En este capítulo les hago un resumen de lo que escribió
la Fundación Blavatsky sobre este asunto.
La SPR
La Sociedad para la Investigación Psíquica (SPR) es una organización que se fundó en Londres en 1882 por Edmund
Rogers y William Barrett para estudiar los fenómenos paranormales. Y en un inicio la relación entre esa
organización y la Sociedad Teosófica fue amistosa, por lo que cuando Blavatsky,
Olcott y Mohini viajaron a Europa, ellos fueron entrevistados por esa organización.
El primer encuentro fue únicamente con el coronel Olcott, el día 8 de mayo de 1884, quien estuvo invitado en una
reunión de la SPR que tuvo lugar en Cambridge.
Tres días después, el 11 de mayo, Olcott fue otra vez entrevistado
pero esta vez junto con Sinnett y Mohini, y al respecto el señor Sinnett relató
lo siguiente:
« El mes de mayo,
cuando los líderes de la SPR todavía eran amigables, nombraron un comité para investigar
la evidencia de los fenómenos maravillosos ofrecidos por ciertos miembros de la
Sociedad Teosófica. Y las reuniones de este comité no fueron registradas en la
revista que publicaba la SPR, sino que fueron circuladas de manera privada.
Al principio el Comité debe haberse dado cuenta de que la
creencia en los fenómenos era de buena fe, ya que los
testigos que ellos examinaron fueron el coronel Olcott, yo mismo, Mohini y uno
o dos más. Y todos nosotros estábamos profundamente convencidos en esta
creencia. »
(Early Days of Theosophy in Europe,
p.63)
Pero posteriormente la relación se degradó
por culpa de Olcott.
Olcott
desata las sospechas de la SPR
El 30 de junio Blavatsky, Olcott y los Sinnett acudieron
a una reunión de la SPR, pero en esa ocasión Olcott produjo una reacción
desfavorable de acuerdo al relato del señor Sinnett:
« El 30 de junio
fue el día del desastre y Olcott fue su desafortunado autor. El coronel Olcott
traía consigo un absurdo pequeño juguete oriental que consistía en una figura
del Buda hecha de estaño, si bien recuerdo, montado sobre unas pequeñas ruedas.
Supuestamente, al moverlo, se representaba alguna idea
conectada con la fe budista, pero en el mejor de los casos era un símbolo muy
pueril. Cuando el juguete alcanzó una celebridad atroz la señora Blavatsky
llegó a referirse a él como “el Buda sobre ruedas de Olcott”.
Esa noche, sin embargo, tal como se desarrollaron los
acontecimientos todos fuimos a una reunión de la Sociedad de la Investigación
Psíquica durante la cual, en el curso de los procedimientos el coronel Olcott
se puso de pie sin que nadie se lo hubiese pedido, y dio un discurso en el peor
estilo posible jugando con su grotesco “Buda sobre ruedas” y mostrándolo todo
el tiempo.
Desde luego esto nos puso a temblar a todos. La señora
Blavatsky con sus rápidas percepciones psíquicas se dio cuenta de que algo
terrible había ocurrido. De hecho el enfriamiento que produjo la torpeza de Olcott
sobre los líderes de la Investigación Psíquica condujo paso a paso al famoso
reporte Hodgson, el cual acusó a la señora Blavatsky como una impostora.
El sentimiento de desagrado por la Teosofía que esto
generó entre los líderes de la SPR (no obstante lo irracional que eso sea) tiene
sus raíces en la irritación que ellos sintieron por el comportamiento de Olcott
en esa noche melancólica que acabo de describir.
Y como la estancia en la India del señor Hodgson fue de
varios meses, es evidente que la asignación original del comité debe de haberse
pensado poco después de la reunión en la que habló el coronel Olcott.
