LA REENCARNACIÓN EXPLICADA POR EL MAESTRO PASTOR





Cuando le preguntaron al maestro Pastor:


Que la vida continúa en otro nivel de existencia después de la muerte, eso ya nos parece obvio, pero ¿cómo entender la reencarnación? ¿Quién o qué es lo que reencarna? ¿Qué parte de nosotros, qué conciencia? ¿Cómo podemos entender mejor este aspecto de la vida y de la evolución?


A lo que el maestro respondió:


« La pregunta que me hacen hoy por consiguiente se relaciona con la reencarnación y los diferentes planos de conciencia, ya que de hecho la pregunta más relevante que se ha citado es: ¿qué parte se reencarna? ¿Qué plano de conciencia reencarna?

Porque si bien es cierto que el individuo está formado por una multitud de planos, sub-planos o estados de conciencia, no todos estos planos se reencarnan con cada nueva reencarnación en la tierra.

Ustedes tienen que ver la reencarnación un poco como una semilla que a medida que pasan los días, da una flor. Y al morir esta flor se marchita, pero no son los pétalos los que se llevan a otra dimensión invisible y luego se restauran nuevamente en un plano visible.

No, porque la nueva flor va a formarse a partir de una nueva semilla. Entonces lo que se extrae de esta flor es la sustancia, es su fragancia. Y todos ustedes saben que esotéricamente el perfume solo es una vibración y nada más que una vibración, una longitud de onda. Entonces lo que se extrae de las experiencias de la vida es una sustancia, una vibración, que los religiosos llaman el alma, y ​​que los ocultistas llaman el Ego reencarnante.

Y a medida que se crean experiencias en la vida física, esta sustancia, que es al mismo tiempo un puente, o en otras palabras el Antakarana. Y por lo tanto el Antakarana no es más que el alma que se ilumina cada vez más y se alinea con los valores espirituales de la mónada, a la cual también se le llama la chispa divina.

Verán, cuando se habla de reencarnación, se requiere disociar al ser humano en tres partes:

  • La chispa divina o mónada.
  • El instrumento físico que es la personalidad.
  • Y entre los dos, está el vínculo que permite extraer la sustancia de las experiencias de la vida terrestre para alcanzar la chispa divina, y esa es el alma humana.


(Nota: usando la estructura septenaria enseñada por la teosofía:

- La mónada es Atma-Buddhi,
- El alma humana es Manas, y
- La personalidad es el cuaternario inferior, compuesto por el cuerpo del deseo, el cuerpo energético, el cuerpo astral y el cuerpo físico. Y dado que el cuaternario inferior es mortal, debe de reconstruirse con cada nueva reencarnación.)


Y así, lo que reencarna es esta sustancia formada por todas las experiencias que han tenido en vuestra vida pasada, por todos vuestros fracasos pero también todos vuestros éxitos, y de la forma en que han logrado superar un complejo para convertirlo en una cualidad, o rebasar un trauma para convertirlo en una fuerza que les permita superarse y sublimarse cada vez más. Y es así como el plano físico, por quintaesencia, logra ascender y unirse el plano divino.

Si no hubiera creación de esta sustancia, entonces la reencarnación no tendría sentido y la evolución cósmica no podría tener lugar. Por lo que la reencarnación consiste justamente en enseñarle a esta sustancia a redescubrir su mundo original y ascender hacia su vibración prístina.

Pero para encontrar su vibración inicial, la substancia debe limpiar sus notas de base, un poco como un músico cuando busca afinar su instrumento musical. Y a medida que el humano llega a afinar cada vez más su instrumento, encontrando la longitud correcta para cada cuerda, entonces él se alinea con el rango de las notas cósmicas. Y esto es lo que el humano debe descubrir.



La reencarnación no es ni un castigo ni un juego. Dios no se dijo a sí mismo:

« Voy a crear un sistema de evolución que vaya hasta el plano físico para que ahí el alma se encuentre y para que cada individuo tenga el placer de tener varios cuerpos. »

No

Todo en la creación tiene una razón importante de ser, y por lo tanto ustedes no deberían de ver la reencarnación como el fruto del azar, o el juego de un Dios bromista, o la trampa de entidades macabras. No. Todo en el Universo existe debido a un equilibrio entre los diferentes planos. Y es por eso que la palabra clave en el Universo es armonía. Y la reencarnación tiene como objetivo desarrollar las armonías.

