La
teosofía explica que así como el humano está constituido por un cuerpo físico y
seis cuerpos sutiles, de la misma manera (y bajo la ley de correspondencia que
dice que como es en lo pequeño es en lo grande) los planetas también están
constituidos por un globo físico y seis globos sutiles.
A
estos siete globos la teosofía los denomina ‘una cadena planetaria’ y los
representa en forma de círculo debido a que los seres que van a evolucionar en
esa cadena planetaria lo hacen de la siguiente manera:
Y
Blavatsky explicó que la cadena planetaria ya se encuentra representada en el
Árbol de la Vida de la cábala.
E
incluso ella en La Doctrina Secreta I
(p.200) puso las correspondencias que existen entre esos siete globos que
componen a la cadena planetaria y siete sefirots del Árbol de la Vida:
Esto
ya es impresionante pero el asunto es todavía más espectacular porque en una
enseñanza teosófica más avanzada se revela que no son siete globos sino que en
realidad son doce globos los que constituyen a una cadena planetaria
(Observen como esta
enseñanza también se encuentra en el budismo.)
Y
yo sospecho que las tres sefirots superiores del Árbol de la Vida representan a
varios de esos cinco globos superiores, mientras que los otros dos globos que
faltan no sé si los cabalistas los conocían pero los ocultaron, o si su
conocimiento no llegó tan lejos.
El
asunto es que cuando yo descubrí esto quedé atónito por el nivel de
conocimientos tan avanzado que tuvieron algunos antiguos cabalistas debido a
que esto forma ya parte de una enseñanza muy avanzada en el mundo esotérico.
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