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¿CÓMO AYUDAR AL MORIBUNDO?



Cuando le preguntaron al Maestro Pastor:

¿Cómo ayudar eficazmente a una persona que está muriendo? Seguido hay lucha entre las células que desean continuar una vida autónoma y el alma que aspira a la liberación. ¿Nos puede dar una orientación clara sobre ese proceso que parece a menudo dificultado por los métodos de la medicina moderna?

A lo cual respondió:

Es cierto que morir en la actualidad, si uno está en manos de la medicina, se convierte en una verdadera prueba para el alma que busca liberarse de su cuerpo físico. Y esto no es una crítica en contra de la medicina. Ella también tiene un conocimiento que adquirir. Culpabilizar a alguien no sirve de nada. Se le debe dar los medios para avanzar y comprender. Entonces,

¿Cómo ayudar a alguien que ya debe partir?

La transición de la conciencia estará en exacta correspondencia con la naturaleza espiritual de la persona, según sus apegos o desprendimientos.

¿Qué se puede hacer para ayudar a alguien a realizar una salida exitosa?

Si en su naturaleza se encuentra ávidamente apegado a todo lo que posee, apegado a los disfrutes de la vida a un nivel físico, o sea a los placeres. Podrán traerle filas de sacerdotes de todas las iglesias y escuelas esotéricas, el alma no correrá con mejor suerte.

Además, lo ideal sería que el entorno fuera armonioso, desafortunadamente la mayor parte del tiempo, la familia se encuentra en una crisis de llanto y depresión que si bien es comprensible, deben saber que esos pensamientos y emociones hacen que sea muy traumatizante el desprendimiento del alma.

(Estos sentimientos de tristeza vuelven la vibración sutil alrededor muy pesada. Ustedes sienten muy bien la diferencia cuando se encuentran en un lugar deprimente y en un lugar alegre. La conciencia de la persona que está falleciendo estando cada vez menos fijada en los sentidos físicos y cada vez más en los sentidos sutiles, va a sentir esa vibración veinte veces más fuerte.

He escuchado de parte de clarividentes que es como si se estuviera adentro de una substancia muy densa, viscosa y repugnante de la cual el alma no se puede liberar porque los llantos y deseo que no se vaya son como lianas que la amarran impidiéndola salir. Y esta situación puede durar varias horas o incluso días, sofocando y agotando el alma.)

Entonces, cada vez que les parezca que alguien en su entorno está por fallecer, y si esa persona es incapaz de admitir lo espiritual, de admitir la concentración y la meditación. Lo mejor que pueden hacer es meditar por ella en el momento preciso en que está muriendo, para enviarle energías. Hacen de hecho lo que los sacerdotes en antiguos tiempos practicaban.

Antes, cuando alguien estaba muriendo, llamaban al sacerdote. El sacerdote llegaba, recogía la confesión y daba la absolución, que es el acto vibratorio por excelencia. No se trataba como ahora lo manejan de borrar los pecados que el individuo había cometido durante su vida para que así pudiera ir al paraíso.


(Como muchos de los actos religiosos, originalmente los sabios fundadores que tenían conocimiento esotérico, los hicieron por una razón oculta que con el tiempo se fue olvidando y alterando. Ver: el aspecto secreto de la confesión religiosa)

En realidad la absolución da una aportación vibratoria que permite a la persona despegarse del plano profano, es decir de no quedarse en el plano astral al momento de morir. El astral (el Kama-Loka) donde justamente muchos profanos permanecen después de su muerte y donde a veces requieren años para poder liberarse de sus apegos y poder partir a planos más elevados de conciencia.

Así que cuando ustedes conocen a alguien que no es espiritual y que está agonizando, el primer reflejo es meditar para él, si no saben meditar, recen por él y por medio de la visualización envíenle directamente de la energía adentro de él, para reemplazar al sacerdote que su sociedad ya no acepta en la actualidad.

(Conferencias del 21-06-86 y 15-05-88)


Y en las cartas donde abordó este tema, el Maestro Kuthumi explicó que hay que hablar muy suave cuando nos encontramos al lado de una persona que acaba de fallecer (y no ponerse a gritar o explotar en llantos como a veces suele suceder) porque aunque la persona parezca que ya murió, en su interior su alma está haciendo un enorme trabajo de recapitulación antes de partir y esos ruidos pueden perturbarla:


« Ningún hombre muere loco o inconsciente (como lo afirman algunos fisiólogos). Incluso un loco o alguien que se encuentre en un ataque de delirio tendrán su instante de perfecta lucidez en el momento de la muerte, aunque el individuo sea incapaz de decírselo a aquellos que estén presentes.

