Sobre este acontecimiento, Ralph Lewis, el
hijo de Spencer Lewis, en su libro “Misión Cósmica Cumplida” escribió lo
siguiente:
« La
publicación de la primera revista de AMORC “The
American Rosae Crucis" en enero de 1916 mereció el aplauso de miembros
y no miembros que tuvieron la suerte de obtener algunos de sus pocos ejemplares,
pero otra vez surgió el espectro del problema económico.
El
Consejo Supremo decidió que deberían reunirse fondos para comprar el equipo
necesario para la impresión y encuademación. Eso debería lograrse con la
emisión de bonos con pago de intereses substanciales a favor de los miembros, bonos
que vencerían dentro de un plazo de diez años.
Después
de concluidos los trámites legales, se vendieron esos bonos a los miembros y una
suma considerable de dinero que alcanzaba a varios millares de dólares se había
obtenido.
(Observación de Cid: en esa época eso era mucho dinero, pero Lewis
no emitió esos bonos para comprar el material para producir su revista, sino
para comprar el inmueble donde él había instalado su organización AMORC.)
Entonces
vino a ocurrir la calamidad que tuvo una repercusión vasta en la vida de Lewis.
Cierto
miembro había tenido la responsabilidad de la dirección de los fondos, o sea el
depósito y pago de las cuentas que se presentaban, pero pasaron varios días y ese
tipo no se presentó.
Alarmado,
Lewis trató de comunicarse con él en su casa, pero para su consternación
descubrió que ese miembro había dejado su casa permanentemente desde hacía
varios días sin decir adonde iba. Todos los indicios señalaban que ese
individuo se había apropiado de los fondos. Los esfuerzos para localizarlo
fueron inútiles. Más tarde, una extensiva investigación demostró que el
supuesto delincuente se había marchado a Canadá sin anunciar su intención de
hacerlo. Nunca más se supo de él, ni tampoco se logró una pista de los fondos
perdidos.
El
futuro económico de AMORC se hizo más embarazoso debido a esas circunstancias.
Los bonos ganaban un interés anual de 6% para quienes lo poseían. Para la Orden
era una obligación moral y legal respaldar esa ganancia. Además, debían
amortizarse en su totalidad a los diez años y no se habían pagado todavía las
deudas y parecía que nunca llegarían a pagarse. Esa situación entorpecía la continuación
del establecimiento de la imprenta y de la propagación de las actividades de la
Orden Rosacruz, AMORC,
(Observación de Cid: eso es falso porque la revista “The American Rosae Crucis" se
siguió publicando sin problemas hasta febrero de 1917.)
Además,
cuando los Estados Unidos le declaró la guerra a Alemania, esta tenía un gran
barco de pasajeros pertenecientes a una de sus compañías amarrado en los
muelles de Nueva York. Ese barco era una de las numerosas naves alemanas que
hacían la travesía del Atlántico.
Inmediatamente
después de la declaración formal de guerra, y de acuerdo con la práctica
establecida, los Estados Unidos confiscaron las propiedades alemanas en el país
y una de esas propiedades era el gigantesco transatlántico alemán que se
llamaba Imperator.
(Observación de Cid: esto es falso porque ese transatlántico en
realidad se llamaba Vaterland.)
La
palabra "Imperator" en esa particular ocasión, sólo tenía una significación
para ciertos individuos simples, ingenuos, mal informados y con frecuencia
patrioteros. Para ellos el término suponía una conexión con Alemania. Y de ahí
resultó que la palabra "Imperator" para este tipo de gente les parecía
ser un eslabón entre AMORC y la nación con la que los Estados Unidos estaban en
guerra.
En
su entusiasmo, y con la esperanza de demostrar su celo a los superiores, los
policías de Nueva York obtuvieron un mandamiento de registro y se apoderaron de
las oficinas principales de AMORC, todo debido al título de
"Imperator".
El
Imperator Lewis fue conducido ante el funcionario del distrito cuya ignorancia
había permitido aquella burda violación. La prensa se ocupó del incidente y le
dio publicidad con el calor del fervor de la guerra y su fiebre.
Pero
fue cosa simple explicar la historia de la palabra "Imperator" y de
cómo ésta había sido usada durante siglos por la Orden, y que nada tenía que
ver con el esfuerzo de guerra con Alemania.
Presentados
los hechos, los funcionarios, sin duda abochornados, expresaron disculpas
verbales a Lewis y los archivos que habían sido confiscados se devolvieron
inmediatamente.
Debió
ser un asunto claro entonces a las autoridades que una organización subversiva
no habría de ser tan cándida que usara abiertamente un nombre que tenía
significación militar.
Los
periódicos que habían pensado haber descubierto una organización de espionaje y
habían derivado extensamente contra la Orden, pero se callaron cuando se
impusieron de la estupidez del acto. »
(Capítulos 10 y 11, extractos)
OBSERVACIONES
Aquí
Ralph Lewis dice varias falsedades y la principal es que Spencer Lewis fue
conducido ante el funcionario del distrito porque su título de Imperator le
hizo creer a la gente ignorante que él era un espía alemán, pero en realidad Spencer
Lewis fue conducido ante la justicia porque varios miembros de AMORC lo acusaron
de estarlos estafando.
Y
eso es lo que reportaron los periódicos (ver link).
Yo
no he visto ningún periódico que hablara del tema de espionaje, lo que es una
mentira inventada por Ralph Lewis.
Y
ante ese hecho uno se pregunta:
¿Por qué Ralph Lewis inventó
eso?
¿Por qué no dijo la
verdad?
Eso
me hace dudar todavía más de su historia que un miembro de AMORC se llevó todo
el dinero y me da la impresión que en realidad Ralph Lewis quiso ocultar
lo que verdaderamente sucedió.
Me disculpó,Cid por el comentario anterior.Bueno quisiera saber si el esoterismo sabe algo o mucho sobre el "pecado sin perdón"eso que viene en (Mateo 12:31)
ResponderBorrarDe blasfemar en contra del espíritu santo? Qué realizarlo no habrá perdón! Espero tu respuesta Cid
No lo sé
BorrarEntonces!En que lugar puedo buscar por mi cuenta,es que me intriga eso del "pecado sin perdón"(Ojo no soy religioso) espero tus respuestas
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