Esto podrá sorprenderles a los lectores debido a que según Alice
Bailey, el Tibetano era un Lama de alto rango que vivía en el Tíbet, pero los
hechos demuestran que el “Tibetano” no conocía el idioma sánscrito, y a
continuación les voy a poner varios ejemplos de ello.
Primer
ejemplo
En su libro “Tratado sobre el Fuego Cósmico”, el Tibetano escribió:
« El
Devachan es ese estado elevado que llamamos la conciencia nirvánica. »
(II-D-2-c-b)
Y justo en la parte de abajo puso un
extracto de una carta del maestro Kuthumi en donde el maestro precisa que:
« El
Devachan es un estado de Maya. »
Y después de leer eso yo me quedo pasmado
porque ¿cómo es posible que el Tibetano no se dé cuenta que el maestro Kuthumi
está diciendo todo lo contrario de lo que él acaba de afirmar?
Debido a que la palabra nirvana en
sánscrito significa “apagado” y eso es lo que sucede cuando te liberas del
mundo fenoménico, o sea que ya no eres más captivo de ese mundo, te “apagas” de
ese mundo, el cual es definido en el budismo y en la teosofía como una
ilusión.
Y resulta que la palabra maya justamente en sánscrito significa
“ilusión”.
O sea que la conciencia nirvánica es
cuando te liberas de la ilusión. Entonces el Devachan no puede ser un estado de
conciencia nirvánica como lo afirma el Tibetano, porque el maestro Kuthumi
precisó que el Devachan es por el contrario un estado de profunda ilusión!!!
Así que como ustedes mismos lo pueden
constatar, el Tibetano no conoce el significado de las palabras sanscritas que
él utiliza. Pero el colmo es que él mismo dos veces puso la definición de lo
que significa maya en sánscrito, ya
que en sus primeros dos libros: “Iniciación
humana y solar” y “Cartas sobre
meditación ocultista”, él escribió:
« Maya en sánscrito significa ilusión, del aspecto forma
o limitación. Resultado de la manifestación, y generalmente se aplica en
sentido relativo a las apariencias fenoménicas u objetivas creadas por la mente. »
(Glosario)
¡O sea que el
Tibetano ni siquiera prestó atención a lo que él mismo escribió anteriormente!
Segundo
ejemplo
En su libro “Astrología Esotérica”, el Tibetano escribió:
« Fundamentalmente no es el deseo lo que impulsa el
retorno a la Tierra, sino la voluntad y el conocimiento del plan. »
(p.324)
Y esto me demuestra una vez más que
el Tibetano es pésimo en sánscrito porque él no conoce la palabra Trisna, la cual no aparece ni una sola vez
en toda su obra a pesar que es una noción importante en la enseñanza budista y
teosófica.
Trisna es una palabra sanscrita que
significa sed
o deseo, y en pali se escribe Tanha.
Y en el
budismo es un concepto relevante que normalmente se interpreta como anhelo.
Trisna
aparece en las Cuatro Nobles Verdades donde es la causa del dukkha (el sufrimiento,
el dolor y la insatisfacción) y del Samsara (que es el ciclo
de los repetidos nacimientos,
devenires y muertes).
Vemos
por lo tanto que contrario a lo que dice el Tibetano, para los budistas la
principal causa que provoca que el alma esté reencarnando una y otra vez no es
“la voluntad y el conocimiento del
plan”, sino el deseo por experimentar más sensaciones terrenales.
Y este
concepto también lo menciona la teosofía, ya que:
El
maestro Kuthumi escribió:
« Aquellas
personas cuyas atracciones hayan sido predominantemente materiales serán
atraídas más pronto de vuelta hacia el renacimiento por la fuerza de Tanha. »
(CM 25, p.200)
Blavatsky
escribió:
« Tanha
es la causa del renacimiento. »
(CW X, p.176)
William Judge escribió:
« Tanha
es la sed de vida y esta se aloja en las skandhas. »
(El Océano de la Teosofía, p.113)
¡O sea que el
Tibetano ni siquiera conoce los conceptos básicos que enseña el budismo y la
teosofía!
Tercer ejemplo
Y ya
que mencionamos las skandhas, esa es otra palabra sánscrita que literalmente significa
“agregados”, y que es así como los budistas y los teósofos denominan a las
estructuras energéticas que registran todas las características que un humano
va desarrollando y que posteriormente vuelven a reproducir esas características en ese humano en su siguiente reencarnación.
Y como
lo pueden constatar esa palabra también es importante en el budismo y en la teosofía,
pero que el Tibetano tampoco conoce ya que en toda su obra solo la utilizó
una sola vez, y en realidad no lo hizo él, sino que transcribió lo que enseñó Patanjali,
y es por eso que en su libro “La Luz del Alma”, él escribió:
« Cada vida que viene a la manifestación física tiene
latentes unos gérmenes o simientes que deben fructificar y que son la causa
eficiente de la aparición de la forma.
Estas simientes fueron sembradas y
deben fructificar, son las causas o skandhas. »
(Libro IV. La
Iluminación)
Pero en
todo el resto de su obra, el Tibetano no habla de las skandhas sino de los “átomos
permanentes” para referirse a esas estructuras energéticas que registran
nuestras características.
Y
resulta que los átomos permanentes son una mentira que inventaron Annie Besant y
Charles Leadbeater, quienes desconociendo la función de las skandhas se les
ocurrió inventar esos “átomos permanentes” y atribuirles las propiedades de las
skandhas, más otras propiedades falsas como por ejemplo: que hay un átomo
permanente para cada cuerpo, que los átomos permanentes pueden ascender al
cuerpo causal y luego descender, etc.
¡O sea que el
Tibetano en vez de enseñar lo que enseña el budismo y la teosofía, él enseña
las falsedades que inventaron dos charlatanes occidentales!
CONCLUSIÓN
Hay más ejemplos, pero pienso que estos ya son
suficientes para demostrarles lo pésimo que era el Tibetano con el idioma
sanscrito; porque si yo que casi no sé nada de sánscrito, que nunca he estado
en el Oriente y que para nada tengo un contacto directo con los maestros. Aún
así conozco estas palabras sánscritas y su significado debido a que los
instructores teosóficos frecuentemente las mencionan. No es posible que un Lama
de alto rango que vivía en el Tíbet no las conociera. Y esta es una prueba más
que en realidad el Tibetano no existió y que Alice Bailey solo inventó a ese
personaje para darse más prestigio.
Cid, que opinas de este artículo:
ResponderBorrarhttp://europeancestral.blogspot.com/2018/05/ocultismo-y-paganismo-nazi-ariosofia.html
me llamó la atención, porque compara la new age, el satanismo, el judaismo, la masonería y la teosofia como una misma cosa.
Está muy perdido quien escribió ese artículo.
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