LA NUEVA REENCARNACIÓN DE BLAVATSKY SEGÚN CHARLES LEADBEATER

 
 
La historia de que Blavatsky después de fallecer había reencarnado en un muchacho indio, Leadbeater la estuvo enunciando desde finales del siglo XIX, ya que René Guénon en su libro “El Teosofismo” escribió lo siguiente:
 
« En mayo de 1897, sólo seis años después de la muerte de Madame Blavatsky, la Sra. Besant anunció que próximamente Blavatsky se iba a manifestar en su nueva reencarnación, esta vez sería masculina; pero aunque esta manifestación aún no ha ocurrido, el Sr. Leadbeater continúa repitiendo en cada ocasión que la Señora Blavatsky ya ha reencarnado. »
(p.88)
 
 
 
En su libro “La vida interior” II, que recopila las charlas que dio Leadbeater en Adyar a principios del siglo XX, él comentó que Blavatky ya había reencarnado pero que él todavía no la había visto en su cuerpo físico:
 
« Muchos de nosotros conocemos muy bien a Blavatsky en su nuevo cuerpo cuando actúa en el plano astral, y sin embargo ninguno de nosotros la ha visto en su nuevo cuerpo físico. A veces se vale de su antigua forma, aunque generalmente utiliza el nuevo cuerpo astral. »
(p.162, ed. 1912)
 
 
 
Posteriormente Leadbeater escribió:
 
« Quienes estuvieron en la intimidad de nuestra gran fundadora, la señora Blavatsky, generalmente saben que cuando ella dejó el cuerpo en el que la conocimos, ella entró en otro cuerpo que acababa de dejar su primer ocupante. En cuanto a si ese cuerpo había sido preparado especialmente para su uso, no tengo información; pero hay otros ejemplos conocidos donde si se hizo eso. »
(Adyar Bulletin, octubre de 1913)
 
 
 
En un discurso que Leadbeater dio en la sede teosófica de Sídney, el 8 de mayo de 1917, para conmemorar el 26vo aniversario del fallecimiento de Blavatsky, él dio más detalles al respecto, ya que ahí él dijo:
 
« Sois bastante afortunados, hermanos. Voy a comenzar este discurso con algo que seguramente no esperáis. Al encaminarme hacia vosotros, Madame Blavatsky en persona me ha dado un mensaje para los aquí reunidos. Tengo la seguridad de que no esperabais eso; por lo menos yo no lo esperaba. Me esforcé por retenerlo lo más fielmente posible, pero todavía dudo de poderes transmitir sus palabras exactas en algunas de sus partes.
 
Desde luego vosotros sabéis que Madame Blavatsky vive ahora en un cuerpo masculino del que ella tomó posesión tan pronto como dejó el otro. Cuando abandonó su viejo cuerpo del cual tenéis aquí un retrato no muy bueno, ella entró en el cuerpo de un joven indio que tenía entonces unos catorce años; pero no le servía bien. El que tenía antes tampoco le servía y creo que todos los anteriores deben haberle servido igual.
. . .
Se me ha dicho que los padres de ese joven indio estaban grandemente sorprendidos por el cambio que se operó en su hijo. Se había caído en un río y el cuerpo se ahogó, y cuando estaban haciendo los preparativos para quemar sus restos, el cadáver revivió; pero sus padres siempre decían que no reconocían en él a su hijo en lo más mínimo. Había sido un muchacho bueno, tranquilo y dócil hasta ese momento; pero después del accidente no era ya la misma persona dulce y apacible de antes. El niño indio es por lo general un ser sumiso porque al pobrecito se le obliga a serlo; pero nuestro joven ya no era persona que pudiera ser obligada a cosa alguna, sino que estaba muy lejos de eso. Ella se ha mantenido en ese cuerpo desde entonces.
. . .
Hasta ahora, no ha descendido hasta nosotros en esta nueva vida, ni tomado ninguna participación directa en el trabajo de la Sociedad Teosófica, aunque frecuentemente nos ha dado sus consejos, lo que me complazco en decir, y también nos ha dictado o escrito varias enseñanzas sobre diversos asuntos. Pero en estos momentos voy a transmitiros lo que ella tiene que deciros. Que yo sepa, vosotros sois las únicas personas en el mundo que recibís un mensaje de ella, lo cual, naturalmente podéis considerar como un honor. »
(Theosophy in Australia, septiembre de 1917, p.144-150)
 
 
 
Y así Leadbeater siguió afirmando durante todo el resto de su vida que Blavatsky ya había reencarnado y que él mantenía contacto con ella. Y la última ocasión que conozco que él habló al respecto fue cuando tenía 77 años, el 12 de agosto de 1931 en Adyar para la celebración del centenario del nacimiento de Blavatsky, en donde él mencionó lo siguiente:
 
« Hace no muchos días la conocí en su nueva manifestación y le hablé de la conmemoración de este centenario de su natalicio, pero me temo que ella no lo aprecia tanto como nosotros. Ella aprecia el afecto y las buenas intenciones, pero es un poco despectiva por “todo este alboroto”, como ella lo llama.
 
-         “Te dije que festejaras el día en que dejé el cuerpo físico”, me remarcó.
 
