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EL MENSAJE QUE LOS ROERICH RECIBIERON DE LOS CABALLEROS DEL GRIAL


 
Helena y Nicolás Roerich para comunicarse con los maestros practicaban reuniones de espiritismo, y en los diarios de Helena Roerich aparece que en la sesión espiritista que ellos efectuaron el 3 de abril de 1920, recibieron el siguiente mensaje por parte de los Caballeros del Grial:
 
 
« Así que reconocieron el Grial, se sentaron en una mesa redonda quitándose la colcha blanca. Sobre ellos colgaba una llama escarlata-púrpura. Y en lo alto ondeaba la imagen de la Santa Paloma. Las alas brillaron en rayos temblorosos. Y rostros de inexplicable belleza miraban desde las paredes. Se alzaron manos de indescriptible encanto y se rociaron composiciones sagradas de viales.
 
En cada cofre descansaba un talismán encontrado por orden exacto y precedido por una imagen dada el día anterior a su hallazgo. Rostros brillaban con luz azul y ropa blanca brillaba. Y era incomprensible que la llama púrpura se iluminara con una luz tan azul.
 
Y se erigió el trono, y los sonidos profundos del Blagovest tararearon en el instrumento musical. Y en los rostros y en las manos de los que estaban sentados, los soplos de un torbellino vagaban y tocaban las manos temblorosas de los invisibles. Se componían palabras maravillosas y hervía la fe. Y el susurro de la vida ya no constreñía el alma. Y ascendió la confesión de los mejores pensamientos.
 
Estaban en camino hacia arriba.
 
¡Oh, no agregaré una sola palabra!
 
Fueron llamados por el sonido de una cuerda invisible.
 
Fueron advertidos golpeando la mesa.
 
Hermosas imágenes fueron dibujadas con los ojos cerrados. Sopló un fresco torbellino y brillaron halos blancos, verdes, morados y azules. ¡Esos eran los días! Y era difícil mantener un secreto y no advertir y no anunciar. ¿Y quién vendrá? ¿Son curiosos? ¿O los que preguntan por el mañana?
 
Y cómo dirás esa armonía que dice: “Si vienen, dirás: ¡será bendecido! Si no vienen, dirás: ¡será bendecido! Y dirás levantado, y dirás cargado. Y en pensamientos puros ha crecido el viejo sueño de la vida: partir, ser tomado por el trabajo y por el gozo del saber.
 
Ellos vendrán. Así que justo en la mañana vendrán. Abrirán puertas. Ellos entrarán y limpiarán. Destruirán los objetos terrenales superfluos con un buen fuego y, habiéndolos puesto a dormir, los trasladarán a la tierra de un cuento de hadas, donde hay tesoros de bondad, donde hay depósitos de sabiduría, donde deben aparecer imágenes sagradas.
 
¡Ah, el sueño de la vida! ¿Es hora de cumplir? Y las confirmaciones aparecen en filas ordenadas. Y cada palabra de arriba encuentra una explicación en hechos, sueños y sentimientos anteriores.
 
Sabíamos, sentíamos. Y a través del horror de la vida, se levantó y con un ala ligera, un aliento de montaña pasó por delante. Y si las cuerdas aún no habían sonado y si no habían mirado desde las paredes de Lika, en sueños ya estaban cerca, y los "accidentes de la vida" se tejieron en una historia armoniosa antes.
 
Oh, no arruines lo maravilloso que hemos visto.
 
¿Y dónde se puede encontrar una fortaleza para conservar el vigor de un torbellino de montaña en la vida?
 
Miles de peces pasan corriendo. Los abismos de los ojos que todo lo ven se abren. Torbellinos misteriosos se arremolinan. ¡Torbellinos de conocimiento! Y las manos milagrosas traen objetos sagrados y encienden una vela en su mano. Guárdanos esta luz. Veamos y conozcamos nuestro cuento de hadas: “¡Soy tu bendición, soy tu sonrisa, soy tu alegría, soy tu paz, soy tu fortaleza, soy tus aspiraciones, soy tu conocimiento!” »
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Este mensaje es bastante incongruente y es típico de las sesiones espiritistas donde los seres que los transmiten recitan discursos muy estrafalarios con mucho pedantismo, pero que cuando se analiza su contenido, éste no tiene mucho sentido.
 
Y esto me hace considerar que muy seguramente los “Caballeros del Grial” con los que los Roerich se comunicaron en esa ocasión en realidad fueron entidades astrales que se hicieron pasar por esos personajes.
 
Y este es un ejemplo más de lo perdidos que estaban Helena y Nicolás Roerich en asuntos esotéricos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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