(El siguiente texto es el segundo capítulo del libro “El Gran Engaño” escrito por Juliano.)
Tomar un compromiso
Elías B., radicado en la capital de la república, ignora lo que acabo de
contarles, pues él llegó a Nueva Acrópolis 10 años después del deceso de
Livraga. A partir del fallecimiento del fundador se apresuraron a suavizar la
imagen de Acrópolis, se restringió el uso de uniformes, se guardaron los
Bastiones del 1 al 100, surgió el Grupo Ecología Abierta, desapareció el águila
de la publicidad (aunque la habían dibujado en proporción áurea y la empleaban
oficialmente), siendo reemplazada por un logotipo moderno, juvenil, con un
anagrama.
Hoy, Elías puede conocer a Livraga por sus libros, artículos no censurados, su
foto al lado de la foto de Blavatsky en reuniones o salones. También puede
verlo en un fotomontaje junto a Blavatsky y las directoras de Acrópolis
internacional.
Están fuera de su alcance Bastiones retirados de todas las sedes por considerar
que el lenguaje era demasiado fuerte al usar palabras como “Imperio”. La
palabra es lo menos fuerte del lenguaje. En México, los Bastiones los guarda el
jefe de filial o la secretaría de escolástica-biblioteca y pueden ser leídos
pero no fotocopiados, medida adoptada desde el año 2006.
También están fuera del alcance de las Fuerzas Vivas las publicaciones para
ellas, leyéndose las mismas de hace 20 años, donde Livraga y la Sra. Steinberg
describían su doctrina, así como algunos artículos de la revista de Acrópolis
España, varios de ellos escritos por Livraga y firmados con el seudónimo de
Fernando de las Casas, al decir de Livraga, su nombre en su vida pasada.
Si Elías llega a preguntar sobre por qué tanto cuidado con esos Bastiones
(todavía ignora que hay preguntas que no se hacen), se le dirá cualquier frase
vaga que le haga entender que puede estar sin enterarse. Tampoco se dará cuenta
del hecho de que los responsables le den esas respuestas, por consigna, para
distraerlo.
Livraga, las Sras. Delia Steinberg y Beatriz Canseco, presidenta internacional
y presidenta internacional adjunta, respectivamente, más Blavatsky, que no se
habría relacionado con Nueva Acrópolis.
Elías llegó al local de Nueva Acrópolis hace poco, en Amado Nervo, atraído por
la información de un folleto que invitaba en lenguaje amistoso, a una
conferencia.
Su llegada fue grata, pues lo recibieron muchachas sonrientes, guapas, que
vestían de azul, uniforme que Elías identificó con el de edecanes.
Por la sala de conferencias caminaban algunos muchachos o adultos, sonrientes o
serios, de pie en un sitio controlando los accesos o que iban de aquí para
allá, sin actuar en concreto, además de dar orientaciones o marcar áreas
restringidas. También, Elías notó que otros terminaban de arreglar el equipo de
sonido.
Elías no tenía modo de saber que esas edecanes pertenecen a Brigadas Femeninas.
Los que caminan o están de pie, cuidando, pertenecen al Cuerpo de Seguridad.
Los que arreglan son de Brigadas de Trabajo.
El lector puede extrañarse, pero cuando Elías conozca a las Fuerzas Vivas no se
espantará, porque su mentalidad es un poco extravagante, sintiéndose más cómodo
con lo que es inusual para la mayoría.
Paréntesis. Lo interno
Hablar de “grupo interno” es pasto para el amarillismo, ya que esas
expresiones “grupo interno”, “línea interna”, “trabajos internos”, da un aire
de misterio relevante.
Es una perogrullada, pues lo único que tiene de interno es que no está a la
vista. Una vez en lo “interno”, ves que los de “línea interna” son los más
explotados de todos, trabajando más y pagando cuotas más altas que el resto, a
cambio de hacerlos sentir parte de una misión especial porque les dan una
chamarra con un logotipo bordado y una serie de consignas.
El uniforme para campamentos consta de pantalón, chamarra y camiseta. El
uniforme de gala para eventos es pantalón y camisa.
El primer paso
A Elías le queda un poco lejos el “grupo interno”, vamos a decir a un año. Por
lo pronto, él fue a la conferencia porque desea cambiar su vida o enriquecerla,
siente que su entorno cotidiano no le da respuestas que lo satisfagan acerca
del por qué existimos, busca información que no sea religiosa porque la
religión le parece falsa, porque no le agrada, no ha sido bien instruido en
ella o porque tiene creencias no admitidas por la religión en que fue formado,
por ejemplo, la reencarnación.
Al terminar la conferencia, en la salida lo aborda una de las mujeres que ve
como edecanes, la cual, muy cordial, lo invita a inscribirse al curso inicial,
llamado “Autoconocimiento, que también ha tenido los nombre de “Introducción al
Conocimiento del Hombre”, “Curso de autoconocimiento de Oriente y Occidente
para ser feliz”, “Para jóvenes”, “Atreverse”, “Contacto”, etc.
El curso inicialmente tuvo el nombre “Probacionismo”, por lo cual quienes lo
toman eran llamados “probacionistas” o “probas” en la jerga de Acrópolis,
nombre último que todavía se usa dentro del grupo.
La edecán y las demás se esfuerzan en ser agradables con Elías, pues tienen el
trabajo de reclutar nuevos integrantes. El papel de invitar es de las mujeres,
especialmente de la Secretaría de Relaciones Públicas, con mujeres elegidas por
su buena presencia.
Elías, en suma, llegó al local de Acrópolis en busca de lo que él puede definir
poco en cuestión de ideologías o de filosofías. Lo define por cómo se siente
él: se siente diferente, no encaja con su entorno, o encaja pero necesita más,
no encuentra fácilmente a personas que tengan sus mismos intereses o empezó a
buscar y llegó a Acrópolis. Igual, simplemente es una persona de buen humor y
le parece que el grupo es “cotorro”.