Sin embargo él no parece haber tenido ninguna sospecha
del desagradable sentimiento que produjo ya que en el tercer volumen de sus “Viejas Hojas de un Diario” él no hace
ninguna mención de esa escena tormentosa, aunque su narración se refiere a ese
período, sino que por el contrario muestra una patética inconsciencia del
cambio de sentimiento y de actitud que produjo su comportamiento, y que condujo
al importante cambio de actitud por parte de los líderes de la SPR. »
(Early Days of Theosophy in Europe,
p.58-60 y 64)
LOS EVENTOS EN LA INDIA
En esos días el complot de los misioneros con la complicidad de los
Coulomb para derrumbar la reputación de la Sociedad Teosófica estaba en marcha,
ya que estos últimos estaban construyendo una trampa para que pareciera que las cartas
de los maestros eran fraudulentas. Y es por eso que Olcott tuvo que regresar
rápidamente a la India y Blavatsky también lo hizo poco tiempo después.
Y en ese mismo tiempo la SPR mandó también a la India a un australiano
inexperto en estos temas llamado Richard Hodgson para que evaluara a Blavatsky
y los fenómenos producidos en la Sede Central de la Sociedad teosófica, situada
en Adyar.
Olcott llegó a Adyar el 15 de noviembre de 1884. Richard Hodgson llegó un mes después el 18 de diciembre, y Blavatsky
llegó tres días después junto con su comitiva el 21 de diciembre.
Nueva estrategia de los
Coulomb
Los Coulomb eran los empleados domésticos de la Sede Central y su plan
consistía en construir un pasadizo secreto para hacerle creer a la gente que
por ahí se depositaban las cartas de los maestros. Pero como fueron
descubiertos y expulsados, no pudieron terminarlo.
Así que idearon otro plan y la señora Coulomb publicó el 23 de diciembre
de 1884 un panfleto en contra de Blavatsky intitulado: “Algunos
Relatos de mi Asociación con las señora Blavatsky desde 1872 hasta 1884” el
cual casualmente fue publicado por los propietarios del Madras Christian College Magazine.
Olcott presiona a Blavatsky
para no demandar a los Coulomb
Blavatsky estaba completamente convencida de que había
que demandar por difamación a los Coulomb y a los propietarios de la Revista
del Colegio Cristiano en una Corte de Justicia, y le insistió a Olcott que
llevara a cabo la demanda.
Pero como el coronel Olcott permanecía en su posición de
no actuar, entonces Blavatsky se propuso efectuar la demanda ella sola, a lo
cual Olcott la amenazó con renunciar a su puesto y dejar que la Convención
escogiera entre los dos, haciendo que Blavatsky cediera. (Ver Viejas Hojas de un Diario
III, p.198)
Richard Hodgson interroga a Blavatsky
« Todos los
delegados de la Convención partieron, salvo Richard Hodgson que se quedó como invitado
de los Fundadores.
En diciembre de 1885 Hodgson cuestionó a Blavatsky
acerca de las cartas de los Coulomb y la encontró difícil ya que ella desconfiaba de él.
Hodgson se fue a Madrás para investigar el punto de vista
de los Coulomb y regresó con los Fundadores ocasionalmente, y en esas ocasiones
el coronel Olcott le dio extractos de su diario y toda la información que Hodgson
necesitaba, ya que en ese tiempo se pensaba que el reporte que hacía sería
favorable. »
(A Short History of the
Theosophical Society, 1875-1939, p.217)
EL INFORME HODGSON
El 29 de mayo de 1885 hubo una reunión General de la SPR en donde
Hodgson dio su conclusión sumaria. Y el 24 de junio hubo otra reunión de la SPR
en la que Richard Hodgson leyó su Informe. El erudito Orientalista Charles
Johnston estuvo presente y dijo que fue una “reunión espantosa”. Y en diciembre de 1885 la SPR publicó ese informe destrozando así profundamente la reputación de Blavatsky.
Examinación del informe Hodgson
por Charles Johnston
En 1907 el Sr. Johnston presentó una hábil y muy severa
denuncia en contra de la SPR en una ponencia que expuso en la Convención de la Sociedad Teosófica en América.
