En las Cartas Mahatma
hay una carta (la carta 10) donde el maestro Kuthumi es muy específico y señala
que Dios no existe, y a continuación les transcribo la parte más relevante de esa carta:
« Ni nuestra filosofía ni nosotros mismos [los Maestros
transhimaláyicos] creemos en un Dios, y menos en uno cuyo nombre necesite de
una D mayúscula. Nuestra filosofía cae dentro de la definición del filósofo
Thomas Hobbes, ya que nuestro conocimiento es preeminentemente el estudio de
los efectos por sus causas y de las causas por sus efectos.
Y puesto que es también la ciencia
de las cosas deducidas del primer principio, tal como Francis Bacon lo define,
entonces antes de que admitiéramos el Dios de los teólogos, no tenemos derecho
ni siquiera a admitir su existencia, sin primero conocerlo.
Y todo tu rechazo sobre mi
afirmación de que Dios no existe se basa en una aseveración aislada efectuada
por nosotros en octubre pasado en donde se te dijo que nuestro conocimiento
concernía principalmente a nuestro sistema solar. Y por lo tanto como
conocedores esotéricos que deseamos continuar siendo merecedores de tal nombre,
no podíamos ni negar ni afirmar con total seguridad la existencia de lo que tú
denominas “un Ser supremo omnipotente e inteligente de alguna clase” más allá
de los limites de nuestro sistema solar.
Pero si bien tal existencia no es
absolutamente imposible, sin embargo a menos de que la ley de uniformidad del
Universo se interrumpa en aquellos límites, nosotros mantenemos que eso es
sumamente improbable.
Sin embargo, nosotros negamos de la
manera más enfática que tengamos una posición de agnosticismo en este sentido y
en lo que atañe al sistema solar, ya que nuestra doctrina afirma o niega pero
no hace compromisos, debido a que nunca ella enseña sino aquello que nosotros
sabemos que es la verdad.
Por consiguiente, como los filósofos
y budistas esotéricos que somos, negamos la existencia de ese Dios que
preconizan las religiones, porque si bien nosotros sabemos que si existen seres
divinos a nivel planetario y más elevados. También sabemos que en nuestro
sistema solar no existe un Dios como lo describen los teólogos, ya sea personal
o impersonal.
El “Dios” que nosotros conocemos, no
es un Dios sino que es la Ley
inmutable y absoluta, mientras que el Dios
personal o impersonal que las religiones preconizan es simplemente el
efecto de Avidya y Maya, o sea de la ignorancia basada en
la ilusión.
La palabra Dios fue originalmente inventada para denominar la causa
desconocida de aquellos efectos que el hombre ha admirado o temido sin
comprenderlos. Y puesto que nosotros afirmamos y somos capaces de probar lo que
afirmamos — es decir, que poseemos el conocimiento de esa causa y causas, por
consiguiente nosotros estamos en posición de asegurar que no hay un Dios o Dioses
detrás de ellas.
La idea de la existencia de un Dios
no es una noción innata sino adquirida, y nosotros solo tenemos una cosa en
común con las teologías, y es que revelamos lo infinito.
Pero mientras que nosotros asignamos
a todos los fenómenos que proceden del infinito e ilimitado espacio, de la
duración y del movimiento, una causa natural, sensible y conocida (al menos
para nosotros). En cambio los teístas les asignan causas sobrenaturales y
desconocidas.
Pero te aseguro que el Dios de los
teólogos es simplemente una entidad imaginaria, y nuestro principal propósito
es enseñar al hombre a practicar la virtud por la virtud misma en vez de
someterse a una iglesia, esperanzado de ser salvado por ella y su Dios.
Nuestro propósito es liberar a los
humanos de esa pesadilla y enseñarles a caminar en la vida confiando en si
mismo, en lugar de apoyarse en una muleta teológica que por innumerables edades
ha sido la causa principal y directa de gran parte de la miseria humana. »
(CM 10, p.52-53)
Esto se opone completamente con lo
que Helena Roerich estuvo enseñando en sus libros donde ella habla de Dios de
la misma manera como lo hacen las religiones.