Cuando un humano experimenta sus primeras reencarnaciones y comienza a caminar un poco por el camino del conocimiento, ese humano está en el proceso de encontrar la armonía. Y no es que haya nacido en la desarmonía. Absolutamente no. Pero él nació en la inexistencia.

Además, ¿no está escrito en la Biblia que la luz surgió de la oscuridad?

Debemos pensar en esta frase para comprender la evolución del hombre y la razón de la reencarnación. Pero la reencarnación no solo del ser humano, sino también de todo lo que existe en el Universo, porque todo se perpetúa a través de una forma.


¿Por qué el alma debe perpetuarse a través de la forma?


Para subir la escalera vibratoria a medida que avanza, pero un individuo que evoluciona, no evoluciona únicamente por el placer de volverse a encontrar con Dios, sino que evoluciona sobre todo para redescubrir las armonías que hay en él, es decir, simplemente el ser perfecto que él es y que siempre lo ha sido.



Entonces ustedes me van a decir:

¿Pero no tiene la evolución como propósito volverse a unir con Dios?


Y les responderé que esta forma de pensar no es incorrecta, pero tampoco es totalmente cierta.

Si ustedes están buscando a Dios, ya sea a través de la investigación, a través de un mantra, a través de la meditación y el ascetismo, etc. Ustedes no lo van a encontrar, porque Dios no se puede encontrar. Dios no es un enigma que buscamos descubrir y develar. NO. Él no es un ser distante que el hombre debe esforzarse por hallar. No. Él es una presencia y esa es toda la diferencia.


Y aquí es donde me gustaría aclarar un punto sobre el enfoque que se hace el discípulo, y es que el discípulo siempre siente que tiene que ir hacia alguien, que debe ir hacia su alma, que debe ir hacia su chispa divina, hacia Dios, hacia su Maestro. Siempre debe moverse hacia un ser. Pero eso no es verdad.

De la misma manera que cuando ustedes están en vuestro plano físico, bien instalados en un cuerpo físico y la conciencia muy objetiva activa, ustedes saben muy bien que al mismo tiempo también viven en un plano emocional y en un plano mental. Y todos estos planos ustedes viven al mismo tiempo, y no solo la misma experiencia, sino que se impulsan juntos en todos estos planos para extraer la misma sustancia, y de hecho, concluyen sobre la experiencia que está teniendo lugar.

Y lo que me gustaría que los discípulos comprendieran es que quien realmente quiera caminar con un paso recto, y con una concepción clara y válida, no va hacia Dios, no busca alcanzarlo, no se esfuerza en la purificación para ir hacia él, para unirse a él. No. Así no funciona. Sino que es en la suspensión que realmente encontrarán SU presencia.

Me gustaría que este concepto entrara en vuestra mente esta noche: Dios NO es un ser, es una presencia, y esta presencia se encuentra en todas partes incluyendo en vuestro interior.

Y desde el momento en que ustedes entienden realmente la presencia que hay en ustedes mismos, ya no necesitan volverse alguien de particular, ya no necesitan efectuar abstinencias o destacarse espiritualmente para demostrar que usted son algo, o que han llegado a dominar algún defecto, o que han podido controlar algún problema. No.

El camino del discípulo no es el de los juegos olímpicos de la espiritualidad. La única proeza que les pedimos (y esta es obtenida a través de la reencarnación) es que ustedes sean auténticos.

Verán, puede haber seres muy iluminados y de una gran envergadura espiritual, pero que en un plano físico, por ejemplo, no conocerán más que la pequeña vida de los insectos que hay en su campo. Y por lo tanto, tienen que disociar la iluminación espiritual, es decir, la alineación con el alma, de ​​lo que las iniciaciones traen en un plano mental. Debido a que es diferente y a menudo el discípulo en su camino, mezcla los dos conceptos.

Y si bien es cierto que uno debe desarrollar esos dos aspectos, no es cierto que primero se deba pasar por las iniciaciones en un plano mental, para luego iluminarse. Sino que de hecho es al revés, primero se necesita alcanzar la iluminación para luego poder alcanzar la iniciación

Por ejemplo, se habla mucho sobre la próxima era de Acuario y del hombre perfecto y de la edad de oro.

¿Pero eso significa que los hombres del mañana, los niños del mañana serán todos grandes iniciados?

