Subba
Row fue un brahmán muy erudito, su conocimiento de la
literatura sánscrita era tan impresionante que si uno le recitaba algún verso
de la Bhagavad Gîtâ, los Brahma-Sûtras
o las Upanishads, él podía de inmediato decir de donde había sido
tomado y en relación a qué había sido empleado.*
Subba
Row inicialmente sentía una gran admiración por Blavatsky al punto que él le
dijo a su madre que Madame Blavatsky era una gran Yogî; y que él
había visto muchos fenómenos sorprendentes en presencia de ella.*
(* Los Escritos Esotéricos de T.
Subba Row, The Theosophical Publishing House, Adyar, 1980. Primera Edición
1895, Prefacio del Coronel Olcott, p. xiii)
Pero
posteriormente Subba Row se volvió enemigo de Blavatsky porque él no quería que
ella difundiera a los occidentales el conocimiento que él consideraba reservado
únicamente para los orientales.
Y
es por eso que Subba Row comenzó una campaña para
desprestigiar a Blavatsky ante los miembros de la Sociedad Teosófica en la
India, y esto la propia Blavatsky lo señaló en una carta:
Subba Row le
declaró “de manera muy seria al señor y a la señora Cooper-Oakley, que de aquí
en adelante yo seré un cascarón desierto y abandonado por los Maestros”. Y
cuando le reclamé por eso, él me respondió:
“Has sido
culpable del más terrible de los crímenes. Has divulgado secretos del
Ocultismo—los más sagrados y los más ocultos. Más te valdría que fueses
sacrificada a que dieras aquello que nunca fue pensado para mentes
europeas. La gente tenía demasiada fe en ti. Ya era tiempo de arrojar dudas en
sus mentes.” (Cartas
de H.P. Blavastky a A.P. Sinnett, p.95-96)
Las
mentiras que dijo Subba Row sobre Blavatsky convencieron a muchos
miembros como lo atestigua una carta escrita por Charles Ledbeater quien estaba
seguro que Blavatsky se había convertido en “un cascarón abandonado por los
Maestros”:
« 14 de junio de 1885,
Subba
Row nos relató recientemente más acerca del extraordinario y complejo carácter
de la Señora Blavatsky, al menos de lo que yo había sabido previamente; y nos
muestra claramente qué tonto sería el culparla por lo que en cualquier otro,
sería una carencia de cualidades estructurales comunes.
Estábamos
en lo correcto en creer que la H.P. Blavatsky original, que por naturaleza era
clarividente y que tenía algún conocimiento de ocultismo, desapareció de la
vida de la tierra hace unos veinte años, y que un cierto Adepto que de alguna
manera había fracasado en alcanzar su meta, voluntariamente tomó posesión de su
cuerpo, o fue colocado ahí (en parte como un castigo) a fin de hacer todo lo que
estuviese en su poder para promulgar la verdad a través de ella.
Y
también comprendimos correctamente que cuando este Adepto está ocupado en otros
menesteres, él está frecuentemente ausente de ese cuerpo.
Pero
ahora llego al punto sobre el que estaba completamente equivocado. Yo pensaba
que durante la ausencia de ese Adepto, el cuerpo estaba en un estado similar al
de Margrave en la “Historia Extraña” de Bulwer Lytton, o sea solamente animado
por sus componentes originales inferiores. Pero parece ser que este no es el
caso.
Cuando
ella murió, el cuerpo fue abandonado por todos los componentes usuales, tal
como con los demás, y el habitante actual ha tenido que suplir toda esta
carencia con su propio organismo.
Para
este propósito fueron seleccionados dos Chelas [discípulos] poco versados en
ocultismo, para tomar el lugar del Adepto cuando esto fuese necesario, y como
ningún Adepto o Chela puede entrar en el cuerpo de una mujer durante sus
periodos de enfermedad, en tales momentos el cuerpo ha tenido que ser poseído
por una ignorante vieja tibetana de mal carácter, en lugar del Adepto o de los
Chelas, ya que ella era la única mujer disponible para este propósito.
