¿CUÁNTOS CAMINOS HACIA DIOS EXISTEN?

Si bien, en el ámbito esotérico es bien sabido que existen varios senderos de desarrollo, no deben con ello concluir que el camino evolutivo que conduce a la perfección, o si prefieren que lleva hacia Dios (para aquellos que aceptan ese término) se encuentra dividido.

De hecho, para ir a la Unidad, no se puede ir por un camino que esté dividido, debido a que si tomamos una de esas divisiones. No se podría redescubrir la perfección divina, regresar a la unidad, al origen, porque NO seríamos un ser completo, ya que nuestro desarrollo habría sido incompleto, puesto que separado del total.

¿Entonces, por qué existen diferentes senderos?

O más bien dicho.

¿Qué son esos múltiples senderos con relación al camino UNO?

Deben comprender que durante el proceso de evolución, y no solo me refiero al reino humano, sino también a la evolución del reino mineral, del reino vegetal, del reino animal, incluso del reino angelical, así como de todas las demás criaturas de los otros planetas, o de otras fases de evolución de la vida. Para todos esos seres se requiere crear los medios que les permitan salir de esa etapa evolutiva en la que se encuentran, para entrar en la etapa siguiente. (Ver los reinos de la creación)

Debido a que mientras más se desciende en la materia, más hay diversidad entre los seres que la pueblan. Por lo tanto, se requiere que el camino aunque siendo Uno, se adapte para corresponder con la diversidad de esos seres, generando los diversos senderos (los cuales simplemente son variantes del mismo camino para adecuarse con las diferentes naturalezas de los seres).

Así, cuando se llega al reino humano, vemos que existen doce senderos. Por eso en el libro sagrado se habla de las doce tribus de Israel y es en ese sentido que hay que interpretarlas. Nunca han verdaderamente existido doce tribus en el pueblo hebreo y aquel que las busque histórica o arqueológicamente no las encontrará, porque se trata de un símbolo. (Mucha de la enseñanza en los textos religiosos está escondida detrás de parábolas y símbolos)

Las doce tribus de Israel representan en realidad a los doce tipos de seres humanos que existen y no me estoy refiriendo a razas, sino que los humanos se pueden clasificar en doce naturalezas distintas. Con esto quiero decir algunos serán más religiosos, otros más científicos, otros más ocultistas, etc.

[Aquellos que han estudiado la doctrina de los rayos están familiarizados con este concepto. En ella se explica que si bien todos los humanos tienen contenidos en ellos todos los rayos (las energías cósmicas), hay un rayo que prepondera sobre los demás, así por ejemplo, quienes son más del rayo Uno (Poder-Voluntad) les gusta dirigir y suelen ser empresarios o presidentes. Mientras quienes son más del rayo Dos (Amor-Sabiduría) abren grande el corazón hacia los demás y suelen ser socorristas, enfermeras, etc. La diferencia es que solo se mencionan siete naturalezas diferentes correspondiendo a los siete rayos. Sin embargo, igual que con los globos de las cadenas planetarias, al parecer a niveles más profundos de enseñanza, en realidad son doce. (Ver la composición oculta de las cadenas planetarias) ]

¿Por qué doce?

Simplemente porque las constelaciones son doce. De hecho, cuando se quiere crear un sistema o una forma perfecta, se debe establecer su construcción sobre la base de doce. Esa base es el fundamento de todo Templo, sin importar cual sea después de la forma esotérica de ese Templo, de esa jerarquía o de ese planeta. Es así que si en la superficie de la Tierra ponemos siete energías, o tres energías, poco importa, a condición que el interior del planeta sea sostenido por doce pilares, o sea que exista a partir de doce energías raíces.

¿Por qué?

Porque es necesario que cada constelación pueda seguir un trayecto directo hasta la raíz del planeta, del templo o del ser creado.

[Para Pastor, las constelaciones no son simples figuras en el cielo nocturno, sino verdaderas agrupaciones de estrellas que a pesar de las inmensas distancias, están asociadas entre ellas por lazos ocultos. Al parecer la forma como se organizan es que varias estrellas orbitan alrededor de una estrella mayor (ver el Raja Sol).

Así como cada planeta es influenciado por las energías sutiles que proyectan los otros planetas alrededor. Las cuales tienen un gran efecto sobre los seres que se desarrollan en ese planeta (ver las energías cósmicas recibidas por la Tierra). Igual las energías que proyectan las doce constelaciones son el fundamento de toda creación en esta parte de la Vía Láctea.

Por ello, todo Creador cósmico tiene que considerar poner a la base de su creación, doce entradas que permitan recibir cada una, una energía de las doce constelaciones, independientemente de la estructura energética que maneje en otros niveles. Ya sé que suena descabellado, pero es de esta manera que se crea el principio de correspondencia (“como es arriba, es abajo”). Es por eso que el Ángel en el libro La Respuesta del Ángel (C24 Lili) dice:

Cada órgano de tu cuerpo
es la imagen de una fuerza del Universo.
Y es de ella que recibe su fuerza.
El latido del corazón del Universo
es uno con el latido de tu corazón.] 

No quiero hacer misterio alrededor del número doce, porque no lo hay. Pero deben comprender que para nosotros (los Maestros) es una especie de número sagrado. Cada vez que hay un asunto de creación, es el número que permite poner las energías en equilibrio, y sobre este equilibrio crear después, sin importar cual sea la forma, cual sea la jerarquía, cual sea el movimiento que se le quiera dar, poder crear una expresión que sea casi perfecta. Que después para ello se utilice la cifra tres, cuatro o siete, ya no tiene mucha importancia.

¿Entonces, dónde están las doce energías en el hombre?

Porque si se quiere seguir el principio de correspondencia que dice “como es arriba, es abajo”, y si encontramos arriba en el cielo las doce constelaciones y abajo en la tierra los doce pilares. Entonces, el ser humano que es el puente entre los dos, también deberá de tener en alguna parte de su ser, esas doce energías. Y en efecto, así es. Esas doce energías se encuentran en él a través de sus diferentes “fuegos”.

(Se refiere a los chakras que usualmente se consideran siete, pero como ya se habrán dado cuenta, en una enseñanza más profunda son doce principales, más varios otros más pequeños.)

Pastor (maestro de sabiduría, 88-05-18)

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Solo tengo pequeños indicios sobre cuáles son los doce diferentes senderos. Estos se pueden reagrupar en dos grandes tendencias:

“el camino del corazón y el camino de la cabeza”

En el camino del corazón se encuentran:

-        el sendero religioso en donde la persona se desarrolla a través de la devoción,

-        el sendero de la ayuda, en donde la persona se desarrolla a través de la compasión.

En el camino de la cabeza se encuentran:

-        el sendero científico en donde la persona se desarrolla a través del conocimiento científico de la naturaleza. (Aunque les parezca increíble, algún día la ciencia descubrirá a Dios)

-        el sendero esotérico en donde la persona se desarrolla a través del conocimiento oculto de la naturaleza.

-        el sendero de la magia en donde la persona se desarrolla a través del verdadero ritual.

Obviamente, los senderos no son radicales y en cada uno de ellos encontramos aspectos de los otros, pero es la tendencia predominante. Así por ejemplo, la Teosofía Original es más un sendero esotérico, mientras que la Masonería Original es más un sendero de magia, etc.

Ver también:

- el humano no ha terminado todavía de descender en la materia

- el camino hacia Dios a través del mental