¿DEBERÍAN LOS TEÓSOFOS INVOLUCRARSE CON EL BUDISMO?

(Nota: este artículo fue escrito por la Logia Unida de Teósofos de Inglaterra y le agradezco mucho a Alexander por haberlo traducido, y el texto original en inglés lo pueden leer aquí.)

Cualquiera que haya estudiado los escritos de Madame Blavatsky, así como las cartas escritas por sus Maestros Adeptos de la Hermandad Transhimaláyica, habrá seguramente notado que los Maestros y su Hermandad tienen una relación definida y cercana tanto con el Tíbet como con el Budismo.

Helena Blavatsky y los Maestros afirmaron claramente que ellos mismos eran Budistas y devotos seguidores de Gautama Buda y de sus enseñanzas esotéricas, o sea de las doctrinas y filosofía que él impartió en secreto a sus Arhats elegidos.

Por lo tanto, a veces se puede encontrar que en la literatura Teosófica original se hace referencia a los Maestros y sus Enseñanzas como «la Escuela Esotérica Arhat» y «la Filosofía Esotérica Arhat».

Esto, muy naturalmente lleva a veces a los estudiantes de Teosofía a comenzar a investigar el complejo, colorido y confuso mundo del Budismo y en particular del Budismo Tibetano. Y a preguntarse cómo y dónde la Teosofía se vincula y se relaciona con él.

Algunos Teósofos incluso se han involucrado activamente en la práctica y la promoción del Budismo Tibetano, ingenuamente creyendo que esto de algún modo los acercará a los Maestros.

Pero veamos a continuación algunos hechos importantes:

El Budismo Mahayana del Tíbet tiene dos aspectos: las enseñanzas Sutra y las enseñanzas Tantra, que también se conocen respectivamente como el Paramitayana y el Vajrayana.

A menudo se dice que el aspirante espiritual debe desarrollarse y establecerse adecuadamente en el ideal y en el Sendero del Bodhisattva de practicar perpetuamente las Paramitas (que son las “virtudes gloriosas” o “perfecciones trascendentales”) antes de iniciar el entrenamiento y la práctica en el Vajrayana, que literalmente significa “el Camino de Diamante”.

Y en el Budismo Tibetano general, el término «Budismo Esotérico» se refiere específicamente a las enseñanzas y prácticas del Vajrayana.

Pero hay que remarcar que todas las escuelas del Budismo Tibetano (desde la Gelugpa hasta la Nyingmapa) tienen su propio sistema de Vajrayana. Y todas ellas, incluso los Gelugpas, incluyen elementos específicos y prácticas del tantra sexual, el cual según Blavatsky y los Maestros es el peor tipo de magia negra, y ciertamente no tiene nada que ver con el Budismo genuino o con el mismo Buda.

A algunos Teósofos les resulta difícil creer que la escuela Gelugpa, fundada por Tsong Kha-pa, enseñe prácticas sexuales tántricas, pero este es un hecho que cualquiera puede comprobar por sí mismo, aunque eso no significa que el propio Tsong Kha-pa enseñó o respaldó tales cosas cuando fundó esa Escuela en el siglo XIV.

Y esto se ve en el propio nombre ya que Gelugpas significa literalmente “Modelos de Virtud” o “Virtuosos”.

Por otro lado, los escritos del Dalai Lama y de Gueshe Kelsang Gyatso (fundador de la Nueva Tradición Kadampa) deben probablemente considerarse como los libros contemporáneos más autoritarios de las enseñanzas Gelugpa, y no ocultan su lado sexual, y de hecho lo respaldan abiertamente, aunque aconsejando a los practicantes que se abstengan del tantra sexual hasta que hayan alcanzado una determinada etapa de desarrollo interno y recibido la autorización necesaria de un Gurú Lama.

El libro de Geshe Kelsang Gyatso titulado “Esencia del Vajrayana” es probablemente el libro más claro y conciso disponible actualmente sobre las enseñanzas del Vajrayana Gelugpa. Pero resulta que la esencia y la naturaleza de casi todo su contenido son claramente opuestas a la esencia y a la naturaleza de la Teosofía. Y por lo tanto sería antagónico seguir y aplicar tales enseñanzas.

Y para ilustrarlo, entre otras cosas, sería prudente comparar el énfasis constante que el Budismo Vajrayana pone en las Dakinis con lo que Blavatsky dice sobre ellas.

(Nota: desafortunadamente no pusieron qué dicen, pero cuando pueda buscaré lo que dijeron.)

Pero en cambio sí existe un verdadero «Camino de Diamante», un verdadero Vajrayana, y el libro “La Voz del Silencio” que es una traducción efectuada por Blavatsky del texto sagrado conocido como  “El Libro de los Preceptos de Oro“ nos indica ese sendero y cómo llevar a cabo su práctica.

Y no es coincidencia que La Voz del Silencio esté lleno de palabras que empiezan por «Vajra-» y de palabras relacionadas con el diamante. Y queda claro a lo largo de ese libro y del resto de las enseñanzas de Blavatsky que el verdadero Budismo (aquel que los Maestros reconocen y se adhieren) es el de la Escuela secreta y esotérica Yogacharya del Budismo puro, y la cual a menudo se le conoce como:

« La Escuela Esotérica Transhimaláyica. »

Debido a que tiene su base geográfica en esa región.

