(Observación:
esta es la sexta parte de la investigación de David Pratt sobre la cosmología y
cuyo inicio lo pueden encontrar aquí, y le
agradezco profundamente a Nicolás por haber traducido un artículo tan grande, pero
a la vez tan interesante de leer.)
ÍNDICE
1. El
más abundante estado de la materia
2. Estrellas eléctricas
3. Cometas eléctricos
1 - EL MÁS ABUNDANTE ESTADO
DE LA MATERIA
Cualquier modelo del
Universo requiere tomar en cuenta la física del plasma.
El
plasma (también llamado cuarto estado de la materia) es un gas ionizado y
eléctricamente conductor que posee una alta densidad de electrones e iones (o
sea átomos que han ganado o perdido electrones).
Se
cree que más del 99% de la materia física común en el Universo existe en estado
de plasma, incluyendo estrellas, atmósferas planetarias exteriores y medios
interplanetarios, interestelares e intergalácticos.
Una
característica significativa del plasma es su comportamiento escalable, es
decir que los plasmas cósmicos gigantes parecen comportarse de la misma manera
que los pequeños creados en laboratorio, lo que ayuda a explicar los patrones
fractales en el Universo.
El
plasma puede funcionar en tres modos diferentes dependiendo de la densidad de
corriente y la densidad del plasma, o sea que mientras más fuerte es la
corriente eléctrica, más brillante es el plasma:
- Modo de corriente oscura. Por ejemplo: la ionosfera de la Tierra (que sólo emite luz visible durante las auroras cuando son excitadas por el influjo de partículas solares), el viento solar (corriente de partículas cargadas) y en este caso el plasma genera ondas de radio.
- Modo de brillo normal. Por ejemplo: luces fluorescentes y de neón, auroras, nebulosas de emisión, colas de cometas, la corona del Sol. Y en esos casos el plasma irradia en la porción visible del espectro.
- Modo de arco. Por ejemplo: arcos eléctricos de soldadura, relámpagos, fotosfera del Sol (superficie visible), bucles solares, filamentos en penumbras de manchas solares, erupciones solares. Y en esos casos el plasma emite intensamente en un amplio rango de frecuencias que se extiende hasta los rayos X y gamma en estrellas, supernovas, cuásares y núcleos galácticos activos.
El
plasma se identificó por primera vez como cuarto estado de la materia en 1879
por William Crookes, distinguido físico y químico, miembro de la Sociedad
Teosófica y prominente investigador psíquico.
Crookes
llamó al plasma "materia radiante" y en sus experimentos empleaba un
tubo de descarga eléctrica consistente en un cilindro de vidrio parcialmente
evacuado que contiene un electrodo positivo (ánodo) y un electrodo negativo
(cátodo) también conocido como "tubo de Crookes".
En
1897, J.J. Thomson identificó los "rayos catódicos" en tubos de
Crookes como corrientes de partículas subatómicas cargadas negativamente (ahora
llamados electrones).
Los
electrones emitidos por el cátodo de la izquierda producen un brillo verdoso
cuando golpean las paredes de cristal, y la sombra proyectada por la cruz de
metal demuestra que viajan en línea recta. El ánodo está en la parte del fondo
(en.wikipedia.org).
En
1928, Irving Langmuir fue el primero en utilizar la palabra "plasma"
para describir un gas ionizado a causa de su comportamiento vívido, autorganizado
y autosostenible.
Y
así como la sangre es capaz de aislar un cuerpo extraño, el plasma responde a
los objetos cargados rodeándolos con una funda de protección o pared celular, a
menudo llamado "doble capa" (de cargas opuestas).
Y
cuando existe diferencia de voltaje significativa entre dos ubicaciones en un
plasma, entonces se forma una doble capa entre ellas y la mayor parte de dicha
diferencia estará contenida en ella.
Las
capas dobles pueden acelerar partículas a velocidades muy altas y dar cuenta de
fenómenos de pulsación rápida, a la vez que su desintegración se acompaña de
una liberación explosiva de energía.
Las
corrientes eléctricas de alta intensidad que pasan por el plasma tienden a
seguir un camino en forma de "sacacorchos" o en espiral y se las
conoce como corrientes de Birkeland, en honor a su descubridor Kristian
Birkeland (1867-1917).
Estos
filamentos a menudo se producen en pares y se retuercen en estructuras
similares a una cuerda que comprimen entre ellos cualquier material en el
plasma, lo cual se conoce como "efecto Z-pinch".
