grandes planes, y como los proyectos pueden fracasar si cada uno utiliza su propia jerga. Sin embargo, es a nivel esotérico que he encontrado las interpretaciones más profundas de la Biblia.

INTERPRETACIÓN ESOTÉRICA

Para que la comprendan, necesito primero que conozcan aunque sea de forma resumida, cómo Dios crea el mundo desde la perspectiva esotérica. Pero para comprender mi explicación, deben de concebir a Dios no como una divinidad antropomórfica, sin más bien como una Conciencia Cósmica.

Esa Conciencia para poder crear va a tener que exteriorizar de su propia esencia, ya que fuera de ella no existe nada. Y esta exteriorización, esta emanación, va a manifestarse por una energía prístina, la energía original, la cual se va a dividir en siete energías principales, las cuales al combinarse van a dar toda la infinidad de energías que constituyen la Creación.

(Y por energía no me refiero únicamente a las energías que menciona la física, sino que cada forma en el Universo, cada ser desde el más pequeño átomo, hasta la más inmensa galaxia es una energía compactada en una forma.)

Los colores ayudan mucho a comprender esto. Imaginen que esa primera energía prístina es la Luz blanca, y ¿no está escrito en la Biblia que al principio todo era tinieblas y que Dios decreto “hágase la Luz” y la Luz se hizo? (Génesis 1:2-3)

Es a esta energía prístina que en un aspecto oculto se están refiriendo los Antiguos Sabios bíblicos.

Entonces esta Luz blanca se va a disgregar en los siete colores principales.

Cuyas combinaciones van a dar ¡todas las variedades de colores que existen!

Ahora bien, le energía siendo (en su sentido esotérico) vibración, esta no sólo se va a caracterizar por medio de un color, sino también por medio de un sonido. Es por eso que esa energía prístina en los escritos ocultistas se le describe como el Sonido Original, el “Verbo Creador” que Dios pronuncio para crear el mundo. Y es por eso que en el libro sagrado está escrito:

« En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. » (Juan 1:1)

En un aspecto esotérico se está refiriendo a esta energía prístina, a este sonido original, que al mismo tiempo es parte de Dios. Y es por eso que ciertas enseñanzas dicen que todo es Dios, porque todo está hecho a partir de la esencia de Dios (“el Verbo es Dios”).

Al respecto el Maestro Pastor menciona que:

« Si lo analizamos a nivel del lenguaje, este sonido original, se escindió en un cierto número de sonidos, los cuales por fenómeno de cristalización van a volverse los sonidos base de lo que podríamos llamar el “Lenguaje Creador”. Quien conoce esos sonidos, realmente puede crear pronunciándolos, ya que está utilizando el poder creador de Dios.

La Biblia dice que en el principio todos los hombres hablaban el mismo idioma y para evitar que cumplieran su voluntad de construir una torre que llegara hasta el cielo, Dios los hizo hablar diferentes lenguas.

¿Qué significa eso?

Eso significa que el ser humano originalmente, cuando se encontraba todavía en su naturaleza prístina (lo que es simbolizado por su estancia en el Jardín de Edén) sólo hablaba en función del Verbo Creador, por consecuente sólo pronunciaba que en función de los sonidos originales emitidos para crear el mundo. Por así decirlo, sólo hablaba el idioma de Dios.

Sin embargo, el ser humano tuvo que entamar el camino de la evolución, para no quedar como una simple creación, sino descubrir su propio poder y desarrollar su divinidad. (Lo explico en rondas: desarrollo del hombre)

Y al momento en que el humano comenzó a encarnar en la Tierra, que comenzó a usar “vestiduras de piel” (Génesis 3:21). Es decir, a disponer de un cuerpo físico, su conciencia se olvidó del lenguaje sagrado y comenzó a inventar otras palabras, los idiomas que hablan las diferentes civilizaciones en la Tierra.

Así que por lo tanto, los humanos dan un nombre a cada cosa y a cada ser que no es su “nombre original”. Por ejemplo, el nombre original del árbol no es “árbol” (español), “tree” (inglés), “arbre” (francés), “baum” (alemán), etc. Y es por eso que cuando se acercan a un árbol y que dicen amorosamente “que bonito árbol”, el árbol queda insensible, no se mueve, porque su espíritu no sabe que lo están llamando.