El hombre puede muy frecuentemente parecer ya muerto. Sin embargo, desde la última pulsación entre el último latido de su corazón y el momento cuando la última chispa de calor deja el cuerpo, el cerebro piensa y la persona revive toda su vida en esos pocos segundos.

Y es por eso que el sabio recomienda:

Habla en susurros cuando asistas a un lecho de muerte. Y especialmente te tienes que mantener calmado justo después de que la muerte haya puesto su viscosa mano sobre el cuerpo del difunto. Habla en susurros te digo, no sea que disturbes las tranquilas ondas de los pensamientos del recién fallecido y obstaculices el bullicioso trabajo del Pasado proyectándose sobre su reflejo en el Velo del Futuro. »
(Carta Mahatma Nº 23B, p. 170-171)



Ver también:

¿CÓMO AYUDAR A LOS DIFUNTOS?



Sobre este tema el Maestro Pastor aconsejó lo siguiente:

« Cuando la persona está muriendo, si esta no se encuentra espiritualmente preparada, poco se puede hacer para ayudarla porque mientras que tenga un segundo de conciencia objetiva, sentirá un inmenso miedo que dificultará cualquier trabajo energético que se le quiera brindar. En cambio, le pueden ser de gran ayuda cuando haya definitivamente pasado al otro lado.

¿Cómo?

Primero, deshaciéndose del cadáver de manera radical por el fuego, ya que el fuego tiene la facultad de purificar y por consiguiente la incineración va a permitir que gran parte de los apegos y oscuridades que tiene la persona se disuelvan.

(Lo idóneo según la teosofía es después de tres días del fallecimientoy según el budismo, lo idóneo es no tocar el cuerpo hasta después de siete días, pero si hay que hacerlo antes, ni modo.)

Y luego trabajando con una foto, un retrato o algo que le haya pertenecido al difunto. Piensen en traer flores, prender una veladora y poner música durante un ciclo de siete días. Esto en varias tradiciones ya se hace, pero sin saber las razones.

Y las razones es que las emanaciones proviniendo de la flor, de la llama y del sonido van a servir de alimento vibratorio para el difunto. La flor en un nivel sutil, emite una vibración de plenitud. Y es por eso que cuando se quiere llamar a los ángeles, es bueno estar en un lugar con flores, o en todo caso donde la naturaleza es reina, y si no se puede, entonces crear un ambiente similar rodeándose de flores.

La emanación de la flor es una emanación de plenitud. La llama es purificadora, quema la memoria astral. Y la música, el sonido, es una frecuencia que penetra varios planos sutiles, a partir del físico, pasando por el etérico, el astral e incluso más allá, ya que atrae incluso a los ángeles.

El sonido, la música no tienen límites en su viaje. Es como la luz de hecho. La luz viaja por todo el universo. Pues bien, el sonido hace lo mismo debido a que es la única energía que no necesita de otra energía para perpetuarse, a causa que el sonido es una energía pura.

Y a partir del momento en que esa energía es activada, tiene una inmortalidad. Es lo mismo para el pensamiento. El pensamiento es un sonido, y es por eso que existe toda una magia alrededor del pensamiento. Entonces el sonido, al mismo tiempo que calma, también alimenta el alma con elevadas vibraciones. Pero no estoy hablando de poner el último éxito a la moda para alimentar el alma del fallecido, aunque se trate de su grupo favorito.

Hay autores que han sido compositores especialmente inspirados por aquellos que precisamente manipulan el sonido, porque es la base de su energía. Me refiero a los ángeles. Debido a que como ya lo expliqué, los ángeles son en el reino espiritual: la inteligencia activa. Ahora bien, la inteligencia activa es el verbo. Y el verbo es el sonido. Y en el plano terrenal, es la música y el habla.

(Para dar un ejemplo, varias veces escuché que el primer movimiento de la Sexta Sinfonía de Beethoven “La Pastoral” es muy propicio, pero siéntanse libres de utilizar otra melodía. Lo importante es que armonice y eleve la vibración.)