El caso debió haberse presentado a la atención del
público en general (al igual que el mismo Reporte) como un ejemplo de qué tan
fácilmente puede destruirse fatalmente la reputación y el carácter de una persona
y por tiempo indefinido. Y en el caso de Blavatsky esto se habría evitado si se
le hubiese permitido presentar una demanda por difamación porque entonces la
evidencia en ambos lados se hubiese podido considerar adecuadamente y la
difamación, tanto de los misioneros y los Coulomb, como de la SPR habrían
colapsado.
En el curso de su ponencia el Sr. Johnston dijo:
« El público aceptó
el punto de vista del señor Hodgson sin cuestionarlo o examinarlo, y así se ha
quedado el asunto por más de veinte años. La opinión popular ha sido que la SPR
investigó con seriedad el asunto. Pero la realidad es que la SPR no investigó,
sino que delegó el trabajo a un Comité de cinco personas. Y ese Comité tampoco
realizó investigaciones, sino que confió esa labor al señor Hodgson, quien nunca
lo investigó.
De hecho él no podía investigar los encuentros que
tuvieron varios teósofos con el maestro Kuthumi, ya que estos ocurrieron en la
ciudad de Simla en 1880. Y el Sr. Hodgson no llegó a la India sino hasta cinco
años después y entonces basó su reporte sobre lo que habían declarado unos
empleados despedidos, no obstante el hecho de que esos empleados no estuvieron
presentes cuando ocurrieron los fenómenos.
La acusación realmente grave en contra del Reporte de la
Sociedad de la Investigación Psíquica es que ninguno de los que reportan fue
testigo de los fenómenos como ellos ocurrieron. Todo este asunto
está basado en rumores y conjeturas; rumores muy crédulos, y conjeturas no muy
inteligentes. Ni siquiera uno de cada diez mil, de aquellos que hasta nuestros
días creen que la SPR “desenmascaró” a la señora Blavatsky, jamás leyó el
Reporte.
Todos ellos simplemente mencionan ese reporte porque su
veredicto coincide con sus prejuicios.
1) Ellos aceptaron el punto de vista de la SPR,
que
2) aceptó el punto de vista del Comité, que
3) aceptó el punto de vista de su agente,
quien
4) nunca vio los fenómenos que profesaba haber
investigado.
En este reporte el Sr. Hodgson se apoya mucho en la
similitud de la escritura. Él le presentó a un experto, partes de cartas
atribuidas a un Maestro, y algunos escritos supuestamente escritos por la
señora Blavatsky.
El experto, en una contestación en cierto modo detallada,
después de hacer comentarios sobre los documentos, dio como conclusión positiva
que la señora Blavatsky no era la que había escrito las cartas atribuidas al
Maestro.
Y el señor Hodgson deliberadamente cortó esa parte de la
carta del experto.
En otras palabras, ¡suprimió la evidencia que habría
sido aceptada en una Corte de Justicia porque estaba a favor de la
acusada!
Los fenómenos producidos por la señora Blavatsky y los
Maestros que los que ella trabajaba, no fueron meras exhibiciones de magia,
sino que fueron experimentos realizados con la idea de
demostrar que existen ciertas clases de fuerza que todavía no son conocidos por
la ciencia; que ciertos poderes definidos podían ser aplicados para
producir resultados de un tipo definido en los mundos físico y psíquico.
Y cada tipo de fuerza así ilustrada ha sido desde
entonces reconocida, hasta por la opinión popular como son la telepatía, la
telekinesia, la telegrafía sin hilos, los rayos x, la materia radiante, la
energía interatómica, etc. »
(H.P. Blavatsky: Her Life and Work
for Humanity, p.52-54)
LA REIVINDICACIÓN DE BLAVATSKY
Al respecto el teósofo Geoffrey Farthing escribió:
« Recientemente se
publicó el reporte completo del Dr. Vernon Harrison (Theosophical University
Press, Pasadena, 1997) acerca de sus investigaciones sobre el Reporte Hodgson. Y
este documento vindica completamente a Blavatsky de todos los cargos de fraude,
restableciendo así el derecho de Blavatsky como autora, pero no de las Cartas
Mahatma, ya que de acuerdo al Dr. Harrison los únicos autores de estas cartas
sólo pudieron ser los propios maestros, sin importar cómo hayan sido producidas
o recibidas.
