¿QUIÉN VA AL PARAÍSO (DEVACHAN)?

A esta pregunta el maestro Kuthumi respondió:

« El Ego personal desde luego, pero beatificado, purificado y santificado, y la razón de ello es porque la parte divina del humano (el dúo atma-buddhi llamado la monada) siendo algo puramente espiritual, no puede tener una existencia consciente en el Devachan, a menos que asimile algo de la mente (manas) y de la memoria de la persona, pero la monada no es capaz de asimilar salvo aquello que es bueno y puro, y de ahí que las vibraciones bajas no puedan acompañar a la persona purificada dentro del Devachan.

Por ello, todos aquellos que no se hayan dejado caer en el fango del pecado irremisible y de la bestialidad van a Devachan. El karma malo que hayan generado durante su vida terrenal se hace a un lado por el momento para posteriormente seguirlos en su futura reencarnación. Ellos solo llevan consigo a su Devachan el karma positivo de sus buenas acciones, palabras y pensamientos.

 

Posteriormente ellos tendrán que pagar por sus pecados quieran o no. Mientras tanto son recompensados recibiendo los efectos de las causas positivas producidas por ellos durante la vida física que acaban de dejar. »

(CM 16, p.100-103)

Como vemos van a Devachan la mayoría de los humanos, ya que la mayoría algo bueno han hecho, sin importar su position social (pobres-ricos), cultural (estudiosos-ignorantes) o espiritual (religiosos-materialistas).

« Por ejemplo una madre de una tribu salvaje no será menos feliz que una madre de un palacio real cuando sostenga en sus brazos en el Devachan a su hijo perdido; y aunque como Egos propiamente dichos, los niños que mueren prematuramente antes del perfeccionamiento de su entidad septenaria no logran llegar al Devachan, sin embargo, a pesar de todo, la amorosa imaginación de la madre encuentra allí a sus hijos, sin que falte nada de lo que anhela su corazón. Podría decirse que solo es un sueño, pero después de  todo,

¿Qué es en sí misma la vida objetiva terrestre, sino un panorama de intensas irrealidades?

(Nota: esotéricamente se considera la vida física como una  ilusión porque es una manifestación temporal de la esencia, solo lo real es eterno. Imaginen el mundo físico como una Matrix, pero no hecha de dígitos, sino de energía.)

Los placeres obtenidos por el Indio Piel Roja en su “feliz cacería” en el Mundo de los Sueños (o sea el Devachan) no son menos intensos que el éxtasis que siente un culto conocedor que pasa eones (o sea largos periodos de tiempo) envuelto en el deleite de escuchar sinfonías divinas tocadas por coros angélicos y orquestas imaginarias. Ya que no es culpa del primero haber nacido como un “salvaje” con instinto para matar [debido a que ese es el grado de desarrollo que apenas ha alcanzado] y aunque haya causado la muerte de muchos animales inocentes, ¿por qué, si con todo esto, fue un padre, un hijo y un esposo amoroso, por qué no podría gozar él también su parte de recompensa en el Cielo?

El caso sería totalmente distinto si los mismos crueles actos hubieran sido cometidos por una persona educada y civilizada, por un mero amor por el deporte. El salvaje al renacer tomará simplemente un lugar inferior en la escala evolutiva debido a su imperfecto desarrollo moral; mientras que el karma del otro si estará manchado de delincuencia moral. [Aún así, sí el “cazador civilizado” hizo algún bien tendrá también su Devachan, pero cuando renazca, el Karma le cobrará sus matanzas]. »

(CM 16, p.103)

 

 

¿QUIÉNES NO VAN A DEVACHAN?

• Los humanos que hicieron mucho daño y no están sinceramente arrepentidos por ello, estos serán atraídos por el Avitchi, ("el infierno") que es la contraparte de Devachan.

• Los desalmados, o sea personas que por exceso de maldad, depravación o vicio, terminan separándose de su parte divina ya sea en el transcurso de su vida terrenal o durante su estancia en el Kama-Loka (que es la región sutil intermedia y de transición entre la Tierra y el Devachan). La monada no pudiendo soportar más la vibración de la personalidad. Estos seres se irán desintegrando, pero su impulso de vida psico-animal siendo demasiado grande, frecuentemente ocurre que vuelven a reencarnar una y otra vez en nuevas personalidades, cada una más abyecta que la anterior hasta que el impuso se agote. 

• Los niños que mueren a temprana edad. « Ellos no han acumulado fuerza para Devachan; solo tienen en ellos el impulso para nacer, y este, habiendo sido frustrado por la muerte, continúa la búsqueda inmediata de otro cuerpo hasta que encuentra un cuerpo con suficiente vitalidad que le permita al alma proseguir con su peregrinaje entre los hombres. » (esto lo especificó William Judge en un artículo recopilado en Ecos del Oriente II, p.342)
  

• Los reinos inferiores (animal, vegetal, mineral), y esto se debe porque todavía no tienen desarrollado el mental (y en el caso de los animales todavía es muy insuficientemente)

 

 

CASO PARTICULAR

 

William Judge señaló lo siguiente:

 

« Los Adeptos, Maestros, Grandes Iniciados, etc., que han triunfado sobre la ilusión a través de la conquista de sí mismos, no necesitan de Devachan, ya que han logrado desarrollar su fuerza plenamente y no pueden ser empujados allí por la fuerza natural en contra de sus deseos. 

(Aún así tendrán que pasar por el ciclo de Devachan antes de volver a reencarnar, pero lo harán de una forma consciente, mientras que la gente común lo hace durmiendo y soñando.)

Es posible omitir un periodo en Devachan, pero esto es extremadamente excepcional y no es provechoso, salvo en raras circunstancias. Se nos dice que ocurre en dos ocasiones.

Primero, en ciertos raros casos cuando los Adeptos, a fin de acelerar el desarrollo de un chela (un discípulo), al momento de su muerte lo ayudan a pasar a otro cuerpo joven que en ese instante esté perdiendo su propio ocupante, pero que no esté tan enfermo como para evitar la plena recuperación de la salud después de la llegada de la nueva vitalidad.

En segundo lugar, en el caso de Lamas superiores, cuando al morir el viejo Lama, su espíritu entra en un nuevo cuerpo que aún no nace. »

(Ecos del Oriente II, p.364 y 433)

 

Y el maestro Kuthumi añadió:

 

« Salvo algunos casos excepcionales como el de iniciados tales como nuestros Teshu-Lamas (Maestros espirituales), los Bodhisattwas (o sea aquellos que están cerca de alcanzar el Nirvana) y unos cuantos otros, ninguna “alma” jamás reencarnará antes de su ciclo establecido. »

(CM 23B, p.176)