Estos
filamentos arremolinados han sido percibidos en el laboratorio, peo también en el
Sol, en las nebulosas y en el centro de nuestra galaxia.
Los
fenómenos relacionados incluyen "duendes" atmosféricos rojos,
"elfos", chorros azules y otros eventos luminosos transitorios vistos
en la atmósfera superior de la Tierra y asociados con tormentas eléctricas.
La
filamentación y estructuras celulares ubicuas del plasma espacial apuntan
claramente a la operación de la electricidad cósmica, y así las corrientes de
Birkeland pueden explicar mucho más fácilmente estructuras tales como los
chorros polares (que emergen en direcciones opuestas desde núcleos galácticos)
y la radiación de sincrotrones asociada que la idea de "agujeros negros
supermasivos", los cuales supuestamente aceleran partículas a velocidades
cercanas a la de la luz sólo por medio de la fuerza gravitatoria.
Parte de la Nebulosa
del Velo, un plasma cósmico en torsión situado en Cygnus, que se describe como
un remanente de supernova (apod.nasa.gov).
En
el modelo cosmológico de plasma, galaxias, cúmulos y supercúmulos se
forman a partir de filamentos de vórtice de plasma confinados magnéticamente. Y
los experimentos de laboratorio y las simulaciones por ordenador indican que
las corrientes de Birkeland interactuantes pueden "pellizcarse" y
retorcerse en forma de galaxias espirales.
Simulación de la
formación de galaxias con dos corrientes de Birkeland (1).
Imágenes de radio de
una supernova (SN1987) y una estrella (Betelgeuse) incrustadas en una red de
filamentos de plasma, que recuerdan a una red de arterias (fractaluniverse.org). (2)
Las
fuerzas electromagnéticas pueden ser de hasta 1039 veces más fuertes
que la gravedad. Sin embargo, muchos astrofísicos creen todavía que las fuerzas
eléctricas son de poca importancia para explicar la formación y evolución de
galaxias y estructuras multigalácticas.
Debido
a su conocimiento muy limitado del plasma, piensan que la separación de carga y
los campos eléctricos no pueden existir en el espacio porque las cargas
positivas y negativas serían atraídas, provocando inmediatamente un cortocircuito
en cualquier desequilibrio de carga.
Pero
se midieron cargas eléctricas separadas hasta donde han podido llegar las
sondas espaciales (es decir: plasma eléctrico) lo cual se debe a que los
plasmas son buenos conductores de la corriente eléctrica, aunque no constituyen
conductores perfectos como asumen los científicos ortodoxos.
Región central de la
Nebulosa Ojo de Gato, una nebulosa planetaria. Las estructuras vistas aquí y
que son características del comportamiento del plasma incluyen esferas
concéntricas, rayos, espirales entrelazadas, burbujas formadas de filamentos y
redes de filamentos (apod.nasa.gov; thunderbolts.info).
Nebulosa Ojo de Gato
extendida en color falso "que muestra los complejos rasgos filamentosos,
helicoidales, celulares y bipolares del plasma que no tienen explicación
convencional" (apod.nasa.gov). (3)
La
falsa creencia en plasmas neutrales y "superconductores" ha llevado a
los astrofísicos a asumir que los campos magnéticos están
"congelados" o "atrapados" en ellos y por lo tanto
persisten de manera indefinida, una suposición que los hace más fáciles de
modelar matemáticamente.
Esta
idea fue originalmente presentada por Hannes Alfvén, pero más tarde renegó de
ella y urgió a los científicos hacer caso omiso de su trabajo anterior sobre
"magneto-hidrodinámica'' (en que el comportamiento del plasma se describe
por medio de magnetismo y ecuaciones aplicables sólo para el flujo de fluidos).
Su
petición fue ignorada y en consecuencia los astrofísicos tienden a descartar
las corrientes eléctricas cósmicas que producen y sostienen los campos
magnéticos, y no están preparados para hacer frente a la descarga eléctrica en
el plasma que no sigue las reglas ordenadas de la magneto-hidrodinámica, y
tampoco se percatan de que todo el plasma en movimiento produce separación de cargas
y corrientes eléctricas.
