NUEVA ACRÓPOLIS EXAMINADA POR JULIANO


(El siguiente texto es el segundo capítulo del libro “El Gran Engaño” escrito por Juliano.)

 


Tomar un compromiso

Elías B., radicado en la capital de la república, ignora lo que acabo de contarles, pues él llegó a Nueva Acrópolis 10 años después del deceso de Livraga. A partir del fallecimiento del fundador se apresuraron a suavizar la imagen de Acrópolis, se restringió el uso de uniformes, se guardaron los Bastiones del 1 al 100, surgió el Grupo Ecología Abierta, desapareció el águila de la publicidad (aunque la habían dibujado en proporción áurea y la empleaban oficialmente), siendo reemplazada por un logotipo moderno, juvenil, con un anagrama.

Hoy, Elías puede conocer a Livraga por sus libros, artículos no censurados, su foto al lado de la foto de Blavatsky en reuniones o salones. También puede verlo en un fotomontaje junto a Blavatsky y las directoras de Acrópolis internacional.

Están fuera de su alcance Bastiones retirados de todas las sedes por considerar que el lenguaje era demasiado fuerte al usar palabras como “Imperio”. La palabra es lo menos fuerte del lenguaje. En México, los Bastiones los guarda el jefe de filial o la secretaría de escolástica-biblioteca y pueden ser leídos pero no fotocopiados, medida adoptada desde el año 2006.

También están fuera del alcance de las Fuerzas Vivas las publicaciones para ellas, leyéndose las mismas de hace 20 años, donde Livraga y la Sra. Steinberg describían su doctrina, así como algunos artículos de la revista de Acrópolis España, varios de ellos escritos por Livraga y firmados con el seudónimo de Fernando de las Casas, al decir de Livraga, su nombre en su vida pasada.

Si Elías llega a preguntar sobre por qué tanto cuidado con esos Bastiones (todavía ignora que hay preguntas que no se hacen), se le dirá cualquier frase vaga que le haga entender que puede estar sin enterarse. Tampoco se dará cuenta del hecho de que los responsables le den esas respuestas, por consigna, para distraerlo.

Livraga, las Sras. Delia Steinberg y Beatriz Canseco, presidenta internacional y presidenta internacional adjunta, respectivamente, más Blavatsky, que no se habría relacionado con Nueva Acrópolis.

Elías llegó al local de Nueva Acrópolis hace poco, en Amado Nervo, atraído por la información de un folleto que invitaba en lenguaje amistoso, a una conferencia.

Su llegada fue grata, pues lo recibieron muchachas sonrientes, guapas, que vestían de azul, uniforme que Elías identificó con el de edecanes.

Por la sala de conferencias caminaban algunos muchachos o adultos, sonrientes o serios, de pie en un sitio controlando los accesos o que iban de aquí para allá, sin actuar en concreto, además de dar orientaciones o marcar áreas restringidas. También, Elías notó que otros terminaban de arreglar el equipo de sonido.

Elías no tenía modo de saber que esas edecanes pertenecen a Brigadas Femeninas. Los que caminan o están de pie, cuidando, pertenecen al Cuerpo de Seguridad. Los que arreglan son de Brigadas de Trabajo.

El lector puede extrañarse, pero cuando Elías conozca a las Fuerzas Vivas no se espantará, porque su mentalidad es un poco extravagante, sintiéndose más cómodo con lo que es inusual para la mayoría.

Paréntesis. Lo interno

Hablar de “grupo interno” es pasto para el amarillismo, ya que esas expresiones “grupo interno”, “línea interna”, “trabajos internos”, da un aire de misterio relevante.

Es una perogrullada, pues lo único que tiene de interno es que no está a la vista. Una vez en lo “interno”, ves que los de “línea interna” son los más explotados de todos, trabajando más y pagando cuotas más altas que el resto, a cambio de hacerlos sentir parte de una misión especial porque les dan una chamarra con un logotipo bordado y una serie de consignas.

El uniforme para campamentos consta de pantalón, chamarra y camiseta. El uniforme de gala para eventos es pantalón y camisa.

El primer paso

A Elías le queda un poco lejos el “grupo interno”, vamos a decir a un año. Por lo pronto, él fue a la conferencia porque desea cambiar su vida o enriquecerla, siente que su entorno cotidiano no le da respuestas que lo satisfagan acerca del por qué existimos, busca información que no sea religiosa porque la religión le parece falsa, porque no le agrada, no ha sido bien instruido en ella o porque tiene creencias no admitidas por la religión en que fue formado, por ejemplo, la reencarnación.

Al terminar la conferencia, en la salida lo aborda una de las mujeres que ve como edecanes, la cual, muy cordial, lo invita a inscribirse al curso inicial, llamado “Autoconocimiento, que también ha tenido los nombre de “Introducción al Conocimiento del Hombre”, “Curso de autoconocimiento de Oriente y Occidente para ser feliz”, “Para jóvenes”, “Atreverse”, “Contacto”, etc.

El curso inicialmente tuvo el nombre “Probacionismo”, por lo cual quienes lo toman eran llamados “probacionistas” o “probas” en la jerga de Acrópolis, nombre último que todavía se usa dentro del grupo.

La edecán y las demás se esfuerzan en ser agradables con Elías, pues tienen el trabajo de reclutar nuevos integrantes. El papel de invitar es de las mujeres, especialmente de la Secretaría de Relaciones Públicas, con mujeres elegidas por su buena presencia.

Elías, en suma, llegó al local de Acrópolis en busca de lo que él puede definir poco en cuestión de ideologías o de filosofías. Lo define por cómo se siente él: se siente diferente, no encaja con su entorno, o encaja pero necesita más, no encuentra fácilmente a personas que tengan sus mismos intereses o empezó a buscar y llegó a Acrópolis. Igual, simplemente es una persona de buen humor y le parece que el grupo es “cotorro”.

Elías asiste a una o dos conferencias más, hasta que decide entrar al curso introductorio. En buena ley, puede decirse que en el fondo, ir es vital para él, pues es un adicto a la entrega. Elías necesita un sitio donde entregarse para construir una causa.

Así los idealistas se convierten en incautos, por la razón de que, cumpliendo con las leyes de la mercadotecnia, existen personas que previamente identificaron el nicho de clientela, colocando los elementos con los cuales atraer a sus consumidores cautivos, los idealistas: grandes verdades, paz, serenidad, sentido existencial.

Folleto publicitario que no muestra la realidad de Nueva Acrópolis. Hablan en contra de una masificación que ocurre dentro de Acrópolis en las Fuerzas Vivas, de una filosofía en acción que no se vive dentro del grupo. Aves con mariposas y frases gancho como “tú tienes un lugar” pensada para captar a personalidades que buscan causas y en sitio clave, la presentación como “asociación cultural, sólida, dinámica y profundamente humanista”. Esto es marketing.

La idea de hoy en Acrópolis México a través de sus acciones y publicidad, es mejorar la forma de venta de un producto. En Guadalajara se realizan estudios de mercado para identificar cómo ven los jóvenes la filosofía, qué palabras les llaman, qué imágenes, para utilizar esa información en su materiales externos. Por eso dicen “la filosofía es divertida”.

Esa mentalidad es la misma al interior de Acrópolis, donde todo se maneja con estilo gerencial en función de mejorar la productividad.

Una seudo-escuela se conforma por personas con facilidad para la entrega a actividades altruistas, fáciles de fanatizar si se les da un motivo lo suficientemente elevado en la escala de las aspiraciones espirituales. Por ejemplo, crear un Mundo Nuevo.

Existe una lógica en la que se ven inmersos, por ser un sistema que los domina con las mismas leyes de los fenómenos sociales: la masificación, la figura de autoridad.
A los responsables de Nueva Acrópolis y miembros de Fuerzas Vivas, su conocimiento del grupo les hace ver que, la forma en que invitan, no está del todo apegada a la realidad, es decir, que hay un engaño, pues existen otros compromisos que no se han dicho desde el inicio. Al racionalizar que es por una buena causa, no tienen reparos en presentar verdades insuficientes y concluir que dosifican la Verdad.

“Para jóvenes”

Elías ve que Nueva Acrópolis se presenta como una asociación cultural sin fin de lucro, donde se aprende filosofía “en acción”, frase clave para diferenciarse de la filosofía académica, a la cual tildan de conocimientos muertos.

Los folletos de invitación aparecen como una oferta atrayente para interesados en el esoterismo, en el orientalismo, creyentes en la reencarnación, que pueden haber leído algún libro de la Sociedad Teosófica o de autores como la fundadora y sus principales pensadores: Blavatsky, Leadbeater o Annie Besant, pero que más seguramente leyeron Los Grandes Iniciados y El retorno de los brujos. También puede ser comprador de libros de Kier, como era Livraga.

Antes de Elías se inscribió Eva, quien sabe de Blavatsky pero le es una mujer rara. Tampoco le agrada el New Age. Ella estuvo buscando un grupo donde saciar su necesidad de conocimientos nuevos.

Le llama la imagen de un grupo de personas agradables. Le suena a personas con ideas liberales.

La información que les ofrece Nueva Acrópolis suena interesante, presentada llamativamente, colores agradables como los verdes ecológicos, actividades con horarios accesibles, precios razonables, gente simpática, donde se puede aumentar la cultura. Eva tiene grado universitario. Tiene tiempo para cultivarse por otras vías. Es decir, que a una seudoescuela llegan personas normales, con deseos normales de superarse, sin ningún interés en el esoterismo.

De hecho, a la seudoescuela no le convienen las personas originales en exceso, ni con una capacidad por encima del promedio. Le interesan personas inteligentes, si tienen dinero mejor, con deseos de aprender, pero con un grado de propensión a creer sin largos análisis. Ésa es la razón de que tarde o temprano se vayan de Acrópolis los que tienen capacidad de crítica.

No hace falta que se tenga predilección por el New Age, la Teosofía o el orientalismo. No imagines que son nerds, emos, fans alienados con Harry Potter o con el Señor de los Anillos, dicho con perdón de los fans. Se pueden dedicar al arte o ser actores como María Elena Velasco, que fue a varias conferencias de Nueva Acrópolis sin que consiguieran inscribirla. Hay personajes más reconocidos que no siendo miembros, expresan amistad o asisten a los eventos por tomarse la foto y aparecer en el periódico, los menos, pues el resto por desconocimiento de lo que es Acrópolis, se presentan pues creen apoyar una buena causa. Sin embargo sus elogios son para Lidia Pérez.

Personas de muy alta valía como Marco Antonio Karam, de Casa Tibet, han sido invitadas a los eventos de Acrópolis para que, sin conocimiento de estas personas de valía, con su nombre y presencia avalen la legitimidad de la seudoescuela.

¿Pueden imaginarse a Marco Antonio Karam llamando a Lidia Pérez, “Maestra”?

¿Creen que en Casas y Gente, donde se afirma apreciar tanto a Lidia Pérez, de saber lo que es Acrópolis, entrarían a en ella?

Ellos captan, pero Elías no, quien está muy contento con el curso que comparte con otras cuatro personas. Elías tampoco nota que empieza a recibir información que se consolidará hasta volverse un adoctrinamiento, a través de los mensajes-pivote. El instructor tampoco sabe lo que está haciendo.

Los mensajes-pivote son máximas tergiversadas en su interpretación.

El objetivo es argumentar que un pensador importante dio una enseñanza que aplica al modo de operar de Nueva Acrópolis.

Es una justificación basada en lo que en filosofía se llama “juicio de autoridad”.

Como X gran pensador lo dijo, luego entonces es verdad, es irrefutable.

Deliberadamente se enlaza la enseñanza del pensador, con Nueva Acrópolis.