Por consiguiente, la música va a traer esas altas vibraciones sobre el alma que comenzarán a elevarla poco a poco hacia esferas de más en más sutiles. Y si la persona beneficia de un guía personal, eso va a facilitarle esa la labor. Y si la persona todavía forma parte de la masa, va a ser guiada como en los andenes del metro. Va a ser dirigida simplemente por la ley, o sea por la vibración. (Ver ¿Tiene cada humano su ángel?)

Y puesto que usualmente la persona va a ser dirigida por la ley (debido a que la mayoría de los humanos no están todavía en el sendero), es muy importante darle un servicio al momento en que fallece, porque no se sabe realmente cuál es la envergadura espiritual de la persona que muere.

Para quienes tienen un guía personal no necesitan preocuparse por ello, pero para los otros, pidan a la iglesia que le hagan lo que usualmente hace en esos casos. Y si no es posible, háganlo ustedes mismos, ya que en eso la iglesia tiene razón.

Qué más podemos decir al respecto, sino que deberían pensar un poco más en los difuntos, sin caer en la exageración de esos movimientos que rinden culto a los muertos, pero por ejemplo ustedes podrían en ciertas fechas astrológicas que dan una abertura en el Más allá, ofrecerles flores, luz y música para que se alimenten y para que entiendan lo que están haciendo en el otro mundo, o sea aprendiendo.

O si están todavía en un estado de sueño, para que su sueño sea lo más suave, dado que el difunto sueña todo el tiempo de lo que vivió en la Tierra, y de esta manera el sueño será más agradable»

(Conferencia del 21.06.86)




¿FUNCIONA LA CRIOGENIZACIÓN PARA EVITAR MORIR?



La criogenización o criónica es una práctica que consiste en congelar a muy bajas temperaturas a humanos o animales que tienen enfermedades actualmente incurables, para preservar sus cuerpos, con la expectativa que en el futuro con los avances de la ciencia (particularmente en la nanotecnología molecular) se puedan reanimar y curar.

La criónica es controversial porque depende en gran medida de una tecnología futura que no es segura que pueda ser desarrollada. Los crionicistas se muestran relativamente optimistas debido al éxito actual de la criopreservación que es una técnica que permite preservar células, tejidos o embriones congelándolos a muy bajas temperaturas (generalmente entre -80ºC y -196ºC punto de ebullición del nitrógeno líquido). A esas temperaturas, cualquier actividad biológica, incluidas las reacciones bioquímicas que producirían la muerte de una célula, quedan detenidas permitiendo mantener la célula en condiciones de vida suspendida por mucho tiempo.


ARGUMENTOS CIENTÍFICOS EN CONTRA

El primer problema es que al congelarse el agua que constituye la mayor parte de los organismos vivos, forma cristales de hielo que producen daños en las células y en las estructuras celulares haciendo imposible con la tecnología actual cualquier reparación. Es como si el cuerpo recibiera millones y millones de minúsculas cuchilladas por dentro.

La criopreservación ha logrado solucionar ese problema deshidratando la célula y sustituyendo el agua con crioprotectores o criopreservantes para mantener el equilibrio osmótico, haciendo que la célula se vitrifique en vez de congelarse. El problema es que llevar a cabo la misma solución en todo un cuerpo humano que está compuesto por cerca de 100 millones de millones de células es algo que todavía está fuera del alcance de la medicina.

El segundo problema es que aunque se evite la formación de cristales, habrá que hacer en el cuerpo descongelado un gigantesco trabajo de reparación de los daños producidos por la falta de oxígeno, la toxicidad de los crioprotectores, la tensión térmica (fracturas) y la congelación de tejidos que no se hayan vitrificado satisfactoriamente, haciendo necesaria en muchos casos una regeneración exhaustiva de los tejidos. Aquí es donde los crionicistas esperan que futuros avances en la nanomedicina permitan realizar lo que actualmente parece ciencia ficción.


El tercer problema es que hasta ahora la ciencia no sabe como resucitar a una persona que está muerta. Actualmente la medicina ya dispone de la tecnología para mantener funcionando artificialmente un cuerpo, pero es incapaz de despertar una persona en coma. O sea que aun suponiendo que se pudiera regenerar completamente el cuerpo crionizado, no se sabe como resucitar a la persona.


