LEADBEATER TODA SU
VIDA ESTUVO INTERESADO EN LOS JÓVENES BARONES
De
joven, cuando era un sacerdote anglicano, se encargaba del coro de la iglesia,
supervisaba el colegio dominical y se ocupaba de los muchachos atrasados.
Cuando
estuvo residiendo en Ceilán, “él era especialmente amable con algunos muchachos
ahí y los ayudaba de muchas maneras.” (Jinarajadasa). Allá se encontraba muy
desdichado, es por eso que su amigo Sinnett le propuso que fuera el tutor de su
hijo Ben, lo que Leadbeater aceptó gustosamente. Cuando regresó a Londres en
1893, se trajo con él justamente al joven Jinarajadasa.
Una
serie de artículos que escribió en revistas teosóficas, y que posteriormente se
publicaron en un libro bajo el título “Nuestra relación con nuestros niños”, aunado
con su fuerte participación en el “Círculo del Loto” y la “Cadena de Oro” que
eran grupos teosófico para jóvenes, le dieron una gran reputación como experto
en educación. Lo que motivó a varios padres a poner a sus hijos
bajo su tutela, siendo el más conocido Basil Hodgson-Smith (el joven hijo del
presidente de la logia de la Sociedad Teosófica de Harrogate en Inglaterra)
quien por varios años lo acompañó en sus viajes.
Aún
siendo ya grande, Leadbeater buscó siempre estar acompañado por muchachos jóvenes:
«
[Leadbeater] vino en dirección al muelle como un gran león, sin sombrero y con
una larga capa púrpura, llevando del brazo a un joven rubio bien parecido de al
parecer quince años. Este era Theodore St John, un chico australiano de gran
encanto y dulzura, y era uno de los jóvenes comunes y favoritos de Leadbeater,
y que dormía en su habitación. »
(Mary
Lutyens, Krishnamurti: the
years of awakening, 1975, p, 202n)
Me
dirán que eso no lo hace un pervertido, pero cuando se investiga de más cerca,
se da uno cuenta que sus intenciones no eran puras.
EL ESCÁNDALO DE
PERVERSIÓN ESTALLA
Leadbeater
estuvo acompañado por el joven Douglas Pettit de catorce años durante siete
meses al final de su segunda gira de conferencias que dio en América. Cuando el
joven Douglas regresó con sus padres, quedó claro que su inicial gran
admiración por Leadbeater se había transformado misteriosamente en una profunda
repugnancia. Su madre lo interrogó por ese cambio de sentimientos, pero el
muchacho no quiso responder. Algunos meses más tarde, después de que los
rumores acerca de la inmoralidad sexual de Leadbeater llegaran hasta ella
procedentes de Inglaterra, volvió a interrogar a Douglas con más persistencia, y
esta vez su hijo le contó que Leadbeater lo había incitado a masturbarse recíprocamente.
Leadbeater
afirmó que el incidente solo había ocurrido una vez, como resultado de la
petición del muchacho para que lo aconsejara acerca de los efectos psicológicos
y fisiológicos de la llegada de la pubertad. Sin embargo, bajo juramento, el
muchacho dio otra versión de los hechos:
«
El señor Charles W. Leadbeater y yo mismo ocupamos la misma cama, habitualmente
durmiendo juntos. En la mañana después de la primera noche que dormimos juntos
y antes de que nos levantáramos para vestirnos, el señor Charles W. Leadbeater
me explicó la práctica de la masturbación y me urgió a que me pusiera a
practicarla dándome como una razón de eso que me ayudaría a vencer mi deseo de
tener relaciones sexuales con mujeres, cuyo deseo me dijo, se desarrollaría muy
pronto en el curso de la naturaleza a mi edad. El señor Charles W. Leadbeater
también me dijo que esta práctica era recomendada por su Maestro e instructor
por esta razón y me aconsejaba no hablar de este asunto con nadie. Esta
práctica recíproca continuó por la mayor parte de los siete meses. »
La
señora Pettit se sintió profundamente afectada por esta confesión y, buscando
consejo, se dirigió a su amiga Helen Dennis, quien al igual que ella, era una
ardiente teósofa nativa de Chicago. La señora Dennis escuchó la historia de su
amiga con preocupación, ya que ella había notado que su propio hijo, Robin,
había desarrollado también una intensa animadversión hacia Leadbeater a raíz de
una breve estancia con él en Toronto. Inevitablemente, Robin fue también
interrogado y también relató una
historia similar de masturbación mutua.