Mensajes-pivote

Los juicios de autoridad insertados en un discurso, se vuelven la base donde girará la acción cuando el recién inscrito se haga miembro de Nueva Acrópolis. Esas ideas se presentan en el curso introductorio.

1. Kant con su idea de que la mayor libertad es aceptar el deber ser y que la mayor libertad está en la obediencia de la Ley

2. El Bhagavad Guita con su renuncia a la materia

3. Buda, con el desapego

4. La Caverna de Platón y la estructura platónica del estado piramidal

No debe pensarse que en Acrópolis se estudia completa La república, de Platón, ni La Crítica de la razón pura, de Kant. Acrópolis toma extractos de esas obras, las ideas enlistadas arriba.

Acrópolis invoca los juicios de autoridad, para derivar de ahí que sus actos se corresponden con lo dicho por grandes pensadores.

“No hay mayor muestra de libertad que aceptar libremente la Ley”, de Kant, es el mensaje-pivote clave, pues conduce a que la mayor prueba de libertad de un miembro de Acrópolis es aceptar entregarse completamente a Acrópolis.

Como Acrópolis se corresponde con la Ley, ya no es Acrópolis quien dicta, sino la Ley. Ante eso, la individualidad deja de existir, ya que el hombre libre, consciente, reconoce el mayor bien y por ende debe someterse a él. El hombre libre acepta voluntariamente servir al mayor bien, que es Nueva Acrópolis.

“La buena voluntad” de que habla Kant conduce a que otorgues tu confianza y obedezcas lo que se te diga. Creer de antemano, no criticar. Es la Devoción al Maestro. Deliberadamente se equipara reflexionar a juzgar, lo cual es visto como un crimen.

Torciendo el sentido del Bhagavad Guita (El Canto del Señor, un antiguo libro de la religión hindú), en Acrópolis se dice que el mundo donde vivimos es una ilusión, pues lo que hay en él es pasajero, al ser materia que cambia su forma.

La transitoriedad es la prueba de su irrealidad. La realidad es lo espiritual, que no sufre menoscabo.

Se pasa a la idea de que es indispensable desapegarse de la materia, es decir del mundo cotidiano y seguir lo real, lo espiritual. Hasta ahí podría ir bien, pero se inserta la idea de que lo único espiritual y por ende lo único real, el mejor camino, solamente es Acrópolis. Esta idea es el motivo de que un miembro de Acrópolis rompa sus lazos familiares o de pareja. Todo eso es mundano.

Un acropolitano, va aprendiendo Elías, se debe desapegar de lo mundano, apetitos, afectos, actividades, la familia, el amor, los hijos, los padres, aprender repostería o una profesión, eso es mundano, pasajero, pérdidas de tiempo. La idea anterior se enlaza con la enseñanza budista de que es necesario desapegarse de la ilusión, esto es, del mundo cotidiano.

Desapego, pero a la vez se debe buscar tener más dinero, siempre y cuando eso no signifique menos tiempo en Nueva Acrópolis. La consigna es que te das cuenta que un miembro ha crecido cuando tiene un mejor trabajo, mejores relaciones con los demás y se entrega más en Nueva Acrópolis.

Durante la explicación del Bhagavad Guita se encuentra una personalidad clave, más que Buda: Arjuna.

En las clases se narra la interpretación de que la guerra que narra el Bhagavad Guita, la guerra del Kurushetra, es un conflicto entre personalidad y espíritu. La personalidad, el Yo mortal, es el clan de los Kuravas y el espíritu, el Yo Superior, son los Pandavas, liderados por Arjuna que representa a la Mente Superior y por Krishna, el Espíritu.

Es otro mensaje-pivote, destinado a que el miembro acalle él solo los conflictos que vendrán. Toda rebeldía son los Kuravas. Los Pandavas, ultérrimamente Arjuna o el integrante de Nueva Acrópolis, acepta lo que le digan, obedece todo lo que le ordenan, así sean cosas tontas, idiotas, egoístas, sacrificios económicos, porque se lo dice su Maestra y sus dirigentes.

Aceptar, no pensar, es Krishna, porque Krishna está por encima de la mente material. Acatar de inmediato es un mandato del Yo Superior.

Es más, si te enojas o sientes mal por maltratos o por las exigencias que no te dejan libre un momento, debes sentirte culpable, pues con eso estás obedeciendo a la materia, los Kuravas, la ilusión.

Cuando alguien piensa, razona o critica lo que se le dice, se afirma en la jerga de Acrópolis que es demasiado kama-manásico. Kama-manas es la “mente de deseos” o procesos intelectuales relacionados con el mundo material. Manas es la Mente Pura. Ser demasiado kama-manásico es que se juzga mucho y no se acepta. Luego entonces analizar demasiado es un obstáculo y un error.

No se prohíbe abiertamente, pero las presiones del grupo para actuar en sentidos predeterminados equivale a prohibiciones. También se induce a pensar que estar fuera de Acrópolis carece de sentido. Se dice que Acrópolis está en el mundo, pero al tener una misión superior al mundo actual, Acrópolis está fuera de él. Ese mundo exterior, el mundo cotidiano, son las sombras de la Caverna, de la que habla Platón.

El mito de la Caverna, de Platón, narra que un grupo de gente en una cueva ve la pared del fondo, donde se mueven sombras provocadas por otro grupo de gente a sus espaldas. Estas tienen detrás a una hoguera, por lo cual, los cautivos ven en el muro, las sombras de los objetos y creen que eso es la realidad. Un hombre, un filósofo tiene la capacidad de soltarse de las cadenas y halla la realidad.

Como podrán anticipar, la Caverna es el mundo cotidiano, el filósofo es un miembro de Acrópolis.

El hecho de deslumbrarse por la Luz de la Verdad es equiparable a las revelaciones paulatinas del sistema de Acrópolis. Esa es la justificación de que en la publicidad no se muestren subestructuras como las Fuerzas Vivas. La Luz sería “demasiado deslumbrante”.

Elías no piensa que le estén dando mentiras, sino cree que está descubriendo enormes realidades. Eso, aunque el mito de la Caverna como se lo cuentan, implicará que solamente Acrópolis es la Luz. El mundo, la vida íntima, la sexualidad, las aspiraciones personales, son las sombras, por lo tanto, son susceptibles de rechazo, crítica, negación, vergüenza por desearlos, al ser producto de la personalidad y no del alma. Por ejemplo, el cuidado de los hijos. Así mismo, por más que se diga que hay que ser equilibrado en la vida y tener sexo, no se tiene ni el momento, ni la energía.

El estado de Platón, que viene de la mano del anterior mensaje-pivote, es presentado como una estructura piramidal, igualándola al esquema que se enseña de la esotérica Jerarquía Blanca, piramidal. En la punta de la pirámide está el Rey del Mundo, seguido de los Maestros, los Avataras (“encarnación de un dios”) como Buda o Cristo, seguidos de los Discípulos Aceptados y más abajo, el resto de los estudiantes del conocimiento.

Nueva Acrópolis es esa misma estructura piramidal. En el pináculo la Maestra, la directora nacional, seguida de los secretarios nacionales y jefes de Fuerzas Vivas, sobre el bloque de los miembros de Acrópolis.

Se repite a escala internacional. En la parte superior la presidencia internacional, seguida de los directores nacionales, Hachados y jefes de Fuerzas Vivas, sobre el bloque de los miembros de Acrópolis a nivel mundial.

Frases célebres

Se invoca mucho la frase de Kant: “No hay mayor muestra de libertad que aceptar libremente la Ley”.

Acrópolis usa esa frase de Kant, para apoyar el sofisma de que Acrópolis es el ámbito donde vive esa Ley. Aceptar la Ley, es aceptar a Acrópolis.

Sin embargo, cortan el final de la frase de Kant “... interna”.

Quienes hayan leído a Kant y se extrañaron párrafos arriba por la interpretación que se dio de la Ley, pueden dimensionar lo que entiende un joven que no lo ha leído correctamente.

“No hay mayor muestra de libertad que aceptar libremente la Ley interna”.

Kant habla del valor de la libertad, pero no de la libertad de aceptar postulados con pretensiones de tener alcances universales, cuya validez sea dictada por terceros. Kant no está hablando de un deber, no se está refiriendo a la filosofía moral, sino a la ética de la aspiración, que está en contra de cualquier estado piramidal.

Así mismo, los miembros de Acrópolis no se percatan de que Kant no habló de que la mayor muestra de libertad sea seguir a Acrópolis. No se extrañe el lector. Creen que Kant prefiguraba a Acrópolis o que Acrópolis es la demostración patente de la enseñanza de Kant.

También se comenta la frase de Marco Aurelio. “Al pueblo se le debe hacer avanzar, así sea a cadenazos”, lo cual implicará que en momentos de duda, al miembro de Acrópolis se le debe hacer actuar a la fuerza, siendo Livraga quien la trajo a colación por primera vez, en uno de los Bastiones.

El papel de la ignorancia

Quien se pregunte cómo se pueden creer esos absurdos, necesita entender primero que la repetición ejerce un trabajo de adoctrinamiento, segundo, que por inicio las personas dieron su credibilidad a Acrópolis. Los que se percatan de que nada anda bien, se van. Ése es el primer filtro.

Quienes siguen, en vez de ver que Nueva Acrópolis deforma, tienen la impresión de que Nueva Acrópolis es la “plasmación” de enseñanzas inmortales, porque son afirmaciones basadas en el juicio de autoridad, irrefutables.

La falta de cultura general, que puede existir aunque se tenga una profesión, es un factor de peso.

La individualidad

En los escritos de Acrópolis fuera del alcance de Eva y Elías, se critica al Renacimiento al catalogarlo como una época donde el concepto de la individualidad se impuso al concepto de colectividad.

La individualidad, que se aplica también como tener vida personal, es un egoísmo que roba beneficios al bien mayor, el grupo. Eso está en contra del sistema piramidal, donde lo que importa es la colectividad, no el individuo, idea de acuerdo con los fascismos admirados por Livraga.

Los mensajes son ambivalentes, porque resaltan al Renacimiento, pero es una época que no se estudia. También se recalca el valor de Platón y se menosprecia a Aristóteles.

En Acrópolis se elogia al arte egipcio, que no era firmado por sus autores, en contraste con el Renacimiento, firmado por sus creadores, donde por la importancia dada al individuo, hubo un auge del retrato. Estas aseveraciones no son al azar. Lo que hable de individuo es malo para Acrópolis. Acrópolis no quiere individuos. Acrópolis quiere masas obedientes.

Masas, aunque den el mensaje de que “hay que crear Individuos, seres indivisos, sin división, que son de una sola pieza”.

Esta supuesta individualidad al final refuerza el sentido de lo colectivo, pues esos seres indivisos, individuos, “serán ciudadanos con la convicción de anteponer el nosotros al yo”. La masificación de Acrópolis, se entiende como volver seres íntegros al servicio de los demás. Servicio, que es otra de las virtudes del discípulo.

Por definición la Edad Media es una época carente de individualidades, sociedad masificada sin identidades, organizada en estratos y en bloques, proyectada a una idea superior que domina todos los ámbitos de la vida, girando completa en torno a Dios y/o al Rey y sumida en un grado de oscurantismo.

El Renacimiento es el cambio de esa visión, la vuelta al papel de las personas como protagonistas de la historia. En cambio, Acrópolis critica esa independencia.
Nueva Acrópolis no quiere un Renacimiento. Quiere una Nueva Edad Media.

Final del curso

Al cabo del curso, Elías pasa un examen tan sencillo que no importa lo que conteste, pues lo importante es que se quede, a menos que de verdad se le catalogue como “demasiado kama-manásico”, tipo intelectual que no entiende nada de lo esencial.