No

No es en unas pocas décadas que nosotros vamos a poder iniciar en masa a la mayoría de los humanos, porque siempre quedarán individuos y grupos étnicos que tendrán sus diferencias.

La iluminación es por lo tanto algo diferente y es algo accesible para todos, porque no se trata de destacarse espiritualmente, sino de encontrar la presencia que es Dios y que se encuentra en todas partes.

Y cuando ustedes se interiorizan lo suficiente para encontrar esta presencia, entonces pueden comenzar a trabajar para alcanzar la iniciación. Pero antes de eso, no. Y esta es la razón por la que muchos discípulos pierden una cantidad de tiempo increíble y que también pierden la esperanza, porque ellos buscan la iniciación antes de trabajar en su iluminación.

Y es así como vemos a mucho individuos en los templos y en las sociedades esotéricas, que están muy preocupados por lo técnico, por el conocimiento, por el ascetismo. Pero quienes no logran transmitir su amor, o recibir el amor de los demás, no logran escuchar y deleitarse con el canto de un pájaro, o dejarse transportar por la música.

¿Por qué?

Porque simplemente aún ellos no han despertado la vida que está en su interior.


Antes de ser una flecha que sube hacia el cielo, primero deben de haber encendido todo vuestro ser. Porque de lo contrario, no hay dinamismo, no hay propulsión, no hay energía. Y es así como hay discípulos que reclaman y se quejan diciendo:


« Pero cómo es posible que durante tantos años que he estado haciendo todo lo que se requiere: medito una hora todos los días, hago el bien lo más posible, trato de contener mi glotonería, trato de no pensar demasiado en el sexo. ¡Y a pesar de todos mis esfuerzos, no sucede nada! »


Este tipo de discípulo lleva un registro de todo lo que se les dice que hay que hacer, pero cuando se le pregunta:

-      ¿Ya eres un alma que sabe vivir?
-      ¿Ya eres un alma que puede inspirar?
-      ¿Puedes mirar una estrella y entender su vibración?
-      ¿Puedes mirar a la luna y dejarte infiltrar por su onda?
-      ¿Puedes mirar una flor y ver en la flor la vibración de lo divino?
-      ¿Eres una presencia que encaja al unísono con todos los otros sonidos del Universo?


Y ahí el discípulo se da cuenta que el camino de la evolución no es como un simple manual, sino más bien una manera de ver la vida. Y así el discípulo concluye que el sendero no es tan técnico como él lo quería y se dice a sí mismo:

« Creo en Dios, creo en la hermandad, creo en los principios del amor, de la luz y no me pasa nada. Leí muchos libros sobre la luz divina, sobre lo qué es la luz, y todavía no estoy contento. »


¿Pero qué es la felicidad?


Si bien es cierto que la felicidad es la primera búsqueda en esta vida, y lo es porque precisamente es también la principal preocupación del alma misma. Pero si el alma también intenta encontrar la felicidad, cuando ella envía este impulso hacia la personalidad, la personalidad no entiende esa palabra de la misma manera.

¿Qué es la felicidad para la personalidad?

Para la personalidad, la felicidad es sentirse bien consigo misma, es una forma de bienestar, es disfrutar de los placeres que le ofrece la tierra.

Pero para el alma, la felicidad es simplemente la alineación, no es otra cosa. Es poder canalizar con todas las energías que provienen de su chispa divina, que provienen del universo, que provienen del egregor al que el alma está unida, que provienen de su rayo cósmico y del Maestro que vigila este rayo cósmico.

Y debido a que el alma necesita de esta alineación para su nacimiento, y por lo tanto debe de estar alineada como el niño en el útero de la madre, para que al primer impulso pueda surgir. Pues bien, lo mismo ocurre con el alma, ella necesita estar alineada para poder nacer y surgir como un ser divino, como un ser cósmico.

Y lo que les falta a los hombres es justamente este poder para alinearse. Los hombres han olvidado tanto su naturaleza divina, que para ellos encontrar la alineación requiere de todo un ascetismo, de todo un programa espiritual. Cuando en realidad es algo tan sencillo y tan simple de lograr. Pero para los humanos, para ustedes, para nosotros que también hemos pasado por esa etapa, es todo un trabajo laborioso, y sin embargo solo es una cuestión de alineamiento.


¿Y qué papel tiene la encarnación con esta alineación?

Pues bien, la reencarnación permite que la conciencia encuentre la verdad.