La
credibilidad de Leadbeater disminuyó considerablemente por el descubrimiento de
evidencia documental en su contra en forma de una carta suya dirigida a Robin.
Esta carta había sido hallada en la casa de Toronto, donde habían estado los
dos. En su mayor parte la carta es inocua, pero hay un pasaje cifrado con
connotaciones eróticas obvias:
«
PRIVADO
Mi
realmente amado muchacho, no hay necesidad de que tú me escribas en código,
porque nadie salvo yo mismo siempre veo tus cartas. Pero es mejor para mí
escribirte en código acerca de algunas cosas de lo más importante. ... Pasando
a otras cosas, estoy contento de saber acerca de tu rápido crecimiento y de la
fuerza de los resultados. Dos veces por semana es permisible, pero pronto
descubrirás por ti mismo qué es lo que da los mejores resultados.
[Luego sigue el
pasaje cifrado]
El
significado del signo es uretra. Son indeseables las manifestaciones espontáneas
y deben de ser desalentadas. Si viene sin ayuda necesita frotarse más a menudo.
Pero no demasiado a menudo o no vendrá bien. Pasa esto cuando estás dormido;
dímelo todo. La sensación de alegría es tan agradable. Miles de besos, querido.
»
Los
defensores de Leadbeater arguyen que la carta es falsa pero esto es poco
probable, ya que:
- Está escrita en su propio papel membretado con su nombre.
- El tipo de código utilizado en esta carta es el mismo que Leadbeater usó en una de sus historias en su libro El Perfume de Egipto, publicado en 1911 (5 años después) y
- Cuando Leadbeater fue confrontado con este documento, admitió que lo reconocía, tal como se muestra en la página 83 del libro The Elder Brother.
(Todo
esto lo detallo en Leadbeater es obligado a renunciar a la Sociedad Teosófica por
escándalo de perversión)
Sus seguidores quieren hacernos creer que Leadbeater “sólo enseñó
masturbación” para ayudar a los jóvenes a lidiar con sus impulsos sexuales, algo muy común en nuestra época moderna, pero como pueden ver, la “enseñanza” fue más bien un pretexto
para masturbarse con menores, y eso, incluso en nuestra sociedad desinhibida es
considerado un delito sexual.
LA POLICÍA DE SÍDNEY
TRAS DE LEADBEATER
Leadbeater
se fue a vivir a Sídney (Australia) en 1915, y al poco tiempo sus actividades
comenzaron a despertar (una vez más) sospechas de inmoralidad sexual.
«
El 17 de julio de 1917, el Procurador General de Justicia del estado de New
South Wales [del cual Sídney es la capital] le dio instrucciones a la policía
para que iniciara una investigación de Leadbeater. Al igual que en otras
ocasiones cuando la policía lo quería interrogar, Leadbeater se declaró muy
enfermo para poderlos atender. La policía llegó a ciertas conclusiones
definitivas:
“Que
Leadbeater tenía la reputación de ser un hombre muy listo y un
hipnotista. ... Se ha interrogado a residentes respetables de la localidad
y todos son de la opinión que Leadbeater es un pervertido sexual, pero no se ha podido
comprobar.” »
(‘Documentos en un paquete especial’ No. 7792.2
State Archives of New South Wales, citado en The Elder Brother, de Gregory
Tillett, p. 182)
TESTIMONIO DE LA
SEÑORA MARTYN
Cuando
Leadbeater se fue a vivir a Australia, residió un tiempo en la casa del señor
T.H. Martyn quien era el dirigente de la Sociedad Teosófica en Sídney.