Parece
ser que cuando uno de los cuatro remplaza al otro, él o ella no tiene ninguna idea
de lo que ha dicho o hecho el predecesor, y es así como se produce una
confusión interminable.
Esto
explica el hecho de que la Señora Blavatsky contradiga tan frecuentemente lo
que acababa de decir apenas unas horas antes. Un extraño acontecimiento que
naturalmente impactó en gran medida en las sospechas de Hodgson.
Y esto
también explica el hecho de que a veces ella sepa menos acerca del ocultismo
que cualquiera de nosotros, mientras que en otros momentos ella hable con el
poder y la autoridad de un Rishi.
Por
muchos meses debido a sus varias enfermedades, solamente la terrible vieja ha
estado habitando ese cuerpo casi todo el tiempo, y todos a su alrededor han
sufrido por su mal carácter.
Sin
embargo los Adeptos aún mantienen su conexión con la esperanza (como ellos
piensan de ser capaces) de completar su promulgación de la ‘doctrina secreta' a
través de ella.
El que
este viejo cuerpo enfermo se mantenga lo suficientemente para este propósito
nadie por el momento puede predecirlo. Desde luego esta verdadera explicación
es inútil para los de afuera. Pero creo que incluso a ellos puedo darles una
explicación de las contradicciones de la Señora Blavatsky sin atribuírselas a
mentiras intencionales por parte de ella, al informarles que ella siendo rusa,
ella tiende a la exageración, unida con una memoria no retentiva y un estilo
exaltado de hablar.
Y
especialmente cuando consideramos que el inglés no es su lengua materna y por
lo tanto que frecuentemente ella hace errores. ¡Pobre vieja dama! su vida ha
sido maravillosa, ¡y quien pude decir lo que vendrá después! »
(El contenido de esta carta fue originalmente publicado por el
profesor C.W. Sellin en la revista alemana Psychische
Studien de enero de 1901, p.24-25. Y posteriormente fue traducida al ingles
y publicada en la revista espiritista londinense Light del 2 de marzo de 1901, p.103.)
El
asunto llegó a tal grado que el maestro Kuthumi tuvo que enviarle una carta al
coronel Olcott el 22 de agosto de 1888, donde le especificaba que ellos, los
Maestros transhimaláyicos, no habían abandonado a Blavatsky:
« Nosotros empleamos agentes —
los mejores disponibles. De estos, durante los pasados treinta años el
principal ha sido la personalidad conocida por el mundo como H.P.B. (pero de
otra manera por nosotros). Sin duda para algunos ella resulta ser imperfecta y
muy incómoda, sin embargo, no existe la posibilidad de que encontremos una
mejor durante muchos años en el futuro — deberías hacer que tus teósofos
entiendan esto.
. . .
Siendo
constante su fidelidad a nuestro trabajo, y habiéndole llegado sus sufrimientos
a través de él, ni yo ni ninguno de mis Hermanos asociados no la abandonaremos
o la suplantaremos. Tal como una vez antes hice la observación, la ingratitud
no está entre nuestros vicios. … Esto se lo debes de decir a todos: ella tiene
todo que ver con los asuntos ocultos. Nosotros no la hemos abandonado, no se la
hemos “dado a los chelas”. Ella es nuestra agente directa. »
(Cartas de los maestros de sabiduría I, N° 19)
Y como
ustedes mismos lo pueden constatar, el maestro Kuthumi dice específicamente en
su carta al referirse de Blavatsky: “No la hemos abandonado, no se la hemos dado a
los chelas”, lo cual es una contestación directa contra las difamaciones maliciosas
lanzadas por Subba Row.
Pero el
coronel Olcott no hizo nada para eliminar esas falsas ideas que Subba Row había
estado esparciendo, lo que demuestra que el propio Olcott también despreciaba a
Blavatsky.
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