¿CÓMO LIDIAR CON NUESTROS VICIOS Y SER ESPIRITUAL AL MISMO TIEMPO?

Sobre este tema el Maestro Pastor dijo lo siguiente:

« Cuando ustedes descienden a la Tierra, ustedes tienen que lidiar con vuestra naturaleza terrenal, y es por eso que ustedes tienen tantas dificultades para poder comenzar el camino hacia la espiritualidad (incluso cuando sinceramente deseada hacerlo y que de verdad tienen el anhelo de vivir una vida más espiritual). Porque ustedes tienen que lidiar con todos esos apetitos que pertenecen a vuestra naturaleza terrenal

E invariablemente en algún momento tendrán algún tropiezo que los hará regresar de nuevo a vuestros gustos terrenales (sexo, alcohol, cigarro, etc.).

Y cuando ese derrape ocurre, el humano que busca ascender hacia lo divino se enoja consigo mismo y se lamenta de no tener la suficiente fuerza de voluntad para poder resistir a las “trampas del mundo terrenal” y de ser nuevamente sometido por sus deseos profanos.

Y a fuerza de estar cayendo continuamente este individuo va a comenzar a nutrir resentimientos y va actuar un poco parecido al escorpión que gira su aguijón contra sí mismo y se pincha su cuerpo.

Y lo que normalmente es un camino hacia el amor y hacia la sabiduría (que justamente ese es el propósito de la espiritualidad) este individuo lo va a transformar en un camino hacia el odio, porque va a tener resentimientos contra él mismo por no poderse resistir a sus deseos. Resentimientos contra los demás por estarlo incitando a esos deseos. Y resentimientos hacia Dios por haber hecho un camino tan tortuoso.

Pero actuar así es un error porque la persona en lugar de elevarse, se está hundiendo vibratoriamente.

Entonces si ustedes quieren verdaderamente trabajar en vuestro desarrollo espiritual, lo primero que deben de hacer es estar en paz con ustedes mismos y comprender que no necesariamente desde los primeros pasos ya van a tenerse que comportar como un santo, y que querer luchar intempestivamente contra los elementos que constituyen vuestra naturaleza terrenal, cuando ven que no pueden lograrlo, es una equivocación táctica que hay que evitar.

Porque solamente es más adelante y cuando ya comenzarán con el sendero iniciático, que ahí efectivamente ya se vuelve un requisito importante liberarse de vuestra naturaleza terrenal, pero mientras que ustedes todavía no lleguen a ese punto, no necesitan amargarse la vida constatando con desesperación que todavía no son capaces de dominarse y que por consiguiente siguen cayendo una y otra vez por tal placer terrenal.

Entonces lo primero que deben de hacer cuando empiezan a avanzar por el sendero espiritual es estar en paz consigo mismo.

¿Y esto en la práctica cómo se logra?

Pues se logra de una manera muy sencilla, la cual se las pongo en mayúsculas para que lo lean con atención:

USTEDES SIMPLEMENTE DEBEN SEGUIR DISFRUTANDO DE VUESTROS PLACERES PROFANOS, PERO DEBEN EFECTUARLOS CON UNA VISIÓN DIFERENTE.

¿Qué quiero decir con esto?

Quiero decir que ustedes deben ser cuidadosos que la intención que los motiva a experimentar esos placeres profanos, esa intención no tenga su origen en algo bajo, en algo pernicioso, sino que por el contrario sea una alegría que se cumpla de manera armoniosa (y esto sin importar que esta alegría sea profana).

Lo que implica que cuando ustedes van a sentir un deseo, y aunque saben muy bien que los grandes iniciados no tienen ese tipo de deseo (como es el deseo por la sexualidad, o el deseo por el alcohol, etc.). Aún así ustedes se van a dar el gusto de permitirse experimentar ese deseo. Pero lo van a rodear de alegría, de belleza, de limpieza, de dignidad y también en cierta parte de una forma de grandeza.

Y si actúan de esta manera, el deseo profano que experimentan, aunque ustedes saben muy bien que pertenece al reino inferior de la conciencia, ese deseo no se convertirá en algo sucio, en algo negativo o en algo inferior. Sino que por el contrario será sublimado por el pequeño polvo dorado que es la conciencia de la alegría y la conciencia de la dignidad.

Y entonces, y a pesar de que ustedes vayan a experimentar algo profano, ustedes elevarán vuestras vibraciones porque lo estarán experimentarlo de una manera positiva.

Mientras que si por el contrario ustedes experimentan vuestros deseos profanos de una manera negativa, entonces ustedes obscurecen esa experiencia porque la abordan como si fuera algo malo y pernicioso.

Y el camino espiritual en vez de hacerlos evolucionar, los va a hace retroceder porque ustedes se van a volver personas cada vez más deshonestas, perniciosas, llenas de odio y de resentimiento.

Pero la realidad es que ustedes NO necesitan (y menos bajo el pretexto de que ya quieren recorrer el camino espiritual) dejar de disfrutar de todos los placeres terrenales, y así por ejemplo ya no poder disfrutar más de las relaciones sexuales, o ya no poder disfrutar más de una buena botella de vino, o ya no poder disfrutar más de fumar unos deliciosos cigarrillos, etc.