Wallace Thornhill y David Talbott
escriben:
« Como
resultado, el idioma mecanicista del viento y del agua impregna la discusión
popular de la astronomía actual. En lugar de los efectos de descarga plásmica,
los astrofísicos ven una expansión de gas sobrecalentado, gas que circula como
ríos, lluvias de partículas cargadas, frentes de choque, corrientes de
Foucault, conos de viento y “boquillas” que crean los flujos de “gas caliente”
de años luz de longitud y el chorro de la galaxia M87. » (4)
Otra
falacia que los astrofísicos comúnmente invocan para explicar fenómenos
energéticos inesperados es que las líneas de campo magnético (líneas
imaginarias que indican la dirección de dicha injerencia) pueden de alguna
manera "romperse", "combinarse", "abrirse",
"apilarse", "enredarse" y "reconectarse",
acompañadas por liberación de energía.
Un chorro en espiral
de electrones de alta energía que abarca 5000 años luz, emitido por la galaxia
M87 (apod.nasa.gov). Su descubrimiento en 1956 confirmó las predicciones de los
científicos del plasma.
2 - ESTRELLAS ELÉCTRICAS
(Actualmente hay una
nueva teoría en la cosmología que está revolucionando la manera como
los científicos conciben el Universo.)
Los
proponentes del modelo de Universo
eléctrico, tales como Thornhill, Talbott y Don Scott, señalan
diversas características de las estrellas que son difíciles de explicar para la
teoría científica convencional, pero más fácilmente comprensibles en términos
de plasma eléctrico y descarga luminiscente (5).
Se
afirma que la masa de nuestro Sol consiste en 75% de hidrógeno y la mayoría del
resto constituye helio y menos del 1.6% se compone por elementos más pesados (principalmente
oxígeno, carbono, neón y hierro).
Y
como muchas otras estrellas, se cree que el Sol es alimentado por la fusión de
hidrógeno en helio en su núcleo, donde la temperatura tendría que ser de casi
16 millones K.
La
explosión de una bomba de hidrógeno es un ejemplo de reacción incontrolada de
fusión nuclear, aunque se desconoce exactamente cómo este proceso puede ser controlado
en el centro del Sol, y hasta ahora, han fracasado todos los esfuerzos para
lograr una reacción de fusión nuclear controlada y sostenida en la Tierra, a
pesar de ser financiados proyectos con ese objetivo por una suma de mil
millones de dólares en los últimos 50 años.
La
teoría convencional dicta que la fusión termonuclear debiera generar neutrinos
(o sea partículas hipotéticas sin carga que apenas interactúan con la materia y
sólo pueden ser medidas indirectamente).
Durante
mucho tiempo, las mediciones indicaban que la cantidad de neutrinos
electrónicos que llegan a la Tierra desde el Sol era sólo un tercio de lo
previsto, y este problema fue finalmente "solucionado" al asumir que
los neutrinos electrónicos se transforman en muones o neutrinos tau
indetectables en camino desde el astro rey.
En
cambio, la teoría del Sol
eléctrico propone que la fusión y producción de neutrinos tienen lugar
sólo cerca de la superficie solar, por ejemplo: en las manchas solares de
penumbras y en la capa doble sobre la fotosfera.
Y
esto es consistente con el hecho de que la emisión de neutrinos varía con el
ciclo de manchas solares superficiales y las variaciones en el viento solar.
La
fotosfera está cubierta de "gránulos'' que supuestamente son la parte
superior de columnas de convección con un largo de hasta 240’000 km
formadas por el aumento de materia que transporta calor desde el núcleo solar.
Se
cree que este proceso lleva cientos de miles de años. No obstante, los gránulos
pueden cambiar de forma e incluso desaparecer en cuestión de horas.
En
la teoría del Sol eléctrico, esta estrella actúa como el ánodo (polo positivo)
en una descarga plásmica de laboratorio, y los gránulos se asemejan a los
"penachos" brillantes que a veces se aprecian por encima del ánodo
sostenidos por los electrones entrantes, y que son las cimas de las descargas
huracanadas de miles de kilómetros en longitud y que duran sólo minutos.
Por
encima de la fotosfera se encuentra la delgada cromosfera, que normalmente es
invisible, pero revela un brillo rojizo durante un eclipse solar total, y por
sobre la cromosfera está la corona que se extiende por millones de kilómetros
en el espacio y es más fácil de ver durante un eclipse total.
Eclipse solar de
1999, que muestra la corona y la delgada cromosfera en color rojo
(en.wikipedia.org).
