(El siguiente artículo fue escrito por Alsibar quien ha estudiado mucho a los guías espirituales, y el texto original en portugués lo pueden leer en este link.)
El pequeño ejemplo que voy a dar aquí es sólo representativo de un patrón que se ha repetido a lo largo de mi vida en todas las áreas.
Todos los días compro pan en la misma panadería que está a unas seis cuadras de mi casa. A veces, cuando estoy más cansado y es tarde, voy en coche. Pero cuando todavía es temprano me gusta ir a pie. En esta panadería siempre hay pan fresco y caliente, así que voy allí siempre que puedo.
Hoy fue uno de los días que decidí ir a pie. La primera “casualidad” fue que decidí tomar otra ruta, parando primero en un pequeño supermercado a comprar plátanos. La segunda fue que pensé en un principio en recorrer una calle diferente, pero al final decidí ir por la de siempre hasta cierto punto y desde allí desviar mi ruta para comprar la fruta.
Más adelante tomé un atajo hacia el mercado de plátanos antes de pasar la panadería, cuando doblé la esquina miré a mi izquierda y me llevé un susto.
Por unos momentos estoy completamente confundido, sin entender qué está pasando. De repente, la panadería donde siempre compro el pan —y que todavía estaba a unas cuatro cuadras— estaba justo a mi lado, con su logo, mostrador, dependientes y todo.
En otras palabras, rápidamente concluí que se habían mudado durante el fin de semana a un lugar más cercano a mi casa. Pero lo más “extraño” de todo esto fue que fui exactamente en dirección a la panadería, por una ruta completamente improbable, de forma natural e inconsciente.
Cuando hago un repaso de todos los acontecimientos importantes de mi vida, veo que ocurrieron en momentos de inconsciencia y espontaneidad: la compra del terreno donde viví la mayor parte de mi vida y donde ahora viven mis hermanos y mi madre, diversas relaciones, conocer a personas maravillosas que fueron —y siguen siendo— muy importantes en mi vida, la compra de un apartamento, concursos, trabajos, etc.
Todo llegó de forma natural, no necesité “pensar” en esas cosas, ni ser “consciente” para que me llegaran. Al contrario, llegaron en momentos de completo olvido de sí mismo, de una forma completamente modesta, espontánea e inconsciente.
En otras palabras, ocurrieron cuando no los esperaba, ni practicando nada, ni ninguna técnica, ni ninguna meditación, ni “observando” nada.
De ahí sólo puedo concluir una cosa: la falacia de los defensores de la llamada “conciencia” como canal de conexión con Dios.
No estoy hablando aquí de “tomar conciencia” de un pensamiento, un sentimiento, una creencia errónea, una contradicción, un comportamiento inapropiado, un bloqueo o un trauma, verlo, comprenderlo y luego “dejarlo ir”; eso no es.
Me refiero a lo que “todos” los gurús, líderes, instructores, psicoanalistas, influencers, youtubers, psicólogos, terapeutas, etc. dicen al unísono: "¡SEAN CONSCIENTES!" como si la inconsciencia te separara de la posibilidad de “ascensión y conexión divina”, sea lo que sea que eso signifique.
El episodio de hoy me hizo recordar y reafirmar lo que ya defendí en un capítulo entero de mi libro “Lúmina, un Camino hacia el Despertar”: esta “meditación consciente”, tal como se enseña en los tiempos modernos, refuerza y potencia el ego.
Y por lo tanto, cuanto más “consciente” seas, menos probable será que la luz divina penetre en ti con sus intuiciones, sus inspiraciones y sus percepciones.
Eso sucede porque el ego actúa como una especie de barrera que impide el paso de la Luz Divina.
La conciencia es importante como forma de autodescubrimiento y autoconocimiento, pero no puede transformarse en una técnica al servicio del ego.
Viene por si sola, de forma natural, a lo largo del día. De repente nos damos cuenta de que algo anda mal, es contradictorio o inadecuado dentro de nosotros y es esta percepción la que nos hace cambiar de rumbo.