Elías asiste a una o dos conferencias más, hasta que decide entrar al curso
introductorio. En buena ley, puede decirse que en el fondo, ir es vital para
él, pues es un adicto a la entrega. Elías necesita un sitio donde entregarse
para construir una causa.
Así los idealistas se convierten en incautos, por la razón de que, cumpliendo
con las leyes de la mercadotecnia, existen personas que previamente
identificaron el nicho de clientela, colocando los elementos con los cuales atraer
a sus consumidores cautivos, los idealistas: grandes verdades, paz, serenidad,
sentido existencial.
Folleto publicitario que no muestra la realidad de Nueva Acrópolis. Hablan en
contra de una masificación que ocurre dentro de Acrópolis en las Fuerzas Vivas,
de una filosofía en acción que no se vive dentro del grupo. Aves con mariposas
y frases gancho como “tú tienes un lugar” pensada para captar a personalidades
que buscan causas y en sitio clave, la presentación como “asociación cultural,
sólida, dinámica y profundamente humanista”. Esto es marketing.
La idea de hoy en Acrópolis México a través de sus acciones y publicidad, es
mejorar la forma de venta de un producto. En Guadalajara se realizan estudios
de mercado para identificar cómo ven los jóvenes la filosofía, qué palabras les
llaman, qué imágenes, para utilizar esa información en su materiales externos.
Por eso dicen “la filosofía es divertida”.
Esa mentalidad es la misma al interior de Acrópolis, donde todo se maneja con
estilo gerencial en función de mejorar la productividad.
Una seudo-escuela se conforma por personas con facilidad para la entrega a
actividades altruistas, fáciles de fanatizar si se les da un motivo lo
suficientemente elevado en la escala de las aspiraciones espirituales. Por
ejemplo, crear un Mundo Nuevo.
Existe una lógica en la que se ven inmersos, por ser un sistema que los domina
con las mismas leyes de los fenómenos sociales: la masificación, la figura de
autoridad.
A los responsables de Nueva Acrópolis y miembros de Fuerzas Vivas, su
conocimiento del grupo les hace ver que, la forma en que invitan, no está del
todo apegada a la realidad, es decir, que hay un engaño, pues existen otros
compromisos que no se han dicho desde el inicio. Al racionalizar que es por una
buena causa, no tienen reparos en presentar verdades insuficientes y concluir
que dosifican la Verdad.
“Para jóvenes”
Elías ve que Nueva Acrópolis se presenta como una asociación cultural sin fin
de lucro, donde se aprende filosofía “en acción”, frase clave para
diferenciarse de la filosofía académica, a la cual tildan de conocimientos
muertos.
Los folletos de invitación aparecen como una oferta atrayente para interesados
en el esoterismo, en el orientalismo, creyentes en la reencarnación, que pueden
haber leído algún libro de la Sociedad Teosófica o de autores como la fundadora
y sus principales pensadores: Blavatsky, Leadbeater o Annie Besant, pero que
más seguramente leyeron Los Grandes Iniciados y El retorno de los brujos.
También puede ser comprador de libros de Kier, como era Livraga.
Antes de Elías se inscribió Eva, quien sabe de Blavatsky pero le es una mujer
rara. Tampoco le agrada el New Age. Ella estuvo buscando un grupo donde saciar
su necesidad de conocimientos nuevos.
Le llama la imagen de un grupo de personas agradables. Le suena a personas con
ideas liberales.
La información que les ofrece Nueva Acrópolis suena interesante, presentada
llamativamente, colores agradables como los verdes ecológicos, actividades con
horarios accesibles, precios razonables, gente simpática, donde se puede
aumentar la cultura. Eva tiene grado universitario. Tiene tiempo para
cultivarse por otras vías. Es decir, que a una seudoescuela llegan personas
normales, con deseos normales de superarse, sin ningún interés en el esoterismo.
De hecho, a la seudoescuela no le convienen las personas originales en exceso,
ni con una capacidad por encima del promedio. Le interesan personas
inteligentes, si tienen dinero mejor, con deseos de aprender, pero con un grado
de propensión a creer sin largos análisis. Ésa es la razón de que tarde o
temprano se vayan de Acrópolis los que tienen capacidad de crítica.
No hace falta que se tenga predilección por el New Age, la Teosofía o el
orientalismo. No imagines que son nerds, emos, fans alienados con Harry Potter
o con el Señor de los Anillos, dicho con perdón de los fans. Se pueden dedicar
al arte o ser actores como María Elena Velasco, que fue a varias conferencias
de Nueva Acrópolis sin que consiguieran inscribirla. Hay personajes más reconocidos
que no siendo miembros, expresan amistad o asisten a los eventos por tomarse la
foto y aparecer en el periódico, los menos, pues el resto por desconocimiento
de lo que es Acrópolis, se presentan pues creen apoyar una buena causa. Sin
embargo sus elogios son para Lidia Pérez.
Personas de muy alta valía como Marco Antonio Karam, de Casa Tibet, han sido
invitadas a los eventos de Acrópolis para que, sin conocimiento de estas
personas de valía, con su nombre y presencia avalen la legitimidad de la seudoescuela.
¿Pueden imaginarse a Marco Antonio Karam llamando a Lidia Pérez, “Maestra”?
¿Creen que en Casas y Gente, donde se afirma apreciar tanto a Lidia Pérez, de
saber lo que es Acrópolis, entrarían a en ella?
Ellos captan, pero Elías no, quien está muy contento con el curso que comparte
con otras cuatro personas. Elías tampoco nota que empieza a recibir información
que se consolidará hasta volverse un adoctrinamiento, a través de los
mensajes-pivote. El instructor tampoco sabe lo que está haciendo.
Los mensajes-pivote son máximas tergiversadas en su interpretación.