Mancha solar
mostrando umbra, penumbra y los gránulos circundantes (mechones) (apod.nasa.gov).
Las
oscuras manchas solares son ligeramente más frías y menos luminosas que el
resto de la fotosfera, y al respecto la especulación estándar es que ''extrañas
ondas magnéticas" y campos magnéticos "enredados" obstruyen el aumento
de los gases calientes. Sin embargo, el comportamiento ordenado y la estructura
detallada de los gránulos y filamentos no se ajustan al modelo de convección
turbulenta.
En
el modelo de Sol eléctrico, el potente campo magnético de las manchas solares
es causado por las corrientes que perforan un agujero a través del brillante
plasma fotosférico, y así la umbra oscura en el centro de las manchas solares
nos permite mirar más profundamente en el interior más fresco del Sol.
La
penumbra circundante está compuesta por filamentos semejantes a cuerdas que se
parecen a vórtices de descarga eléctrica.
Bucles de plasma
coronal, que abarcan 30 o más veces el diámetro de la Tierra. Imagen registrada
en radiación ultravioleta extrema por el satélite TRACE (apod.nasa.gov).
Los
fenómenos solares dinámicos como bengalas, prominencias y eyecciones de masa
coronal (EMC) son resultado de las intensas corrientes que causan la
descomposición de la doble capa, acompañada por la liberación de energía, pero
el modelo estándar ignora las corrientes eléctricas e invoca la idea no
científica de "reconexión magnética".
Sobre
la base de la radiación emitida por la fotosfera solar, se calcula su
temperatura en alrededor de 5780 K*, y sobre la superficie la temperatura
desciende hasta 2000 K, antes de subir incluso hasta 2 millones de K en la
corona inferior, lo cual es inesperado si el núcleo central del Sol contiene un
reactor de fusión nuclear.
En
cambio en el modelo de Sol eléctrico se considera que hay una capa doble en la
cromosfera entre el plasma de alta tensión en la fotosfera y el de baja tensión
en la corona inferior.
Los
iones positivos que se mueven más lejos de la fotosfera se aceleran y forman
parte del viento solar (corriente de iones y electrones que se desplaza entre
400 y 750 km/s). Y al mismo tiempo pierden movimiento aleatorio de lado a
lado y se destermalizan, por lo que su temperatura aparente se reduce a un
mínimo.
Cuando
las partículas de alta velocidad colisionan con el medio de plasma circundante,
su movimiento es distribuido al azar (y por tanto retermalizado), dando lugar a
la muy alta temperatura de la corona, y poniendo así de manifiesto las
limitaciones de la noción científica de temperatura.
(
* La temperatura no debe confundirse con el calor. La temperatura es una medida del movimiento aleatorio [browniano]
de partículas de materia. Mientras que el calor es energía térmica, y depende
no sólo de la velocidad promedio [energía cinética] de las partículas, sino
también de cuántas partículas hay en un volumen determinado de espacio.)
Esta imagen
ultravioleta muestra un toroide de plasma alrededor del ecuador solar. El mismo
fenómeno se produce en el plasma de laboratorio que se descarga en una esfera
magnetizada y cargada positivamente. El toroide puede ayudar a explicar por qué
el Sol gira más rápido en el ecuador que hacia los polos (6).
En
el modelo de Universo eléctrico, todos los cuerpos celestes están cargados. El
Sol es el cuerpo más cargado positivamente en el Sistema Solar y constituye el
foco de una descarga luminiscente.
Su
campo eléctrico de influencia o plasmasfera se extiende un centenar de
veces más lejos del Sol que de la Tierra, y también cada planeta está rodeado
por su propia plasmosfera (a menudo llamada magnetosfera).
Si
un cuerpo como un gran meteoro, asteroide o cometa penetrara en la cobertura de
plasma de la Tierra (de doble capa), ocurrirían descargas eléctricas violentas
entre los dos cuerpos que podrían desviar el objeto intruso o desintegrarlo.
La
envoltura de plasma celular del Sol en el límite de su plasmasfera protege al
Sistema Solar en su conjunto del plasma galáctico circundante (medio
interestelar).