«
La esposa del señor Martyn estaba cada vez menos contenta de que Leadbeater
viviera en su casa; ella había visto a muchachos desnudos en la cama de
Leadbeater, y llegaron a su atención detalles de sus escándalos
anteriores. Cuando Leadbeater se vio
forzado a irse de la casa de los Martyn debido a un brote de fiebre escarlata
en 1918-1919, ella se rehusó a que volviera. En ese entonces ella no le
dijo nada a su esposo de sus descubrimientos y él simplemente se rehusaba a
aceptar que cualquier cosa que se dijese en contra de Leadbeater fuese cierta.
» (The
Elder Brother, p. 182)
TESTIMONIO DEL SEÑOR
MARTYN
En
1919, Martyn viajó a los Estados Unidos, en donde encontró a Hubert Van
Hook. Él se horrorizó al escuchar a Hubert hablar libremente acerca de la
“falsificación de las Vidas pasadas” y de la inmoralidad de Leadbeater.
El
20 de mayo de 1921, Martyn le escribió una carta a Annie Besant en donde entre
otras cosas le dijo que aunque él había defendido a Leadbeater en 1906 cuando
estaba en Londres, uno de los alumnos de Leadbeater se le había acercado para
pedirle ayuda y platicando con él había confirmando todas las acusaciones. En
consideración al [supuesto] rango oculto de Leadbeater, Martyn “trató de
olvidar las implicaciones de esta confesión, y durante ese tiempo trató de
encontrarle una excusa”.
Sin
embargo, en 1919 volvió a ocurrir la misma cosa en América, cuando Hubert Van
Hook le habló de sus relaciones sexuales con Leadbeater, y cuando volvió de
América en 1920, su esposa se lo confirmó con su testimonio. Por lo tanto,
reconsiderando todo lo que él sabía que había ocurrido en Londres, en América y
en su propia casa, muy en contra de su voluntad, él llegó a la conclusión de
que “Leadbeater es un pervertido sexual, y que su manía toma una forma
particular que últimamente he descubierto que es una forma muy común en los
anales de la criminología sexual [pederasta].”
A
esto había que agregar el caso de Wedgwood, de cuya inmoralidad sexual Martyn
no tenía duda alguna y en cambio tenía una gran cantidad de evidencias.
“Realmente
no quisiera tener que pensar que Leadbeater y Wedgwood son unos monstruos que
encubren sus prácticas ilícitas bajo el manto de intereses humanitarios, y que
despliegan un ingenio tan astuto al actuar y con una clase de artimañas que
solo se encuentran en tales ocasiones. En todo caso este es el punto de vista
de mucha gente.”
(Carta
del señor T.H. Martyn a la señora Annie Besant, publicada por H.N. Stokes,
Washington D.C. 1921, p.1-2)
TESTIMONIO DE WELLER
VAN HOOK
En
enero de 1927, el Dr. Weller Van Hook, que había apoyado a Leadbeater en
1906-1907, escribió un artículo en la revista Reincarnation, declarando
que respecto al asunto de la relación sexual de Leadbeater con ciertos jóvenes,
varios años antes él había publicado varios artículos en buena fe, creyendo que
esos consejos habían sido dados para su progreso espiritual. . .sin embargo
después de varios años él llegó a la conclusión de que en esos consejos habían
otros motivos.
(Reincarnation, septiembre 1926-enero 1927, citado en The Elder Brother, p. 227)
DEFENSORES DE
LEADBEATER
Argumentan
que tanto los Van Hook como el señor Martyn eran adversarios de Leadbeater, y
por lo tanto sus declaraciones no so validas. Sin embargo, yo pienso lo
contrario.
Hubert
van Hook fue el hijo del Dr Weller van Hook, un cirujano de Chicago, quien fue
el más ardiente partidario de Leadbeater en América y en agradecimiento fue nombrado
Secretario General de la Sociedad Teosófica (Adyar) de los Estados Unidos.