El hombre se encuentra en la diversidad, en la multiplicidad, en la periferia, en la zona de los opuestos, entre el calor y el frío, entre el blanco y el negro, entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, etc.

Y a medida que experimentamos con estas extremidades, el hombre eventualmente encontrará el centro. Y la reencarnación es simplemente la libertad de movimiento para que el alma pueda encontrar su centro.

Entonces, a través de la reencarnación, las experiencias le darán al alma la posibilidad de encontrar las realidades divinas, o más exactamente universales, porque para nosotros la palabra divina tiene una resonancia diferente que para ustedes. Para nosotros no hay un Dios y luego el hombre que trata de evolucionar y parecerse a él. No. Este concepto no existe para nosotros.

Según nuestra lógica: o todo es Dios o nada es Dios. Lo que hace que Dios exista tanto a través de una roca, un árbol, una flor, como en su emanación divina. Él existe y se revela tanto a través de estas formas físicas como también en su Cielo (es decir, en su primer eco). En otras palabras, no hay deificación de Dios, simplemente hay reconocimiento de lo sagrado en todo lo que existe.

Y esta manera de ver a Dios es muy diferente de la que predomina actualmente en la Tierra porque ya no nutre la religión, sino que hace nacer el amor, la tolerancia, la claridad y las armonías, ya que si en lugar de rezar a un Dios que se encuentra en las profundidades de los cielos, las personas supieran que todo es sagrado, entonces el dogmatismo no existiría, ni tampoco muchos de los problemas que ustedes conocen hoy en día.

Por lo tanto sean un poco menos creyentes pero más conocedores. Y quizás sean un poco más ignorantes sobre las cosas de Dios, pero mucho más abiertos a la vibración de la vida.

¿Pero qué es vida?


Estoy hablando de la manifestación de la vida, no estoy hablando de la vida diaria, no estoy hablando de investirse en los actos diarios. Sino que estoy hablando del surgimiento de la vida, de ese gran movimiento que es la vida.

Y para saber lo que es ese gran movimiento que se da en el Universo, pregúntese acerca de esa palabra, la palabra vida, y por ese mismo hecho ustedes tendrán el verdadero significado de lo que es la reencarnación.

Porque hay una idea errónea que quiero combatir acerca de la reencarnación, y es la idea que los humanos viven la reencarnación como un yugo, y que hay un ángel allá arriba que a tal hora cósmica saca a la pobre humano de su paraíso celestial y lo avienta de nuevo hacia la Tierra para que vuelva a reencarnar.

Pero así no es como funciona la reencarnación. Para nada.

Las armonías son mucho más bellas, y de este modo se mantiene el orden, debido a la belleza de las armonías, y no debido a la aplicación rígida de una ley o de un ciclo. Un ciclo no es una ley, un requerimiento no es una ley, es siempre un despliegue de la vida la que empuja a ir siempre más lejos y a querer volver a renacer.

(En el Oriente y en la Teosofía a este deseo por volver a descender para tener más experiencias en la tierra y que es una de las razones por las que reencarnan las almas se le llama Tanha.)



¿Ustedes me preguntan qué es la reencarnación?


No busquen más. ¿Para qué se preguntan qué es la reencarnación?  ¿Cuántas veces ya han vivido?   ¿Si van a volver a regresar a la Tierra otra vez?  ¿Y cuándo será?

En qué momento del recorrido tendrán que volver a descender en la materia, para luego volver a ascender hacia el cielo, para luego volver a caer de nuevo, y así incesantemente...

De hecho, todo esto no existe realmente, porque como todo lo que se mueve en las aguas de la ilusión, en las aguas de la polaridad, la manera como ustedes perciben el proceso les hace pensar que es un sube y baja. Pero realmente no es así. Ustedes no van de una vida a otra, sino de una forma a otra y vuestra vida continúa, simplemente la conciencia se duerme y se vuelve a despertar. Lo cual es diferente a la idea que ustedes se hacen de la reencarnación.

Pero eso tampoco quiere decir que la persona que ustedes fueron en vuestra vida anterior volverá a reencarnar en la siguiente, porque como se los indiqué al principio del discurso, no es la forma sino la esencia lo que sobrevive y lo que vuelve a descender a la tierra, para tomar otra forma.

(Nota: Blavatsky simplifica esto comparando al humano con un actor, y su reencarnación con el personaje que el actor interpreta cuando está en la tierra.)