Elías aprueba el examen, tomando en cuenta que quien lo examina ha recibido informes sobre Elías. Se sabe dónde trabaja, dónde vive, con quién, si tiene novia. Toda esta información se pasa al jefe de filial, por medio de quienes amistosamente conversaron con Elías.

En su mente, no hacen mal. Dan información de Elías porque piensan que conviene a Acrópolis o porque quieren ser gratos a la Maestra. Igual hicieron con Eva y con todos. Así pasó con ellos. Además, porque piensan que lo mejor que le puede pasar a un ser humano, es ser un idealista y servir a la humanidad, aunque duermas poco y tengas siempre problemas económicos y no veas a tu familia.

A Elías se le admite como miembro de Nueva Acrópolis, se le enseña el saludo, se le explica que como miembro tiene el compromiso de colaborar en una de las secciones de trabajo.

Antes eran seis horas a la semana, ahora no se dice cuántas horas, sólo que debe dar servicio, “servir es un honor, vale quien sirve”, le dicen. Las secciones son las secretarías, cada una al mando de un secretario, también llamado dirigente. Elías está muy contento porque se siente parte de un grupo donde se identifica.

Anunciado por Lidia Pérez que por decreto internacional se suprimía el saludo brazo en alto, posteriormente dijo que había enviado una propuesta a Delia Steinberg para tener un nuevo tipo de saludo. Cuando se supo que había sido aprobado, se llevó a cabo.

Lidia Pérez explicó que era “el saludo del Papiro de Ani”. Ella dijo que estaba representado en múltiples imágenes del antiguo Egipto. “El saludo antiguo, egipcio, que vemos representado tantas veces” Nuevamente se ve como una aportación de Lidia Pérez al mundo acropolitano.

Esto no es un saludo, es un gesto de adoración que solamente se hace a un dios. No al dios interior, no entre personas, sino de un humano a un dios o entre dioses.

La aventura que Elías siente frente a sí, le emociona, sintiendo que por fin ha hallado dónde desplegar su esfuerzo, junto con sus convicciones idealistas.

Cuando “se recibe como miembro”, como se le llama, sale del salón donde lo esperan otros miembros.

Se le dan abrazos, felicitaciones, hay risas. El componente emocional es determinante.

Anteriormente se hacía una ceremonia donde se hacia el saludo con un fuego sobre una columna. Hoy no se hace ya, al grado de que no se presentan a los nuevos miembros en las reuniones de fin de mes, pero aunque entre a la masa, Elías siente que pertenece a un grupo de valor, siente hallar respuesta a necesidades valiosas de su personalidad.

Quienes lo felicitan lo hacen de buena fe, otros lo hacen con miras a lo que llaman “integración”, comprometerlo con Nueva Acrópolis.

Buena fe o sin ella, todos refuerzan el vínculo de Elías con la seudoescuela.

Los vínculos

En todo grupo humano se establecen lazos de interdependencia.

La interdependencia que va a darse en un grupo implica la necesidad de analizar antes de entrar al grupo donde van a establecerse los vínculos. El hecho de que Nueva Acrópolis esconda la realidad de sus actividades y compromisos no tiene por objeto, como ellos dicen de “graduar la entrega de la verdad”, eso es un eufemismo, se busca que los vínculos se establezcan de manera imperceptible para el miembro y que asuma compromisos cada vez mayores, hasta verse en una situación de la que será difícil salir.

La dificultad de muchos para dejar Acrópolis aun cuando sea su deseo, se debe a que han establecido vínculos, entiéndase incorporaron al grupo en su vida.

El vínculo de la amistad puede ser fingido, para integrarte, pues tienen en mente como lo primordial hacer crecer la seudoescuela o puede ser sincero, pero con el tiempo dejas de pensar en tonos pastel. Piensas “a éste se le debe integrar, por qué medios o desde dónde se le debe llegar para que asuma compromisos mayores, porque tenemos qué crecer”.

En Acrópolis tanto se manipula, como te manipulan.

Vínculos son los lazos emocionales y psicológicos que estableces con personas o agrupaciones.

Los vínculos se establecen por medio de la participación, hacer amistades, asumir compromisos, dar al grupo un lugar en la escala de tus afectos y agenda de vida.

Los vínculos pueden ser de origen positivo, pero no fueron tan grandes con todos. Estando dentro nunca tienes tiempo de verte con los que quieres. Si lo haces, se le llama “reunión de canal” y es para arreglar un asunto organizativo o ayudar a que el otro regrese al redil o entienda algún punto de la doctrina.

Entre las Brigadas Femeninas, por ejemplo, se pasa mucho tiempo, pero no se sabe realmente de las compañeras porque no tienen tiempo para conocerse.

La consigna es no quejarte, por lo que nunca hablas de lo que sientes y piensas. Todo tiene que ser dicho desde lo socialmente aceptado. Es mal visto que alguien se queje u opine de un compañero porque “está criticando”.

Esto es masificación.

La “asociación cultural” Nueva Acrópolis México reconoce que la masificación limita a las personas y masificación es lo que hace con sus miembros.

También puede suceder como en Guadalajara, donde la directora Osuna ha afirmado enfáticamente que la gente que se va, se va bien y tiene comunicación con ella, donde los fines de semana se reúnen en casas de miembros de Acrópolis para jugar partidos, ver películas, etc. Afirma que para ellos es ajena esta idea de “no tener tiempo”. Da la impresión de que se viven amando los unos a los otros. Es difícil de creer pues en la sede central las luchas de competencia y poder son peores que en el resto de México.

Los vínculos pueden ser negativos, como sentirse bajo el mando de una sociedad que te tiraniza y de la cual sientes que no puedes escapar. Lo sientes así por el peso del acondicionamiento.

Es una experiencia emocional, mental, pero también física. Donde estás, percibes una presencia que te acosa. Nada sobrenatural, sino la presión del amaestramiento en tu psique. Si te retrasas experimentas ansiedad. Piensas: tienes que ir, debes hacer, no lo puedes dejar, debes dejar todo con tal de ir.

Una seudoescuela como Nueva Acrópolis usa los vínculos humanos para aprisionarte. Busca que los vínculos se hagan con ella y sus responsables, pero que se rompan con lo que no sea estrictamente Acrópolis.

Por eso te impiden estar cerca de tu cónyuge o novio, si están ambos en una reunión. Excepto que seas de los elegidos porque tienes dinero, como una pareja que se sienta junta y se toma de la mano en las reuniones. Si tienes algún deber familiar, se te pregunta: “¿qué deber tienes primero, tu Maestra o tu mamá?”

Usan tus convicciones para vincularte más con el grupo. Si te llega el deseo de irte, viene la amenaza. Eres un egoísta. Es más, si te vas de Acrópolis perderás el sentido espiritual. Después de esta presión, las frases terminan con que “decidas desde tu alma inmortal y no sobre tu ego o personalidad”.

Tú no puedes entender, sólo la Maestra, que puede ver más que tú, ella te muestra lo que pasa. No hay dejarte decidir, ni libertad, cuando te coaccionan para actuar en un sentido.

El Maestro y el Discípulo

Es muy importante tener la capacidad para valorar el engaño del “Maestro”, pues en él se encuentra la clave para entender el funcionamiento de una seudoescuela.
Nueva Acrópolis, como muchas otras seudoescuelas, copia un tipo de relación común en varias culturas. Tomada del hinduismo se le conoce como la relación del gurú-lanú, que es la del maestro-Discípulo.

El gurú es un hombre con vastos conocimientos. Un maestro, por ejemplo en los Veda, en sánscrito, toma a un aprendiz, un lanú o Discípulo, para transmitirle el conocimiento y hacer del lanú, con el paso del tiempo, un Maestro.

El Maestro da cobijo a su Discípulo, el Discípulo vive en su casa y tiene como norma obedecer en todo a su maestro, así como poner empeño en aprender lo que se le transmita.

Esa es a grandes rasgos la relación, en la cual, un elemento primordial es la confianza absoluta, la obediencia total, basado en que la relación personal entre Maestro y Discípulo es de respeto, credibilidad.

Al contrario, en Acrópolis, de una forma discreta, paulatina, en Acrópolis el Maestro se inmiscuye en tu vida, no te tiene respeto, te ataca con lo que sabe de ti, no muestra educación y decide lo que debes hacer.

La figura del Maestro se vuelve omnipresente y no puedes tomar decisiones importantes en ti vida sin que el Maestro te dé permiso.

La estructura piramidal deformada del concepto de Platón se revela abiertamente cuando aparece esa figura del Maestro.

Elías, todos los demás miembros sin jerarquía, más Hachados, secretarios, jefes de filial, jefes de Fuerzas Vivas, directora nacional también, son Discípulos. A la nueva directora, Esmeralda Osuna, los nuevos miembros empiezan a llamarle “Maestra” y una Hachada indica a sus miembros que también le llamen así ”.

Ser el Maestro es el eje de todo, el sitio de mayor poder e influencia, pero, ¿qué sucede si alguien con ese poder, pone a los demás a trabajar para ella obtener provecho?

Se dirá que es un servicio a la Maestra. ¿Si la Maestra quiere un auto nuevo, pero dice que es para la imagen del grupo? El auto se le compra. Nadie se percata, pues creen que es para Acrópolis. ¿Y si hace que los miembros compren y trabajen en un terreno del que la Maestra obtendrá dinero? Comprarán y trabajarán hasta extenuarse, pues todos creen que es para Acrópolis.

Un mecanismo de auto-regulación hace que la mente del integrante censure todo lo que da señales de que temas fundamentales van mal. El integrante, solo, niega, justifica, desvía, para que en su mente, el mundo que cree verdadero vuelva a cuadrar.

Si no tienes nada qué decir, transfieres la responsabilidad a otros. Acrópolis y la Maestra no actúan inmoralmente, así lo ven quienes no entienden. Te dices también que existen verdades y razones que no alcanzas a ver, pero que los más preparados de Acrópolis lo ven y por eso actúan de esa manera. También puede pasarte que te cubras la cabeza, cierres los ojos y te digas: “aunque sea verdad, no quiero saberlo”.

Una seudo-escuela como Nueva Acrópolis, copia la figura del Maestro, para tener una persona que emita “juicios de autoridad”, irrefutables, a la cual los demás obedezcan sin resabios.

Lo que realmente aprendes

Aceptaste libremente el camino discipular con la obediencia que requiere el mayor bien espiritual. Fue tu elección, libre, voluntaria, aceptar autoridades, hacerte Discípulo de una Maestra, tener un compromiso de crecimiento, no ceñirte a los dictados del mundo, que pueden ser gratos, pero cuya comodidad prueba su falta de grandeza: Tú debes obedecer a los más capaces, caminar por el Justo Medio y seguir como Arjuna.

Eso dejaste que te metieran en la cabeza por repetición y fue lo que tú internalizaste. Es una mentira, porque parte de bases tergiversadas y se usa para justificar un sistema coercitivo.

Tú crees que fue tu decisión hacer eso. Lo que hiciste fue dejar que te implantaran en la mente unas ideas simples, reforzadas por el juicio de autoridad y por ver seguirlas a un grupo formado por personas que llegaron antes. Están ahí, luego entonces no hay peligro.

Primera campanada

Ni Elías ni Eva están enterados de lo anterior, sin embargo, los mecanismos vigentes un día los alcanzan.

Por un error cometido, en el momento menos pensado, viene un grito.

La sorpresa es enorme, no se lo esperaban.