El objetivo es argumentar que un pensador importante dio una enseñanza que
aplica al modo de operar de Nueva Acrópolis.
Es una justificación basada en lo que en filosofía se llama “juicio de
autoridad”.
Como X gran pensador lo dijo, luego entonces es verdad, es irrefutable.
Deliberadamente se enlaza la enseñanza del pensador, con Nueva Acrópolis.
Mensajes-pivote
Los juicios de autoridad insertados en un discurso, se vuelven la base donde
girará la acción cuando el recién inscrito se haga miembro de Nueva Acrópolis.
Esas ideas se presentan en el curso introductorio.
1. Kant con su idea de que la mayor libertad es aceptar el deber ser y que la
mayor libertad está en la obediencia de la Ley
2. El Bhagavad Guita con su renuncia a la materia
3. Buda, con el desapego
4. La Caverna de Platón y la estructura platónica del estado piramidal
No debe pensarse que en Acrópolis se estudia completa La república, de Platón,
ni La Crítica de la razón pura, de Kant. Acrópolis toma extractos de esas
obras, las ideas enlistadas arriba.
Acrópolis invoca los juicios de autoridad, para derivar de ahí que sus actos se
corresponden con lo dicho por grandes pensadores.
“No hay mayor muestra de libertad que aceptar libremente la Ley”, de Kant, es
el mensaje-pivote clave, pues conduce a que la mayor prueba de libertad de un
miembro de Acrópolis es aceptar entregarse completamente a Acrópolis.
Como Acrópolis se corresponde con la Ley, ya no es Acrópolis quien dicta, sino
la Ley. Ante eso, la individualidad deja de existir, ya que el hombre libre,
consciente, reconoce el mayor bien y por ende debe someterse a él. El hombre
libre acepta voluntariamente servir al mayor bien, que es Nueva Acrópolis.
“La buena voluntad” de que habla Kant conduce a que otorgues tu confianza y
obedezcas lo que se te diga. Creer de antemano, no criticar. Es la Devoción al
Maestro. Deliberadamente se equipara reflexionar a juzgar, lo cual es visto
como un crimen.
Torciendo el sentido del Bhagavad Guita (El Canto del Señor, un antiguo libro
de la religión hindú), en Acrópolis se dice que el mundo donde vivimos es una
ilusión, pues lo que hay en él es pasajero, al ser materia que cambia su forma.
La transitoriedad es la prueba de su irrealidad. La realidad es lo espiritual,
que no sufre menoscabo.
Se pasa a la idea de que es indispensable desapegarse de la materia, es decir
del mundo cotidiano y seguir lo real, lo espiritual. Hasta ahí podría ir bien,
pero se inserta la idea de que lo único espiritual y por ende lo único real, el
mejor camino, solamente es Acrópolis. Esta idea es el motivo de que un miembro
de Acrópolis rompa sus lazos familiares o de pareja. Todo eso es mundano.
Un acropolitano, va aprendiendo Elías, se debe desapegar de lo mundano,
apetitos, afectos, actividades, la familia, el amor, los hijos, los padres,
aprender repostería o una profesión, eso es mundano, pasajero, pérdidas de
tiempo. La idea anterior se enlaza con la enseñanza budista de que es necesario
desapegarse de la ilusión, esto es, del mundo cotidiano.
Desapego, pero a la vez se debe buscar tener más dinero, siempre y cuando eso
no signifique menos tiempo en Nueva Acrópolis. La consigna es que te das cuenta
que un miembro ha crecido cuando tiene un mejor trabajo, mejores relaciones con
los demás y se entrega más en Nueva Acrópolis.
Durante la explicación del Bhagavad Guita se encuentra una personalidad clave,
más que Buda: Arjuna.
En las clases se narra la interpretación de que la guerra que narra el Bhagavad
Guita, la guerra del Kurushetra, es un conflicto entre personalidad y espíritu.
La personalidad, el Yo mortal, es el clan de los Kuravas y el espíritu, el Yo
Superior, son los Pandavas, liderados por Arjuna que representa a la Mente
Superior y por Krishna, el Espíritu.
Es otro mensaje-pivote, destinado a que el miembro acalle él solo los
conflictos que vendrán. Toda rebeldía son los Kuravas. Los Pandavas,
ultérrimamente Arjuna o el integrante de Nueva Acrópolis, acepta lo que le
digan, obedece todo lo que le ordenan, así sean cosas tontas, idiotas,
egoístas, sacrificios económicos, porque se lo dice su Maestra y sus
dirigentes.
Aceptar, no pensar, es Krishna, porque Krishna está por encima de la mente
material. Acatar de inmediato es un mandato del Yo Superior.
Es más, si te enojas o sientes mal por maltratos o por las exigencias que no te
dejan libre un momento, debes sentirte culpable, pues con eso estás obedeciendo
a la materia, los Kuravas, la ilusión.
Cuando alguien piensa, razona o critica lo que se le dice, se afirma en la
jerga de Acrópolis que es demasiado kama-manásico. Kama-manas es la “mente de
deseos” o procesos intelectuales relacionados con el mundo material. Manas es
la Mente Pura. Ser demasiado kama-manásico es que se juzga mucho y no se
acepta. Luego entonces analizar demasiado es un obstáculo y un error.
No se prohíbe abiertamente, pero las presiones del grupo para actuar en
sentidos predeterminados equivale a prohibiciones. También se induce a pensar
que estar fuera de Acrópolis carece de sentido. Se dice que Acrópolis está en
el mundo, pero al tener una misión superior al mundo actual, Acrópolis está
fuera de él. Ese mundo exterior, el mundo cotidiano, son las sombras de la
Caverna, de la que habla Platón.
El mito de la Caverna, de Platón, narra que un grupo de gente en una cueva ve
la pared del fondo, donde se mueven sombras provocadas por otro grupo de gente
a sus espaldas. Estas tienen detrás a una hoguera, por lo cual, los cautivos
ven en el muro, las sombras de los objetos y creen que eso es la realidad. Un
hombre, un filósofo tiene la capacidad de soltarse de las cadenas y halla la
realidad.