Entonces, aquellos que se dicen a sí mismos: voy a desarrollar tal y tal sabiduría, tal y tal conocimiento, voy a aprender muchos idiomas, y aprender muchas ciencias, esperando que de esta manera, en mi próxima vida ya no tenga que volver a estudiarlas, sino que solo tendré que despertarlas.

Es correcto, pero también no es cierto.

Es correcto, ya que todo eso se convierte en esencia cuando el alma se libera de la forma, y ​​todo entra en la memoria, exactamente como en una computadora programada.

Pero también no es cierto, porque el individuo, de hecho, no tiene absolutamente nada que ver con todo eso en el plano de la iniciación, debido a que eso solo le sirve en el plano físico de la manifestación. Y dado que su objetivo no es volverse eficiente en la manifestación, sino en el ámbito del alma, entonces concéntrese más en todo aquello que puede ayudarlos a desarrollarlos espiritualmente, y no solo intelectualmente. Busquen adquirir riquezas espirituales, descubran las armonías, alinéense con vuestra alma, porque eso si se reencarnará.

La reencarnación debe verse como un viaje y solo así. El espíritu no cambia, siempre es el mismo y siempre ha sido el mismo desde el primer día que apareció, desde su primer aliento, desde su primera experiencia en la forma. Pero a través de las reencarnaciones el espíritu va obteniendo diferentes sustancias.

La evolución debería verse como una continuación y no como un recorrido en forma de dientes de sierra: un día vivo y un día muero. En realidad es una continuidad y en esta continuidad hay, en un momento dado, una experiencia que hace posible extraer esta sustancia.

Entonces, cuando se pregunte acerca de la reencarnación, pregúntese acerca de su verdadera naturaleza, y entonces ustedes encontrarán que no podemos hablar realmente de la reencarnación, sino más bien de la manifestación cíclica del alma en la materia. Pero el término se usa así hoy en día para facilitar la compresión. No es del todo falso, porque permite difundir más verdad que ideas falsas. Especialmente porque el individuo cuando llega a cierto desarrollo espiritual comprende exactamente lo que significa esta palabra.

Pero como a un nivel más avanzado podemos hablar de ello con matices, recuerden, que en realidad no hay reencarnación, hay un espíritu que se manifiesta en el plano físico, y lo que ustedes llaman reencarnación no tiene realidad además de su verdadera vida.

Y es por eso que incluso en ciertas partes del mundo, ciertos grupos muy apegados a un conocimiento más verdadero, llegan incluso a negar la existencia misma de la reencarnación. Pero no es porque ellos nieguen esta ley como otros niegan a Dios u otras verdades, es simplemente porque ellos conocen el matiz, y en realidad están luchando contra la visión errónea que se ha hecho al respecto»

(Conferencia del 24.06.87)







OBSERVACIÓN

Es interesante constatar que el ángel en el libro “La Respuesta del Ángel”, señaló algo parecido a lo que explicó Pastor, ya que el ángel dijo:

“Renacimiento, Resurrección, Tinieblas, Muerte, Caída son completamente distintos de los que ustedes suponen. Y si ustedes elevaran vuestra vista más arriba, verían que numerosas vidas eso es imposible. La Vida es Una, Indivisible, Eterna.

Pero entre el nacimiento y la muerte, un velo les oculta la realidad. Nacimiento y muerte no son más que vibraciones. La vida no es dada por piedad, la vida es eterna, pero debido a ese velo, sus ojos no lo perciben.”
(D79, p.353)










7 comentarios:

  1. "Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba"; Interesante como el alma también tiene su Pralaya y su Manvantara.

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  2. Gracias Cid, de verdad agradezco profundamente que te vuelvas a centrar en lo que "es" y no en lo que "no es", así sigues ayudando a gente como yo, que desde cualquier grado busca su evolución, cada vez mas "siento" estas palabras en vez de sólo tratar de comprenderlo con la lógica... Sabiduría que cala y hace sentido sin caer en dogmas. A pesar q estoy en un momento de estancamiento personal, vibro en la más alta frecuencia al leer estas palabras que resuenan en mi ser, que comprende lo que antes no percibía, a veces pienso que la oscuridad es necesaria para despertar, y si bien es cierto en lo personal es un camino largo, creo que al fín encontré el sendero dentro de mi... Gracias de nuevo Cid, haces mucho bien al transcribir estas enseñanzas que abren los ojos a quienes quieren ver...
    Un saludo desde Chile

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  3. Hola Cid Saludos desde Chile ... gracias por tu blog y las enseñanzas que transmites . Sobre lo expuesto por Pastor , me pregunto si nosotros realmente hemos tenido una creación individual y tendremos un término de esa individualidad. Agradeceré sus comentarios.