Thornhill
y Talbott escriben:
« Casi
toda la diferencia de tensión entre la propia cobertura de plasma solar y su
entorno galáctico se produce a través de la envoltura de la heliosfera, cuya
naturaleza eléctrica los astrónomos todavía tienen que vislumbrar. Pensando en
términos mecánicos, se imaginan un “arco de choque” donde el plasma del viento
solar se encuentra con el medio interestelar. » (7)
Los
astrónomos ortodoxos creen que al final de la vida activa de las estrellas (es
decir, cuando cesan los procesos de fusión termonuclear que se supone las hacen
funcionar), las estrellas moribundas colapsan bajo su propio peso (8).
Y
después de mudar sus capas externas, las estrellas de hasta 1.38 masas solares
(más del 97% de las estrellas en nuestra galaxia) hipotéticamente terminarán
como enanas blancas, que se cree son aproximadamente del tamaño de la Tierra y
alrededor de un millón de veces más densas que el Sol.
Mientras
que en el caso de estrellas más masivas, el colapso tiende a ir acompañado por
una explosión de supernova, y e piensa que las estrellas de aproximadamente 1.38
a 2 masas solares culminan como estrellas de neutrones, que en teoría están
compuestas casi en su totalidad de neutrones y tienen un diámetro de 20 a 40 km
con una densidad 300 billones de veces mayor que la del Sol.
Algunos
especialistas afirman que las estrellas por sobre 2 a 3 masas solares podrían
terminar como "estrellas de quarks", en las que los neutrones se descomponen
en sus constituyentes (los hipotéticos quarks superiores e inferiores) de los
cuales algunos se convierten en quarks extraños y forman "materia
extraña".
Presuntamente,
las estrellas más masivas se convertirán en agujeros negros, objetos extremadamente
densos en los que la gravedad aumenta hasta el infinito, aplastando la materia
a un punto infinitesimal de infinita "curvatura espacio-tiempo".
Aparte
de los juegos matemáticos sin sentido que a los teóricos les agrada practicar
con ayuda del "infinito" (¡ya que nada finito puede llegar a ser
infinitamente grande o pequeño!), los defensores del Universo eléctrico
argumentan que la materia comprimida gravitacionalmente se vuelve líquida o
sólida y se evita una mayor compresión por fuerzas eléctricas, resultando en
que las estrellas no pueden colapsar en objetos superdensos, aunque algunos
piensan que podrían existir objetos tan pesados como una estrella de neutrones.
Los
astrofísicos creen que las estrellas deben tener una masa de al menos 75 veces la
de Júpiter o el 7% de la masa del Sol para que el núcleo sea lo suficientemente
caliente (al menos 3 millones K) y se produzca la fusión nuclear.
Sin
embargo muchas estrellas enanas no cumplen estos requisitos, pero todavía
emiten luz tenue.
Las
estrellas frías, como las enanas marrones y rojas, no debieran ser capaces de
emitir llamaradas de rayos X. No obstante, las observaciones demuestran que sí
lo hacen.
Mientras
que en el modelo del Sol eléctrico, la luminosidad y temperatura de las
estrellas dependen no sólo de su tamaño, sino también de la densidad de
corriente en la superficie radiante.
Y
un ligero aumento en la densidad de corriente que incida sobre una enana
operativa cerca del límite superior del modo de corriente oscura podría
desplazar el plasma al modo de brillo y también producir rayos X, y por otro
lado, las estrellas bajo tensión eléctrica intensa pueden experimentar cambios
repentinos en la luminosidad que son difíciles de explicar por la teoría de
fusión.
Es
importante recordar que la luminosidad de las estrellas varía en diferentes
bandas del espectro electromagnético. Por ejemplo: Sirio A (dos veces más
masiva que el Sol) es la estrella más brillante en el firmamento, mientras que
su compañera Sirio B, una enana blanca, es 10’000 veces más débil, pero las
imágenes de rayos X muestran que Sirio B es más luminosa que Sirio A.
Esta imagen óptica de
Sirio A se ha sobreexpuesto por lo que Sirius B puede apreciarse como un débil
punto de luz en la parte inferior izquierda (en.wikipedia.org).
En
esta imagen de rayos X Sirius B es mucho más brillante que Sirius A
(chandra.harvard.edu).
Los
astrónomos ortodoxos creen que hacia el final de su vida, ciertas estrellas
(incluyendo nuestro Sol) que han agotado su combustible nuclear se convierten
en gigantes rojas, que tienden a expulsar sus capas exteriores y éstas a su vez
son ionizadas por el núcleo caliente y luminoso.