Como podrán anticipar, la Caverna es el mundo cotidiano, el filósofo es un
miembro de Acrópolis.
El hecho de deslumbrarse por la Luz de la Verdad es equiparable a las
revelaciones paulatinas del sistema de Acrópolis. Esa es la justificación de
que en la publicidad no se muestren subestructuras como las Fuerzas Vivas. La
Luz sería “demasiado deslumbrante”.
Elías no piensa que le estén dando mentiras, sino cree que está descubriendo
enormes realidades. Eso, aunque el mito de la Caverna como se lo cuentan,
implicará que solamente Acrópolis es la Luz. El mundo, la vida íntima, la
sexualidad, las aspiraciones personales, son las sombras, por lo tanto, son
susceptibles de rechazo, crítica, negación, vergüenza por desearlos, al ser
producto de la personalidad y no del alma. Por ejemplo, el cuidado de los
hijos. Así mismo, por más que se diga que hay que ser equilibrado en la vida y
tener sexo, no se tiene ni el momento, ni la energía.
El estado de Platón, que viene de la mano del anterior mensaje-pivote, es
presentado como una estructura piramidal, igualándola al esquema que se enseña
de la esotérica Jerarquía Blanca, piramidal. En la punta de la pirámide está el
Rey del Mundo, seguido de los Maestros, los Avataras (“encarnación de un dios”)
como Buda o Cristo, seguidos de los Discípulos Aceptados y más abajo, el resto
de los estudiantes del conocimiento.
Nueva Acrópolis es esa misma estructura piramidal. En el pináculo la Maestra,
la directora nacional, seguida de los secretarios nacionales y jefes de Fuerzas
Vivas, sobre el bloque de los miembros de Acrópolis.
Se repite a escala internacional. En la parte superior la presidencia
internacional, seguida de los directores nacionales, Hachados y jefes de
Fuerzas Vivas, sobre el bloque de los miembros de Acrópolis a nivel mundial.
Frases célebres
Se invoca mucho la frase de Kant: “No hay mayor muestra de libertad que
aceptar libremente la Ley”.
Acrópolis usa esa frase de Kant, para apoyar el sofisma de que Acrópolis es el
ámbito donde vive esa Ley. Aceptar la Ley, es aceptar a Acrópolis.
Sin embargo, cortan el final de la frase de Kant “... interna”.
Quienes hayan leído a Kant y se extrañaron párrafos arriba por la
interpretación que se dio de la Ley, pueden dimensionar lo que entiende un
joven que no lo ha leído correctamente.
“No hay mayor muestra de libertad que aceptar libremente la Ley interna”.
Kant habla del valor de la libertad, pero no de la libertad de aceptar
postulados con pretensiones de tener alcances universales, cuya validez sea
dictada por terceros. Kant no está hablando de un deber, no se está refiriendo
a la filosofía moral, sino a la ética de la aspiración, que está en contra de cualquier
estado piramidal.
Así mismo, los miembros de Acrópolis no se percatan de que Kant no habló de que
la mayor muestra de libertad sea seguir a Acrópolis. No se extrañe el lector.
Creen que Kant prefiguraba a Acrópolis o que Acrópolis es la demostración
patente de la enseñanza de Kant.
También se comenta la frase de Marco Aurelio. “Al pueblo se le debe hacer
avanzar, así sea a cadenazos”, lo cual implicará que en momentos de duda, al
miembro de Acrópolis se le debe hacer actuar a la fuerza, siendo Livraga quien
la trajo a colación por primera vez, en uno de los Bastiones.
El papel de la ignorancia
Quien se pregunte cómo se pueden creer esos absurdos, necesita entender primero
que la repetición ejerce un trabajo de adoctrinamiento, segundo, que por inicio
las personas dieron su credibilidad a Acrópolis. Los que se percatan de que
nada anda bien, se van. Ése es el primer filtro.
Quienes siguen, en vez de ver que Nueva Acrópolis deforma, tienen la impresión
de que Nueva Acrópolis es la “plasmación” de enseñanzas inmortales, porque son
afirmaciones basadas en el juicio de autoridad, irrefutables.
La falta de cultura general, que puede existir aunque se tenga una profesión,
es un factor de peso.
La individualidad
En los escritos de Acrópolis fuera del alcance de Eva y Elías, se critica al
Renacimiento al catalogarlo como una época donde el concepto de la
individualidad se impuso al concepto de colectividad.
La individualidad, que se aplica también como tener vida personal, es un
egoísmo que roba beneficios al bien mayor, el grupo. Eso está en contra del
sistema piramidal, donde lo que importa es la colectividad, no el individuo,
idea de acuerdo con los fascismos admirados por Livraga.
Los mensajes son ambivalentes, porque resaltan al Renacimiento, pero es una
época que no se estudia. También se recalca el valor de Platón y se menosprecia
a Aristóteles.
En Acrópolis se elogia al arte egipcio, que no era firmado por sus autores, en
contraste con el Renacimiento, firmado por sus creadores, donde por la importancia
dada al individuo, hubo un auge del retrato. Estas aseveraciones no son al
azar. Lo que hable de individuo es malo para Acrópolis. Acrópolis no quiere
individuos. Acrópolis quiere masas obedientes.
Masas, aunque den el mensaje de que “hay que crear Individuos, seres indivisos,
sin división, que son de una sola pieza”.
Esta supuesta individualidad al final refuerza el sentido de lo colectivo, pues
esos seres indivisos, individuos, “serán ciudadanos con la convicción de
anteponer el nosotros al yo”. La masificación de Acrópolis, se entiende como
volver seres íntegros al servicio de los demás. Servicio, que es otra de las
virtudes del discípulo.
