Arthur Powell fue un estudioso de la neo-teosofía de Charles Leadbeater, y Powell explicó que el tercer ojo corresponde al chakra que tenemos en el entrecejo, que cada cuerpo sutil tiene sus propios siete chakras, y que por consiguiente cada cuerpo sutil tiene su tercer ojo.
El tercer ojo del cuerpo etérico
En su libro "El Doble Etérico" Arthur Powell señaló que:
« En sánscrito este chakra se llama Ajna y se encuentra entre las cejas y tiene noventa y seis rayos.
En los libros hindúes se lo menciona como de sólo dos pétalos, lo cual se debe probablemente a que presenta la apariencia de estar dividido en dos mitades. De estas, una es de coloración predominante rosa, aunque con gran cantidad de amarillo; mientras que la otra tiene coloración predominante azul-púrpura.
En el libro "La Vida Interna" de Leadbeater se dice que la apariencia azul-púrpura de una mitad del centro coincide estrechamente con los tipos especiales de vitalidad que lo vivifican. Esto parece indicar que el rayo azul oscuro (y violeta) pasa por el centro laríngeo y avanza hasta el cerebro.
(Posteriormente Leadbeater en su libro "Los Chakras" puso la siguiente imagen ilustrando ese chakra.)
El despertamiento de este centro de fuerza etéreo hace que la persona empiece a ver objetos, y que tenga varias clases de visiones de lugares o gentes. Al iniciarse el despertamiento, medio se perciben paisajes y nubes de colores. Una vez plenamente despierto trae la clarividencia.
La notable facultad de magnificar la visión, o la inversa, va asociada con este centro y se describirá en el capítulo donde hablo sobre la visión etérica.
Desafortunadamente no he podido encontrar ninguna descripción específica de la fuente de la corriente pránica que afluye a este centro. »
(Capítulo 9)
El tercer ojo del cuerpo astral
En su libro "El Cuerpo Astral" Arthur Powell indicó que:
« Este chakra confiere el poder de percibir, de manera precisa, la forma y la naturaleza de los objetos astrales, en vez de meramente percibir su presencia de manera vaga.
Asociado a este chakra aparece también el poder de magnificar a voluntad las minúsculas partículas físicas o astrales, al tamaño deseado, como en un microscopio.
Este poder permite al investigador ocultista percibir y estudiar moléculas, átomos, etc. El pleno dominio de esta facultad pertenece sin embargo al cuerpo causal.
El poder de magnificar es uno de los siddhis [poderes] descritos en los libros orientales como "el poder de hacerse a uno mismo grande o pequeño a voluntad".
La descripción es apropiada por cuanto el método empleado es el de utilizar un mecanismo temporario visual de pequeñez inconcebible. Y el empequeñecimiento de la visión también se puede conseguir construyendo un mecanismo visual también temporario de enormes proporciones.
El poder de magnificar es completamente distinto de la facultad de funcionar en un plano más elevado; de la misma manera que el poder del astrónomo, para observar los planetas y las estrellas, es completamente diferente de poder moverse o funcionar entre ellos.
En los Aforismos hindúes, se dice que la meditación en una cierta parte de la lengua, confiere la visión astral. Esta afirmación es un "velo", pues se refiere al cuerpo pituitario, situado precisamente sobre dicha parte de la lengua. »
(Capítulo 5)
El tercer ojo del cuerpo mental
En su libro "El Cuerpo Mental" Arthur Powell comentó que:
« De la porción central de este centro se proyecta lo que bien podemos llamar un diminuto microscopio, cuyo lente es un átomo único, proporcionando así un órgano de medida adecuada a los diminutos objetos que se quieran observar.
El átomo empleado puede ser físico, astral o mental; pero sea cual sea, necesita una preparación especial. Todas las espirillas del mismo han de estar abiertas y en condiciones de actuar, algo así como estarán en la séptima ronda de nuestra cadena planetaria.
El poder pertenece al cuerpo causal, de manera que si se emplea como anteojo un átomo de orden inferior, se ha de introducir un sistema de contrapartes reflejantes.
El átomo puede ser ajustado por cualquier sub-plano; de manera que se puede aplicar al grado requerido de magnificación que convenga al objeto bajo examen.
Una mayor extensión del poder permite al operador enfocar su conciencia en el lente, y así proyectarla a puntos distantes.
Por una disposición diferente, se puede emplear el mismo poder para disminuir los objetos, cuando uno desea ver, en conjunto, algo demasiado grande para abarcarlo completamente con la visión ordinaria. Los hindúes llaman a esto Mahima. »
(Capítulo 14)
El tercer ojo del cuerpo causal
En su libro "El Cuerpo Causal" Arthur Powell precisó que:
« En la actualidad no disponemos de información sobre los chakras del cuerpo causal. »
(Capítulo 16)
OBSERVACIONES
Aunque suena más lógico, yo no estoy seguro que cada cuerpo sutil tenga sus propios chakras, y que por consiguiente cada cuerpo sutil tenga su tercer ojo.
Les recomiendo que sean cautelosos con lo que Arthur Powell explicó acerca del tercer ojo porque él se basó en lo que Charles Leadbeater enseñó, pero resulta que Leadbeater fue un inmenso charlatán que dijo muchas mentiras.
Por ejemplo Leadbeater describió el mecanismo del tercer ojo como si se tratara de un simple microscopio o un telescopio sutil, cuando en realidad el maestro Pastor reveló que el tercer ojo es mucho más trascendental que eso (ver link).
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