NUEVA ACRÓPOLIS ADORA LAS ARMAS

 

 
 
Este entusiasmo por las armas, y principalmente por las armas de fuego, se inició desde el principio ya que el cofundador de Nueva Acrópolis, Jorge Angel Livraga (JAL), fue un hombre muy fascista que veneraba al imperio romano.
 
Y es por eso que su organización se encuentra plagada de símbolos similares a los símbolos que utilizaban los regímenes fascistas europeos, y los acropolitanos se saludan como lo hacían los nazis y los romanos.
 
Y Livraga también elogiaba las batallas, al respecto él escribió:
 
« ¿Será la guerra un instrumento de la naturaleza para despertar en las adormidas conciencias el sentido de lo heroico y el de la confraternidad, por lo menos en los hombres que luchan del mismo bando?  Eso es posible ya que la guerra convierte al truhan en un hombre disciplinado. »
 
 
Y es por eso que Livraga creó dentro de su organización una sección que se le conoce como el ‘Cuerpo de Seguridad’.
 
Los miembros de esa sección se entrenan como si fueran militares y aprenden a utilizar armas.
 
Al respecto Ramiro quien fue un antiguo miembro en España comentó:
 
-        “Muchos miembros del Cuerpo de Seguridad tienen nunchakus (arma usada en las artes marciales) y al pasar los cursillos de caballería nos daban una espada de hierro para defender el ideal.”
 
 
Nueva Acrópolis pretende que esa agrupación no es peligrosa y que ellos no utilizan armas de fuego, pero el periodista Pepe Rodríguez demostró que Nueva Acrópolis si tiene armas de fuego ya que en un artículo que él escribió sobre esa organización, él reveló lo siguiente:
 
« A pesar de que Delia Steinberg, la directora de Nueva Acrópolis en España, asegura de que en invierno jamás van al castillo a hacer actividades; el día 26 de enero de 1985 acudieron al castillo una treintena de adolescentes de la filial de Zaragoza, por lo que pude hacer una rápida visita en su interior.
 
En una dependencia colgada de una pared había una carabina Remington y otra Winchester de repetición, ambas del calibre 22 mm, y una de aire comprimido. Como munición habría alrededor de setecientas u ochocientas balas del calibre 22 mm y algunas pocas del 9 mm.
 
En la pared vecina dominaba un decorativo conjunto de armas formado por una veintena de cuchillos de monte, un machete, una espada, un fusil Mauser, un fusil Cetme sin culata y diversas antiguallas.
 

 
 
 
Estas armas estaban al alcance de cualquier adolescente que podía llegar a ellas con solo traspasar la puerta que las ocultaba.
 
Y en otras dependencias encontré escudos abollados y espadas muy melladas por el entrenamiento caballeresco de los miembros más jóvenes del Cuerpo de Seguridad y de la Asociación Juvenil la Tabla. »
 
 
 
 
 
JUICIO
 
El propio Livraga era muy aficionado a las armas de fuego, y es por eso que uno de sus antiguos colaboradores íntimos comentó:
 
-        “A JAL le encanta jugar a los soldaditos y yo he visto en la parte privada de la escuela cuatro o cinco pistolas, pero no sé de quiénes son. Toni Chao le hacía de guardaespaldas y siempre llevaba una pistola del calibre 9 mm en la sobaquera. Y también he visto como JAL llevaba una pequeña pistola (se supone del calibre 7.22 mm) en el bolsillo interno de su pantalón. Toni viajó expresamente a Bélgica para comprar una determinada pistola que le indicó JAL. De todas formas JAL no tiene para tener armas en serio, aunque le encantaría.”
 
 
El descubrimiento del periodista Pepe Rodríguez provocó que él hiciera una denuncia, lo que desencadenó un juicio contra Livraga y su guardaespaldas Antonio Chao Fernández (quien también era el guardián de ese castillo).
 
La policía incautó en la habitación privada de Livraga un revólver Taurus calibre 38 especial de dos pulgadas nº EL-12.469 (como el del centro de la fotografía) y las otras dos armas son similares a las que portaba también ilícitamente el guardaespaldas.
 

 
El juicio se celebró el 13 de junio de 1988 en la Sección Tercera de la Audiencia provincial de Madrid.
 
Livraga durante ese juicio actuó de manera cobarde intentando pasarle la responsabilidad del arma ilegal que él poseía a un colega suyo, mientras que su guardaespaldas prefirió no presentarse al juicio y esconderse de la justicia.
 
 
 
 
 
 
¿Y ACTUALMENTE?
 
Algunos pensarán que eso sucedió hace mucho tiempo atrás y que ahora las cosas han cambiado, pero la realidad es que Nueva Acrópolis no aprende y sigue con lo mismo.
 
Y es así que Juliano, quien fue un antiguo miembro del Cuerpo de Seguridad de Nueva Acrópolis en México, le reveló a la revista Vice que ellos siguen utilizando armas de fuego:
 
-        “Aprendimos a disparar y yo me compré un arma real que siempre cargué en el cinto. Incluso cuando se hizo la Convención Internacional de Nueva Acrópolis en el Hotel Camino Real, todos íbamos armados para proteger a los líderes que estuvieron presentes en ese encuentro.”
 
 
Daniella estuvo durante once años en Nueva Acrópolis y en una entrevista que le hizo Pablo Salum, ella confirmó lo que reveló Juliano ya que ella indicó que en casi todos los países los miembros pertenecientes a los cuerpos de seguridad son entrenados para atacar con cuchillos, a disparar y a morir por el ideal acropolitano, y muchos de ellos tienen pistolas.
 
 
 
 
Y esta necedad por parte de esa organización de seguir jugando a los soldaditos ya ha provocado una tragedia en Brasil en el 2014 donde un joven miembro de Nueva Acrópolis murió por culpa de dos balazos que él recibió mientras que él se encontraba en una caseta de vigilancia.
 
Todo esto se los detallo en este otro capítulo link.
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN
 
Nueva Acrópolis pretende ser una Escuela Humanista pero eso solo es su fachada exterior, y en realidad en su interior es un grupo paramilitar sectario que le gusta jugar a las milicias.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Todo el mundo tendría que tener armas, el monopolio de la violencia que tienen los estados solo generan tiranias y dictaduras, las milicias armadas de ciudadanos tendrian que ser algo normal, no puedes delegar lo mas basico del ser humano, la autodefensa, en otros.

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