Por definición la Edad Media es una época carente de individualidades, sociedad
masificada sin identidades, organizada en estratos y en bloques, proyectada a
una idea superior que domina todos los ámbitos de la vida, girando completa en
torno a Dios y/o al Rey y sumida en un grado de oscurantismo.
El Renacimiento es el cambio de esa visión, la vuelta al papel de las personas
como protagonistas de la historia. En cambio, Acrópolis critica esa
independencia.
Nueva Acrópolis no quiere un Renacimiento. Quiere una Nueva Edad Media.
Final del curso
Al cabo del curso, Elías pasa un examen tan sencillo que no importa lo que
conteste, pues lo importante es que se quede, a menos que de verdad se le
catalogue como “demasiado kama-manásico”, tipo intelectual que no entiende nada
de lo esencial.
Elías aprueba el examen, tomando en cuenta que quien lo examina ha recibido
informes sobre Elías. Se sabe dónde trabaja, dónde vive, con quién, si tiene
novia. Toda esta información se pasa al jefe de filial, por medio de quienes
amistosamente conversaron con Elías.
En su mente, no hacen mal. Dan información de Elías porque piensan que conviene
a Acrópolis o porque quieren ser gratos a la Maestra. Igual hicieron con Eva y
con todos. Así pasó con ellos. Además, porque piensan que lo mejor que le puede
pasar a un ser humano, es ser un idealista y servir a la humanidad, aunque duermas
poco y tengas siempre problemas económicos y no veas a tu familia.
A Elías se le admite como miembro de Nueva Acrópolis, se le enseña el saludo,
se le explica que como miembro tiene el compromiso de colaborar en una de las
secciones de trabajo.
Antes eran seis horas a la semana, ahora no se dice cuántas horas, sólo que
debe dar servicio, “servir es un honor, vale quien sirve”, le dicen. Las
secciones son las secretarías, cada una al mando de un secretario, también
llamado dirigente. Elías está muy contento porque se siente parte de un grupo
donde se identifica.
Anunciado por Lidia Pérez que por decreto internacional se suprimía el saludo
brazo en alto, posteriormente dijo que había enviado una propuesta a Delia
Steinberg para tener un nuevo tipo de saludo. Cuando se supo que había sido
aprobado, se llevó a cabo.
Lidia Pérez explicó que era “el saludo del Papiro de Ani”. Ella dijo que estaba
representado en múltiples imágenes del antiguo Egipto. “El saludo antiguo,
egipcio, que vemos representado tantas veces” Nuevamente se ve como una
aportación de Lidia Pérez al mundo acropolitano.
Esto no es un saludo, es un gesto de adoración que solamente se hace a un dios.
No al dios interior, no entre personas, sino de un humano a un dios o entre
dioses.
La aventura que Elías siente frente a sí, le emociona, sintiendo que por fin ha
hallado dónde desplegar su esfuerzo, junto con sus convicciones idealistas.
Cuando “se recibe como miembro”, como se le llama, sale del salón donde lo
esperan otros miembros.
Se le dan abrazos, felicitaciones, hay risas. El componente emocional es
determinante.
Anteriormente se hacía una ceremonia donde se hacia el saludo con un fuego
sobre una columna. Hoy no se hace ya, al grado de que no se presentan a los
nuevos miembros en las reuniones de fin de mes, pero aunque entre a la masa,
Elías siente que pertenece a un grupo de valor, siente hallar respuesta a
necesidades valiosas de su personalidad.
Quienes lo felicitan lo hacen de buena fe, otros lo hacen con miras a lo que
llaman “integración”, comprometerlo con Nueva Acrópolis.
Buena fe o sin ella, todos refuerzan el vínculo de Elías con la seudoescuela.
Los vínculos
En todo grupo humano se establecen lazos de interdependencia.
La interdependencia que va a darse en un grupo implica la necesidad de analizar
antes de entrar al grupo donde van a establecerse los vínculos. El hecho de que
Nueva Acrópolis esconda la realidad de sus actividades y compromisos no tiene
por objeto, como ellos dicen de “graduar la entrega de la verdad”, eso es un
eufemismo, se busca que los vínculos se establezcan de manera imperceptible
para el miembro y que asuma compromisos cada vez mayores, hasta verse en una
situación de la que será difícil salir.
La dificultad de muchos para dejar Acrópolis aun cuando sea su deseo, se debe a
que han establecido vínculos, entiéndase incorporaron al grupo en su vida.
El vínculo de la amistad puede ser fingido, para integrarte, pues tienen en
mente como lo primordial hacer crecer la seudoescuela o puede ser sincero, pero
con el tiempo dejas de pensar en tonos pastel. Piensas “a éste se le debe
integrar, por qué medios o desde dónde se le debe llegar para que asuma
compromisos mayores, porque tenemos qué crecer”.
En Acrópolis tanto se manipula, como te manipulan.
Vínculos son los lazos emocionales y psicológicos que estableces con personas o
agrupaciones.
Los vínculos se establecen por medio de la participación, hacer amistades,
asumir compromisos, dar al grupo un lugar en la escala de tus afectos y agenda
de vida.
Los vínculos pueden ser de origen positivo, pero no fueron tan grandes con
todos. Estando dentro nunca tienes tiempo de verte con los que quieres. Si lo
haces, se le llama “reunión de canal” y es para arreglar un asunto organizativo
o ayudar a que el otro regrese al redil o entienda algún punto de la doctrina.
Entre las Brigadas Femeninas, por ejemplo, se pasa mucho tiempo, pero no se
sabe realmente de las compañeras porque no tienen tiempo para conocerse.
La consigna es no quejarte, por lo que nunca hablas de lo que sientes y
piensas. Todo tiene que ser dicho desde lo socialmente aceptado. Es mal visto
que alguien se queje u opine de un compañero porque “está criticando”.
Esto es masificación.
La “asociación cultural” Nueva Acrópolis México reconoce que la masificación
limita a las personas y masificación es lo que hace con sus miembros.
