LOS MENSAJEROS DE LOS MAESTROS QUE HUBO EN EL CULTO YO SOY

 

 

 

 

 

Los Mensajeros Acreditados

 

Dado que los Ballard fueron quienes fundaron el culto YO SOY en 1934, ellos inmediatamente se declararon (o más bien dicho pretendieron que Saint Germain declaró) que solo había tres "Mensajeros Acreditados" para transmitir los mensajes enviados por la Jerarquía Divina, y estos tres mensajeros acreditados eran:

 

·       Guy Ballard

·       Su esposa Edna Ballard

·       Y su hijo Donald Ballard

 

 

 

 

Guy solo “transmitió” las comunicaciones con los seres divinos durante cinco años porque falleció en 1939.

 

Su esposa Edna siguió con ese cuento hasta que murió en 1971.

 

Y su hijo Donald ejerció poco esa actividad porque cuando el culto YO SOY estaba en su apogeo él todavía era un muchacho. Posteriormente fue reclutado para pelear en la Segunda Guerra Mundial, y cuando regresó ya no quiso saber más de la Fundación Saint Germain.

 

 

 

 

 

¿Cómo transmitían los mensajes?

 

De la misma manera como lo hacen actualmente los canalizadores: pretendiendo recibir o leer el mensaje a través de sus sentidos internos y pronunciándolo ante el público. Aunque mientras que Guy Ballard estuvo vivo él era el único que oficialmente recibía los dictados de los Maestros Ascendidos y los Seres Divinos.

 

Entonces Guy Ballard aparecía en la plataforma e informaba a la audiencia que alguno de estos personajes superiores le enviaría el dictado ese día. Luego, con la mayor facilidad posible, Ballard repetía el discurso que supuestamente se le transmitía y él decía ver “letras vivientes de Luz”, mientras que el público en la audiencia hacían todo lo posible por ver a ese gran Ser Cósmico y sus letras flameantes.

 

Algunos de sus seguidores se auto-sugestionaban a tal punto que realmente creían ver a esa Entidad Celestial, pero el hecho de que todos estos numerosos “Maestros”, “Maestras”, “Dioses” y “Diosas” digan las mismas cosas y falsedades, utilicen la misma fraseología, jerga e idioma, y cometan los mismos errores, indica que todos esos discursos en realidad fueron inventados por los Ballard.

 

 

Con mucha frecuencia Guy Ballard en medio de su canalización inconscientemente sacaba su reloj para ver cuánto tiempo más le quedaba por seguir transmitiendo el mensaje del “Ser Celestial” de ese día, olvidando por completo que el gran y omnisciente Ser que se supone que está hablando debería saber qué hora es.

 

El propio Guy tomó conciencia de esto y un día mientras pronunciaba el discurso del gran “Maestro Cósmico Rayo de Luz”, se sorprendió a sí mismo sacando su reloj, y el gran Ser se disculpó sin convicción por su distracción diciendo:

 

“Al ver al Mensajero mirar su reloj, doy por sentado que todavía está reconociendo el tiempo y el espacio. Tal vez en este caso sea completamente justificable.” (p.19, octubre de 1939, V.)

 

 

 

 

 

Los Mensajeros Designados

 

Para poder propagar más ampliamente su culto, los Ballard se asociaron con varios cómplices que supuestamente Saint Germain había elegido y a los que denominaron “los Mensajeros Designados”.

 

He encontrado los siguientes nombres y solo he hallado información del primero de ellos:

 

    1) William J. Cassiere (Hermano Bill)  su biografía

    2) Paul Stickels

    3) Sra. Bliss

    4) Sr. Ferguson

    5) Sra. Ferguson

    6) Dr. Maxwell

    7) Earl Thomas

 

 

 

 

 

Los despidos

 

La mayoría de los mensajeros designados fueron despedidos por los Ballard (aunque estos pretendieron que había sido Saint Germain quien los había corrido), al respecto Gerald Bryan quien fue un antiguo seguidor de los Ballard comentó lo siguiente:

 

« Al principio de la obra, Saint Germain, a través de los Ballard, nombró a ocho “Mensajeros” que debían recibir órdenes de los tres y únicos Mensajeros “Acreditados”. Seis de los ocho, por diversos y variados delitos menores, fueron despedidos o se retiraron voluntariamente del movimiento.

 

Cuando alguno de estos mensajeros u otro miembro destacado iba a ser despedido, Saint Germain solía ser llamado para que oficiara en esa función, una pequeña diversión que sin duda él aceptaba con su habitual gracia.

 

En 1937, uno de los ocho mensajeros originales había incurrido en el desagrado divino y debía ser despedido. A su debido tiempo, recibió una de las características “cartas de Saint Germain” escritas en la pequeña máquina de escribir de Edna Ballard.

 

La esposa de este hombre, que también figuraba entre los ocho originales, no era culpable de ningún delito contra el orden sagrado, pero aun así fue despedida al mismo tiempo porque era su esposa. Una especie de criminalidad indirecta, por así decirlo.

 

Se reproduce en parte la carta supuestamente de Saint Germain, la cual fue enviada desde un hotel de Filadelfia, donde se alojaban los Ballard, y estaba firmada a máquina de escribir como “SAINT GERMAIN”. La ortografía, la puntuación, etc., son de su autor.

 

 

“18 de mayo de 1937

11 a. m.

 

Señor _____, Señora _____

 

Debido a vuestra continua difusión de falsedades perversas respecto de Mi Obra y los Magníficos Dictados de Discursos de muchos de los Maestros Ascendidos, Me obligáis a retirar vuestra Mensajería que os di para representarme a Mí y a Mi Obra.

 

Es desafortunado que la Sra._____ [la esposa de este hombre] deba ser incluida en esto, ya que su Luz es brillante y su corazón es recto; pero al estar asociada contigo, me veo obligada a retirarle también el carácter de Mensajera.

 

Si pudierais daros cuenta de vuestro gran error en esta actitud hacia Mi Obra, podríais invocar la Ley del Perdón y evitar así las condiciones que debéis encontrar en vuestra próxima encarnación...

 

Has creado una entidad de odio vicioso que seguramente te está destruyendo... Ya no me representarás ni tendrás el privilegio de vender los libros... Esto lo has traído sobre ti mismo...

 

Que tu Poderosa Presencia YO SOY te libere del trágico peligro en el que estás.

 

SAINT GERMAIN”

 

 

Este documento con sus amenazas de “peligro trágico” y “entidades destructoras”, incluso hasta la “próxima encarnación” de este pobre hombre, habría sido más convincente si hubiera sido escrito con la “hermosa letra” del propio Saint Germain (p.73, UM) y hubiera sido sellado con el gran sello del retiro secreto de Saint Germain en las montañas de Wyoming. Pero no, evidentemente salió fresco y caliente, y no demasiado preciso, de la máquina de escribir de la señora Ballard en su habitación de hotel. »

(Libro Dictadura Psíquica en América, capítulo 6)

 

 

Nota: probablemente esa carta fue destinada para el señor y la señora Ferguson.