Inicialmente, Hubert había sido elegido por Leadbeater para ser el nuevo Mesías
en su proyecto que tenía de la “Venida del Instructor del Mundo Maitreya.” y
había sido llevado a la India para un “entrenamiento especial”. Pero cuando Leadbeater descubrió a Krishnamurti, Hubert fue apartado.
(Mary Lutyens, Krishnamurti: The Years of Awakening, p 12)
(Mary Lutyens, Krishnamurti: The Years of Awakening, p 12)
Lógico
que Hubert estuviera resentido, pero justamente eso lo motivó a divulgar las
inmundicias de Leadbeater que hasta entonces había mantenido en secreto por ser
el “elegido”. Su declaración que él había ayudado a Leadbeater a “falsificar
las Vidas pasadas” de sus supuestas investigaciones clarividentes resultó verdadera
(como lo demuestro en la reencarnación según Leadbeater y Annie Besant). Lo que me lleva a pensar que su afirmación
sobre la inmoralidad sexual de Leadbeater también ha de ser cierta y más
considerando el escándalo de 1906 mencionado anteriormente.
En
cuanto a Martyn, él mismo confesó que inicialmente defendió a Leadbeater por
admiración, pero cuando Leadbeater fundó la iglesia católica liberal en Sídney
y que sus clérigos comenzaron a invadir la Sociedad Teosófica.
Martyn comenzó a luchar para que la Sociedad se mantuviera integra. Por lo tanto
la adversidad de Martyn hacía Leadbeater no era por enemistad personal, sino
para defender la Teosofía Original. (Lo detallo en Lucha contra Leadbeater por preservar la Teosofía)
El
“caso de Wedgwood” al que se refiere el señor Martyn lo detallo en
Leadbeater y Besant protegen al Obispo pederasta Wedgwood y me
demuestra dos cosas:
-
que para Leadbeater la pedofilia no era un
crimen grave, y
-
que no le importaba la ética al interior de
la Sociedad Teosófica.
LEADBEATER NO SE ATREVIÓ A CONTRADEMANDAR POR DIFAMACIÓN
Es
notable que, a pesar de la gravedad de las acusaciones hechas por varias
personas y de los informes periódicos relativos a esas acusaciones, Leadbeater nunca
se atrevió a iniciar acciones legales en contra de cualquiera de los autores o editores. La
única acción legal conocida fue iniciada por uno de los discípulos de Leadbeater (Gustav
Kollerstrom, el padre de Oscar Kollerstrom) en Sídney en 1926.
El
diario anunció que iba a llamar a Leadbeater como testigo y poner todos los documentos
de la policía como prueba. Kollerstrom intentó retirar la acción, pero el
periódico se negó a aceptar. La acción por lo tanto concluyó a favor de la parte
demandada, y Kollerstrom tuvo que pagar una substancial indemnización.
Se
alegó que Leadbeater había estado demasiado enfermo para comparecer ante el
tribunal (la misma explicación dada a la policía) aunque sus cuentas publicadas
en ese tiempo sugieren que no estaba demasiado enfermo como para mantener una
ronda frenética de actividades “teosóficas”.
CONCLUSIÓN
El
propio Leadbeater confesó ante el Comité que lo interrogó que varias veces se
había masturbado con adolescentes (ver transcripción del interrogatorio a Leadbeater).
Por la
delicadeza del tema, comprenderán que es muy difícil encontrar
evidencias fehacientes
que demuestren que fue aún más lejos con sus tendencias pederastas, los
jóvenes por vergüenza o por miedo no se atrevieron a acusarlo
formalmente ante la justicia (y si no hay denuncia, no puede haber
juicio), pero por
toda la documentación exhibida, yo sospecho fuertemente que así fue. Al
final,
me quedo con las palabras de la policía de Sídney que “Leadbeater es un
pervertido sexual, pero no se ha podido comprobar”.
Ver
también:
Obras
escondidas de Leadbeater
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