ARGUMENTOS ESOTÉRICOS EN CONTRA

El esoterismo considera que la criónica tiene un enfoque incorrecto. Ella se basa en la premisa que la memoria, la personalidad y la identidad se encuentran almacenadas en la estructura y la química cerebrales. De ahí la idea que si se logra reanimar el cuerpo, la conciencia regresará.

(Incluso en un enfoque más radical, algunos crionicistas sugieren que si no se puede preservar todo el cuerpo por criogenización, al menos se debería preservar el cerebro para que en el futuro, cuando se disponga de la tecnología adecuada, se pueda escanear los contenidos de la memoria y la identidad personal. Y así transferir dicha información a otro medio, ya sea a otro cuerpo o a una supercomputadora.)

El esoterismo enseña que el alma humana (el ser pensante y emocional) NO se encuentra en el cerebro, sino que es una entidad sutil. Como tal, no puede interactuar en el plano físico sin un vehículo material y ese es su cuerpo físico, pero para poder dirigir ese vehículo necesita de un intermediario que es el cerebro. Es como si la persona viajara en una nave tan complicada que para maniobrarla necesitara de un ordenador para asistirla. Y es cierto que en el cerebro se almacena la memoria, pero al momento de morir, el cerebro agonizante desaloja la memoria con un fuerte impulso supremo hacia el alma. (Esto lo detallo en ¿es cierto que al morir, uno ve toda su vida pasar?)

Por otro lado, cuando las almas reencarnan en la Tierra, se le asigna un periodo determinado de vida física, antes de que puedan regresar al mundo sutil. Dado que actualmente por ley, sólo se puede crionizar a humanos después de que se produzca la muerte legal. Aunque se lograra reanimar el cuerpo en el futuro, el alma ya no lo habitaría porque ya se habría ido. Así es que la idea de preservar los cuerpos durante siglos, incluso milenios, esperando posteriormente volver a despertar en ellos NO funcionará.


¿PODRÍA LA PERSONA RESUCITAR SI TODAVÍA NO LE HABÍA LLEGADO LA HORA DE PARTIR?

Imaginemos un contexto donde se permitiera crionizar antes de morir, por ejemplo para los viajes espaciales. Supongamos que la persona es crionizada a los 20 años y luego descrionizada a los 40. Cuando nació, se le habían asignado 70 años de vida, o sea que todavía le quedan 30 años antes de que su alma se pueda liberar de su materia y pueda regresar al mundo sutil.

Sería un poco como cuando las personas caen en un profundo coma para despertar varios años después. El detalle es que el cuerpo físico no puede vivir por sí solo. Necesita de un cuerpo sutil que se le conoce como cuerpo energético, cuerpo etérico o cuerpo de vitalidad, que como su nombre lo indica es quien aporta el prana, una energía sutil, todavía no aceptada por la ciencia occidental, aunque ampliamente mencionada en la sabiduría oriental.


Sin el prana, las células ya no efectuarían los procesos bioquímicos y simplemente morirían. En el caso de la persona en coma, vemos que el cuerpo energético sigue funcionando, pero en el caso de una criogenización no sabría decirles. Desde mi punto de vista no lo creo, porque cuando el cuerpo físico tiene una herida fatal, el cuerpo energético al poco tiempo se desintegra y aquí en la criogenización, al final de cuentas el cuerpo físico dejó de funcionar. No se desintegra porque el frío se lo impide, pero ya no tiene una actividad contrario a la persona en coma.

(Sospecho que los microorganismos después de la criopreservación sí pueden ser reanimados porque ellos no tienen un cuerpo energético propio, sino que están directamente conectados con la red energética del planeta)


¿PODRÍA OTRA ENTIDAD OCUPAR EL CUERPO CRIONIZADO DESPUÉS DE SER REANIMADO?

Es posible que una persona tome el cuerpo de otro humano. Por ejemplo:

« En ciertos raros casos cuando los Adeptos [Maestros], a fin de acelerar el desarrollo de un chela [un discípulo], al momento de su muerte, lo ayudan a pasar a otro cuerpo joven que en ese instante esté perdiendo su propio ocupante, pero que no esté tan enfermo como para evitar la plena recuperación de la salud, después de la llegada de la nueva vitalidad. » (William Judge, Ecos del Oriente, vol 2, p433)

Así es que en teoría, si se lograra regenerar el cuerpo crionizado, “tal vez” (y preciso tal vez) podría servir para ser habitado por una nueva alma, pero esos casos de transferencia son casos muy excepcionales, donde se requiere la asistencia de un Iniciado ya muy avanzado. Algo que está fuera del contexto normal y en la práctica habrá mejores opciones que un cuerpo descongelado...


