En
su libro “La Reaparición de Cristo”, Alice Bailey escribió:
«
Cristo enseñará
la Ley de Renacimento
Esta ley deriva principalmente de la
Ley de Evolución. Nunca ha sido captada ni
adecuadamente comprendida en Occidente; tampoco ha demostrado ser de
utilidad en Oriente, considerada allí como un principio rector de la vida, pues
su efecto ha sido aletargador y ha ido en detrimento del progreso porque los
orientales creen que dicha ley otorga todo el tiempo que se quiera para llegar
a la meta, lo cual ha impedido la realización de un arduo esfuerzo para
alcanzarla.
El cristiano común confunde la Ley
de Renacimiento con lo que él denomina "la transmigración de las
almas", y frecuentemente cree que dicha ley significa que los seres
humanos renacen en cuerpos de animales o formas inferiores de vida, lo cual es
absolutamente erróneo.
A medida que la vida de Dios va
progresando de una forma a otra, la vida en los reinos subhumanos de la naturaleza
pasa progresivamente de la forma mineral a la vegetal y de ésta a la animal; la
vida de Dios pasa de esta etapa al reino humano, quedando sujeta a la Ley de
Renacimiento y no a la Ley de Transmigración.
Para quienes tienen alguna noción de
la Ley de Renacimiento o de la Reencarnación, ese error parecerá ridículo.
La teoría o doctrina de la
Reencarnación horroriza al cristiano ortodoxo; pero si se les formula la
pregunta que los discípulos le hicieron a Cristo después de devolverle la -vista
al ciego: "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que naciese ciego?”
(Juan 9:2) rechazan las implicaciones, se mofan o se desalientan.
La presentación al mundo hecha por
el oculista o los teósofos comunes sobre esta idea, ha sido deplorable, porque
se ha expuesto de forma muy ignorante. Y lo mejor que puede decirse es que han
familiarizado al público con la teoría; no obstante, si la hubieran presentado
en forma más inteligente, habría sido aceptada en Occidente con mayor amplitud.
(Esto es falso porque si
ustedes leen las explicaciones que dieron los teósofos, verán que sus
explicaciones sobre la reencarnación son muy profundas, ver link.
Y si muchos occidentales rechazan la noción de la reencarnación, eso se debe
por la oposición que hace el cristianismo contra ella.)
Si la meta de las correctas
relaciones humanas es enseñada universalmente por el Cristo, el énfasis de Su
enseñanza deberá recaer sobre la Ley de Renacimiento. Esto es inevitable debido
a que el reconocimiento de esta ley traerá paralelamente la solución de los problemas
de la humanidad y la respuesta a muchos de sus interrogantes.
Esta doctrina será una de las notas
claves de la nueva religión mundial, como también un agente esclarecedor para
una mejor comprensión de los problemas del mundo.
Cuando Cristo estuvo en persona
anteriormente, puso el énfasis sobre la realidad del alma y el valor del
individuo. Dijo a los hombres que podían ser salvados por la vida del alma y
por el Cristo que reside en el corazón humano. Además expresó, "que el que
no volviere a nacer no podrá ver el Reino de Dios" (Juan 3:3). Sólo las
almas pueden actuar como ciudadanos de ese reino, y esta actuación privilegiada
la presentó Él por primera vez a la humanidad, dando así a los hombres la
visión de una posibilidad divina y el fin inalterable de toda experiencia. Él
dijo: "Sed pues perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto"
(Mateo 5:48).
Esta vez enseñará a los hombres el
método por el cual dicha posibilidad podrá convertirse en un hecho consumado — por
el constante retorno del alma reencarnante en la escuela de la vida en la
Tierra, a fin de someterse al proceso de perfeccionamiento del cual fue ejemplo
sobresaliente. Tal es el significado y la enseñanza de la reencarnación.
En su libro, "Nuevas Mansiones para Nuevos Hombres",
página 123, Dane Rudhyar define completamente este misterioso proceso cósmico y
humano, diciendo:
- "La estructura
individual de la nueva manifestación está, por fuerza, condicionada por todo lo
que no se realizó en el pasado y por el remanente y los fracasos hallados en
los registros de la naturaleza, en la memoria de la sustancia universal."
Toda la historia (la suya, la mía y
la de todos) está incluida en esas pocas palabras.
Debe tenerse en cuenta que
prácticamente todos los grupos y escritos ocultistas han puesto de relieve
tontamente la cuestión de la recuperación de las pasadas encarnaciones, lo cual
es imposible comprobar razonablemente, pues cualquiera puede decir y afirmar lo
que le parezca.
La enseñanza se ha basado sobre
leyes imaginarias que se supone rigen la ecuación del tiempo y el intervalo
entre una vida y otra, olvidando que el tiempo es un producto de la conciencia
cerebral y que sólo existe en el cerebro; el énfasis siempre ha sido puesto sobre
un concepto falso respecto a la relación. La enseñanza, impartida acerca de la
Reencarnación, fue más perniciosa que provechosa. Sólo queda un factor de
valor: la existencia de la Ley de Renacimiento, que ahora es discutida por
algunos y aceptada por muchos.
