¿INVENTÓ EL CORONEL OLCOTT SUS ENCUENTROS CON LOS MAESTROS?

Después de Blavatsky, el coronel Olcott es el principal testigo de la existencia de los Maestros Transhimaláyicos, ya que él fue quien tuvo la mayor cantidad de encuentros con los Maestros Kuthumi y Morya.

Y también él aseguró haber tenido otros contactos y encuentros con varios otros Maestros de diferentes nacionalidades incluyendo al Maestro Hilarión e incluso al jefe de todos ellos: el Chohán Serapis.

Él estuvo también presente en varias de las materializaciones de cartas que hicieron los Maestros para varios miembros de la Sociedad Teosófica.

Y también él atestiguó del encuentro que tuvo el hindú Mulji Thackersey con el Maestro Morya.

Y también el coronel Olcott mostró un túrbate asegurando que era del Maestro Morya y que este se lo había dado como prueba de su existencia.

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Ahora bien, cuando los detractores de Blavatsky se enteran de todo esto (porque usualmente ni siquiera sabían al respecto), ellos arguyen que el coronel Olcott en realidad fue un cómplice de ella y que él mintió para inventar la existencia de los Maestros.

Sin embargo existen varios argumentos que me hacen dudar mucho de que esa aseveración sea verdadera.

1. EL CORONEL OLCOTT FUE UN HOMBRE
MUY HONESTO

Si bien es cierto que el coronel Olcott tenía sus buenos defectos, también es cierto que tenía grandes cualidades, y una de ellas que sobresalía de manera remarcable fue su integridad.

Cuando se alistó en el ejército, el Gobierno notando su gran habilidad y valor, lo eligió para dirigir una investigación con relación a los fraudes, a la corrupción y a los sobornos que sucedían en la oficina de Reclutamiento y Pagaduría de Nueva York.

Fue nombrado Comisionado Especial del Departamento de Guerra y por todo tipo de medios se trató de detenerlo, pero ni los sobornos, ni las amenazas pudieron detener su investigación, y por cuatro años luchó en contra de la oposición y la calumnia, hasta que logró aprehender a todos los criminales, enviando al peor de ellos, a Sing Sing por diez años en prisión.

El Departamento de Guerra expresó su reconocimiento por escrito diciendo a cerca de Henry Olcott que actuar con convencimiento era incluso más importante para el Gobierno que ganar grandes batallas, y lo recompensó promoviéndolo al rango de coronel.

Posteriormente el Departamento de la Marina lo solicitó para erradicar los abusos que se cometían en los Astilleros de la Marina. Y con la misma determinación Henry Olcott limpió sin miramientos el Departamento y reformó el sistema de contabilidad.

Y su trabajo fue tan impecable que el Secretario de la Marina le escribió una carta expresándole:

« Deseo decir que nunca me he encontrado con un caballero al que se le hayan depositado tareas tan importantes, y que a lo largo del trabajo haya demostrado tanta capacidad, rapidez y confianza como usted.

Y más que todo, deseo hacer patente su completa rectitud e integridad de carácter, que estoy seguro han caracterizado toda su carrera, y por lo que sé, nunca estas cualidades han sido puestas en duda.

El que usted haya podido escapar así, sin ninguna mancha sobre su reputación, considerando la corrupción, audacia y poder de muchos de los villanos en posiciones encumbradas que usted ha perseguido y castigado, es un tributo del cual usted puede estar muy orgulloso y el cual ningún hombre que haya ocupado una posición similar y que haya realizado servicios similares en este país jamás ha logrado. » ⁽¹⁾

Olcott en el ejército

Entonces vemos que el coronel Olcott era un hombre sumamente integro. Sin embargo algunos podrán objetarme que la gente puede cambiar con el tiempo, y eso es cierto, pero hay detalles que muestran que el coronel Olcott siguió siendo una persona muy honesta.

Y así por ejemplo, en la Convención Anual de la Sociedad Teosófica de Adyar que tuvo lugar en diciembre de 1894, cuando le preguntaron si seguía manteniendo comunicación con los Maestros, el coronel Olcott admitió ante la audiencia que su comunicación con los Maestros había cesado casi por completo con la muerte de Blavatsky ⁽²⁾.

Y esta afirmación que hizo el coronel Olcott me indica que seguía siendo un hombre muy honesto porque muy fácilmente él hubiera podido haber dicho una mentira, ya que nadie le hubiera podido demostrar lo contrario, y así él pudo pretender que seguía en gran contacto con los Maestros, pero él prefirió decir la verdad aunque eso disminuyera su prestigio ante los demás.

2. HUBO OTROS TESTIGOS

Y además a parte de Blavatsky y el Coronel Olcott, también hubo muchos otros testigos que aseguraron haber visto o tenido contacto con los Maestros, y entre ellos se encuentran:

·        Alfred Percy Sinnett

·        Alice Gordon

·        Annie Besant

·        Archibald Keightley

·        Bhavani Shankar

·        C. Ramiah

·        Casava Pillai

·        Charles Johnston

·        Constance Wachtmeister

·        Damodar Mavalankar

·        Emma Coulomb

·        Franz Hartmann

·        Isabel Cooper-Oakley

·        J. N. Ghosal

·        James Morgan Pryse

·        Julia Keightley

·        Justine Glinka

·        Laura Holloway

·        Martandrao Babaji Nagnath

·        Mary Gebhard

·        Minnie Scott

·        Mirza Moorad Alee Beg

·        Mohini M. Chatterji

·        Moorad Ali Beg

·        Nadyezhda A. de Fadeyev

·        Nobin Krishna Bannerji

·        Ross Scott

·        S.R. Ramaswamier

·        Soobiah Chetty

·        Sriman Swamy

·        Vera Zhelihovsky

·        Violet Tweedale

·        Vsevolod Solovyov

·        William Brown

·        William Eglinton ⁽³⁾

Y todavía quedan más testigos.

3. EXISTEN OTRAS PRUEBAS

E incluso he considerado la posibilidad de suponer que todas estas personas fueran cómplices y estuvieran asociadas con Blavatsky para inventar la existencia de los Maestros Transhimaláyicos. Lo cual me parece muy poco probable porque estamos hablando de más de 40 testigos que he numerado hasta ahora.

Pero incluso en ese caso extremo hay una serie de pruebas que me hacen considerar que aún así es más probable que los Maestros sí existan, y esas pruebas las detallo en este otro capítulo titulado:

¿Existen los Maestros de Shambala?

(luego lo pongo)

NOTAS

1. Extractos de la biografía que publicó Boris de Zirkoff en los H.P. Blavatsky Collected Writings, Vol. I, p.503-518
2. Revista The Theosophist, Vol. 16, Jan. 1895, p.10; The Judge Case, Pelletier, Cronología, p.129
3. http://blavatskyarchives.com/mastersencounterswith.htm