El árbol al igual que todo lo que ha sido creado en el Universo, tiene un “nombre original”. Ese nombre es el Sonido que está al origen de su creación, de su formación, es por así decirlo su molde energético creador.

Y cuando conocen ese nombre, automáticamente puede invocar y trabajar con el espíritu del árbol. Y el árbol es capaz de un comportamiento extraordinario. Por ejemplo, les hará sombra si el sol calienta demasiado, los protegerá de los vientos demasiado fuertes, les enviará energía cuando la necesiten, etc.

Hay todo un lenguaje que el hombre ha olvidado porque se sumergió en la materia.

Ustedes me dirán:  ¡Es una lástima!

Claro que es una lástima, pero también es necesario, porque al hundirse en la materia, al principio, el hombre se olvida de su divinidad y por lo tanto está más predispuesto a hacer el mal que a hacer el bien. Así es que imagínense. Si así, cuando el hombre dice algo negativo, sólo con la maldad de su pensamiento, su palabra ya lleva cierta fuerza. Si a eso añadiéramos el poder del Verbo creador.

¿A dónde iríamos a parar?

Hace mucho tiempo que la Tierra habría sido destruida, porque el común de los humanos con su personalidad ennegrecida, con sus obsesiones de poder, de riqueza personal y de satisfacción egoísta de sus caprichos, las energías activadas por ellos arrasarían todo en la Tierra.

Es por esa razón que el hombre ha perdido temporalmente el conocimiento del Lenguaje original creador. Porque mientras que no haya alcanzado cierto desarrollo espiritual, usará el poder del Verbo creador para hacer el mal, para dañar a otros, o para destruir, y eso no podemos permitirlo.

A eso se debe que en los Templos iniciáticos, los jóvenes adeptos se quejan siempre de que la Palabra sagrada haya sido perdida. El problema no es de saber cuándo se va a recuperar. Si hay algo de iniciático a entender, es comprender por qué intencionalmente se les ha hecho olvidarla. Y al interrogarse profundamente sobre la función iniciática de este extravío, el adepto es iniciado a la Palabra, y como por arte de magia, recuerda el Lenguaje original.

En cambio aquel que busca el poder de la Palabra, sin haber comprendido por qué ella ha sido ocultada. Nunca la encontrará, ya que todavía no ha comprendido la lección.

Es por ello que no deben de tener miedo del diablo u otras energías oscuras, ya que con una sola palabra las desaparecen a partir del momento en que ustedes mismos se han alineado en el eje del bien, del alma, del cumplimiento. A partir del momento en que el ser humano elimina al diablo que hay en él, automáticamente genera ondas de Luz extraordinarias y es capaz de engullir todas las tinieblas. »

(Conferencia del  25-06-89)

Es muy interesante ver como a partir de estas explicaciones, encontramos la misma enseñanza escondida en la narración bíblica. Así, podemos interpretar que la misma lengua y las mismas palabras que usaban los seres humanos al comienzo corresponden a ese Lenguaje original creador, cuando la humanidad todavía se encontraba en su estado prístino.

El cielo en la Antigüedad simbolizaba la divinidad. Así que el proyecto de los hombres de edificar una torre que llegue hasta el cielo para hacerse un nombre, representa el proyecto evolutivo que los llevará, al final del recorrido, a ser tan poderosos y divinos como la propia Divinidad (lo que en la Teosofía corresponde a los seres humanos de la séptima ronda).

Pero para evitar que utilizaran el poder divino para hacer el mal, ya que con el Verbo creador “nada de lo que se propusieran hacer les sería imposible.”  Dios les hizo olvidar el Lenguaje original creador, haciendo que hablaran diferentes idiomas y se dispersaran por toda la Tierra, o sea que entamarán el camino de la evolución a través de las diferentes civilizaciones que se han extendido por toda la Tierra.

No se ustedes, pero a mí me fascina descubrir el lado oculto de la Biblia.

Ver también:

El aspecto secreto de la confesión religiosa

¿Existió el Jardín de Edén?

El lado oculto de la misa religiosa