Lobsang
Rampa en su libro “El Tercer Ojo”
puso la siguiente explicación ‘budista’
sobre el cuerpo etérico (y en paréntesis añadí mis comentarios):
« Durante
la vida de un cuerpo físico se forma un doble etérico.
(Esto
es falso porque el doble etérico es un cuerpo ficticio inventado por el
embustero Charles Leadbeater.)
Este
"doble" puede convertirse en un fantasma.
(Lo
que más se asemeja al doble etérico es el cuerpo pránico que aporta la
vitalidad al cuaternario inferior, pero el cuerpo pránico no se puede transformar
en un fantasma, sino que son el cuerpo kámico, el cuerpo astral y la parte
etérea del cuerpo físico las que pueden llegar a convertirse en diferentes formas
de fantasmas.)
Probablemente
todos hemos mirado una luz fuerte, y al voltear la cabeza aparentemente
seguimos viendo la luz. Consideramos que la vida es eléctrica, es un campo de
fuerza, y que el doble etérico que permanece en la muerte es similar a la luz
que se ve después de mirar una luz fuerte, o en términos eléctricos, es como un
fuerte campo magnético residual.
(Aquí
Lobsang Rampa está confundiendo un efecto óptico con el cuerpo energético, el
cual no es ni eléctrico, ni magnético, sino pránico.)
Si
el cuerpo tiene razones fuertes para aferrarse a la vida, entonces tiene un
etérico fuerte que forma un fantasma y habita las escenas familiares.
(Alguien
que se aferra a la vida tiene un cuerpo kámico fuerte, no un cuerpo pránico
fuerte.)
Un
avaro puede sentir tal cariño por sus bolsas de dinero que toda su vida se
centra en ellas. Y en el momento de morir probablemente su último pensamiento
sea de temor acerca del destino de su dinero, de modo que se añade a la fuerza
de su etérico.
El
feliz nuevo dueño de las bolsas de dinero puede sentirse un poco incómodo en
horas de la noche. Puede sentir que "El viejo fulano de tal anda otra vez
tras su dinero". ¡Y sí, tiene razón, el fantasma del viejo fulano de tal
probablemente esté muy enojado porque sus manos (espirituales) no pueden tocar
ese dinero!
(No
sus manos espirituales, sino sus manos astrales.)
Hay
tres cuerpos básicos: el cuerpo carnal en el cual el espíritu puede aprender
las duras lecciones de la vida, el cuerpo etérico o "magnético" que
nosotros mismos creamos por nuestros deseos, codicia y fuertes pasiones de
varias clases. El tercer cuerpo es el cuerpo espiritual, el "Alma
Inmortal".
(Aquí
Lobsang Rampa hace un revoltijo porque nuestros deseos, codicia y pasiones son
manejados por nuestro cuerpo kámico, no por nuestro cuerpo pránico. Y ninguno
de esos dos cuerpos los creamos nosotros mismos sino que la naturaleza nos lo
crea a nosotros.)
Esa
es nuestra fe lamaísta, y no necesariamente la fe budista ortodoxa. Una persona
al morir tiene que pasar por tres etapas: hay que disponer de su cuerpo físico,
hay que disolver el etérico y hay que ayudar al espíritu en su camino al Mundo
del Espíritu.
Los
antiguos egipcios también creían en el doble etérico, en los Guías para los
Muertos, y en el Mundo del Espíritu.
(Los
antiguos egipcios al cuerpo pránico lo llamaban Ka, pero en cambio no he encontrado que los budistas hablen del
cuerpo de vitalidad.
De
lo que si hablan los budistas es que el humano está compuesto por cinco
agregados llamados skandhas que se
ocupan de la forma física, de las sensaciones, de las
percepciones, de las formaciones mentales y de la consciencia). »
(Capítulo
16)
OBSERVACIÓN
Esta explicación que
dio Lobsang Rampa no es la de un budista sino la de un occidental, y un
occidental que estudió muy mal el esoterismo porque su explicación está llena
de errores.
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