También puede suceder como en Guadalajara, donde la directora Osuna ha afirmado
enfáticamente que la gente que se va, se va bien y tiene comunicación con ella,
donde los fines de semana se reúnen en casas de miembros de Acrópolis para
jugar partidos, ver películas, etc. Afirma que para ellos es ajena esta idea de
“no tener tiempo”. Da la impresión de que se viven amando los unos a los otros.
Es difícil de creer pues en la sede central las luchas de competencia y poder
son peores que en el resto de México.
Los vínculos pueden ser negativos, como sentirse bajo el mando de una sociedad
que te tiraniza y de la cual sientes que no puedes escapar. Lo sientes así por
el peso del acondicionamiento.
Es una experiencia emocional, mental, pero también física. Donde estás,
percibes una presencia que te acosa. Nada sobrenatural, sino la presión del
amaestramiento en tu psique. Si te retrasas experimentas ansiedad. Piensas:
tienes que ir, debes hacer, no lo puedes dejar, debes dejar todo con tal de ir.
Una seudoescuela como Nueva Acrópolis usa los vínculos humanos para
aprisionarte. Busca que los vínculos se hagan con ella y sus responsables, pero
que se rompan con lo que no sea estrictamente Acrópolis.
Por eso te impiden estar cerca de tu cónyuge o novio, si están ambos en una
reunión. Excepto que seas de los elegidos porque tienes dinero, como una pareja
que se sienta junta y se toma de la mano en las reuniones. Si tienes algún
deber familiar, se te pregunta: “¿qué deber tienes primero, tu Maestra o tu
mamá?”
Usan tus convicciones para vincularte más con el grupo. Si te llega el deseo de
irte, viene la amenaza. Eres un egoísta. Es más, si te vas de Acrópolis
perderás el sentido espiritual. Después de esta presión, las frases terminan
con que “decidas desde tu alma inmortal y no sobre tu ego o personalidad”.
Tú no puedes entender, sólo la Maestra, que puede ver más que tú, ella te
muestra lo que pasa. No hay dejarte decidir, ni libertad, cuando te coaccionan
para actuar en un sentido.
El Maestro y el Discípulo
Es muy importante tener la capacidad para valorar el engaño del “Maestro”, pues
en él se encuentra la clave para entender el funcionamiento de una
seudoescuela.
Nueva Acrópolis, como muchas otras seudoescuelas, copia un tipo de relación
común en varias culturas. Tomada del hinduismo se le conoce como la relación
del gurú-lanú, que es la del maestro-Discípulo.
El gurú es un hombre con vastos conocimientos. Un maestro, por ejemplo en los
Veda, en sánscrito, toma a un aprendiz, un lanú o Discípulo, para transmitirle
el conocimiento y hacer del lanú, con el paso del tiempo, un Maestro.
El Maestro da cobijo a su Discípulo, el Discípulo vive en su casa y tiene como
norma obedecer en todo a su maestro, así como poner empeño en aprender lo que
se le transmita.
Esa es a grandes rasgos la relación, en la cual, un elemento primordial es la
confianza absoluta, la obediencia total, basado en que la relación personal
entre Maestro y Discípulo es de respeto, credibilidad.
Al contrario, en Acrópolis, de una forma discreta, paulatina, en Acrópolis el
Maestro se inmiscuye en tu vida, no te tiene respeto, te ataca con lo que sabe
de ti, no muestra educación y decide lo que debes hacer.
La figura del Maestro se vuelve omnipresente y no puedes tomar decisiones
importantes en ti vida sin que el Maestro te dé permiso.
La estructura piramidal deformada del concepto de Platón se revela abiertamente
cuando aparece esa figura del Maestro.
Elías, todos los demás miembros sin jerarquía, más Hachados, secretarios, jefes
de filial, jefes de Fuerzas Vivas, directora nacional también, son Discípulos.
A la nueva directora, Esmeralda Osuna, los nuevos miembros empiezan a llamarle
“Maestra” y una Hachada indica a sus miembros que también le llamen así ”.
Ser el Maestro es el eje de todo, el sitio de mayor poder e influencia, pero,
¿qué sucede si alguien con ese poder, pone a los demás a trabajar para ella
obtener provecho?
Se dirá que es un servicio a la Maestra. ¿Si la Maestra quiere un auto nuevo,
pero dice que es para la imagen del grupo? El auto se le compra. Nadie se
percata, pues creen que es para Acrópolis. ¿Y si hace que los miembros compren
y trabajen en un terreno del que la Maestra obtendrá dinero? Comprarán y
trabajarán hasta extenuarse, pues todos creen que es para Acrópolis.
Un mecanismo de auto-regulación hace que la mente del integrante censure todo
lo que da señales de que temas fundamentales van mal. El integrante, solo,
niega, justifica, desvía, para que en su mente, el mundo que cree verdadero
vuelva a cuadrar.
Si no tienes nada qué decir, transfieres la responsabilidad a otros. Acrópolis
y la Maestra no actúan inmoralmente, así lo ven quienes no entienden. Te dices
también que existen verdades y razones que no alcanzas a ver, pero que los más
preparados de Acrópolis lo ven y por eso actúan de esa manera. También puede
pasarte que te cubras la cabeza, cierres los ojos y te digas: “aunque sea
verdad, no quiero saberlo”.
Una seudo-escuela como Nueva Acrópolis, copia la figura del Maestro, para tener
una persona que emita “juicios de autoridad”, irrefutables, a la cual los demás
obedezcan sin resabios.
Lo que realmente aprendes
Aceptaste libremente el camino discipular con la obediencia que requiere el
mayor bien espiritual. Fue tu elección, libre, voluntaria, aceptar autoridades,
hacerte Discípulo de una Maestra, tener un compromiso de crecimiento, no
ceñirte a los dictados del mundo, que pueden ser gratos, pero cuya comodidad
prueba su falta de grandeza: Tú debes obedecer a los más capaces, caminar por
el Justo Medio y seguir como Arjuna.
