Annie
Besant fue la presidenta de la Sociedad Teosófica después de que el primer
presidente, Henri Olcott murió, pero desafortunadamente la manera dictatorial
como ella la dirigió, provocó que muchos miembros se separaran de esa
organización.
Y sobre Annie Besant,
Krumm-Heller señaló lo siguiente:
Al
principio, Krumm-Heller mostró admiración por ella, ya que por ejemplo en su
artículo “Mentalismo”, él escribió:
« Al
pasar un arco de violín por uno de los bordes, la arena se lanza hacia el aire
por la vibración, y al caer de nuevo sobre la placa, toma formas geométricas
regulares que varían según el borde por el cual se pasa el arco y según la nota
musical. Las figuras de Chiadni nos dan una idea aproximada de las formas del
pensamiento, del cual la célebre ocultista, la señora Besant, ha hecho estudios
tan curiosos. »
Pero
posteriormente Krumm-Heller se volvió más crítico sobre ella:
En
su libro “Logos Mantram Magia”, él
escribió:
« Todo
absolutamente todo lo que nos traen los teósofos, como filosofía e ideas religiosas
de la India, está en las obras de Basilidianos y de los Sabelianos, pero de eso
no sabe nada la señora Besant. »
(Todo
irradia)
Es
cierto que Annie Besant era muy ignorante acerca de las otras enseñanzas esotéricas
que no fueran la teosofía; pero es que incluso la propia teosofía, Annie Besant
tampoco la conocía realmente, porque de lo contrario ella no hubiera escrito
tantos errores.
Pero
es falso que toda la información que se encuentra en la teosofía, ya se encontrara
anteriormente en las enseñanzas esotéricas de las antiguas civilizaciones,
porque ustedes deben de saber que con cada nueva revelación que van haciendo
los Maestros de sabiduría, ellos van añadiendo cada vez más información.
Y
en su novela Rosa-Cruz, Krumm-Heller escribió:
« Muerta
Blavatsky, los sucesores, o digámoslo más claro, la señora Besant debe haber
perdido la conexión con los maestros. No vamos a creer que el Gurú K.H. haya
muerto, ya que para estos maestros, la muerte no existe.
(Observación: los Maestros transhimaláyicos explicaron que ellos también mueren, pero mientras
que los humanos comunes caen en un profundo sueño, los Maestros logran mantenerse
despiertos durante su viaje post-mortem.)
Y
si el Gurú K.H. se ha retirado y si no asiste con igual eficacia a la señora
Besant como lo hizo con Blavatsky, él tendrá sus razones. Ahora bien, esto no
quiere decir que la señora Besant no tenga sus méritos. Ella los tiene, y muy
grandes; sus libros son interesantes y han esparcido luz en las tinieblas, y su
labor ha sido imperecedera.
Pero
durante la última guerra [La Primera Guerra Mundial], los miembros de la
Sociedad Teosófica olvidaron y aun lo siguen olvidando, uno de los principios
fundamentales de su organización, y que es: la fraternidad universal.
Ya
que mientras en Alemania los teósofos eran perseguidos y encarcelados por su
labor pacifista, la señora Besant y los suyos en Inglaterra, excitaban a la
lucha y animaban a la guerra. Ella misma tuvo epítetos, comparaciones y
adjetivos de lo más denigrante y ofensivo que se puede concebir, contra los alemanes;
y el que siembra vientos, no tiene más remedio que recoger tempestades.
El
gran teósofo español Mario Roso de Luna dijo en un diario de Madrid, que él
nunca estuvo conforme con la señora Besant y clasifica el último manejo de la
Sociedad Teosófica de un verdadero golpe de estado.
Y
él añade que ve el porvenir de la Sociedad Teosófica muy oscuro, así como el
hecho que los blavatskianos [los seguidores de Blavatsky] tiren por un lado, y
los besantinos [los seguidores de Besant] tiren por el otro lado; y que él
cesará definitivamente de ser miembro de la Sociedad Teosófica, sin que por ello
él deje de ser teósofo, como ya le ha sucedido a tantos otros miembros en todos
los países. »
(Capítulo
22)
CONCLUSIÓN
A pesar de que Arnold
Krumm-Heller dice algunos errores, en lo grande y general, él supo constatar lo
bueno y lo malo que tuvo Annie Besant.
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