¿CÓMO FUNCIONAN LOS MANTRAS?

Sobre este asunto, el maestro Pastor explicó lo siguiente:

« Existe una sustancia creativa que está en el hombre y que es la mente superior, la cual también se encuentra compuesta por una multitud de átomos, porque deben de saber que no puede haber poder sin la presencia de la energía, y la energía se concentra sobre todo en los átomos.

Pero estos átomos de los que les estoy hablando no son exactamente los átomos que estudian los científicos, aunque son muy similares a ellos, ya que de hecho son la contraparte sutil de los átomos físicos.

Entonces, cuando el humano pronuncia un mantra, él desencadena una invocación, lo cual a su vez desencadena un poder, y esto activa a los átomos creativos de su plano mental.

Y ahí hay varias posibilidades:

A) Si los átomos creativos aún no están lo suficientemente despiertos, porque la persona todavía no se encuentra lo suficientemente desarrollada y todavía sigue resolviendo sus problemas que tiene a nivel astral, entonces en ese momento el mantra la ayudará a evolucionar.

B) En cambio si la persona ya está algo desarrollada en el plano mental, entonces la pronunciación del mantra va a provocar una apertura de los chakras, y así ese individuo va adquirir más poder.

C) Y si ya ese humano se encuentra muy desarrollado, entonces el mantra, o la fórmula mágica, o la palabra secreta, serán un instrumento para ejecutar su voluntad.

Y es por eso que la efectividad de un mantra depende del individuo que lo pronuncia, y de su nivel de evolución.

El mantra a nivel vibratorio es inteligente porque es una energía activa, y también lo es la fórmula mágica. Y es por eso que el individuo que lo pronuncia con asiduidad pero que todavía se encuentra bloqueado en cierto grado de evolución, el mantra primero se encargará de confrontar a ese individuo a resolver los problemas que todavía tiene en ese grado de evolución, antes de hacerlo trabajar y seguir adelante hacia un nivel superior.

Cada mantra tiene el poder y el deber de hacerlos conocer a Dios.

Pero yo os pregunto:

¿Quién es actualmente lo suficientemente elevado como para poder ya encontrarse con Dios?

Y es por eso que hay tantos malentendidos alrededor del mantra, y esa es la razón por la que tanta gente se dice a sí misma:

“He estado repitiendo este mantra todos los días por más de diez años y nunca he encontrado a nadie ni siquiera a un ángel.”

Es cierto, pero es porque la energía del mantra ha estado ocupada en corregir primeros tus errores, encontrando los medios en la vida diaria para llevarte a tal o aquella prueba, para despojarte de tal o aquel desorden enérgico, o para abrirte poco a poco tal y tal otro chakra, para que así puedas en el futuro conocer a Dios.

Y es lo mismo para la invocación. Por la invocación, el hombre desencadena una vibración en su plano mental e inmediatamente esto crea (de manera esquemática, por supuesto) un tipo de luz en la sustancia mental de la tierra, y cuando esta luz ha alcanzado un cierto número de vibraciones por segundo, de esta luz brota un rayo que entra en la zona donde el ser superior invocado vive y cumple con su plan de evolución.

Y entonces, si ese ser invocado, por ejemplo un ángel o un maestro, ve que la pequeña luz parpadeante, no parpadea todavía con la claridad suficiente, no es todavía lo suficientemente eficaz, lo suficientemente brillante, entonces en ese momento ese ser se dice a sí mismo:

« No puedo todavía entrar en contacto con este humano porque quien me llama todavía no es lo suficientemente desarrollado y entonces yo arriesgaría quemar primero su envoltura mental y luego su envoltura energética, así que por el momento solo le voy a enviar a uno de mis guías o bien mi bendición. »

Y a medida que el individuo invoca a ese ser, son tantas bendiciones y tantos guías que él llama a su alrededor, y quienes le ayudan para desarrollarse cada vez más, y quienes contribuyen a provocar en su vida diaria, la conciencia necesaria para que él cambie su plano de conciencia, y así acceda a un plano más elevado, para que de esta manera pueda encontrarse finalmente con el maestro o con el ángel que él ha estado invocando.

Este es el poder del ritual, y también el poder del ascetismo religioso, de la disciplina religiosa. Es que incluso si el individuo no está todavía listo para encontrarse con Dios, el hecho mismo de producir este esfuerzo atrae a estos guías y a otros tipos de energías; y son estas energías y estos guías quienes lo preparan para encontrarse con lo divino.

Mientras que si el humano no hiciera este trabajo, él no atraería estas energías y estos guías, y entonces tardaría muchísimo más tiempo, muchísima más encarnaciones antes de poder encontrarse con Dios.

Así que es una aceleración. El mantra, la invocación, el ritual, el trabajo de ascetismo, el trabajo religioso, el trabajo místico, todo ello son una aceleración de la elevación del hombre.

Pero esto no se les dio a los humanos considerando que el hombre iba demasiado lento. No, es simplemente porque uno no puede esperar que la raza se desarrolle por si sola, solamente en función y en acorde con el poder y la inteligencia de sus átomos, y por lo tanto es una evolución en la que el alma también tiene que participar.

Porque si no le diéramos al alma los instrumentos para que pueda descender hacia su personalidad, unirse y luego volver a Dios. Pues bien, si el alma no tuviera esos instrumentos, ella vería a su personalidad eternizarse en la materia o incluso hundirse en la materia, y el alma se desesperaría por que no habría evolución.

Mientras que si a la humanidad se le dan los medios para evolucionar, primero por la religión, luego por la filosofía, luego por la ciencia, y finalmente por el esoterismo, entonces el alma desciende a la materia, tiene más poder sobre la materia y puede tomar aún más control de su personalidad.

Y ahí tú puedes ser más tú mismo, y no solo ser un compuesto de átomos a nivel físico. Porque si la humanidad se dejara solo a los comportamientos de sus átomos del plano físico (y por lo tanto de sus células), entonces tomaría mucho, pero mucho más tiempo para evolucionar, que el tiempo que se requiere cuando se utilizan los instrumentos que les mencioné arriba.

Es un hecho que el cuerpo físico tiene su inteligencia y también tiene su capacidad de evolucionar, pero ese proceso es mucho más largo debido a que su nivel de conciencia no está suficientemente desarrollado, y en cualquier caso, la evolución no pasa por la acción de la materia sobre el alma, sino por la acción del alma sobre la materia, lo cual es muy diferente.

Todas las personas imaginan que la evolución procede de abajo hacia arriba, pero eso no es cierto. En realidad procede de un punto medio llamado alma, la cual baja hacia la materia, y luego sube hacia lo divino. Y que a través de las experiencias de la personalidad, el alma tomará posesión de su individualidad y descubrirá que es un ser capaz de actuar, y por lo tanto de crear.

Entonces el alma descubre sus poderes, y redescubriendo uno por uno todos sus poderes, el alma se da cuenta de que ella es el arquetipo divino, y se convierte en un ser divino, aquel que es el hijo de Dios. Y así el humano recorre una rueda que sube y que sube cada vez más hacia el infinito. »

(Conferencia del 27.06.87)