Es una vociferación, una falta de respeto. En efecto se les puede haber gritado o se les dijo una frase que es un abuso, dicho con voz neutra o con una aparente buena razón. Como se vea, es una falta de respeto que no es vista como negativa, sino como una acción que debe ser aceptada.

Sin embargo, los gritos sí se dan. Elías no entregó un folleto de propaganda sin errores o estaba riendo con otros miembros y una dirigente llegó a callarlos diciéndoles que no era actitud de un Discípulo o estaba en un viaje de Nueva Acrópolis, se apartó un poco del grupo y lo fueron a buscar con malos modos. También Lidia Pérez puede haberle espetado que es un necio o un incapaz, con esas palabras.

Lo que vean o recuerden, pero al final hay una agresión moral.

Esta vez, Elías dijo que a futuro, en una reunión de integrantes, él desea tener hijos.

Elías nota que a sus palabras sigue un silencio.

Los miembros más viejos permanecen callados, pues conocen el momento. Elías siente el malestar de ellos, al tiempo de percibir que se le escapa un dato importante, al ver la reacción de grupo.

No se da cuenta de que los demás conocen el mecanismo de haber expresado una idea incorrecta, si contradijo a Lidia Pérez, lo cual es inadmisible o hizo alusión a temas intocables, como desear una vida personal.

El grupo amaestrado se pone en contra de Elías sin decir una palabra.

Lidia Pérez pregunta en tono frío, si alguien más piensa así.

Los hay, pero no dicen nada.

Viene una corrección o reprimenda.

Elías experimenta un choque al escuchar que se le habla de forma muy agresiva. De entrada no cree lo que oye, pues no hay justificación, además de que el sentido del respeto que sabe se merece, su dignidad, le lanza un aviso.

La indignación por el trato es grande, pero lo acepta.

Acepta la agresión, ¿por qué? Porque de acuerdo con el amaestramiento, protestar o responder es un error de la personalidad. Es ir en contra de su ser Discípulo, que debe ser humilde y corregir sus errores. Sentirse ofendido es vanidad, eso debe ser superado.

Crees que tú has elegido estar ahí para trabajar, para iniciar un proceso de transmutación, para convertirte en un individuo. La única forma es estar dispuesto a quemarse como los leños del símbolo escolástico que queman tu personalidad, tu vanidad, tu egoísmo, etc.

La verdad es que admitirlo significa que asumió el trato, por lo cual cayó en una dinámica que se repetirá, porque se ha sentado un precedente.

Lo sucedido socava la autoestima de Elías.

Sin embargo, Elías se culpa a sí mismo, siente que ha roto alguna regla, desconocida. Además de su malestar individual, viene un sentimiento de vergüenza por creer que ha actuado incorrectamente. Se tacha de ignorante.

No se necesitan abiertos paramilitarismos ni revólveres para someter, cuando la esencia es autoritaria.

Se acabó la Luna de Miel con Acrópolis. Es el momento en que te digan que Acrópolis no tiene Lunas de Miel, sino grandes compromisos con la humanidad.

Elías ya ha establecido vínculos con la seudoescuela y al tomarla como referente importante en su vida, admite el poder de ese referente en él.

También le sucedió a Eva, quien como Elías, al callar ante el abuso en la desestimación que le hizo su dirigente de entrar a una ONG, aceptó tácitamente que no merece defenderse. Ambos incorporaron a su forma de actuar, una reacción de baja autoestima que al repetirse, reducirá su autoestima cada vez más.

No todos se someten. Esa es la razón de las desbandadas.

“Si no actúas como piensas, acabarás por pensar como actúas.”

La razón de las desbandadas

Muchos integrantes antes de Elías y Eva, oyen hablar de exmiembros. Como otros antes, tienen la duda, ¿por qué se van muchos miembros? Eso si oyen algo, pues muchos no se enteran de nada por el silencio en que se envuelve a quienes se fueron.


La pregunta es más importante si, a diferencia de Eva y Elías, conociste a los que se fueron, porque punto notable es que las desbandadas se dan entre los miembros comprometidos, los que tú veías como las columnas de Nueva Acrópolis, los que siempre estaban ahí.

Nunca se enteran de las razones, ésas quedan como un misterio sobre el cual da miedo preguntar por el regaño que se puede acarrear. Se percibe que es un tema tabú.

Cesar el sometimiento, recuperar la vida, son las razones de las desbandadas de Nueva Acrópolis.

Está la versión “oficial”, que antes se limitaba a desprestigiar a las personas por haber tenido inclinaciones a la homosexualidad. También se les desprestigiaba afirmando que se dejaron llevar por apetitos sexuales o por pereza.

Nadie se puso de acuerdo para marcharse grupalmente. Muchos de los que se fueron, años después se enteraron de que cuando ellos se marcharon, otros lo hicieron aproximadamente al mismo tiempo.

Ninguna desbandada ha sido concertada, pero existen mecanismos simultáneos de saturación. Cuando un grupo ve las mismas actitudes y pasa por los mismos mecanismos o pertenecen a una misma generación de miembros, reúnen insatisfacciones semejantes, las corrientes de pensamientos son simultáneas y la verdad de la manipulación no se puede ocultar.

Por eso, cuando alguien emite una queja entre sus compañeros, todos asienten como si hubieran conversado de un tema en realidad no tratado abiertamente. “¿Sí, verdad?, se ve que si eres de dinero...”, pero ése es todo el nivel de críticas.

Nacida la conciencia no de un error involuntario de Acrópolis, sino de una actitud, puede suceder lo que sea.

Tal vez me llamaron la atención en una guardia de cafetería o me gritaron por enésima vez y cuando respondí me dijeron que lo mío era agresividad. Y te lo repiten constantemente, la etiqueta queda ahí, poco comprometido, miedo al compromiso, mucha importancia personal. Chantaje. Detonante de lo sucedido antes.

Los vínculos en el grupo están sometidos a una sincronización. Le pasa a uno al mismo tiempo que le está sucediendo a otros, pero no hablan entre sí, por el supuesto tácito de que todo lo que digan será usado en su contra.

Muchos se fueron sin avisar, otros lo hicieron dejando cartas, otros se fueron dejando todo lo que hacían, otros, los más correctos, por pensar que Nueva Acrópolis valía la pena o que ellos debían respetar sus compromisos, se fueron dejando sus asuntos en orden.

Sin embargo, hagas lo que hagas el final te difamarán dentro del grupo. Una explicación que trata de ser amable por consigna, sobre quienes se ven de Acrópolis, es decir que “son personas que eligieron otro camino”. La verdad de sus creencias es, como lo define una hachada, que quienes dejan Acrópolis “se fueron a rascar la panza”.

Sin embargo, como trabajo de Fuerzas Vivas, se llama por teléfono o envían mails a quienes se fueron, en tono amistoso de “¡dime qué pasó, me quedé con la duda!” o “espero que sigamos siendo amigos”. Mantener contactos con exmiembros de Acrópolis sirve para estar al tanto de sus actividades y saber que se dice o hace por fuera del grupo. Así mismo, mandan espías.

Dentro, se implantarla paranoia de tener enemigos externos para reforzar los medios de represión y para dar una sensación de estar cohesionados.

No-desbandadas

Hubo alteración en Acrópolis por el libro de Pepe Rodríguez El poder de las sectas, ya que se generó histeria colectiva, prohibición de comprar el libro y aislar a quien opinara dentro de Acrópolis.

Algunas personas se fueron a causa de la información del libro, pero no fue una desbandada.

Otras dejaron de ir por razones de tiempo y otros fueron expulsados. Lo primeros expulsados lo fueron por haberse hecho novios dentro del grupo. Una brigada fue expulsada en un Concejo, porque a ella la cortejaba un miembro que le gustaba al Mando Nacional.

Además de las desbandadas, cada año se van de 20 a 50 miembros en México.

Han habido dos desbandadas.

Las desbandadas. La primera

La primera desbandada fue después de la primera Reunión Internacional efectuada en México (1991), debido a que muchos integrantes quedaron absolutamente fastidiados. En esa desbandada se fue casi la mitad de los miembros de Acrópolis.

La ida de tantas personas con talento fue por concientizarse de varios hechos:

1. La utilización de miembros con fines personales por parte de Lidia Pérez, quien los usaba para tener posesiones y dinero

2. Intromisión en la vida personal hasta grados extremos

3. Alimentar rencillas entre Fuerzas Vivas

4. Impulso a miembros con dinero, por sobre los de condiciones menos favorecidas.

5. Falta de espacios individuales sin la presencia de Acrópolis

6. Pérdida del poder personal de los miembros

Cuando terminó la reunión internacional, la sede de Guanajuato, la única por entonces, quedó semivacía.

Las desbandadas. La segunda

La segunda desbandada se debió a que muchos integrantes de la primera generación, que habían hecho oídos sordos a las señales, llegaron a su límite. En ésta también se fueron integrantes llegados cuando la sede se cambió a la calle de Morena.

Vieron los mismos actos de Lidia Pérez, pero en franco desarrollo. Se hizo claro que su plan desde el inicio fue usar a Acrópolis como plataforma particular, pero ahora era de manera más abierta, insistente y exigente. Un grupo autoritario supeditado a la imagen del Maestro, era para Lidia Pérez el terreno perfecto para utilizar a los incautos.

Cuando se hizo la primera fiesta de amigos hechos en Acrópolis, al día siguiente Lidia Pérez dijo que toda fiesta o ida a tomar café entre miembros, debería hacerse con la presencia de un dirigente. Desde ahí, no se podía planificar ir al cine solo o con tu pareja si no te escabullías, pero fue el inicio de las “reuniones de canal”.

Frente a estos problemas, Acrópolis tiene muchos recursos para evadir la realidad. Decían que el Ideal no era la Maestra y que quienes decían irse por ella, confundían las cosas. Excusas, pretextos, ambigüedades, deseo de distraer. La verdad es que el sistema, por su vocación de autoritarismo, roba la libertad de las personas.

El cambio de mando nacional

Un Hachado conocido por llevar a cabo “sesiones de ruptura de límites”, consistentes en hacer desnudar a nuevas integrantes para darles masajes, también él desnudo para buscar relaciones sexuales con ellas (las tuvo en varias ocasiones, podían haberlo denunciado a las autoridades), al ser jefe de filial Guadalajara tuvo relaciones simultáneas de noviazgo con dos integrantes mujeres, que ahora ocupan dos de los puestos más importantes en la estructura nacional de Acrópolis.

Este jefe de filial, al ser descubierto, fue separado a un puesto menor. El ostracismo al que se le sometió permitió el ascenso de una miembro a la cual él había captado, Esmeralda Osuna.

Esto sucedía mientras no se encontraba trabajo en Acrópolis para los Janos, grupo de jóvenes en Toluca, D.F. y Oaxaca.

En el D.F., cansados del manejo de la filial Satélite, los Janos fueron divididos para crear “centros urbanos” del área metropolitana. Quiere decir que los centros urbanos son subfiliales ubicadas en la capital de una filial estatal. En Guadalajara, se dieron Janos a Osuna. Los muchachos fueron asignados a adultos.


Osuna, mostró capacidad como administradora. La subestructura de los Janos organizó actividades juveniles.

La sede en la calle de Amado Nervo, la sede central de Acrópolis México después que lo fue el local de Morena, comenzó a disminuir, mientras la filial de Guadalajara crecía. Esmeralda Osuna con los Janos hizo crecer Acrópolis en Guadalajara, entrar a esferas de gente acomodada, vender actividades como la presentación de Teatro Negro que inició con la puesta en escena de “El caballero de la armadura oxidada” Con el grupo Stoa y Janos, atrajo a otros jóvenes con actividades artísticas y altruistas, buscando apoyos y patrocinios en Guadalajara.