Más allá del hecho de que esta ley
existe, muy poco sabemos; quienes conocen por experiencia la naturaleza real de
este retorno, rechazan de plano los pormenores tontos e improbables que los
grupos teosóficos y ocultistas exponen como realidades. La ley existe, pero
nada sabemos acerca de su mecanismo. Muy pocas cosas pueden, decirse que sean
exactas respecto a ella, lo cual no puede ser refutado.
(Aquí Alice Bailey
pretende que el maestro Djwal Khul está admitiendo que los Maestros teosóficos
saben muy poco sobre la ley de la reencarnación, pero eso es falso y
simplemente los invito a que lean lo que dijo el maestro Kuthumi al respecto
para que ustedes mismos comprueben que los maestros si saben mucho sobre ese
tema, ver link.)
Lo que sabemos es que:
- La Ley de Renacimiento es una de las grandes leyes naturales de nuestro planeta.
- Es un proceso establecido, que se lleva a cabo de acuerdo a la Ley de Evolución.
- Está íntimamente relacionada y condicionada por la Ley de Causa y Efecto.
- Es un proceso de desenvolvimiento progresivo que permite al hombre avanzar desde las formas groseras del materialismo irracional hasta lograr la perfección espiritual y una inteligente percepción que le permitirá llegar a ser un miembro del Reino de Dios.
- Explica las diferencias que existen entre los hombres y –en conexión con la Ley de Causa y Efecto (denominada Ley del Karma en Oriente)– justifica las diferentes circunstancias y actitudes hacia la vida.
- Es la expresión del aspecto voluntad del alma y no el resultado de la decisión de una forma material; es el alma, que existe en todas las formas, quien reencarna, elige y construye los adecuados vehículos físico, emocional y mental, con los cuales puede aprender las correspondientes y necesarias lecciones.
- La Ley de Renacimiento (en lo que concierne a la humanidad) entra en vigencia en el plano del alma. La encarnación es motivada y dirigida desde el nivel del alma en el plano mental.
- Las almas encarnan cíclicamente en grupos, de acuerdo a la ley, a fin de establecer correctas relaciones con Dios y con sus semejantes.
- El desenvolvimiento progresivo, de acuerdo a la Ley de Renacimiento, está condicionado en gran parte por el principio mental, "así como el hombre piensa en su corazón, así es él". Estas breves palabras merecen cuidadosa reflexión.
- De acuerdo a la Ley de Renacimiento el ser humano desarrolla su mente con lentitud; luego ésta comienza a controlar la naturaleza emocional-sensoria y, finalmente, revela al hombre su alma, naturaleza y medio ambiente.
- En esa etapa de desarrollo el hombre empieza a hollar el Sendero de Retorno y se dirige gradualmente (después de muchas vidas) hacia el Reino de Dios.
- Cuando el hombre por el desarrollo de la mente, por la sabiduría, el servicio práctico y la comprensión, ha aprendido a no pedir nada para el yo separado, ya no desea vivir en los tres mundos y se libera de la Ley de Renacimiento.
- Entonces es consciente del grupo, del alma de su grupo y del alma de todas las formas, alcanzando, tal como Cristo dijera, una etapa de perfección crística, llegando "a la medida de la edad de la plenitud de Cristo" (Ef. 4:13).
Ninguna persona inteligente tratará
de ir más allá de esta amplia generalización.
(Arriba Alice Bailey
escribió mucho, pero explicó muy poco, lo cual me indica que ella era muy
ignorante de cómo funciona la reencarnación.)
Cuando Cristo reaparezca poseeremos
un conocimiento más realista y verdadero, sabremos que estamos eternamente vinculados
con las almas de todos los hombres y definidamente relacionados con aquellos
que reencarnan con nosotros, que aprenden las mismas lecciones y pasan las
mismas experiencias y experimentos que nosotros. Y este conocimiento comprobado
y aceptado regenerará las fuentes mismas de nuestro vivir humano.
Sabremos que las causas de nuestras dificultades
y problemas provienen porque no reconocemos esta Ley fundamental con sus responsabilidades
y obligaciones; y entonces aprenderemos gradualmente a regir nuestras actividades
mediante su exacto poder restrictivo.
La Ley de Renacimiento encierra en
sí el conocimiento práctico que los hombres necesitan hoy para conducir recta y
correctamente sus vidas en los aspectos religiosos, políticos, económicos,
comunal y privado, estableciendo así correctas relaciones con la vida divina
que existe en todas las formas. »
(Capítulo 5, sección
2)
OBSERVACIÓN
Esto que supuestamente
escribió el Tibetano muestra una vez más el enorme charlatanismo de Alice
Bailey, porque ya pasaron más de setenta años desde que ese libro se publicó, y
el “Señor Cristo-Maitreya no ha venido a enseñarle a la gente la Ley de Renacimiento”,
y les puedo asegurar de que no va a venir debido a que en realidad el “Cristo”
de Alice Bailey es un personaje ficticio que fue inventado por Charles
Leadbeater para promocionar a Krishnamurti como el próximo mesías, y como se
los demuestro en este otro capitulo (ver link).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario