En su conferencia conocida como “Los soles son mundos habitados”, Samael
afirmó lo siguiente:
« Las
gentes comunes y corrientes creen que el Sol es una bola de fuego
incandescente, pero están equivocados, eso es falso, esa es una forma de pensar
completamente medieval. En la Edad Media se creía que ese astro que nos ilumina
era una bola de fuego; pero ese es un modo de pensar equivocado de las gentes,
pero ni modo, así es la humanidad.
Un científico por ahí supone que el
Sol es una nube de helio también en estado incandescente, y si eso fuera así,
entonces los planetas del sistema solar caerían fuera de órbita, no gravitarían
jamás alrededor del mismo. El solo hecho de que gravitan las esferas
celestiales en torno de ese centro luminoso, nos está indicando con toda
claridad de que se trata de un Sol físico. Y aquel científico que afirma que el
Sol es una nube de helio y que no pesa nada, basándose en cálculos equivocados,
indudablemente es un ignorante ilustrado.
Yo pregunto:
¿Cómo girarían
o sobre qué base, sobre cuál centro nuclear o gravitacional podría basarse el
sistema solar?
El hecho mismo de que los mundos
graviten alrededor de ese astro nos está indicando que tal mundo, tal estrella
llamada Sol, pesa mucho más que todos los planetas del sistema solar; sólo así
podemos explicarnos que los mundos graviten alrededor del Sol. Pero eso es lo
que no entienden los hombres de ciencia.
Puedo decirle que el Sol es un mundo
gigantesco, enorme, muchos millones de veces más grande que la Tierra o que
Júpiter; tiene rica vida mineral, vegetal, animal y humana. Tiene elevadísimas
cordilleras, tiene Polos Norte y Sur llenos de hielo, enormes y profundos
mares, selvas extraordinarias, etc., etc., etc.
Y aunque parezca increíble, hay
lugares en el Sol donde uno puede morirse de puro frío, montañas inmensas
cubiertas de nieve con climas sumamente fríos. Y también existen climas
templados muy agradables y climas cálidos. Las costas por ejemplo son muy
calientes porque están al pie de los mares, naturalmente eso es obvio que deben
ser lugares muy calientes. Así pues, en el Sol existen todos los climas.
Me viene a la memoria algunos
paisajes hermosísimos del Sol. Hay allí un mar tan profundo, tan gigantesco, de
aguas tan claras y tan bellas, que yo he quedado anonadado.
Pero las gentes de esta época
“moderna” piensan que el Sol es una bola de fuego y no hay nadie quien les
pueda quitar esa idea de la cabeza. Los científicos suponen que el Sol es una
bola de fuego o una nube de helio o lo que sea. Las gentes comunes y corrientes
piensan en el Sol como en una gran hoguera que cuanto más cerca esté uno, más
expuesto está a quemarse.
Pero yo os afirmo que no es así,
suban ustedes a una montaña de cinco mil metros de altura y verán que se mueren
de frío; y si ustedes se elevaran en un globo estratosférico a la estratosfera,
pues allí morirían de frío. En los espacios interplanetarios la temperatura
llega a ciento veinte grados bajo cero.
Entonces no hay tal de que el Sol
sea una bola de fuego. Lo que pasa es que es un mundo sumamente rico en minas
de uranio, de radium, de cobalto, etc., etc., etc., y como es tan inmenso pues
claro que la radiación de sus minas también es muy fuerte, muy poderosa.
Y la suma total de tantas minas
produce irradiaciones tremendas, es decir, todas las irradiaciones de las
minas, toda la energía atómica que viene de esas minas, atraviesa el espacio
interplanetario y al llegar a la atmósfera terrestre, entonces esta última
descompone a tales radiaciones en luz, calor, color y sonido.
Es precisamente la cámara superior
de la atmósfera terrestre la que se encarga de analizar y descomponer los rayos
solares en luz, calor, color y sonido; pero en el espacio interplanetario hay
intenso frío como ya dije, llega hasta 120º bajo cero.
Así pues, no es que el Sol sea una
bola de fuego como creen las gentes comunes y corrientes y como suponen algunos
científicos, sino que es rico en minas y sus irradiaciones son las que al
descomponerse en la atmósfera de la Tierra se convierten o devienen como luz,
calor, color y sonido; y sus irradiaciones no solamente llegan al planeta
Tierra sino que llegan a todos los mundos del sistema solar, y en cada planeta
de nuestro sistema sucede lo mismo. »
Muy probablemente Samael para decir
esta absurdez se basó en lo que afirmó Guy Ballard (quien es el único otro
“instructor esotérico” que yo conozco que haya dicho semejante disparate) y
quien en su libro titulado “La Mágica
Presencia” relata las supuestas experiencias que él tuvo con los Maestros
Ascendidos, y en ese libro él escribió lo siguiente:
« Leto
hizo colocar sillas en la cubierta superior donde no nos molestarían, y cuando
estábamos todos sentados cómodamente, continuó diciendo:
. . .
“El Sol no está tan caliente como lo creen los científicos.
Es tan fresco y mil veces más refrescante que los suaves céfiros de la noche de
verano más deliciosa. Y solamente cuando las corrientes de la energía del Sol
pasan a través del cinturón de éter de la Tierra, es que se convierten en
calor.” »
(Saint Germain, vol.
2, p.312)
Esto, Guy Ballard lo dijo en la
década de 1930, cuando todavía no se había iniciado la exploración espacial y
que por lo tanto los científicos todavía no tenían certezas sobre las teorías
que ellos habían hecho acerca del Sol.
Pero a partir de la década de los
setenta, los avances tecnológicos permitieron lanzar sondas al espacio y todas
ellas han confirmado lo que los científicos ya sospechaban, o sea que el sol es
extremadamente caliente pues se descubrió que la temperatura en su superficie
es de aproximadamente 5500℃, y la temperatura de su corona alcanza varios millones de
grados.
Por lo que el proceso calorífico de
los rayos del Sol resultó ser lo contrario de lo que afirmó “Lady Leto” (que en
realidad fue Guy Ballard quien inventó a ese personaje ficticio), y es que
actualmente se sabe que la temperatura del traje de un astronauta que orbita
alrededor de la Tierra alcanza los 120℃ cuando este recibe los rayos del Sol, y es gracias a la
atmosfera terrestre que los rayos del Sol disminuyen su temperatura. O sea que
es lo opuesto de lo que aseguraron Ballard y Samael.
Pero
todavía le perdono a Guy Ballard que haya dicho semejante falsedad porque él vivió
en la primera mitad el siglo XX, en cambio Samael dio su conferencia en la
década de los setenta, cuando para ese entonces ya se habían mandado satélites
al espacio y los avances en la espectroscopia habían confirmado que
efectivamente el sol si es una inmensa bola de helio en estado incandescente
~
* ~
Y este es un
ejemplo más de cómo en su ignorancia, Samael le copiaba las mentiras que decían
otros embusteros aunque esto fuera contrario a lo que la ciencia estaba
descubriendo, mostrando con ello que Samael no solamente fue un gran charlatán
sino que además fue también un profundo inepto.
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