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EL MAESTRO KUTHUMI MANIPULA LOS CHAKRAS DE HELENA ROERICH


 
Helena Roerich escribía en sus cuadernos todas las comunicaciones y experiencias que ella iba teniendo con su maestro, y del 15 al 17 de febrero de 1928, ella escribió lo siguiente:
 
 
15 de febrero 1928
 
Helena Roerich comentó:
 
La noche del 15 tuve un sueño. Estoy sentada en una silla baja. Un poco más lejos, sentado en el brazo de la silla se encuentra el Maestro Kuthumi. Estoy muy molesta porque el Maestro en su prisa por ayudarme (centros inflamados) descuidó algunas precauciones y recibió quemaduras importantes. Inmediatamente veo dos relámpagos perforando su aura desde el lado izquierdo.
 
Yo me digo: ¿Cómo puede el Maestro ser tan descuidado en experimentos tan peligrosos? Y el Maestro Kuthumi me responde alegremente: "No te preocupes, cuando participo con otros y contigo en ciertas experiencias, tomo todas las precauciones necesarias pero no había ni un segundo que perder".
 
(Observación de Cid: si ustedes han leído las Cartas Mahatma constatarán que esto no tiene sentido, primero porque esa actitud no corresponde con el carácter del maestro Kuthumi, y segundo porque el despertar de los chakras se va haciendo de manera muy paulatina y no de manera brusca como se lo imaginó Helena Roerich.)
 
 
Pero su maestro le siguió esa creencia diciéndole:
 
Cada peligro trae también una ventaja. El centro de la laringe trae síntesis. Así que la espada está templada en el fuego. Por supuesto que cada llama es peligrosa, pero la sutileza de la forma de percepción es afirmada por la llama. Por lo tanto Agni Yoga se crea sobre la manifestación del fuego, el dador de vida y creador de la voluntad.
 
Ahora es necesario aplicar toda cautela y solicitud por un camino placentero. Seguimos la experiencia ardiente. Ayudó la producción oportuna de un terafim, para lo cual se tomó la imagen de Urusvati [Helena Roerich].
 
Ahora descansa.
 
 
Helena Roerich le preguntó:
 
-      ¿Por qué el Maestro no hizo el terafim a Fuyama [Nicolás Roerich] y el mío antes?
 
Su maestro le contestó:
 
-      Porque los terafines deben renovarse, porque las corrientes se secan.
 
 
 
 
16 de febrero de 1928
 
Su maestro dijo:
 
"Enviemos una nube derecha y brillante" ... "¡Cuidado!" - "Hay preocupación"...
 
 
Helena Roerich comentó:
 
Pasó el ardor en la laringe, me levanté.
 
 
 
 
17 de febrero de 1928
 
Su maestro dijo:
 
La preocupación de Fuyama [Nicolás Roerich] es muy grande. Por supuesto, uno no puede dejar de cuidar la salud de Urusvati [Helena Roerich]. Además Fuyama siente que muchas circunstancias comerciales llegan tarde, lo que perturba su espíritu. Hay períodos cortos de ganar dinero que no tienen un significado cósmico pero pueden perturbar el espíritu. Por lo tanto Fuyama está preocupado, pero el trabajo duro mejorará las cosas.
 
Te aconsejo que elijas a Fuyama como jefe de las acciones externas del camino. Quiero ver este final del camino sin irritación. El fenómeno del cansancio deberá ser desterrado por el largo descanso al que tienes derecho. Tales manifestaciones como Fohat [el fuego cósmico] no pueden dejar de cansar, pero la estratificación de la experiencia no se completa sin tales manifestaciones.
 
Por supuesto, Mi Amigo [refiriéndose a Kuthumi] recibió varias quemaduras mientras apagaba el fuego de Urusvati [Helena Roerich], pero esto nos sucede más de una vez cuando en el astral hay que correr con corriente alterna. Urusvati recuerda el rayo azul que funcionó durante el fuerte fuego.
 
 
Helena Roerich le preguntó:
 
-      ¿Qué era ese rayo?
 
Su maestro le contestó:
 
-      Un rayo de calma cuando el fuego amenazaba con extenderse a los centros de las orejas y al tercer ojo. La temperatura del aire ayudó a calmar el fuego, pues el calor del cuerpo podía ser peligroso para el centro del Cáliz. Ahora pido cautela, porque se necesita fuerza. Ayudaré para que la energía no se desperdicie.
 
Helena Roerich le preguntó:
 
-      ¿Qué debería tomar Fuyama, tenía un temblor en el corazón?
 
Su maestro le contestó:
 
-      Digitalis, diez gotas dos veces al día.
 
Helena Roerich le preguntó:
 
-      ¿Debe ser el Maestro Kuthumi siempre tratándome?
 
Su maestro le contestó:
 
-      Cuando su estado astral promueve la velocidad.
 
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
En el blog les he demostrado con numerosos ejemplos que Helena y Nicolás Roerich en realidad no se estaban comunicando con el maestro Morya, sino con una entidad astral engatusadora que se hacía pasar por ese maestro.
 
Y este es un ejemplo más de como esa entidad embaucaba a los Roerich haciéndoles creer que el maestro Kuthumi les estaba activando los chakras a Helena Roerich, cuando en realidad eso era producto de su imaginación.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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