Fue en un buen momento para Lidia Pérez, quien fue obligada por Delia Steinberg a dejar la dirección nacional. Decidida a no perder el poder, Lidia Pérez se ocupó de conservarlo a través de alguien a quien pudiera manejar.

La versión de consumo para los miembros de Acrópolis fue que Lidia Pérez, vanguardista como siempre, decidió dar espacio a alguien más y ella asesorar e imponer una nueva forma de transmisión de una dirigencia.

La capacidad de buena administradora fue la causa de que Osuna fuera elegida para ser directora nacional, en vez de la hachada que todos pensaban iba a ser directora, ya que en sus manos, las filiales se deshacen. Además los miembros buscan alejarse de ella lo más posible, no la soportan.

Para preparar a Osuna como directora nacional, Lidia Pérez inició frecuentes viajes a Guadalajara.

Dándole mayor peso, Lidia Pérez delegó en Osuna paulatinamente el poder ejecutivo. Lidia Pérez cesó las lecciones de Introducción al Conocimiento del Hombre, manteniendo a su grupo de gente selecta, acomodada, hasta que también lo dejó. Utilizando su despacho en Acrópolis como consultorio, para así mismo dejarlo, delegó en Osuna la organización de la segunda Reunión Internacional en México, lo cual fue para los miembros verse bajo el mando de capataces.

Al final de la segunda Reunión Internacional, Osuna hizo su juramento como directora nacional y adquirió las 4 cuatro cadenas.

Solamente los otros hachados conocían previamente el nombramiento, el cual fue anunciado en la reunión, de una forma “elegante” en palabras de Lidia Pérez, la cual dijo a los miembros que Osuna, también debía ser considerada como “Maestra”.

El adjetivo de elegante quedó como expresión retórica o declaración de intenciones fallidas. No fue porque el título de Maestra para Osuna pareciera grande a quien había sido secretaria ejecutiva, sino porque no es una persona profunda, ni es dueña de una gran inteligencia dialéctica y tampoco se le ve un esfuerzo personal de superación como para ser ejemplo. Lo elegante fue forzado y torpe.

El tratamiento no fue bien aceptado por los miembros de mayor antigüedad. Tampoco lo fue por los contemporáneos de Osuna, excepto por los de Guadalajara, que se sentían orgullosos de ella. Eso, sin olvidar que se convertían en la nueva sede central.
Como sucede, al cabo de una resistencia inicial, todos se plegaron a dar ese título a alguien que como Osuna carece de mayor mérito para darle el tratamiento de “Maestra”.

Con eso finalizó el reinado del Distrito Federal como capital de Acrópolis México. La hasta entonces sede central, filial Amado Nervo, perdió su preeminencia frente a Guadalajara, que cumple con un rasgo al gusto de Lidia Pérez: perfil socioeconómico alto, lo que en el D.F. Lidia Pérez siempre echaba en falta. El efecto fue que a algunos miembros del consejo de Guadalajara los hicieron hachados o les dieron un cargo nacional. Hoy casi es requisito tener dinero para ser dirigente o hachado.

Como buena administradora, Osuna implantó que los dirigentes deben dar informes detallados de actividades, productividad, qué reportar cómo horas de trabajo y qué no, elaboración de gráficas, estadísticas y procedimientos de administración de empresas con nombres sonoros como “filtro socrático”.

Un nuevo estilo de Acrópolis arribaba, el estilo gerencial como el factor predominante, abriendo todavía más en el abismo que separa al grupo de un sentido humano.

Las desbandadas. La tercera

Está en marcha. Una primera señal de esta tercera desbandada es que de 15 Hachados, varios de ellos miembros de la primera generación, quedan 8, todo idos por los manejos den Lidia Pérez López. Estos hachados eran jefes de filial y secretarios nacionales.

Los que se quedan

Quienes siguen en Nueva Acrópolis, de nada se enteran. Ninguno de los que se fueron habló con ellos, por saber que no se puede confiar en nadie y que no tiene el mínimo caso hablar con nadie, sin contar que irán a contarlo con tergiversaciones.

Tampoco se habla porque independientemente de lo que manifiestes, el grupo hablará mal de ti o habrás muerto para los que se quedaron. Ya no tendrán tiempo para ti, ni para mandarte un correo, ni la energía para hacerlo. Saben que te perdieron.

Antecedentes de violencia

Hay otra idea, que pocos de los actuales miembros conocen, porque se remontan a otros tiempos. Se basa en la sospecha de que Nueva Acrópolis puede atentar contra la integridad física de quienes se van u opinan en contra de la seudoescuela.

Noticias de hace años describen como el Cuerpo de Seguridad Internacional viajó a varios países para acallar a denunciantes. Una noticia en el diario reportó la violación de una disidente.

No se vaya más lejos. En México, en 1986, Seguridad y Trabajo buscaron en la calle a una persona vecina de la colonia Roma, que había interrumpido una conferencia. Se le encontró y se le hizo subir a un auto, llevándolo al templo de Seguridad en la sede de Guanajuato. Ahí se le sometió a un interrogatorio y se le dieron varios puñetazos.

Los integrantes de hoy pueden pensar que es una exageración. Es porque ignoran que la organización también puede operar en formas ocultas. No conocen mucho.

No conocen por ejemplo la Operación Gaviota, ordenada por Livraga en México, que consistió en derribar una escultura levantada por la Iglesia Católica en un conocido cerro cercano a la capital, acción para la cual varios miembros de Seguridad se entrenaron durante semanas. Se fue allá y se derribó la efigie, la cual se dijo, simbolizaba el dominio de esa fe en México. La Iglesia Católica podrá estar ahora muy contenta de saber quién les tiró la estatua.

La acción se llevó a cabo con éxito. Por ella Livraga dio una recompensa, consistente en condecoración y un año de antigüedad reconocida a los miembros de Seguridad que la llevaron a cabo.

Mayor presión

Quienes se fueron, dejaron huecos que tuvimos qué llenar. Se duplicaron las guardias, las clases. Se fue presa del mecanismo de cerrar filas. Un enemigo externo “cierra filas” al interior, recuérdese la alerta máxima de Livraga al expulsar a Ada Albrecht.

Uno de los mecanismos que Nueva Acrópolis aplicará en el futuro será abrir espacios para oír abiertamente las insatisfacciones de sus miembros. No prestarán oídos, será, simplemente, que la catarsis alivia la tensión.

Cómo se involucra

Antes se decía que era necesario dar una cuota de seis horas de trabajo semanales. Ahora ha cambiado. A Elías se le dice que como miembro, la forma de plasmar lo aprendido en el curso introductorio es a través del trabajo de una de las secretarías. En ese trabajo, más la convivencia con los demás Discípulos, él crecerá.

Como una retribución a lo que recibe y para asegurar la marcha del Ideal, el dinero es una forma de energía que es importante dar a Acrópolis, por lo cual Elías se compromete a pagar una cuota, dependiendo de la filial, de por lo menos 350 pesos mensuales.

Elías acepta, comentando que puede ir a trabajar en Acrópolis los lunes y jueves.
Se le dice que sí, comentando a su vez que la secretaría necesita generar sus recursos, ya que no reciben un subsidio dentro de Acrópolis. Han decidido que venderán chocolates y se la da a Elías, dos cajas de las golosinas.

Se le comenta que se está organizando una rifa para tener fondos para la filial, por lo cual se le pregunta si puede colaborar. Elías acepta y se le dan dos fajos de boletos.

Yendo lunes y jueves, más adelante se le comenta a Elías que se hacen reuniones de organización, llamadas consejillos, para diferenciarlos del consejo, que es la reunión de los jefes de filial. Los consejillos son los martes. Elías responde que sí.

Ya tiene lunes, martes, miércoles y jueves. En el consejillo se le comenta que la carga de trabajo en la secretaría requiere de dar apoyo a las guardias, los miércoles, dos horas. Elías dice que sí.

También se requiere asistir a las reuniones mensuales con la directora, al curso de integración de nuevos miembros con la Maestra Lidia, en Tlazala, un fin de semana completo.

El trabajo aumenta, pues Elías también debe dedicar tiempo a la venta de los chocolates y boletos para la rifa. Eso más la reunión de final de mes, otra semestral y otra anual, la de la primavera.

Elías comienza a recibir mails a la oficina, así como llamadas telefónicas de Acrópolis. Para cumplir, roba tiempo a su trabajo, además de recursos materiales.


Los compromisos aumentan. Para cumplirlos, no les puede dedicar el tiempo que está en Acrópolis, por lo cual le aumenta el viernes. Elías trabaja ya de lunes a viernes, robando tiempo a sus otras actividades.

Se viene la fecha de entregar el dinero de los chocolates y los boletos. Elías no ha podido.

Respuesta: debe entregar el dinero, por lo cual, si no lo ha recaudado, debe ponerlo de su dinero.

Los trabajos de la secretaría exigen que haga más llamadas telefónicas, envíe más mails, contacte personas. Lo hace en horas hábiles, de trabajo.

Cuando cumple un año, se le invita a entrar a las Fuerzas Vivas. Pasa varias pruebas y entra, entonces tiene reuniones de su cuerpo de Fuerzas Vivas, las guardias de apoyo, mails del jefe de filial, los campamentos anuales de Fuerzas Vivas, campamentos nacionales por cuerpo de Fuerzas Vivas, más convocatorias extraordinarias para Fuerzas Vivas como servicio, más lo que la filial disponga, por ejemplo salida a orfanatorios o ferias medievales, etc.

A Eva se le añaden los mails de jefa de Manípulo y sus reuniones de Manípulo.


Así se llena todo el tiempo de Elías y de Eva. Para eso han dejado atrás citas con sus novios, tiempo para el ocio o la lectura, un curso de computación que pensaba toma Eva y un diplomado de Elías. ¿Alguien los obligó? ¿Se les apuntó con un arma? No, se les indujo, paulatinamente se les dieron más compromisos, que ellos fueron aceptando insensiblemente.

Hay quienes no aceptan, pero éstos reciben presiones constantes para asumir compromisos.

Relevante: a Elías le dicen sus amigos que ha cambiado, le dicen que no se dedique tanto a ese grupo donde entró. Como respuesta, Elías se enoja.

Dentro de las Fuerzas Vivas, Elías se hace más cercano a Eva. Se acercan pues absorbido por el grupo, sus relaciones sociales fuera de Acrópolis se reducen o desaparecen. Elías ya no ve a su familia, ni a sus amigos. Se le dice que esos son compromisos mundanos, que lo más grande es despertar conciencias y que lo importante es el tiempo de calidad, que concerte citas con su familia en otros momentos que no interfieran con Nueva Acrópolis, momentos que nunca hay.

Se hace novio de Eva, después de recibir el visto bueno de Lidia Pérez.

Elías es nombrado secretario nacional. Se casa con Eva y en ese momento Eva es nombrada secretaria nacional de economía. La razón es darles trabajo para que el matrimonio no los distraiga de Acrópolis. Su boda se celebró con gente de Acrópolis, tuvieron una mini-Luna de Miel pues tenían mucho trabajo en Acrópolis y llegaron a su habitación a dormir.

Todos los cónyuges de alguien ascendido en Acrópolis reciben también un cargo, por lo cual aumenta su trabajo. Con eso, los días de descanso que tienen ambos, son los domingos, de manera general, pero hay filiales en las que el día de descanso es un viernes, incluso hay cursos introductorios en domingos por la mañana. Sin embargo, de los cuatro domingos del mes, uno de ellos se dedica a la reunión de Fuerzas Vivas, la reunión mensual, que es un fin de semana completo, los sábados de 9 de la mañana a 9 de la noche. El otro domingo trabaja de las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde aproximadamente.