El
manto brillante de gas ionizado en expansión se conoce como nebulosa
planetaria (término acuñado en el siglo XVIII por su parecido a los
planetas gigantes cuando se ven a través de pequeños telescopios).
Algunas
de estas nebulosas son más o menos esféricas, pero la mayoría tiene una amplia
variedad de otras formas (por ejemplo, la Nebulosa Ojo de Gato ya descrita).
En
el modelo del Universo eléctrico, una nebulosa planetaria puede ser resultado
de reacciones nucleares causadas por una estrella cuando está bajo tensión
eléctrica anormal.
Dado
que estas nebulosas están compuestas de plasma en lugar de simplemente gases calientes,
su desarrollo y estructuras filamentosas y celulares implican descarga
eléctrica en vez de sólo una explosión y ondas de choque.
De
acuerdo con la hipótesis estándar, una nova es una explosión nuclear
catastrófica provocada por acreción de hidrógeno sobre la superficie de una
enana blanca desde una estrella compañera. La explosión proyecta los gases a
distancia y genera un estallido de luz extremadamente brillante, y el aumento
de resplandor máximo puede ser muy rápido o graduado, después de lo cual la
luminosidad disminuye de forma constante.
Pero
por su parte, en el modelo del Universo eléctrico una nova puede ocurrir si la
tensión eléctrica en la superficie de una estrella es muy alta, pudiendo así
fisionarse en dos estrellas o simplemente expulsar sus capas exteriores.
Una
explosión de supernova es un estallido de radiación que eclipsa a menudo y
brevemente a una galaxia entera, antes de desaparecer de vista durante varias
semanas o meses.
De
acuerdo con el modelo ortodoxo, se produce cuando el núcleo de una estrella
masiva vieja detiene la generación de energía por fusión nuclear, y experimenta
un súbito colapso gravitacional en una estrella de neutrones o un agujero
negro.
Las
capas en implosión "rebotan" cuando golpean el núcleo, lo que resulta
en una explosión que proyecta gran parte del material de una estrella en hasta
10% de la velocidad de la luz, barriendo una cubierta expansiva de gas y polvo
llamada remanente de supernova.
En
la teoría del Universo eléctrico, las supernovas involucran descargas
eléctricas catastróficas focalizadas en una estrella, como se desprende de sus
frecuentes formas no esféricas y otras características.
Como
ya fue mencionado, se piensa generalmente que las estrellas que han
experimentado una supernova colapsan en estrellas de neutrones o agujeros
negros.
Las
estrellas de neutrones que giran rápidamente son conocidas como púlsares,
y se afirma que estas pequeñas estrellas lo hacen hasta miles de veces por
segundo sin separarse, emitiendo un haz rotatorio de rayos X.
Sin
embargo, los físicos del plasma han demostrado que las complejas señales de
púlsares pueden ser explicadas por descargas de plasma, quizás entre miembros
de sistemas de estrellas binarias.
Estrella SK-69 202
que explotó el 24 de febrero de 1987, convirtiéndose en la supernova 1987A
(nasa.gov).
Se
encuentra en la Gran Nube de Magallanes (una galaxia compañera de la Vía
Láctea) y la explosión estelar está calentando plasma en los alrededores y la
hace brillar.
El
anillo luminoso de "cuentas" alrededor de la estrella siniestrada
tiene alrededor de un año luz de diámetro y se cree que fue creado unos 20’000
años antes que la estrella explotara, pero esto deja a los puntos refulgentes
sin explicación, al tiempo que los dos anillos más débiles situados sobre y bajo
la estrella están en el mismo eje y muestran puntos brillantes similares.
El
destello ultravioleta de la explosión "encendió" los anillos varios
meses después del evento, y luego la supernova en expansión chocó con el anillo
interior hacia el año 2001, haciendo que emitiera rayos X.
Según
el modelo de estrella eléctrica, las manchas constituyen corrientes de
Birkeland cilíndricas alrededor de la estrella muerta y que son características
distintivas de descarga eléctrica en laboratorio.
La
explosión de supernova parece haber hecho visible la forma clásica de
"reloj de arena" o configuración "Z-pinch" de plasma
alrededor de la estrella, y los astrónomos no han podido detectar la estrella
de neutrones que creen debe quedar atrás en el centro del remanente de
supernova (9).
Una
debilidad de la teoría del Universo eléctrico es que se presume que las estrellas,
centros galácticos, etc., son alimentados exclusivamente por corrientes
eléctricas de alta tensión que viajan a través del espacio, y que son de origen
desconocido.