Eso dejaste que te metieran en la cabeza por repetición y fue lo que tú
internalizaste. Es una mentira, porque parte de bases tergiversadas y se usa
para justificar un sistema coercitivo.
Tú crees que fue tu decisión hacer eso. Lo que hiciste fue dejar que te
implantaran en la mente unas ideas simples, reforzadas por el juicio de
autoridad y por ver seguirlas a un grupo formado por personas que llegaron
antes. Están ahí, luego entonces no hay peligro.
Primera campanada
Ni Elías ni Eva están enterados de lo anterior, sin embargo, los mecanismos
vigentes un día los alcanzan.
Por un error cometido, en el momento menos pensado, viene un grito.
La sorpresa es enorme, no se lo esperaban.
Es una vociferación, una falta de respeto. En efecto se les puede haber gritado
o se les dijo una frase que es un abuso, dicho con voz neutra o con una
aparente buena razón. Como se vea, es una falta de respeto que no es vista como
negativa, sino como una acción que debe ser aceptada.
Sin embargo, los gritos sí se dan. Elías no entregó un folleto de propaganda
sin errores o estaba riendo con otros miembros y una dirigente llegó a
callarlos diciéndoles que no era actitud de un Discípulo o estaba en un viaje
de Nueva Acrópolis, se apartó un poco del grupo y lo fueron a buscar con malos
modos. También Lidia Pérez puede haberle espetado que es un necio o un incapaz,
con esas palabras.
Lo que vean o recuerden, pero al final hay una agresión moral.
Esta vez, Elías dijo que a futuro, en una reunión de integrantes, él desea
tener hijos.
Elías nota que a sus palabras sigue un silencio.
Los miembros más viejos permanecen callados, pues conocen el momento. Elías
siente el malestar de ellos, al tiempo de percibir que se le escapa un dato
importante, al ver la reacción de grupo.
No se da cuenta de que los demás conocen el mecanismo de haber expresado una
idea incorrecta, si contradijo a Lidia Pérez, lo cual es inadmisible o hizo
alusión a temas intocables, como desear una vida personal.
El grupo amaestrado se pone en contra de Elías sin decir una palabra.
Lidia Pérez pregunta en tono frío, si alguien más piensa así.
Los hay, pero no dicen nada.
Viene una corrección o reprimenda.
Elías experimenta un choque al escuchar que se le habla de forma muy agresiva.
De entrada no cree lo que oye, pues no hay justificación, además de que el
sentido del respeto que sabe se merece, su dignidad, le lanza un aviso.
La indignación por el trato es grande, pero lo acepta.
Acepta la agresión, ¿por qué? Porque de acuerdo con el amaestramiento,
protestar o responder es un error de la personalidad. Es ir en contra de su ser
Discípulo, que debe ser humilde y corregir sus errores. Sentirse ofendido es
vanidad, eso debe ser superado.
Crees que tú has elegido estar ahí para trabajar, para iniciar un proceso de
transmutación, para convertirte en un individuo. La única forma es estar
dispuesto a quemarse como los leños del símbolo escolástico que queman tu
personalidad, tu vanidad, tu egoísmo, etc.
La verdad es que admitirlo significa que asumió el trato, por lo cual cayó en
una dinámica que se repetirá, porque se ha sentado un precedente.
Lo sucedido socava la autoestima de Elías.
Sin embargo, Elías se culpa a sí mismo, siente que ha roto alguna regla,
desconocida. Además de su malestar individual, viene un sentimiento de
vergüenza por creer que ha actuado incorrectamente. Se tacha de ignorante.
No se necesitan abiertos paramilitarismos ni revólveres para someter, cuando la
esencia es autoritaria.
Se acabó la Luna de Miel con Acrópolis. Es el momento en que te digan que
Acrópolis no tiene Lunas de Miel, sino grandes compromisos con la humanidad.
Elías ya ha establecido vínculos con la seudoescuela y al tomarla como
referente importante en su vida, admite el poder de ese referente en él.
También le sucedió a Eva, quien como Elías, al callar ante el abuso en la
desestimación que le hizo su dirigente de entrar a una ONG, aceptó tácitamente
que no merece defenderse. Ambos incorporaron a su forma de actuar, una reacción
de baja autoestima que al repetirse, reducirá su autoestima cada vez más.
No todos se someten. Esa es la razón de las desbandadas.
“Si no actúas como piensas, acabarás por pensar como actúas.”
La razón de las desbandadas
Muchos integrantes antes de Elías y Eva, oyen hablar de exmiembros. Como
otros antes, tienen la duda, ¿por qué se van muchos miembros? Eso si oyen algo,
pues muchos no se enteran de nada por el silencio en que se envuelve a quienes
se fueron.
La pregunta es más importante si, a diferencia de Eva y Elías, conociste a los
que se fueron, porque punto notable es que las desbandadas se dan entre los
miembros comprometidos, los que tú veías como las columnas de Nueva Acrópolis,
los que siempre estaban ahí.
Nunca se enteran de las razones, ésas quedan como un misterio sobre el cual da
miedo preguntar por el regaño que se puede acarrear. Se percibe que es un tema
tabú.
Cesar el sometimiento, recuperar la
vida, son las razones de las desbandadas de Nueva Acrópolis.
Está la versión “oficial”, que antes se limitaba a desprestigiar a las personas
por haber tenido inclinaciones a la homosexualidad. También se les
desprestigiaba afirmando que se dejaron llevar por apetitos sexuales o por pereza.
Nadie se puso de acuerdo para marcharse grupalmente. Muchos de los que se
fueron, años después se enteraron de que cuando ellos se marcharon, otros lo
hicieron aproximadamente al mismo tiempo.