(...a menos que fuera un maestro bromista; bromeo)


La tendencia a aferrarse a la vida física se debe en gran medida porque no se conoce otra forma de vida, sin embargo los Maestros que se encuentran más avanzados en la evolución, nos explican que la vida física es solo una etapa, una etapa muy importante y necesaria, pero solo una etapa para poder acceder a la verdadera vida cósmica, la cual se desarrolla en planos más avanzados de consciencia. (Lo explico en ¿por qué venimos a la tierra?)


Nota: no confundan la criogenización con la hibernación en donde un ser reduce drásticamente su actividad metabólica permitiendo que el organismo conserve mayor tiempo sus reservas de energía.

¿QUÉ LE SUCEDE A LA CONCIENCIA DESPUÉS DE MORIR?



Pregunta: se dice que la vida después de la muerte ocurre en una primera etapa en el plano astral (el Kama-Loka) y después en el plano mental (el Devachan). Quisiéramos saber, ¿si todas las personas sin excepción son conscientes en el plano mental después de la muerte?

Para responder a la pregunta, yo diría que ustedes mueren de la manera como han vivido. Es decir que si han vivido durante su estancia en la Tierra sin conciencia, entonces tendrán una existencia después de la muerte también sin conciencia. En cambio, si se esforzaron por despertar su conciencia espiritual, si fueron discípulos activos, entonces cuando dejen su materia, automáticamente van a guardar esa adquisición y en el otro mundo van a poder desarrollar las áreas de conciencia obtenidas gracias a las experiencias vividas en la materia.

No se puede decir ¿qué es la muerte?  Porque en realidad cuando se coloca uno en la visión de los grandes guías, en la visión de la verdad que trasciende todo. No hay diferencia entre el estado que otorga la vida física y el estado que otorga lo que los hombres llaman muerte. La única diferencia es que un día tienen una vestimenta (el cuerpo físico) y al día siguiente ya no la tienen, pero la conciencia sigue siendo exactamente la misma, exactamente en simbiosis con lo que ella era antes durante su experiencia en la materia.

Así que en realidad no hay un estado de conciencia antes de la vida, un estado de conciencia durante la vida y un estado de conciencia después de la vida (o sea en la muerte). Toda la conciencia es exactamente la misma desde el principio hasta el final. Y no solamente de su pasaje a la materia y de su partida (o sea vida y muerte) sino además, desde su momento de exteriorización, desde su primera encarnación hasta la última.

Esto me recuerda lo que dice el Ángel en el libro
La Respuesta del Ángel:

« La gran pregunta – la muerte – no es más que vibración, ya que entre el nacimiento y la muerte, un velo les oculta la realidad.
Nacimiento y muerte no son más que vibraciones.
La vida no es dada por piedad, la vida es eterna, pero debido a ese velo, sus ojos no lo perciben.
Si elevaran vuestra vista más arriba, verían que numerosas vidas eso es imposible. La Vida es Una, Indivisible, Eterna. » 
(Conversación 79)


¿CUÁL ES LA ÚNICA DIFERENCIA?

Es que la nota de auto-conciencia no necesariamente ha recuperado todas sus sonoridades (y para eso es la evolución). Así, cuando el ser humano que es Unidad y que ya tiene todo en él, aunque sin saberlo, cuando pasa en la materia y a través de todas sus reencarnaciones, simplemente está redescubriendo el saber y el poder que ya posee, sólo que en estado latente (ver rondas: desarrollo del hombre).

Es por eso que no se puede decir que el hombre muera, o que el hombre tiene una conciencia diferente durante su vida y durante su muerte, ya que es exactamente la misma conciencia, sólo que encontrándose al nivel de iniciación que ha adquirido.

E incluso si uno no cree en la muerte y que uno se dice que es simplemente el pasaje del mundo material al mundo espiritual, incluso eso es falso. Porque la muerte ni siquiera es un pasaje. Simplemente hay un momento en que uno lleva un traje de materia y un momento en que uno se lo quita. La muerte no es un pasaje porque en realidad ese pasaje existe también en cualquier momento de la vida.