Se
dice que las fluctuaciones en estas corrientes explican el ciclo de las manchas
solares; dado que no hay fusión que ocurra en los núcleos de estrellas, se
sostiene que probablemente no suceda mucho dentro de ellos y que las estrellas
no evolucionan con la edad, sino que simplemente responden a los cambios en su
entorno inmediato.
Y
puesto que los más prominentes defensores del Universo eléctrico tienden a
ignorar la existencia de un éter energético, ellos no vislumbran ninguna otra
fuente posible de energía interna.
3 - COMETAS ELÉCTRICOS
Los
núcleos de cometas aparecen como rocas sólidas, de forma irregular y con
cráteres de entre unos 100 m a más de 40 km de diámetro,
diferenciándose de los asteroides por sus órbitas muy excéntricas y apariciones
a veces espectaculares en el cielo.
Se
conocen más de 4000 cometas que pasan a través del Sistema Solar, con períodos
orbitales que van desde unos pocos cientos a miles de años, pero sólo alrededor
de uno por año es visible a simple vista y muchos de ellos son débiles y
comunes.
Algunos
cometas con el tiempo se vuelven inactivos, otros se precipitan hacia el Sol o
colisionan contra un planeta u otros astros, mientras que los cometas pequeños
pueden evaporarse por completo al pasar muy cerca del Sol, y también se han
observado otros cometas que se rompen en fragmentos.
Se
cree que los cometas de período largo (con tiempos orbitales de más de 200
años) se originan en la Nube de Oort, una nube hipotética de varios
billones de objetos helados que se sitúan entre aproximadamente 50 y 1250 veces
más lejos del Sol que Plutón.
Pero
si esto es real, entonces un porcentaje significativo de los cometas debiera
estar en órbitas hiperbólicas y serían lanzados fuera del Sistema Solar por la
gravedad del Sol, pero las observaciones contradicen esto (10).
Entretanto,
se piensa que los cometas de período corto se originan en el Cinturón de
Kuiper, localizado más allá de la órbita de Neptuno.
La Nube de Oort rodeando
al Sistema Solar
y en su interior el Cinturón de Kuiper.
Los
núcleos de cometas se describen popularmente como "bolas de nieve
sucia", ya que se cree que están compuestos de roca, polvo, hielo de agua
y gases congelados.
Cuando
un cometa se acerca al interior del Sistema Solar, se piensa que la radiación
del Sol vaporiza los hielos en el núcleo, al tiempo que los gases y el polvo se
expanden alrededor del núcleo para generar la coma radiante (cabellera) y que
con frecuencia son barridos hacia atrás por la presión de la radiación y el
viento solares, formando así enormes colas cometarias de iones y polvo.
En
ocasiones, el coma es más grande que el Sol, mientras que la cola puede extenderse
por 150 millones de km o más.
Los núcleos de los
cometas Tempel 1 y Hartley 2, como fueron captados por la sonda Deep
Impact de la NASA. Tempel 1 tiene
7.6 km en la parte más larga, mientras que Hartley
2 tiene 2.2 km de largo y está emitiendo chorros visibles
(en.wikipedia.org).
Todo
eso suena en apariencia muy bien, pero existen varios problemas con el modelo estándar
de los cometas, pues se ha encontrado muy poca evidencia de hielo.
Las
observaciones recientes demostraron que los cometas tienen superficies secas, polvorientas
y rocosas, y muchos astrónomos creen que el hielo debe estar oculto bajo la
corteza.
Además,
varios cometas han sido vistos precipitándose más allá de la órbita de Júpiter,
demasiado lejos del Sol para que se derrita una "bola de nieve".
Los
astrónomos han expresado su asombro por el número de chorros de gas y polvo que
un cometa puede emitir, y por el hecho de que esas eyecciones pueden emanar
desde el lado oscuro y no calentado de núcleos cometarios, así como de la
región iluminada.
Por
ejemplo, los violentos chorros expelidos del cometa Halley en 1985 fueron mucho
más energéticos que atribuibles a la sublimación del hielo al calor del Sol.
Y
otro descubrimiento sorprendente es que los cometas pueden emitir rayos X, asociados
generalmente con cuerpos de muy alta temperatura (11).