Porque además van a tremendamente afligirse la vida debido a que desde ahora ya no van a poder ver a ningún cuerpo humano para no sentir deseos, y tampoco van a poder salir a la calle para no ser tentados por la pastelerías, dulcerías, chocolaterías y todas esas “ías” tan deliciosas como engordativas, y también van a tener que alejarse de vuestros amigos para no ser más tentados por sus vicios, etc.

Y creyendo que para poder ser espiritual, desde ahora en adelante todo placer profano es algo que definitivamente se debe evitar, ustedes se van a flagelar completamente la vida, al grado que le van a exclamar a Dios:

« ¡Pero Padre!  ¿Por qué me haces pasar por todo este suplicio?  ¿Por qué el camino espiritual tiene que ser un sendero tan lleno de calvarios, sufrimientos y martirios? »

PERO ESO NO ES CIERTO

Dios no les exige hacer eso. Los maestros no les exigen hacer eso. Nadie en el mundo divino les exige hacer eso.

Lo que ustedes tienen que entender es que ustedes pueden elegir la velocidad con la cual desean evolucionar, y que es mejor ir a un ritmo tranquilo pero consistente, que querer ir muy rápido y tropezarse y colapsarse por ser demasiado ambicioso.

Entonces si ustedes sienten que es muy difícil vivir sin vuestros placeres profanos, acepten el hecho de que todavía son jóvenes almas que desean experimentar los placeres terrenales, y por consiguiente dejen la vida de santo para más tarde. Y mejor concéntrense en desarrollar vuestra espiritualidad en otros aspectos, como por ejemplo: buscar ser cada vez una mejor persona, aprender a perdonar, aprender a tener una actitud más positiva, desarrollar el discernimiento, etc.

Pero en lo que respecta a los placeres profanos:

¡EXPERIMÉNTENLOS Y DISFRÚTENLOS!

Pero háganlo de una manera armoniosa y con alegría, y no los hagan de una manera perniciosa y nociva.

Porque es muy importante que ustedes comprendan que cada vez que viven un placer profano (sin importar cual sea) pero lo rodean con una actitud de negatividad y de culpa, ustedes ensucian esa actividad. Lo que va a provocar que cuando ustedes realicen esa actividad, ustedes al mismo tiempo se van a impregnar de esa suciedad.

Pero si en cambio ustedes experimentan ese placer profano realizándolo con una actitud limpia, positiva y armoniosa, entonces incluso aunque esa actividad profana también conlleva sus inconvenientes (y es por eso que los humanos ya muy avanzados no practican más esa actividad), pero cuando ustedes la integren en vuestra vida, también habrá pureza y armonía.

Y es por eso que tienen que ser muy cuidadosos con las intenciones, porque dependiendo de la intención que le pongan a la misma actividad, los resultados serán completamente diferentes. Y es también por eso que si realmente quieren hacer un esfuerzo en alguna parte, es en este aspecto donde tienen que trabajar primero: en la manera de abordar vuestra vida terrenal.

Porque no se trata de que ya no la experimenten, sino que se trata que la experimenten con mayor sabiduría.

Así es que no se preocupen más y no se atormenten más, si no pueden alejarse de los placeres profanos. En cambio presten atención a la manera como los experimentan. Y observen si la forma en que lo están experimentando sublima esa experiencia, o si por el contrario ensombrece esa experiencia.

Y si la forma en que abordan los placeres profanos es positiva y enriquecedora, entonces poco a poco y de manera natural, ustedes se van a ir liberando de esos deseos sin la necesidad de hacer esfuerzos para ello. »

(Conferencia del 03.11.89)

OBSERVACIONES

Para liberarnos de nuestros deseos profanos existen diferentes métodos, como por ejemplo: confrontarnos directamente contra ellos, o tratar de reemplazarlos con algún artilugio, o simplemente aceptarlos pero viviéndolos de una manera más constructiva.

Y esta última opción es la que aconseja el Maestro Pastor explicando que si experimentamos nuestros deseos profanos pero de una manera alegre, limpia, digna, bella y armoniosa, entonces sublimamos esa experiencia y así poco a poco y de forma natural nos vamos liberando de ellos, sin tener que sufrir y torturarnos para lograrlo.

Y ya sea en esta vida o en las siguientes, llegará un momento en donde ya no desearemos seguir experimentando más esos placeres y no porque se nos obligue, sino simplemente porque ya los habremos superado de manera natural.

Y obviamente los que quieren ir muy rápido en su evolución tienen que acelerar ese proceso de liberación, pero sinceramente yo les recomiendo que mejor se concentren en producir karma positivo ayudando a los demás (porque eso es lo que verdaderamente les va a atraer el apoyo de los Maestros).

Mientras que en lo que concierne a sus deseos profanos, mejor apliquen ese paulatino desgate epicúreo que recomienda el Maestro Pastor, porque es una manera mucho más agradable y eficiente de avanzar.

Y en otras conferencias el Maestro Pastor detalló más sobre este tema y a medida que las vaya encontrando se las iré transcribiendo.

Por el momento tengo el siguiente capítulo:

·        ¿Es bueno o malo comer carne?