Pero esto no tiene nada que ver con la “práctica de la conciencia” como un acto intencional, constante y continuo resultante de la intención, el esfuerzo y la voluntad. No. En ese caso no es meditación, sino que es simplemente el ego reforzándose a sí mismo y engañándose a sí mismo.
OBSERVACIÓN
Yo todavía no tengo claro este asunto porque algunas de las explicaciones que dan los instructores espirituales me hacen considerar que si es importante ser cada vez más consciente, mientras que otras explicaciones (como por ejemplo esta que dio Alsibar) me hacen considerar lo contrario.
Depende del camino, puede o no, ser una falacia. Creo que Alsibar divaga en algunas de sus lógicas, volviéndolas hasta contradictorias, por no llamarlas hipócritas, lo cual, no esta mal cuando se busca, pero puede ser peligroso cuando se enseña. En principio, al momento que decide ir a la paneria, aunque sea mecanicamente, debido a la rutina, ya es conciente al momento de proponerse llegar a ella, aunque aparente no estar conciente en el proceso, y mas conciente es cuando se da cuenta que ha llegado a ella por otro camino y que esta panaderia se mudo a otra ubicacion, ademas, al usar este ejemplo para dar fuerza a su teoria tambien alimenta su ego. Quizás esos eventos favorables fueron producto de buen karma, por un deseo de otra vida, por un egregor o elemental que este actuando, etc todos productos de una conciencia, o incluso puede estar dentro de la estadística, también puede ser un sesgo cognitivo.
ResponderBorrarSoy creyente de que la conciencia es el camino de la evolución favorable, por ende, discrepo de su postulado.
Usando la analogia de algunos sabios, la conciencia es como el timon y timonero de un barco, y la corriente es la vida, o destino; se puede elegir que el barco siga la corriente, osea, la inconciencia, se puede llegar a cualquier destino, y ese es el detalle, que pueden ser buenos o malos, mientras que tomando las riendas del barco, haciéndose conciente, se puede llegar al destino deseado, el optimo, el mejor, y si bien esto puede alimentar el ego, el ego lo considero una herramienta para el progreso, para la evolución y el bien estar. Solo los peces muertos "nadan" con la corriente. Pretender que el barco llegara por cuenta propia solo a destinos favorables, es ser ingenuo, mas en este plano físico, donde se esta en contacto con otros seres que solo siguen sus intereses, y mas aun en esta época donde abunda el caos, la incertidumbre y la maldad.
Alsibar puede elegir la inconsciencia como camino a Dios, pero, si en ese viaje intuitivo justo le hubiera pasado un accidente, por accidente mismo u obra divina, seria algo que el quisiese o buscase? La búsqueda misma ya no es conciencia? Tendría siquiera algún significado dicho evento? En eso es en lo que discrepo con ciertas religiones y filosofías de vida, como cuando comentan "que sea lo que Dios quiera", o "si igual no vamos a morir", "es así la vida", "su destino era ese", etc, etc cuando se usan por inercia o como recurso lingüístico, pasa colado, pero cuando se lo toman en serio y se lo transmiten a sus hijos, se torna peligroso, mas cuando ya pasada la desgracia, miran al cielo preguntando por qué, cuando la respuesta fue su falta de conciencia, lo peor es cuando se reencarna, si no se retiene la misma conclusión de "no conciencia" de la vida anterior, para ser consecuente, o entonces, eventualmente los achaques de la vida volverán a encaminar al ser a "buscar la luz", osea, ser mas conciente. Hay otro detalle, el estar inconsciente te deja "a merced" de otras conciencias, esto aplica a todo, por algo los elementales pueden ser controlados, los minerales pueden ser extraídos, los arboles cosechados, los animales adiestrados y las personas explotadas.
No soy ni me considero erudito, pero años de observación y prueba me ha hecho concluir que casi todo el sufrimiento de la humanidad, el 99%, es debido principalmente a la falta de conciencia; la falta de observación e introspección, actuar instintivamente, nadar con las corrientes (nocivas), etc, solo basta ver como sufren los animales superiores, y como sus problemas tendrían fácil solución siendo algo mas consientes. Basta pensar cuan dichoso seria un raton que sepa sacar el queso de la trampa sin lastimarse.