Núcleo rocoso del
cometa Wild 2 (5 km de diámetro) superpuesto en su descarga de
plasma. La superficie intensamente activa propulsa corrientes de polvo y gas en
el espacio, dejando un rastro de millones de kilómetros de largo
(nssdc.gsfc.nasa.gov).
Pues
bien, al igual que como sucede con las estrellas, la teoría del Universo
eléctrico tiene una opinión diferente de los cometas (12).
Todos
los cuerpos del Sistema Solar están cargados negativamente con respecto al Sol,
y a medida que un cometa se acelera hacia el astro rey, la fuerza del campo
eléctrico dentro de la cobertura plásmica del cometa aumenta de manera
constante hasta que la descarga de plasma cambia repentinamente de modo oscuro
a modo de resplandor, produciendo el coma.
El
aumento de la tensión eléctrica hace que la descarga cambie al modo de arco, y
los arcos catódicos comienzan a "bailar" sobre el núcleo, dándole un
aspecto similar a una estrella y produciendo cráteres, terrazas y mesas
en la superficie.
Los
arcos catódicos errantes, vistos como puntos blancos en imágenes de primer
plano, también queman la superficie oscura, siendo ésta la razón de por qué los
núcleos cometarios son más negros que el tóner de fotocopiadora. La roca se
pulveriza eléctricamente de la superficie y se acelera en el espacio para
formar chorros bien colimados.
El
material ionizado que se expulsa es conducido electromagnéticamente en la cola
filamentaria de plasma, y las descargas eléctricas de una superficie cometaria
pueden inducir grandes campos eléctricos dentro de la roca del subsuelo, lo que
lleva a la descomposición y fragmentación explosiva del núcleo del cometa (13).
Cometa West, marzo de
1976 (en.wikipedia.org).
Referencias
- Scott, The Electric Sky, págs. 66-7.
- Hill, "Electro-Fractal Universe", cap. 8.
- Thornhill y Talbott, The Electric Universe, pág. 35.
- Ibid., pág. 27.
- The Electric Sky, caps. 10, 11, 14; The Electric Universe, cap. 3.
- The Electric Universe, pág. 68.
- Ibid., págs. 61, 71.
- "Star" ("Estrella"), "White dwarf" ("Enana blanca"), "Neutron star" ("Estrella de neutrones"), "Black hole" ("Agujero negro"), en.wikipedia.org.
- The Electric Universe, págs. 82-3; "SN 1987A", en.wikipedia.org.
- Dark Matter, Missing Planets & New Comets, págs. 182-4; "Oort cloud" ("Nube de Oort"), en.wikipedia.org.
- "Comet" ("Cometa"), en.wikipedia.org.
- The Electric Universe, cap. 4.
- Thunderbolts Project, "Elenin and the mystery of exploding comets", youtube.com.
Hola CID !Excelente el blog ,no puedo creer que haya algo tan completo y digno de ser leido! Felicitaciones!
ResponderBorrarMuy interesante CID, en resumen según esta teoría el Universo funciona en su mayoría por la interacción con el cuarto estado de la materia (el plasma) lo que en otras palabras y en algunas corrientes del ocultismo sería considerado como ¿el éter?, de ser así entonces dicho esto podemos entender que este elemento podría tener bases científicas ¿ Es correcta mi apreciación ?.
ResponderBorrarTu apreciación es correcta Dunkle pero con el detalle que en la Teosofía el “éter” es el quinto estado de la materia, mientras que el plasma forma parte del cuarto estado (que es el de la incandescencia) como lo detallo en este capítulo:
Borrar• LOS SIETE ESTADOS DEL PLANO FÍSICO
http://esoterismo-guia.blogspot.com/2011/09/plano-fisico-elementos-materia-estados.html
Podría ser la ¿ materia oscura ?, se calcula que existe la cantidad exacta de materia oscura respecto de la visible para que el universo funcione de hecho un desequilibrio de estas y nosotros no existiríamos.
BorrarTodavía se está discutiendo si la materia oscura realmente existe o es un invento ficticio. Pero en caso de que realmente existiera, yo he especulado que tal vez podría ser la materia del plano físico que se encuentra en los tres estados superiores y que son el éter y los dos siguientes que todavía no tienen nombre en el mundo occidental.
BorrarE incluso extendiendo la especulación me pregunto si no podría también incluir la substancia de los planos sutiles superiores (astral, mental, etc.). Substancia que aunque no se pueda percibir con los sentidos físicos, tendría entonces una influencia gravitacional con el plano físico.