(Ese pasaje de la consciencia que se efectúa después de morir del plano físico al plano mental, también se puede efectuar cuando dormimos, sólo que debido a que no tenemos todavía el desarrollo suficiente, cuando regresamos a nuestro cuerpo físico, no nos acordamos de haberlo experimentado, ver los sueños explicados esotéricamente. [Luego lo pongo]

Con el entrenamiento requerido se puede hacer de manera consciente, aunque aún así se requiere dejar el cuerpo físico reposando, ver método para acceder a planos superiores de la tierra. Y uno de los objetivos de la evolución cósmica es de ser capaces de estar conscientes al mismo tiempo en diferentes planos vibratorios, desarrollando cada vez más la omnipresencia. Y es así que los Maestros pueden estar conscientes en el plano mental, aún estando despiertos en el plano físico.)

Si ustedes creen en un pasaje, no les quiero quitar la imagen, piensen también que vinieron a la vida física por ese mismo pasaje, pero les digo que no existe tal pasaje. Es el hombre que en su evolución toma un guante y lo deja, y en la siguiente reencarnación toma otro guante y también lo vuelve a dejar.

(La razón de por qué, para evolucionar, se requiere reencarnar en el plano físico la explicaré en ¿por qué venimos a la tierra?)

Por lo tanto, el miedo es simplemente un fenómeno psicológico, y de hecho ese miedo será tratado en el futuro como un problema psiquiátrico, ya que se verá más adelante que muchos de los comportamientos psico-afectivos son en realidad profundos y graves problemas psiquiátricos que habrá que curar. Por consiguiente, se reconsiderará la definición que se le da a la coherencia y a la locura. Se elevará un poco más el estándar de lo que se considera que es la sensatez y se constatará que finalmente, en la Tierra, en el pasado, había muchas más personas enajenadas de lo que se piensa actualmente.


¿Ahora bien, lo que sería interesante saber, es cómo evitar estar demasiado tiempo en ese pasaje entre dos mundos?

Todo el mundo lo experimenta de todas maneras. Requiere mínimo de tres días para todos los discípulos, para todos los iniciados y después de esos tres días se puede, ya sea regresar a la materia como lo demostró Jesús, ya sea partir hacia el mundo divino como lo hicieron otros iniciados después de su muerte.

Lo que se requiere por consiguiente, es saber ¿cómo acelerar ese estado intermedio?  Para así poder seguir actuando, ya sea en el plano terrestre y permanecer cerca de los hombres (aunque ya no se tenga una envoltura física), ya sea en el plano divino colaborando de manera activa con la jerarquía que guía el desarrollo de la humanidad.

¿Qué debe hacer el discípulo durante la transición al morir para que pueda ser útil muy rápidamente sin tener que esperar?

Esperar tres días no parece mucho. Y de hecho tres días es nada comparado con el tiempo que se pasa en el plano divino antes de volver a reencarnar. Pero esos tres días son muy importantes porque en ocasiones durante la espera, a veces se producen pérdidas de energía enormes. Lo que hace que el discípulo, para poder recuperar sus capacidades, debe de volver a su fuente iniciática, o sea ahí donde se encuentra su correspondencia vibratoria, sus hermanos, su guía espiritual. Y debe de ser reforzado, en cierta forma renovado. Por lo tanto tiene que renacer en ese plano sutil.

Y del mismo modo que tuvo que nacer en el plano físico, se ve de nuevo obligado también a renacer en el plano espiritual (lo que les sucede a la mayoría de los humanos comunes), y al igual que en la reencarnación, el alma requiere de nuevo de educación, de adaptación, de fortalecimiento, etc.

Por consiguiente, lo mejor es poder pasar en plena consciencia al mundo divino, con la adquisición total de sus energías. Y eso sólo lo pueden hacer aquellos que han meditado largamente, o sea que han practicado ampliamente la ciencia de la concentración.