De los cuatro domingos del mes, Eva y Elías tienen dos domingos para descansar.

Si no sucede así, un domingo lo dedica para una actividad anual, por ejemplo el orfanato, otro domingo para una reunión especial de su secretaría, otro más para un viaje como secretario nacional, el otro, a la reunión de secretarios nacionales o de Fuerzas Vivas.

Fuera de eso, se hace costumbre terminar las jornadas a la media noche o a la 1 de la mañana. Como viven a 40 minutos de la filial, en lo que llegan y se preparan, se duermen a las 2:00 am.

Eso significa estar cansado, siempre haciéndose familiar la sensación de tener tierra en los ojos. Reuniones, dar clases, dar conferencias, trabajos de secretaria, trabajos de Fuerzas Vivas.

Los secretarios nacionales como ellos, tienen la obligación de visitar las filiales. Programan anualmente sus viajes, hacen promesas de visitar un cierto número de filiales. Entre ambos, hacen 10 viajes en un año, sufragados por ellos, gasto al que se suma el regalo que deben dar a la filial.

Para esos viajes a las filiales, Eva y Elías piensan hacerlos juntos para tener un tiempo qué compartir.

No pueden viajar juntos.

Un matrimonio previo quiso hacer lo mismo, hasta que se les coaccionó a no hacerlo, mediante el argumento de Lidia Pérez de que “los seres humanos somos independientes”.

A esos gastos se añaden los regalos a Esmeralda Osuna y a Lidia Pérez, por sus cumpleaños, cuando visitan una filial, los regalos que se les dan el 8 de mayo cuando se celebra el Día del Maestro, celebración donde se dan tres flores blancas que representan las tres virtudes del Discípulo. La falta de tiempo y la gerenciación de las actividades, hace que haya encargados de comprar las flores en grandes cantidades, que se entregan a los miembros que llegan a esta celebración usurpada del aniversario luctuoso de Blavatsky. Sentadas, Lidia Pérez y Osuna reciben las flores que dan Brigadas Femeninas, las cuales forman sendos ramos.

Subiendo en la pirámide, Elías es nombrado jefe de filial. Junto con eso Eva también es nombrada, pero jefa de una filial en otro estado de la república, eso sí, cercana para que se vean, él en Estado de México y ella en una filial de la capital del país.

Como jefes de filial, adquieren una posición parecida a la gerencial.

Si no alcanza para los gastos de la filial, se debe poner del propio sueldo, más las cuotas nacionales y la cuota Ariadna, internacional, utilizada para mantener la página web de Acrópolis Internacional que, haciendo cuentas, su mantenimiento cuesta miles de dólares.

La economía individual de ambos se empieza a ver gravemente afectada. Están también los gastos para los cursos de jefes de filial, tomados literalmente de “Las 48 Leyes del Éxito” y del “Arte de la Guerra”, de Tsun Tzu. Cada cual debe pagar sus gastos y aportar para los gastos de Lidia Pérez y Esmeralda Osuna, porque ellas no pagan sus gastos de hospedaje y de alimentación, que son especiales por el tipo de habitación y de la clase de comida.

Todos estos gastos solamente pueden sostenerse pidiendo prestado o cargando a la tarjeta de crédito. Cuando no es posible pagar los gastos de cursos, lo que implicaría no ir, se reciben llamadas: “debes solucionarlo, aumenta tu dominio del mundo, si no puedes, pide prestado”. Los jefes de filial viven en un déficit crónico, con tarjetas sobregiradas y deudas. Sí, también por pedir prestado a esas familias de las que reniegan.

Así se vive año, tras año, tras año, tras año.

De sus aportaciones, los miembros que las pagan no reciben informes. Solicitar estar al tanto de las finanzas de Acrópolis es un desacato. No tienen derecho de conocer exactamente el destino de los recursos económicos. Miles de pesos, millones a través de los años.

Síndrome Burnout

Al poco tiempo, Elías y Eva padecen el síndrome Burnout o “quemado por el trabajo”.


Coloquen una cruz en los cuadros donde la descripción concuerde con lo que se deba a su experiencia en un grupo de la naturaleza de Acrópolis.

 Sobrecarga laboral cualitativa
ÿ

 Estructura de la empresa que favorece el compromiso excesivo en el trabajador
ÿ

 Exposición a estrés laboral crónico
ÿ

 Contactos interpersonales usuario-profesional con alta exigencia emocional
ÿ

ÿ Falta de apoyo social en el trabajo, los conflictos interpersonales, las disfunciones de los roles ocupacionales y la carencia de reciprocidad en los intercambios sociales

 Compromiso excesivo con la problemática del usuario y la organización
ÿ

 Exigencias laborales excesivas
ÿ

 Ambigüedad y conflicto de rol
ÿ

 Falta de reconocimiento social
ÿ

 Aumento de la prevalencia de este síndrome en el centro de trabajo
ÿ

 Conflictos interpersonales (con superiores o compañeros de trabajo)
ÿ

 Falta de concentración
ÿ

 Alteraciones de la memoria
ÿ

 Impaciencia
ÿ

 Sentimientos de impotencia y soledad, labilidad emocional
ÿ

 Baja autoestima
ÿ

 Sensación de cansancio físico y mental, desánimo
ÿ

 Alteraciones de la voz y síntomas depresivos
ÿ

 Desconfianza
ÿ

 Paranoia
ÿ

 Alienación y multiplicidad de manifestaciones psicosomáticas
ÿ

 Indolencia o desarrollo de actitudes expresadas con la despersonalización
ÿ

 Culpa
ÿ

 Dete
ÿrioro cognitivo expresado por la pérdida de ilusión y expectativas laborales

 Deterioro afectivo expresado por agotamiento emocional
ÿ

 Irritabilidad
ÿ

 Agresividad
ÿ

 Negligencia
ÿ

 Pérdida de la iniciativa
ÿ

 Adicciones y en casos extremos, el suicidio
ÿ

 Fatiga constante
ÿ

 Dolores músculo-esqueléticos
ÿ

 Trastornos del sueño
ÿ

 Cefaleas y jaquecas
ÿ

 Trastornos gastrointestinales
ÿ

 Alteraciones menstruales e inmunodeficiencia
ÿ

 Trastornos respiratorios, disfunciones sexuales
ÿ

 Alteraciones cardiovasculares
ÿ

En Acrópolis dirán que estas clasificaciones son para débiles. Nosotros somos Discípulos. Más de tres de cualquiera de las anteriores establece la presencia del síndrome.

El conocimiento acropolitano

Se debe reconocer que la idea de Acrópolis de que los dioses viven en cada persona y que es necesario sacarlos a la luz, siguiendo el camino del héroe, del guerrero, de la Dama y del Caballero, en una actitud de servicio a la humanidad, es la gran aportación de Acrópolis.

Si el lector lo creyó es porque está mal informado. Son ideas de Jean Shinoda, autora de Las diosas de cada mujer.

También son ideas de Joseph Campbell y de una corriente de pensadores serios, que han creado sus trabajos con su esfuerzo.

Los partidos políticos no crearon la política, no existe un “conocimiento de Casa Lamm”. De ser así, la UNAM creó la filosofía, el derecho.

En Nueva Acrópolis se dan cursos salpicados de errores de interpretación y tendenciosos. A esos datos incompletos, se añaden interpretaciones de otros y le llaman conocimiento acropolitano.

Nada de lo que se enseña o dice, ningún motivo, como el ideal caballeresco, son creaciones de Nueva Acrópolis.

Decir que hay un conocimiento acropolitano es decir que hay una producción cultural original de Acrópolis.

Otros han pensado, reflexionado, discutido y escrito. Hablamos de psicología lacaniana, jungiana, freudiana, del papel de Wittgenstein en la filosofía.

En Nueva Acrópolis no se enseña lo creado en Nueva Acrópolis. Se habla lo que otros han hecho y lo enseñan superficialmente y mal, budismo, hinduismo, temas de filosofía kantiana, extractos de la Doctrina Secreta, Mircea Eliade, Helena P. Blavatsky, Buda, Marco Aurelio, Rosso de Luna, René Guenón, el sentido heroico. Como se ve en las instalaciones de Nueva Acrópolis, se le dice conocimiento acropolitano.


Se dice que “algún” día habrá un arte acropolitano, una pintura acropolitana, una cultura acropolitana. ¿Por qué algún día, si ya existen la bases al haber un conocimiento acropolitano? El arte nace de la cultura.

Definan las bases metodológicas del conocimiento acropolitano, expliquen por medio de cuáles axiomas y principios han creado una filosofía que se constituye en una rama nueva, original, del saber. Recuerden a sus instructores en Nueva Acrópolis. No sabrían formular una pregunta a Sócrates.

Mantengan una discusión sobre la teoría y la praxis del “conocimiento acropolitano” y salgan adelante, cuando son personas con una cultura media, básica en muchos casos y Nueva Acrópolis no te educa, no te enseña. Aunque Lidia Pérez diga: “¡deberían leer más!”, no hay tiempo.

Leer un texto, repetir información sacada de un libro y decir que es conocimiento acropolitano es la fachada de la ignorancia.

Por oír la frase “conocimiento acropolitano”, en Nueva Acrópolis se siente que se tiene la razón, porque un conocimiento más grande que el de hoy te avala, el de los grandes hombres como Sócrates o Buda. Entonces se creen parte de una cofradía de conocimiento. No tienen absolutamente una idea de lo que es un aprendizaje sistematizado.

¿Dónde están las herramientas del conocimiento que validen esa evolución? ¿En qué libro, en qué capítulo, en cuál párrafo se explica el corpus llamado “conocimiento acropolitano”? Debe haber infinidad de libros donde el lector diga esto es nuevo, donde un profesor en ciencias sociales diga esto no existía. No lo hay.


Si Elías o Eva hubieran sido más “kama-manásicos”, más críticos, no los hubieran dejado hacerse miembros.

La recomendación de Nueva Acrópolis es siempre regresar a los clásicos y leer sobre todo los libros de cabecera de Nueva Acrópolis: Livraga, Steinberg.

¿Los muchos libros pueden ser un obstáculo, como decía Livraga, porque la idea se hace demasiado intelectual, poco recta acción?

Livraga defendía al hombre de un solo libro. Decía que era un hombre de convicción sólida.

¿Cuál es ese libro único que compendia la sabiduría de Acrópolis?

¿“Möassy el perro”?

El hombre de un solo libro es un ignorante, un estrecho y un simplón. Es más fácil de manejar, porque carece de herramientas para la crítica.

Lo particular es la visión acropolitana, dicen.

¿Cuál es esa? ¿En qué se diferencia de cualquier otra visión? Todo lo que hacen es repetir lo que otros han creado.

Se dice que el conocimiento acropolitano se ve en cómo cambia la vida de la gente. También cambia por entrar a un grupo de debates o con socializar.

La respuesta es que hay una confusión.


Acrópolis confunde deliberadamente, conocimiento con formas de ser.

Nueva Acrópolis tiene formas de ser como cualquier otro grupo. Modismos del lenguaje, códigos, modos de relación, ambiente, rituales sociales, también estilos de bromas, formas que se entienden tácitamente. Hay un ambiente particular como el de cualquier otro grupo.

Alguien de Acrópolis conoce las sensaciones cuando inicia una clase, la entre tensión y gusto al ir a una reunión de Fuerzas Vivas, sus ideas o ilusiones de servicio antes de una guardia, las sensaciones que generan una reunión ceremonial, el consejillo, así como la premura y los nervios antes de una reunión semestral, el susto de los que van a leer su informe en la mesa de dirigentes en una reunión nacional, el trágame tierra si me preguntan un asunto que no sé o el alivio de quienes ya leyeron su informe, la impresión del grupo reunido, el alivio de irse a cenar terminado el bodrio de la reunión anual, después de los regaños cuando viene el descanso, el ya pasó todo, el ya no nos están jodiendo.