Y un segundo aspecto de esta vindicación es que Blavatsky
queda libre de todos los cargos que fueron imputados en contra de ella por los
misioneros de Madrás en la intriga de los Coulomb. Y esta vindicación tiene
efectos de mayor alcance, ya que sí estos cargos de fraude no se hubiesen
asestado en contra de Blavatsky es muy poco probable que ella hubiese dejado Adyar
al momento en que lo hizo.
Cuando los cargos fueron presentados por los misioneros, Blavatsky
quería proceder a una acción legal en contra de ellos, sin embargo Olcott se
opuso a esto, considerado que no era conveniente, lo cual apoyó el Concejo
General de Adyar.
Además los datos muestran que algunos miembros del
Concejo General eran hostiles hacia Blavatsky y no hicieron nada por apoyarla,
ya que deseaban por razones que sólo ellos saben, que ella dejase Adyar.
No sabemos a que presiones estuvo sujeta Blavatsky pero
sí sabemos que al irse se le pidió que renunciara a sus derechos que tenía
sobre los inmueble de Adyar y a sus derechos como propietaria de la Revista The Theosophist que ella había fundado. Y estos requerimientos indican que
su partida no iba a ser temporal.
Se ha afirmado que su salud fue la razón de su regreso a
Europa, lo cual pudo haber sido uno de los factores de su viaje; pero habiéndose
restablecido su salud ella podría haber vuelto a Adyar. Sin embargo, tal como
estaban las cosas, ella sintió que era totalmente imposible regresar porque de
hecho ella fue expulsada de Adyar.
Era imposible que aquellos que se quedaron en Adyar pudiesen
prever las consecuencias de su partida, y no se percataron que eso significaba
la ruptura de la liga magnética entre los Maestros y Adyar. No quedó nadie allí
que pudiese actuar asumiendo las funciones de Blavatsky. Damodar había recibido
algo de entrenamiento y hubiese podido hasta un cierto punto asumir parte de
esa función, pero él ya se había ido al Tíbet.
No se ha comprendido o aceptado realmente que Blavatsky era el agente
directo de los Maestros y las consecuencias kármicas
de la renuencia de Olcott y del Concejo General de Adyar para apoyar a Blavatsky
y su subsecuente partida de la India es algo que aún permanece.
Su expulsión de Adyar le infligió una gran herida
personal, y fue una injusticia a la luz de su inocencia (que ahora ha sido
plenamente probada).
Todo Consejo General que a través de los años haya descuidado
rectificar la posición o incluso reconocer lo que ocurrió, y no haya tomado
ninguna clase de medidas para rectificar la situación, ha transmitido las
consecuencias kármicas de la acción del Consejo original a sus sucesores hasta
el tiempo actual.
Esto es algo que debe de reconocerse al considerar las
acciones que deban tomarse para asegurar la adecuada continuidad de la Sociedad
Teosófica. »
(Suplemento de 1997 al manifiesto de 1996, p.5-6)
OBSERVACIONES
No solamente Charles Johnston y Vernon Harrison han demostrado
que el informe de Hodgson está muy mal hecho y lleno de errores, sino también muchos
otros investigadores como por ejemplo: William Judge, Franz Hartmann, Alfred Sinnett, William Kingsland, C. Jinarajadasa, Beatrice Hastings, K.F. Vania, Paul Kirk, Walter Carrithers, Michael Gomes, Grace Knoche, Leslie Price, Daniel Caldwell, Alexandre
Moryason, etc.
Y en el blog estoy transcribiendo los análisis que todos estos
investigaciones hicieron, pero para no cansarlos con explicaciones muy largas se
los pongo así de sencillo: Hodgson no aceptó ninguno de los testimonios a favor
de Blavatsky, ni las pruebas que la apoyaban; y en cambio solo aceptó los
testimonios de los enemigos de Blavatsky aunque estos se contradijeran con los datos
históricos.
Así que si eso no es una posición completamente sesgada y
malintencionada, entonces no sé qué más pueda serlo.
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