(Maestro Pastor, 15-05-88)

(La técnica para entrar en la plena conciencia en el plano mental la doy en método para mantener la conciencia después de la muerte)




OBSERVACIÓN

La primera vez que leí lo que dice Pastor sobre lo que pasa después de la muerte, pensé que se contradecía con lo que enseñan los Mahatmas, ya que mientras que Pastor dice:

« No hay diferencia entre el estado que otorga la vida física y el estado que otorga lo que los hombres llaman muerte. La única diferencia es que un día tienen una vestimenta (el cuerpo físico) y al día siguiente ya no la tienen, pero la conciencia sigue siendo exactamente la misma. »

El Maestro Kuthumi dice:

« Toda persona recientemente desencarnada, ya sea que haya muerto de muerte natural o violenta, por suicidio o accidente, mentalmente cuerda o loca, joven o vieja, buena, mala o indiferente, al instante de la muerte pierde todo recuerdo, es mentalmente aniquilada [cae en inconsciencia], ella duerme su sueño Akasico en el Kama-Loka [“el plano astral”].

Este estado dura desde unas pocas horas (rara vez menos), días, semanas, meses y a veces hasta varios años. Todo esto de acuerdo a la entidad, a su nivel mental al momento de morir, al carácter de su muerte, etc. Esa remembranza [recuerdo consciente de la vida que tuvo en la Tierra] regresará lenta y gradualmente hacia el final del estado de gestación … al momento de su entrada en Devachan [“el plano mental”]. »
(Carta Mahatma 24B, p186-187)

Pero estudiando más profundamente el tema, comprendí que en realidad hablan de lo mismo, sólo que a niveles diferentes de desarrollo, ya que el humano común (aquel que vivió sin conciencia espiritual durante su vida terrestre):

-        se queda mucho tiempo atascado en el Kama-Loka a causa de sus apegos, lo que le ocasiona fuertes pérdidas energéticas, y
-        debido a su falta de evolución es incapaz de mantenerse “despierto” en los elevados niveles vibratorios en los que vibra la substancia que compone el Devachan, provocando por consiguiente que se la pase dormido y soñando durante su estancia en esa región sutil.

Sin embargo, a medida que evoluciona, su estancia en el Kama-Loka va a ser cada vez más corta y su conciencia se mantendrá despierta en planos de existencia cada vez más elevados, haciendo que esas interrupciones de conciencia vayan disminuyendo hasta cesar. Entonces, su conciencia será continua tanto al dormir como después de morir.


Ver también:

MÉTODO PARA MANTENER LA CONCIENCIA DESPUÉS DE LA MUERTE



Cuando las personas mueren, pasan por una zona intermedia (conocida como el Kama-Loka) antes de entrar en el mundo divino. Al respecto el Mahatma Kuthumi dice:

« Cuando el hombre muere, su mental (o sea su quinto principio) se hace inconsciente y pierde toda rememoración de las cosas internas al igual que externas. Ya sea que su estancia en el Kama-Loka [la región intermedia entre el “Cielo” y la Tierra] tenga que durar solo unos pocos momentos, horas, días, semanas, meses o años; ya sea que haya muerto de muerte natural o violenta; ya sea que haya ocurrido en su juventud o en su vejez; y ya sea que el Ego [el individuo] haya sido bueno, malo o indiferente. Su consciencia lo abandona tan súbitamente como la llama abandona el pabilo cuando se apaga.
. . .
Al morir, aquellos que saben que están muertos en sus cuerpos físicos [o sea que se mantienen conscientes] solamente pueden ser o adeptos o hechiceros, y estos dos casos son las excepciones principales a la regla general. »
(Carta Mahatma 20C, p128)

La conciencia vuelve gradualmente a medida que la persona ingresa al plano mental. Sin embargo, ese pasaje intermedio es muy importante porque puede producir grandes pérdidas de energía. Lo que hace que el discípulo, para recuperar sus capacidades, deba volver a su fuente iniciática, o sea al lugar donde se encuentra su correspondencia vibratoria, sus hermanos, su guía espiritual. Y ahí, el discípulo debe de ser reforzado, en cierta forma renovado, por lo tanto tiene que renacer en ese plano sutil.

Y del mismo modo que tuvo que nacer en el plano físico, se ve obligado a renacer también en el plano espiritual, el cual al igual que la reencarnación, requiere de nuevo de educación, de adaptación, de fortalecimiento, etc.

¿Cómo hacer entonces para pasar rápido por ese mundo intermedio, para evitar ese renacimiento y así entrar en plena conciencia al mundo espiritual?