Las formas de estar las damos nosotros. El marco de Acrópolis nos proporciona un sentido de pertenencia. La pertenencia y la forma de estar es un ambiente, pero no es una corriente de conocimiento.

Los sientes cercanos porque comparten aspiraciones, pero nada más. Tienes impedido hablar, relacionarte más con ellos, conversar sobre lo que no te gusta de Acrópolis. En torno hay un sistema que te exprime, no te da nada, excepto dar a cambio de tu esfuerzo frases huecas y un constante acoso, justificado en la enorme mentira de ayudar a la humanidad.

No hay conocimiento, ni libertad. Cuando piensas que tener un tiempo tuyo, sin Acrópolis, es imposible aunque te digan que puedes tenerlo, en ese momento, lectora, lector, tú ya no tienes vida.

Te la robaron para imponerte actividades. Te la dejaste robar y hubo gente cómplice en el engaño donde caíste. Tu mayor alivio es cuando te sueltan un poco la rienda para que puedas hacer por un momento lo que debería ser normal en tu vida.

Eso no es la práctica de ningún conocimiento. Reportas horas de producción, pero estás involucrado desde que te levantas hasta que te vas a dormir. Tienes la consigna de estar siempre disponible, tener siempre el celular encendido todos los días de la semana, las 24 horas de día. Y la posibilidad de soltar todo y largarte la ves lejana, no porque tengas un gran compromiso, sino porque te sientes atado. Eso no es el ejercicio de ningún saber mistérico.

Te sientes atado porque estás atado, mental, emocionalmente, aunque quieran culparte diciendo que no estás abierto al compromiso. Y te lo dicen quienes no han evolucionado como personas, nada, en 20 años de Acrópolis. Eso no es mistérico. Es misérico.

¿Tú piensas que estás haciendo un servicio a la humanidad? No estás haciendo nada. Todo esto, dicho con el “pa’qué” de Lidia Pérez, la medida conceptual del conocimiento acropolitano. Lo que haces dar, dar y dar dinero.

Nueva Acrópolis no es una escuela de filosofía, porque no estudian filosofía, tampoco la crean, ni la viven.

Lo que lleva al engaño de que existe un conocimiento acropolitano es la falta de cultura de los integrantes de Nueva Acrópolis.

Personas que no saben hablar, que no saben escribir, que difícilmente desarrollan una monografía, no son vehículos de ningún conocimiento.

El aislamiento produce la ignorancia en que viven. Encerrados en el ambiente de Nueva Acrópolis, llegan a una desconexión completa con hechos elementales como los sucesos del arte o de la ciencia.

Que sí, que te digo que acabo de oír a un profesor de la filial Satélite. Que sí. Un tal Arjona, que canta con los Panda. ¡Que da clases de órdago, macho!

La falta de aprendizaje

Es duro, pero algunos dicen: “yo tengo nivel universitario, yo sé de lo que hablo, lo que aprendo en Nueva Acrópolis no lo vi antes”.

No lo vio antes, pero lo vio varias veces, pues en Nueva Acrópolis, por orden de Lidia Pérez, llevan casi toda la historia de Acrópolis México repitiendo el primer nivel del plan de estudios.

Comparen esto con lo que se les dice de aprender. En Acrópolis México durante 5 a 10 años vieron el mismo curso que sigue al introductorio, 1o años repitiendo el primer nivel de estudios para miembros de Acrópolis.

Se repitió impartió sin parar el primer nivel, siendo que los manuales de “estética metafísica” estaban hace 20 años en la oficina de Lidia Pérez, en volúmenes, que varios de quienes siguen en Nueva Acrópolis debieron haber visto.

A diferencia, en Colombia y Barcelona están en niveles muy avanzados del plan de estudios.

Las “materias” del nivel 1 se impartieron una y otra vez, argumentando Lidia Pérez que debían repetirse porque llegaban nuevos miembros. En México se aduce que los grupos se desintegran.

Eso es una constante, por lo cual se debe empezar todo de nuevo. No abrieron grupos para los nuevos y los más antiguos siguieron adelante, sino que hicieron que todos empezaran otra vez, esto, durante más de un decenio.

Aunque hoy ya empiezan a ver “cuerpo causal”, si es necesario se suspenden clases o se toma demasiado tiempo en exposiciones de un tema, el tiempo pasa y el avance es casi nulo.

Si son pocos los que saben, tienen mayor poder, pasan por más estudiosos, más sabios... poder, simplemente, poder. Ha habido intentos para que se leyera más, abrirse discusiones, etc. Un jefe de Fuerzas Vivas se opuso a eso.

La reapertura de los Misterios

Acrópolis habla desde su fundación, de reabrir los Misterios. En el 2000, Delia Steinberg anunció que se habían reabierto los Misterios, dentro de Nueva Acrópolis.

Afirmación mayúscula como esa requiere de algunas preguntas en la misma tónica.

Si como dicen, se han reabierto los Misterios, ¿por qué en tan gran suceso, histórico, fenomenal, no participan l todos en Acrópolis, si están ahí en gran medida para esa reapertura?

De acuerdo, no son dignos, no pueden entrar, tampoco pueden conocer los detalles, ni los rituales, ni los días festivos, ni las estaciones procesionales, nada. No entremos a los Misterios, bien, quién somos nosotros para decir que lo merecemos, ¡pero los dioses han vuelto, esto es el no va más!

Nada de Misterios, pero la vuelta de los dioses antiguos, ¡ellos deberán mostrarse!


Deben ser varios dioses, pues a todo esto, ¿qué Misterios se han reabierto? ¿Mitra, Isis, Osiris?

Los canales del conocimiento acropolitano piensan que solo existen LOS MISTERIOS, genérico intercambiable.

¿Se reabrieron todos los Misterios?

No los Grandes Misterios, los Pequeños Misterios, nos dirán. Bien, de nuevo, ¿cuál dios vino a decirlo?

¿Dónde? ¿Por qué no aparecen para hacerse oír claramente en las sedes de Nueva Acrópolis, por ejemplo Mitra en la filial Lindavista, Osiris en Coyoacán, Isis en Guadalajara (¡sí, qué cool!), Thot en el D.F.?

¿No hubo revelación de un dios? Entonces Delia Steinberg tomó su lap-top y se dedicó a escribir consejos de superación personal, “sé bueno, sé ordenado”, diciendo que son el Pequeño Portal de los Grandes Misterios de la Antigüedad.

¿Y por qué no todos pueden entrar? ¿Tiene más nivel Montmartre que Morelia? ¿Vale más la Gran Vía que Insurgentes Norte? ¡Eso es! ¡Es una cuestión de Raza! Se anuncia que a los Misterios solamente entrarán, de momento, españoles y franceses de Acrópolis, más cercanos de ser 5ª de la 6ª Raza que nosotros, chakra menguante de la 4ª de la 6ª.

Es una cuestión de elitismo. ¿Por qué creen, amigos de Oaxaca, que nunca los eligen para presentar eventos nacionales en público? Porque en su filial predomina la gente morena. Para poner en práctica el principio de la “fraternidad sin distinción de color” están las mujeres de Guadalajara, ellas, seamos sinceras, chicas, lindas, blancas, con dinero, coquetas y vestidas a la moda.

¿Por qué creen que esos chicos bien presentados de Guadalajara, de buena posición económica, ven al resto de los acropolitanos como de menor importancia? Seguramente por su convicción en el principio de: “Formar una fraternidad universal”.

Mientras en la Tierra pueden olvidarse de la mística que Acrópolis pudiera haber tenido, porque se le liquidó dejando un recuerdo que se irá borrando frente al triunfo del dinero y del sales manager, los Misterios han vuelto porque los merecen.


Volvamos al punto del magno acontecimiento que no pierde lustre. Al cabo de milenios de abandono, los dioses han tomado posesión.

¿A qué esconder su regreso, por qué tanto secreto? ¿Para que nadie se entere de que volvieron?

Si los dioses volvieron para ocupar su lugar, querrán tener otra vez adeptos, miles, millones, todos. Si no se dejarán ver, ¿cómo harán adeptos los dioses retornados? ¿Por teléfono?

¿Revelarán sus Misterios por videoconferencia, ya que los dioses no tienen los beneficios del “viajero frecuente” en Japan Air Lines?

¿Por qué la reapertura de los Misterios, que debería ser celebrada a bombo y platillo, es tratada con susurros respetuosos, frente a quienes lo dicen en voz alta, los sabios, puros, preparados y dignos, de España y Francia? ¿Ellos sí, personas que imaginamos capaces de entender lo que nosotros imaginamos mal? ¿Jacques Laurent en vez de Jaime López? ¿Qué tiene de malo que Juan Pérez sea sacerdote de Apolo? ¿No es nivel? ¿Se los dijo la señora Delia atrás de su piano?

¿Cómo saben los dioses que yo no soy digno? En México, ¿le dirá a los dioses si soy digno o no de entrar a los Misterios, ese instructor quien, sabiéndolo su esposa, tuvo como amante a una de sus alumnas, cuyo nombre iniciaba con J?

Los dioses, que han aguardado durante siglos, ceden el control absoluto de su revelación. Y lo hacen a Nueva Acrópolis.

¿Para que necesitaría de intermediarios Zeus, en vez de presentarse directamente con los elegidos para hacer patente su magnificencia y no dejar duda de que ha vuelto a tomar el Trono del Mundo?

Los dioses no quieren aparecer por ahora. Su revelación debe ser mostrada poco a poco para mantener la pureza, dejar que Acrópolis sea el canal. Bien, ¿no podían al menos decir eso los dioses en persona? ¿Un rayito y a dormir?

No, no, a unos pocos, a unos pocos, que esta grandeza necesita secreto.

¿Entonces para qué anunciaron la reapertura de los Misterios?

Si los dioses van a actuar así, ¿para qué volvieron? Con enviar a un cartero habría sido suficiente. Para eso, da lo mismo si vuelven del Olimpo o si siguen pasando el tiempo ahí.

Es que como son dioses, ya vieron a los dignos… es que no te enteras, Jonás, si es que yo no sé si eres idiota de Cadena Planetaria o te hizo mal leer el Veintantos, los dioses, mira, descreído, nunca brillarás en la Pirámide, los dioses revelaron a las presidentas internacionales de Acrópolis los nombres de esos Discípulos, para que ellas los convoquen. Los dioses, en vez de sacerdotes, necesitan head-hunters.

La “reapertura de los Misterios” es la mayor muestra del utilitarismo de Acrópolis. Tiene por finalidad probar que Nueva Acrópolis tiene unión con los dioses y es la depositaria del saber espiritual de la Antigüedad.

Pretenden hacer creer que se ha cumplido el objetivo de la creación de Nueva Acrópolis.

Dicen: Acrópolis goza de tal relación con los Avataras, que en la presente generación, donde todavía viven los iniciadores, se ha cumplido la promesa, luego entonces esto prueba la validez de Nueva Acrópolis.

Lo que se quiere es que cuando desaparezca la generación de los fundadores de Nueva Acrópolis, quede como su legado haber hecho contacto con los dioses.

Las seudoescuelas, para mantener la fe de sus integrantes, dan “pruebas” de sus lazos con entidades espirituales de manera que no se puede comprobar, sino que solamente se deben creer, porque los responsables lo dicen.

