Aquí
les voy a ir mencionando a personas con cierta celebridad que son grandes
admiradores de Lobsang Rampa.
SAMAEL
Samael
Aun Weor ha sido el fundador de una de las sectas más nefastas que ha habido en
América latina, y cuando le preguntaron sobre Lobsang Rampa, él respondió lo
siguiente:
Samael
afirmó que:
-
“Es
magnífico el relato que hace Lobsang Rampa, y en todo caso yo y mis discípulos lo
hemos tomado muy en serio, así es”.
Y
si se preguntan que es esa historia del intercambio atómico, pues resulta que
Samael se inspiró en la momia que Lobsang Rampa mencionó en su primer libro (y
que según Lobsang era el cadáver de su antigua reencarnación) para Samael inventar
que él también tenía su propia momia pero en Egipto, y en su fantasía Samael
añadió que él estaba intercambiando los átomos con esa momia para volverse más
joven…
(Si,
lo sé, suena completamente absurdo, pero así era Samael tremendamente
incoherente y delirante.)
BRAHMARSHI
Brahmarshi
Pitamaha Patriji es un gurú indio que fundó en California el
Movimiento de las Sociedades Espirituales Piramidales, y
también es el creador de la Meditación Piramidal, y a continuación les pongo un
video donde él habla acerca de Lobsang Rampa:
Brahmarshi afirmó:
-
“Hablemos de Lobsang Rampa el sabio tibetano del siglo pasado, yo obtuve
toda mi sabiduría de Lobsang Rampa.”
Yo sospechaba que Brahmarshi es un
falso guía espiritual, pero después de descubrir que toda su sabiduría la
obtuvo de un falso lama tibetano, ahora estoy convencido que si es un
charlatán.
Y
desconcierta que un gurú indio en vez de basarse en el hinduismo, se apoye en las
fantasías pseudo-budistas que publicó un escritor inglés.
MONUMENTO
Un empresario contrató al
escultor moscovita Dmitry Vladimirovich Kukkolos para crear una estatua donde aparece Lobsang Rampa
sentado junto con su mascota preferida: una gata siamesa a la que llamaba Fifi bigotes grises.
Y ese empresario también
convenció a las autoridades de Kemerovo, en Rusia, para que pusieran esa
estatua en el jardín central de esa ciudad.
Realmente
a ese empresario le ha de haber fascinado leer los libros de Lobsang Rampa para
gastarse todo ese dinero para homenajear a ese escritor.
Dinero
que hubiera sido más útil para ayudar a niños que se mueren de hambre, pero cada
quien hace lo que quiere con sus ingresos.
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