-         “Bueno”, le contesté, “debes dejarnos ser un poco humanos y celebrar también tu llegada al plano físico”.
 
Entonces me atreví a preguntarle si asistiría.
 
-         "No, todavía no".
 
Ella debe seguir su propio camino en eso. Seguramente se ganó el derecho en esta nueva reencarnación a una vida de reposo esta vez, porque la última encarnación que tuvo fue muy terrible debido a que tubo un gran sufrimiento a causa que ella era más sensible que casi cualquier otra persona, y a pesar de ello tenía que vivir en el mundo y soportar la peor parte de muchos de los ataques más brutales y maliciosos.
. . .
Pero no es cierto decir que ella no se interesa por los asuntos de su Sociedad, aunque repudia cualquier responsabilidad por lo que le sucedió en su vida anterior. De hecho, en una ocasión, hace catorce años, se dignó enviar un mensaje a una de nuestras Logias el Día del Loto Blanco.
 
A veces le decimos (porque ahora ella tiene un cuerpo masculino):
 
-         “Cuéntanos esto o charla; hay puntos aquí en La Doctrina Secreta que son bastante difíciles de reconciliar ".
 
A lo que él responde:
 
-         “No tengo nada que ver con eso ahora que pertenece a mi vida pasada y no voy a retomarla".
»
(Theosophist, octubre de 1931, p.41-47)
 
 
 
Annie Besant se creyó completamente lo que aseveró Leadbeater ya que la periodista Gertrude Marvin Williams en la biografía que escribió sobre ella señaló que la señora Besant les dijo a los reporteros que el espíritu de Blavatsky después de su muerte había entrado en el cuerpo de un muchacho hindú de catorce años, cuya alma se había separado de ese cuerpo a causa que éste acababa de morir ahogado.
 
Y Besant también les informó a los periodistas que anteriormente el muchacho solo hablaba hindi y sánscrito, pero que después de que había milagrosamente resucitado hablaba ruso, francés, alemán y hebreo.
 
E inicialmente se pretendía que ese adolescente sería el “vehículo” para la venida del Instructor del Mundo, pero esa propuesta posteriormente fue abandonada y el muchacho fue enviado al Tíbet para que estudiara con los Maestros.
 
(Ver “El peregrino apasionado, una vida de Annie Besant”, John Hamilton Ltd, Londres, 1931, p.272-273)
 
 
 
Y por lo visto, parece que nadie en la Sociedad Teosófica de Adyar puso en duda las afirmaciones que hizo Leadbeater.
 
Al menos no hasta mayo de 1937 cuando C. Jinarajadasa, quien era el principal discípulo de Leadbeater, se le ocurrió publicar en la revista Theosophist la carta que el maestro Kuthumi le había escrito a Annie Besant (p.108) y que seguramente él había encontrado entre los documentos que la señora Besant había dejado en su despacho después de fallecer en 1933.
 
Y aunque Jinarajadasa tapó ciertas partes de la carta porque según él era información muy confidencial, se le escapó una parte donde el maestro Kuthumi le precisa a Annie Besant que Blavatky no podía regresar pronto a la Tierra debido a un trabajo importante que ella tenía que hacer en los planos superiores.
 
 
 
Y esto motivó a que algunas personas cuestionaran las afirmaciones que hizo Leadbeater porque es muy desconcertante que si Blavatsky ya había reencarnado en 1891 como lo había afirmado ese individuo, nueve años después el maestro Kuthumi dijera que Blavatsky no podía volver pronto al plano físico.
 
Por lo que Adyar se apresuró en publicar las explicaciones que dieron algunos de sus miembros quienes trataron de reconciliar esta contradicción:
 
 
Aunque hubiera sido más interesante preguntarle directamente a Leadbeater, pero desafortunadamente éste ya había fallecido en 1934.
 
 
¿Y qué tan cierto es todo eso que afirmó Leadbeater?
 
 
Pues la verdad es que Leadbeater fue un individuo muy mentiroso y cualquiera que haya estudiado la auténtica teosofía se da inmediatamente cuenta que él también mintió en esta historia, porque no tiene ningún sentido que Blavatsky les hubiera mandado un mensaje a los miembros de la Sociedad Teosófica de Sídney para que siguieran apoyando a Leadbeater en ayudarlo para la próxima llegada del Señor Maitreya, cuando la verdadera Blavatsky en la Doctrina Secreta especificó varias veces que todavía falta muchísimo para que Maitreya aparezca en nuestro planeta.
 
Y por consiguiente todo indica que Leadbeater inventó ese mensaje para seguir engatusando a sus seguidores, porque en su inmensa hipocresía a él ya no le bastaba con pretender estar en contacto con los maestros, sino que también quiso pretender que estaba en contacto con la nueva reencarnación de Blavatsky.
 
Además, ninguna otra persona entró en contacto con ese hombre indio en donde supuestamente el alma de Blavatsky se había incorporado. Y es absurdo creer que Blavatsky no quiso comunicarse con nadie más, más que únicamente con el individuo que le hizo tanto daño a la Sociedad Teosófica transformándola en una secta adventista para satisfacer sus ambiciones eclesiásticas y de poder.
 
 
 

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Y este es un ejemplo más del inmenso charlatanismo de Charles Leadbeater.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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