Por otra parte eso dará a los fundadores un nicho parea ser venerados. El siguiente paso será afirmar que se recibió la orden de Kutumi, de que a Livraga, ascendido a la categoría de semidiós, se le debe rendir culto en los templos de Fuerzas Vivas.


De acuerdo a la mentalidad elitista, racial de Nueva Acrópolis, la de verdad, la original, a los Misterios entrarán europeos, ningún latinoamericano.

La Sra. Steinberg desea hacer ese último servicio a Livraga, dejar sentado que su obra Acrópolis alcanzó el objetivo.

Filosofía moral vs ética de la aspiración

Como miembros, Eva y Elías toman el siguiente curso, donde se encuentra la materia de filosofía moral. Es la ética deontológica, la ética de la obligación, es decir, la ética del deber.

Por eso se vio Kant al inicio, Kant, pero solamente una parte. La parte donde afirma que la mayor libertad de un individuo es aceptar la Ley, eliminando la palabra interna, por lo cual parece que habla del deber.

El reforzamiento es la materia de filosofía moral, la ética del deber.

El deber, esto es, la acción hacia los demás, a estas alturas se identifica con la virtud discipular del Servicio.

Léase el deber hacia la colectividad, el servicio a la humanidad que se admitió llevar a cabo como Discípulo.

Ante eso, debe desaparecer toda privacidad, las aspiraciones individuales si éstas obstaculizan los compromisos con Acrópolis.

Los argumentos a favor de la individualidad, de los espacios donde no debe haber presencia de terceros, buscan ser rebatidos en función del peso del “deber”.

El Dr. Hans J. Krämer, especialista en filología clásica, filosofía antigua, filosofía de las ciencias sociales y ética, explica que la filosofía moral es un concepto más restringido que el concepto de la Ética en la Antigüedad, ésta relacionada con “el querer y el aspirar, dirigido éste a metas tales como la felicidad, la autoconservación, autorrealización y autopotenciación”. Es una ética de la aspiración.

La filosofía moral formula obligaciones para con otros individuos. La ética de la aspiración se centra en la acción del individuo y en sus fines para sí mismo, independientemente de las obligaciones para con los otros.

En Acrópolis se dice que no hay diferencia entre el deber y las aspiraciones individuales, pues la mayor aspiración individual es cumplir con el deber elegido libremente.

Es, de nuevo, la repetición de una falacia, pues ese deber no fue elegido, sino admitido como compromisos que la mayor parte de las veces no son deseados.
Tampoco puede haber libre elección, toda vez que se induce culpabilidad si el miembro no acepta el compromiso.

Menos todavía, hay libertad cuando se induce culpabilidad por identificar las aspiraciones individuales con el egoísmo.

Todo eso es una coerción moral en nombre del deber.

El Dr. Krämer señala que el deber como coerción moral no es nunca un fluir del querer propio, ni tampoco un fluir del ser propio.

El deber como vía de querer, como elección de la voluntad, requiere de la voluntad y no de la coerción moral por parte de terceros, pues en ese momento, invocar el deber es una herramienta de la imposición.

En Acrópolis se te dice que puedes hacer tu voluntad, pero en los hechos, si tu voluntad no es asumir el deber…

En Acrópolis eres inducido a actuar invocando el deber hacia los integrantes de Acrópolis o hacia la humanidad. Todo lo que desees para ti es tachado como falto de ética, pues eso, es una separación del “deber”.

La imposición de cumplir el deber como cumplimiento de las aspiraciones individuales, constituye, explica el Dr. Krämer, “requerimientos morales de otros, que de modo ilegítimo y por ello inmoral, se inmiscuyen en la conducción individual de la vida, la regulan y la reducen a una dependencia. La moral no puede ser fundada desde lo coaccionado”.

Añade que “es un mito utópico pretender que las necesidades e intereses de los individuos se hallen cubiertos por la moral grupal”.

Por eso, “la relación del hombre consigo mismo y la correspondiente conducción de la vida no son competencia de la filosofía moral, sino de la aspiración y han de ser reguladas primariamente por ésta”.

El deber como coerción moral es ilegítimo e inmoral. Es requerimiento moral de otro,s que se inmiscuyen en la conducción individual de la vida, la regulan y la reducen a una dependencia.

La moral no puede ser fundada desde lo coaccionado.

La crisis

Eva y Elías tienen algunos problemas consigo mismos, pues el subconsciente no puede callar pese a que la seudoescuela hace todo lo posible por reprimir el diálogo interno.

El integrante también se censura debido a su adoctrinamiento, pero eso agrava el conflicto subconsciente, surgido de ignorar el rechazo de la mente a una situación inadmisible.

Muchas cosas no pueden hacerse:

• Formular preguntas políticamente incorrectas, pues se toma como criticar

• Opinar que el jefe de filial o de Fuerzas Vivas está errado

• Decir que se está cansado

• Emitir cualquier clase de queja

Cuando se hace, se envía al quejoso a leer los Bastiones, tener una actitud humilde como barrer y se le comenta que “si no tiene nada útil qué decir, que se quede callado”.

El conflicto estalla psicosomáticamente, por lo cual vienen enfermedades, que pueden ser resfríos, síntomas vasomotores, urticarias, migrañas.

“¿De qué te estás castigando?”, es la pregunta clásica, así como “¿de qué te estás evadiendo?”

Eso desvía el análisis del integrante, pues lo lleva a pensar que su somatización es culpa suya.

La interpretación es que el miembro está fallando en su compromiso, que “castiga a su alma por no darse la oportunidad”.

El conflicto también estalla anímicamente, traduciéndose en irritabilidad, incomodidad, sensación de estar apresado, rebeldía ante las actividades de Nueva Acrópolis, falta de asistencia a las mismas, necesidad de tomar decisiones en abierta contradicción a los compromisos.

La “crisis” es la expresión del conflicto subconsciente de saber que se actúa en contradicción a la propia voluntad.

Todos reconocen cuando alguien está en crisis, siendo cuando los mecanismos ponen en marcha, tratando de retener al que está en esa situación. Esto se hace por medios “amistosos” o mediante la coerción del grupo, pues al que está en crisis se le coloca en estigma social de la debilidad. Es, simple y sencillamente, un ataque colectivo.

Hay quienes evitan los enfrentamientos, se percatan de los mecanismos y discretamente tratan de evitar, por ejemplo, que se les absorba en más actividades.

La pregunta es, ¿tienen necesidad de defenderse o lo más sabio sería marcharse definitivamente para conservar la salud? ¿Por qué permanecen? Porque fueron adoctrinados.

Los mecanismos de defensa y autoestima en este proceso son acallados por el mismo Elías, pues otros mecanismos, éstos los de la represión y coerción, se han implantado en su sistema de conducta, tanto por la convivencia y la repetición, como porque Elías los ha internalizado.

Por esta razón es que insistimos en la importancia de analizar un grupo antes de establecer vínculos.

La crisis viene de no ser tú, de no ser libre, de aceptar cosas que no pides o que no quieres.

El final

Al término del proceso, Elías, Dirigente de Escolástica, Jefe de Brigadas de Trabajo, casado con Eva, quien es Dirigente de Economía, Jefa Nacional de Brigadas Femeninas, instructora Nacional de ISO II, cada uno con tres cargos desde que se casaron, faltos de sueño, sin vida marital por las obligaciones, sin dinero, pide una cita con la directora Esmeralda Osuna.

El motivo de la cita es decirle que quiere tener un hijito.

Lo hablará con ella, pero la directora ya trató el tema con Lidia Pérez, quien a su vez se enteró por el jefe nacional de Fuerzas Vivas, Si no pueden desanimar a Elías, le dirán que puede tener a su hijo y arreglarse para que a una chica de los Janos, le paguen para que le cuide al bebé mientras Eva da clases, pero al final, presionarán para que deje de cuidar a su hijo y dé su lugar y espacio a la filosofía.

Atención, Elías no va a informar, va a pedir permiso.

No dijimos que Elías tiene 38 años y lleva 10 años en Nueva Acrópolis.

Elías acude con corazón acelerado, nerviosismo, ansiedad, falta de seguridad en sí mismo, miedo. Plantear sus aspiraciones para que se las aprueben, lo humilla, además, por saber que se le ridiculizará y atacará por hablar de hijos. El gancho está dentro de él, fueron sus convicciones.

Osuna le dice, aplicando la reacción que le enseñó Lidia Pérez: “No puedo creer el egoísmo vergonzoso que estoy oyendo, cómo puedes pensar en ti mismo antes que en tus miembros”.

Elías se siente culpable, no poder refutar. Ha cedido su poder de decisión en su vida debido al adoctrinamiento y la enajenación. No se percata de lo que le ha sucedido, si le avisan de este proceso por el que pasa, se indignará y rebatirá que por tratarle el tema se trata de engañarlo o de infectarlo.

Al final consigue que le digan que puede hacerlo y eso lo hace sentir bien, sin darse cuenta de ser un adulto que ha ido a pedir permiso para vivir.

Elías piensa en dejar Acrópolis, pero no puede. En dos años, Eva dejará Acrópolis, harta . Le pedirá a Elías que se vaya con ella, pero él no se decide. Eva se divorcia de él. Elías tiene un conflicto. Si deja Nueva Acrópolis, ¿qué sucederá? Sería aceptar que se equivocó durante 10 años. Siente que en Nueva Acrópolis aplicó un tiempo y esfuerzo valiosísimo en su vida. Si pierde eso, ¿qué tendrá después? Elías llega a los 55 años de edad dentro de Acrópolis.

Las sonrisas de las edecanes que lo recibieron, quedaron muy atrás.

Veinte años de beneficios

Cada cuerpo de Fuerzas Vivas tiene consigna, lo que se le dice, que debe trabajar.

La consigna de Brigadas Masculinas: Oh, Gran Padre, no me dejes caer en la tentación de querer descansar a cualquier precio.

La consigna de Brigadas Femeninas: Oh, Gran Madre, no me dejes caer en la tentación de querer ser amada a cualquier precio.

La consigna del Cuerpo de Seguridad: Oh, Gran Padre, no me dejes caer en la tentación de querer vivir a cualquier precio.

Palabras. Veinte años de servicio a la humanidad donde, al año de haber entrado, las mujeres proactivas, los jóvenes entusiastas, terminarán siendo alfeñiques que piden permiso para vivir, a sujetos que abusan de su poder.

Elías dejará Acrópolis hasta que tenga 55 años. Lidia Pérez dirá sobre el hecho de que Eva y Elías no tuvieron un hijo: “no se puede tener todo”.

Controlar, atemorizar, cambiar la propuesta espiritual por un fraude donde se denigra utilizando las aspiraciones de desarrollo, es la realidad.

Surgen más dudas. Si todos obedecen, hacen, pagan, producen, ¿dónde termina la “pirámide platónica”? ¿Quiénes son los últimos beneficiarios del pináculo de la pirámide? ¿Por qué en Europa se ha tratado tres veces de ilegalizar a Acrópolis?

No lo sabemos, pero sí sabemos lo que podemos hacer nosotros: evitar el contacto con esa seudoescuela. Y éste es el grupo que tiene niños de 10 años.

Esto es lo que ha hecho Nueva Acrópolis, 20 años de deformar o agredir personas. Una prisión donde tienen enajenadas a personas trabajando en condiciones de esclavitud. Ellos no se dan cuenta de que son esclavos y capataces.

Quien desee formar parte de eso, tiene las puertas abiertas en cualquier filial de Nueva Acrópolis México, donde se le recibirá con los brazos abiertos para enseñarle el camino de la auténtica Filosofía, el generoso camino de un acropolitano.

 

 

 

 

 

 

 

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