Para morir con la adquisición total de sus energías, se requiere morir meditando. Es decir que al momento en que sienten que van a morir (y todo el mundo sabe exactamente cuándo ese momento ha llegado) se necesita sólo de tres segundos para alinearse con su alma y partir en plena conciencia. Es por ello que este procedimiento no puede hacerse que por aquellos que han largamente meditado, o sea que han ampliamente practicado la ciencia de la concentración.

La concentración es algo que puede ser tan rápido como el relámpago. No hay necesidad de empezar por lavarse las manos, arreglarse el pelo, encender una vela, aflojarse el cinturón, sentarse cómodamente, contar hasta diez y luego esperar a que el vacio se haga en su cabeza. No, ya que la concentración es algo que se puede lograr de inmediato y que debe de tener lugar instantáneamente, de lo contrario no es de la concentración, es de la divagación.

Al divagar, el hombre dispersa sus energías y al dispersarlas, se produce un adormecimiento, entonces la mente disminuye su actividad por falta de energía.

Visto del exterior, parece que la persona medita, incluso ella cree estar en un estado muy favorable para meditar, pero eso NO es un estado de meditación, un estado de consciencia, ni un estado de concentración. Eso es simplemente un estado de dispersión en el cual las energías se han caído y ya no alimentan más a la mente o a las emociones.

Ese estado es parecido al estado de trance. Ahora bien, el trance jamás ha llevado a un estado de conciencia o de meditación. El trance lleva al trance, abre las puertas sobre el astral y el astral abre las puertas a entidades nefastas. Entonces todas las personas que practican meditación, pero de esa manera, o sea: dejándose ir, abandonándose, dejándose poco a poco dormir, esas personas en realidad están poniéndose en riesgo de abrir sus cuerpos astrales a entidades astrales y de ser parasitados o de ser vampirizados de su energía.


La concentración por lo tanto es algo dinámico, no es para nada un estado de inactividad. Cierto, primero hay que despejar nuestro interior de pensamientos y emociones, pero la conciencia permanece activa, despierta. Y esto debido a que la meditación es una VOLUNTAD. Y la razón es porque el fuego que se activa durante la verdadera meditación es el fuego de la kundalini, no hay que olvidarlo. Y la kundalini es el rayo Uno del Universo, es el Poder.

Así que la autentica meditación es un acto de poder, no es “vengan a mí las margaritas”. Requiere alinearse con el alma, concentrarse, querer meditar y en ese momento, ser la Voluntad.

Y aquel que no conoce lo que es la Voluntad (aunque sea una pequeña presunción de lo que es la voluntad) no puede meditar. Y no estoy hablando de la voluntad que se puede relacionar con la tenacidad, o sea a esa voluntad que es típica en el hombre cuando dice:

   -  “Yo quiero tal cosa y persistiré hasta que lo logre.”

La Voluntad no es eso. La Voluntad es el Poder, es la capacidad, como ello es demostrado en la vida del Universo, de conocer una ley que rige al Universo y de sostener esa ley, porque el rayo Uno es la Ley.

¿Entonces, qué debe de hacer el discípulo cuando viene la muerte para que pueda mantenerse consciente sin tener que esperar?

Si sienten que llegó ese momento. Y no importa en qué circunstancia se encuentren, ya sea que estén conduciendo o simplemente en la cama. Concéntrese de inmediato, aunque sólo sean tres segundos. Les digo, funciona muy bien. Concéntrense, alinéense con su alma y digan con toda su voluntad:

« Yo Soy Eso, Soy el Espíritu, Soy el Alma »

Y verán que al momento del pasaje, les parecerá que no están muriendo, sino simplemente se deshacen de una envoltura que es el cuerpo. Y automáticamente, en la zona de conciencia superior que van a descubrir, su guía estará ahí y les dará de inmediato trabajo por hacer (si es que quieren laborar para ayudar a los demás y con ello generarse mucho karma positivo).

¿Qué tipo de trabajo?

Por ejemplo, ayudando en la elaboración de un mundo mejor, participando a la construcción de nuevos métodos de curación, a la construcción de nuevos edificios para inspirar a los arquitectos, inspirando esto o inspirando aquello, o trabajando en transformaciones energéticas. Y es que el trabajo no falta.

(Maestro Pastor, 15-05-88)


(Nota: “Yo Soy Eso” es la traducción del mantra sánscrito सो हम् que se pronuncia “So-Ham”.)