LAS RONDAS EXTERNAS




Como vimos las rondas internas consisten en el pasaje de la hueste monádica (oleada de vida) a través de los globos que componen una cadena planetaria (ver rondas).

Existen también las rondas externas que consisten en el pasaje de las monadas de una cadena planetaria a otra cadena planetaria. Y más específicamente a través de los “Siete Planetas Sagrados”, se llaman así porque están regidos por los siete más importantes Logos planetarios del sistema solar (lo explico más en detalle en planetas sagrados).


Hay dos tipos de rondas externas

-         La ronda externa mayor

Según el teósofo G. de Purucker en su obra Occult Glossary corresponde al pasaje de toda de la hueste monádica de una cadena planetaria a través de los siete planetas sagrados.


-         La ronda externa menor

Aquí las monadas viajan individualmente a los planetas sagrados, pero su estancia es relativamente corta porque se efectúa durante el periodo post-mortem entre dos reencarnaciones,

Sobre el tema Blavatsky dice:

“En su viaje hacia la Tierra, al igual que en su viaje de regreso desde la Tierra, cada alma [monada] nacida en y a partir de la “Luz infinita” [“Dios”], tenía que pasar a través de las siete regiones planetarias [los siete planetas sagrados] en ambas direcciones.”
(Doctrina Secreta I, p577)

En “ambas direcciones” significa el viaje cíclico de la monada a través de los siete planetas sagrados en su partida desde la Tierra – cuando la monada es liberada de sus ataduras por medio de lo que llamamos “muerte”. Luego, cuando hace el viaje cíclico de regreso desde la Luz infinita, la monada pasa de nuevo a través de los siete planetas sagrados en su camino de vuelta para tomar otra vestidura en la tierra – volviendo a nacer, a fin de continuar el círculo de necesidad que había sido interrumpido por su partida hacia las rondas externas.
(Geoffrey Barborka, The Divine Plan, p379-381)


Razón de las rondas externas

Este viaje cíclico de las monadas es un medio para cumplir con sus obligaciones de relación con los siete planetas sagrados, y al mismo tiempo preservar las ligas de vinculación. Para dar una analogía es como las responsabilidades y vínculos que tienes con los miembros de tu familia que hacen que un tiempo cuides al perro de tu hermana porque se va de viaje, o trabajes un tiempo con tu tío para rembolsarle el préstamo que te hizo, etc.

En un aspecto más profundo estos viajes cíclicos de las diferentes huestes monádicas permiten la revitalización del sistema solar. Hay una pulsación rítmica regular entre los planetas y el sol, un flujo de energía vital hacia el sol para revitalizarse al igual que una corriente de esa esencia de vida que surge del sol. Esto representa una circulación continua de fuerzas de vida por medio de las rondas externas.

Después de haber cumplido sus deberes “familiares”, las monadas tienen que regresar a su punto primordial de partida, es decir a su fuente de origen, antes de experimentar otra evolución.


Notas
  • es un tema todavía muy misterioso, 
  • podemos extrapolar que a niveles superiores de desarrollo cósmico pueden haber “rondas ultra-externas” implicando viajes cíclicos hacia otras estrellas, pero por el momento es un total misterio.

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