¿Y cómo Helena
Roerich lidió con esta contradicción?
En su carta escrita el 12 de
septiembre de 1934 para un corresponsal, ella le dio la siguiente explicación:
« ¿Y
usted asume que el autor de la 'Carta sobre Dios' [o sea el maestro Kuthumi] quedaría
perplejo si supiera que en el nombre de este 'tirano celestial' el venerable
Sergio [santo de la Iglesia ortodoxa rusa] logró sus actos heroicos
perdurables?
Le
respondo con un párrafo de mi libro Corazón:
“Eviten las disputas sin recurso. Por ejemplo
me estuve preguntando por la reciente controversia entre los seguidores del
Agni Yoga sobre Juana de Arco, San Sergio de Radonezh y Moisés, donde cada uno
afirmaba que su ideal no estaba de acuerdo con el otro. Mientras tanto, y yo conociendo
la verdad, es lamentable escuchar estas invenciones que son obras para la
separación.”
Tal
vez estas palabras no sean claras para usted y por eso a continuación se lo
explico: podemos y debemos seleccionar un Ideal Superior al cual abrir nuestro
corazón, pero al escogerlo no tenemos derecho a condenar otras imágenes, porque
en verdad Él puede ser el mismo. Las grandes apariciones han tenido muchos
aspectos y nombres.
¿Sabe qué grandes
imágenes están escritas en el libro de la vida del Mahatma más antiguo?
En
verdad, sólo el Maestro de más categoría entre ellos sabe la verdad; por lo
tanto y en nuestra ignorancia, ¡cuidado con la blasfemia!
Ahora,
si con precaución y mente abierta usted lee la 'Carta sobre Dios' verá que el
Mahatma niega y habla sólo contra una representación humana y blasfema del Dios
personal, cruel e injusto que castiga con eterna condenación a todo hereje y
justificando todas las atrocidades cometidas para su Gloria por el dogma de la
iglesia y quien, propiciado por el sacrificio de su Hijo, admite en su Reino
Celestial sólo a aquéllos que creen en este sacrificio. »
OBSERVACIONES
Esto
que afirma Helena Roerich de que el maestro Kuthumi negó y habló solamente
contra una representación humana y blasfema del Dios personal, eso es mentira porque
claramente como se los demostré arriba poniéndoles un extracto de esa carta, el
maestro Kuthumi precisó que ellos (los maestros transhimaláyicos) aseguran que no solamente es
falsa la idea teológica acerca del Dios omnipotente que preconizan la mayoría
de las religiones, sino que además él aseguró que tal Dios, ya sea personal o impersonal, no existe.
Y
en vez de confrontarse a esa dura explicación que dio el maestro Kuthumi,
Helena Roerich prefirió llenar su respuesta con un montón de presunciones, advertencias y retóricas para
tratar de ocultar que lo que ella estaba enseñando era opuesto a lo que
enseñaron los Maestros de Shambala.
Y también es falso cuando Helena Roerich busca
esquivar el asunto diciendo que no hay que condenar los otros puntos de vista
(o sea los religiosos) y que sólo el Maestro de más categoría sabe la verdad,
porque en esa misma carta el maestro Kuthumi especificó que:
“Nuestra
doctrina afirma o niega pero no hace compromisos debido a que nunca ella enseña
sino aquello que nosotros sabemos que es la verdad.”
CONCLUSIÓN
Todo esto muestra que en realidad Helena Roerich no
estuvo en comunicación ni con el maestro Morya ni con ninguno de los otros
miembros de esa Fraternidad oculta.
Y al buscar manipular las explicaciones que dio el
maestro Kuthumi, Helena
Roerich mostró una gran falta de ética contradiciendo con su actitud también el
nombre que le puso a su enseñanza (“Ética Viviente”) y mostrando que a ella lo
que realmente le interesaba era tener a un gran grupo de seguidores en vez de
transmitir la verdadera enseñanza de los Maestros de Sabiduría.
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