(En el Glosario Teosófico –que contiene bastantes referencias a la palabra Yogacharya–  Blavatsky menciona que el Jefe Espiritual de la Escuela Yogacharya es conocido como el Vajracharya, «el Maestro Supremo del Vajra» o diamante.)

Por lo tanto no encontraremos ningún vínculo claro o definido entre el Budismo Vajrayana popular y la Teosofía. El verdadero vínculo es con la Escuela Esotérica Yogacharya, fundada por el Aryasanga original, quien había sido un discípulo directo y Arhat de Gautama Buda, y no con la Escuela exotérica Yogacharya establecida un tiempo después por un individuo al que Blavatsky denominó: “el pseudo-Aryasangha”.

Y ella dice que:

« Ninguno de los libros genuinos del Yogacharya se ha hecho público o comercializable alguna vez. »

...ni lo será nunca.

Y en su artículo “Más Equivocaciones Corregidas” ella escribió:

« Las Escuelas Esotéricas dejarían de ser dignas de su nombre si su literatura y sus doctrinas se convirtieran en propiedad siquiera de sus correligionarios profanos, y aún menos del público occidental. Esto es simple sentido común y lógica. »

¿Y qué decir del sistema Kalachakra y de las enseñanzas del Budismo Tibetano que se dice que se vinculan estrechamente con la misteriosa tierra de Shambala y que cada vez se escuchan y se mencionan más en la actualidad?

Parece que el verdadero sistema y enseñanzas Kalachakra se relacionan estrechamente con los Maestros e Iniciados de la Hermandad Transhimaláyica y la Escuela Esotérica, y viceversa.

En el artículo “El Misterio de Buda” el cual inicialmente se pretendía publicar como parte de La Doctrina Secreta, Blavatsky específicamente declara y explica que:

« Lo que aquí se da, se toma de las partes secretas del Dus Kyi Khorlo.

Y el Dus Kyi Khorlo o Misticismo Tibetano es un sistema tan antiguo como el propio hombre, el cual ha sido conocido en la India y practicado antes de que Europa se convirtiese en un continente.

Se nos dice que se conoció por primera vez ¡hace sólo nueve o diez siglos!

Y el texto de sus libros en su forma actual se pueden haber “originado” incluso más tarde, ya que hay numerosos textos que han sido manipulados por las sectas para satisfacer las fantasías de cada una de ellas.

Pero, ¿quién ha leído el libro original sobre el Dus Kyi Khorlo, re-escrito por Tsong-kha-pa y con sus comentarios?

En 1387 este gran Reformador quemó todos los libros sobre Brujería sobre los que pudo poner sus manos y ha dejado toda una biblioteca de su propia obra, de la cual ni una décima parte se ha dado nunca a conocer. »

En la cita anterior cuando Blavatsky precisa “se nos dice”, ella se refiere a las afirmaciones erróneas e incorrectas de los orientalistas y otros académicos occidentales que se consideraban expertos en estos asuntos.

Y en La Voz del Silencio, en la sección titulada « Los Dos Senderos » (página 32 en la edición de la Theosophy Company) se formula la siguiente pregunta:

« ¿Quieres convertirte en un Yogui del “Círculo del tiempo”? »

Pero deben de saber que las palabras Dus-kyi Khorlo en tibetano (o Kala Chakra en sánscrito) significan: “la Rueda del Tiempo”.

¿Ven las correspondencias?

Por consiguiente el aspirante espiritual que sigue el Sendero presentado en La Voz del Silencio está en camino para convertirse en un verdadero Kalachakra Yogui.

Y curiosamente, un tibetólogo estadounidense llamado David Reigle y autor del libro “Blavatsky's Secret Books” ha encontrado pruebas concluyentes de que el Libro Secreto de Dzyan (cuyas estancias arcaicas sobre la Cosmogénesis y la Antropogénesis forman la base de la obra maestra de Blavatsky: La Doctrina Secreta).

El Libro Secreto de Dzyan es en verdad el Mula Kalachakra Tantra, también llamado Kalachakra Mulatantra, que es el fundamento original puramente esotérico y ahora perdido (“perdido” para todos excepto para los iniciados) de las enseñanzas Kalachakra conocidas públicamente, y las cuales han sido popularizadas por el presente Dalai Lama.

Por lo tanto no hay necesidad alguna, y muy poco valor, en que los Teósofos intenten abrirse camino en el mundo del Budismo debido a que todo lo que necesitamos (y más) ya ha sido puesto a nuestra disposición por los Maestros en las vastas enseñanzas de su mensajera Helena Blavatsky (a quien ellos llamaron su Agente Directo) y en las de su colega y cofundador del Movimiento Teosófico: William Quan Judge.

Entonces,

¿Por qué mejor no nos dedicamos al estudio serio y a la aplicación y promulgación de estas enseñanzas?