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    1. Pastor dice que si:

      http://esoterismo-guia.blogspot.com/2012/06/octava-iniciacion-universal.html

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  4. Hola Cid tengo una duda hace años y aún no encuentro la respuesta. Es sobre las vidas pasadas, reencarnaciones o experiencias vividas. ¿Será posible recordar todo eso al momento de morir una vez que el Espíritu se livera del cuerpo físico? ¿es posible que pueda recordar todas sus vidas pasadas?

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    1. Cuando mueres solo te acuerdas de la vida que has tenido en esta reencarnación, pero se dice que cuando alcanzas la iniciación que obtuvo el Buda, entonces te acuerdas de todas las vidas que has tenido.

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  5. Hola, Serapeum. Ando con el Budismo, en ésta ocasión tengo unas dudas súper básicas, perdón, pero es indispensable para entender la reencarnación.

    Comprendo que por ley, al nosotros al ser CO-CREADORES junto con el Universo, son nuestras propias ATRACCIONES (y no es un Dios malo externo) lo que a partir de la energía de nuestro propio ser, se RE-CONSTRUYEN los vehículos necesarios para poder HABITAR EL PLANO en el cual hayamos depositado nuestra ATENCIÓN (si tu mente estuvo enfocada en sensaciones físicas, emociones, deseos, tú eres quien produce el RENACIMIENTO en la TIERRA, pues es allí dónde se le puede DAR SATISFACCIÓN; si estuvo enfocada en lo búdico y lo átmico, irás a esos planos con los Vehículos Correspondientes, NIRMANAKAYA, SAMBOGHAKAYA Y DHARMAKAYA).
    Me queda claro, como la generación de apegos perpetua SAMSARA. Pero el Budismo dice también que los RECHAZOS y la IGNORANCIA, son causa de REENCARNACIÓN.

    * Aparte de Impermanencia, Insatisfacción y No-Ego. Ignorancia de qué? De qué ya SOY TODO, Y NO CAREZCO DE NADA? Ignorancia de vivir con la mente FUERA DE SÍ MISMO?

    Voluntariamente me obligué a renunciar a muchos deseos, porque me consumirían mucho tiempo, que prefiero dedicar al trabajo espiritual. Los más fuertes, fueron mis APEGOS por FAMILIA, PROFESIÓN y SEXO.

    Ciertas enseñanzas indican que mientras SUEÑES, REENCARNARÁS, necesitas llegar al estado de consciencia de TURIYA (consciencia despierta mientras duermes,pero SIN SOÑAR), para salir de SAMSARA. Los sueños son un indicador muy exacto, del KARMA que te RESTA "QUEMAR".

    Al haberme hecho sufrir antes por estados obsesivos, he renunciado por años a esos APEGOS, pero al hacerme consciente de los sueños, veo que HUELLAS KARMICAS CONTINÚAN, PERO DIFERENTES, actualmente lo que siento por ellos es:

    a) FAMILIA, NOSTALGIA que me hace perder el momento presente, y me lleva al estado de "distraído", "olvidó de sí'.
    * Si ya vivo lejos de mi familia, no hay forma posible de reunión, qué sadhana puedo hacer para DESAPEGARME y borrar éstas huellas?

    b) PROFESIÓN, FRUSTRACIÓN. Si bien decidí renunciar a ese trabajo, por las condiciones tan demandantes. Sigo soñando con ello, pero en mejor ambiente.
    * No entiendo, por qué mi FALTA DE INTERÉS NO HA PODIDO "MATAR" mi ATRACCIÓN por esa actividad y por muchas OTRAS SÍ lo ha hecho??

    Por el SEXO, siento cierta AVERSIÓN, incluso, a veces, tengo tipo pesadilla con esas imágenes, en lugar de sueños agradables.

    * PUEDE LA AVERSIÓN SER CAUSA DE RENACIMIENTO? Por qué?, si mi energía DESEA ALEJARSE DE ESO?

    Muchas gracias, apreciaría tremendamente ti ayuda, con lo que puedas aportarme con tu sabiduría budista

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