En
su libro “Comunidad de la Nueva Era”
Helena Roerich escribió en la sección I, XII,
4:
Nunca hablé de ninguna facilidad para llevar
a la vida al comunismo. No los destructores, sino la virtud mohosa y
convencional es el enemigo. Los destructores conocen la inestabilidad de lo que
destruyen, y el principio de remisión les resulta más fácil.
En
la sección II, IV, 4, escribió:
Ya has visto cómo el comunista recibe la
enseñanza. Ya has visto lo fácil que es hablar con el comunista. Para uno de
ellos somos Mahatmas, para otro eruditos, para un tercero insurgentes, para un
cuarto un comité de revolucionarios, pero la enseñanza misma cubre todas las
esperanzas de los comunistas.
En
la sección II, V, 3, escribió:
El verdadero comunista es flexible, versátil,
rápido para aprender y valiente.
En
la sección II, X, 7, escribió:
El comunismo, apoyado en medios técnicos,
dará un poderoso impulso al conocimiento. … No puede haber un comunismo que
limite su propia conciencia, emulando así el pie femenino de la antigua China.
Y
en la sección II, XII, 12, escribió:
Un comunista debe estar abierto a todas las
nuevas posibilidades.
OBSERVACIONES
Vemos
que Helena Roerich mostró una gran apreciación hacia el comunismo y los
comunistas, sin embargo algunos lectores me objetarán que las palabras “comunismo”
y “comunista” no aparecen en ese libro de Helena Roerich.
Y
el motivo de esto es porque si aparecieron en la primera edición que se publicó
de ese libro. Lo que pasa es que Helena Roerich en la segunda edición cambió esas
palabras por “la nueva conciencia” y “un miembro de la
comunidad”, o de plano las eliminó para así ocultar al publicó occidental (y
capitalista) el elogio que en su libro ella había hecho hacia el comunismo.
¿Y por qué Helena
Roerich hizo eso?
Porque
su marido, Nicolás Roerich, tenía la idea loca de crear un nuevo país en Asia
central y para ello necesitaba el apoyo del Gobierno soviético, y por consiguiente
para granjearse la estima de los dirigentes comunistas, Helena Roerich puso
esas alabanzas hacia el comunismo y los comunistas en su libro.
Pero
como posteriormente los Roerich constataron que el Gobierno ruso no iba a
ayudarlos, los Roerich decidieron cambiar de bando y dirigirse hacia los
Estados Unidos, pero para que su libro no desagradara a su nuevo público,
Helena Roerich eliminó todas las referencias hacia el comunismo y los
comunistas para que de esa manera su enseñanza “espiritual” se adaptara mejor
para su nuevo objetivo.
Y
esto les muestra lo hipócritas que fueron los Roerich, pero también su
maquiavélica capacidad de adaptarse a los requisitos del mercado que ellos
abordaban.
La Unión Soviética, máximo experimento comunista de la Historia, se disolvió en 1991, cien años después de la muerte de Blavatsky.
ResponderBorrarSerá que los maestros de Blavatsky intervinieron en eso?
No lo creo porque los Maestros no se involucran con la política.
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