Ninguna desbandada ha sido concertada, pero existen mecanismos simultáneos de
saturación. Cuando un grupo ve las mismas actitudes y pasa por los mismos
mecanismos o pertenecen a una misma generación de miembros, reúnen
insatisfacciones semejantes, las corrientes de pensamientos son simultáneas y
la verdad de la manipulación no se puede ocultar.
Por eso, cuando alguien emite una queja entre sus compañeros, todos asienten
como si hubieran conversado de un tema en realidad no tratado abiertamente.
“¿Sí, verdad?, se ve que si eres de dinero...”, pero ése es todo el nivel de
críticas.
Nacida la conciencia no de un error involuntario de Acrópolis, sino de una
actitud, puede suceder lo que sea.
Tal vez me llamaron la atención en una guardia de cafetería o me gritaron por
enésima vez y cuando respondí me dijeron que lo mío era agresividad. Y te lo
repiten constantemente, la etiqueta queda ahí, poco comprometido, miedo al
compromiso, mucha importancia personal. Chantaje. Detonante de lo sucedido
antes.
Los vínculos en el grupo están sometidos a una sincronización. Le pasa a uno al
mismo tiempo que le está sucediendo a otros, pero no hablan entre sí, por el
supuesto tácito de que todo lo que digan será usado en su contra.
Muchos se fueron sin avisar, otros lo hicieron dejando cartas, otros se fueron
dejando todo lo que hacían, otros, los más correctos, por pensar que Nueva
Acrópolis valía la pena o que ellos debían respetar sus compromisos, se fueron
dejando sus asuntos en orden.
Sin embargo, hagas lo que hagas el final te difamarán dentro del grupo. Una
explicación que trata de ser amable por consigna, sobre quienes se ven de
Acrópolis, es decir que “son personas que eligieron otro camino”. La verdad de
sus creencias es, como lo define una hachada, que quienes dejan Acrópolis “se
fueron a rascar la panza”.
Sin embargo, como trabajo de Fuerzas Vivas, se llama por teléfono o envían
mails a quienes se fueron, en tono amistoso de “¡dime qué pasó, me quedé con la
duda!” o “espero que sigamos siendo amigos”. Mantener contactos con exmiembros
de Acrópolis sirve para estar al tanto de sus actividades y saber que se dice o
hace por fuera del grupo. Así mismo, mandan espías.
Dentro, se implantarla paranoia de tener enemigos externos para reforzar los
medios de represión y para dar una sensación de estar cohesionados.
No-desbandadas
Hubo alteración en Acrópolis por el libro de Pepe Rodríguez El poder de las
sectas, ya que se generó histeria colectiva, prohibición de comprar el libro y
aislar a quien opinara dentro de Acrópolis.
Algunas personas se fueron a causa de la información del libro, pero no fue una
desbandada.
Otras dejaron de ir por razones de tiempo y otros fueron expulsados. Lo
primeros expulsados lo fueron por haberse hecho novios dentro del grupo. Una
brigada fue expulsada en un Concejo, porque a ella la cortejaba un miembro que
le gustaba al Mando Nacional.
Además de las desbandadas, cada año se van de 20 a 50 miembros en México.
Han habido dos desbandadas.
Las desbandadas. La primera
La primera desbandada fue después de la primera Reunión Internacional efectuada
en México (1991), debido a que muchos integrantes quedaron absolutamente
fastidiados. En esa desbandada se fue casi la mitad de los miembros de
Acrópolis.
La ida de tantas personas con talento fue por concientizarse de varios hechos:
1. La utilización de miembros con fines personales por parte de Lidia Pérez,
quien los usaba para tener posesiones y dinero
2. Intromisión en la vida personal hasta grados extremos
3. Alimentar rencillas entre Fuerzas Vivas
4. Impulso a miembros con dinero, por sobre los de condiciones menos
favorecidas.
5. Falta de espacios individuales sin la presencia de Acrópolis
6. Pérdida del poder personal de los miembros
Cuando terminó la reunión internacional, la sede de Guanajuato, la única por
entonces, quedó semivacía.
Las desbandadas. La segunda
La segunda desbandada se debió a que muchos integrantes de la primera
generación, que habían hecho oídos sordos a las señales, llegaron a su límite.
En ésta también se fueron integrantes llegados cuando la sede se cambió a la
calle de Morena.
Vieron los mismos actos de Lidia Pérez, pero en franco desarrollo. Se hizo
claro que su plan desde el inicio fue usar a Acrópolis como plataforma
particular, pero ahora era de manera más abierta, insistente y exigente. Un
grupo autoritario supeditado a la imagen del Maestro, era para Lidia Pérez el
terreno perfecto para utilizar a los incautos.
Cuando se hizo la primera fiesta de amigos hechos en Acrópolis, al día
siguiente Lidia Pérez dijo que toda fiesta o ida a tomar café entre miembros,
debería hacerse con la presencia de un dirigente. Desde ahí, no se podía
planificar ir al cine solo o con tu pareja si no te escabullías, pero fue el
inicio de las “reuniones de canal”.
Frente a estos problemas, Acrópolis tiene muchos recursos para evadir la
realidad. Decían que el Ideal no era la Maestra y que quienes decían irse por
ella, confundían las cosas. Excusas, pretextos, ambigüedades, deseo de
distraer. La verdad es que el sistema, por su vocación de autoritarismo, roba
la libertad de las personas.
El cambio de mando nacional
Un Hachado conocido por llevar a cabo “sesiones de ruptura de límites”,
consistentes en hacer desnudar a nuevas integrantes para darles masajes,
también él desnudo para buscar relaciones sexuales con ellas (las tuvo en varias
ocasiones, podían haberlo denunciado a las autoridades), al ser jefe de filial
Guadalajara tuvo relaciones simultáneas de noviazgo con dos integrantes
mujeres, que ahora ocupan dos de los puestos más importantes en la estructura
nacional de Acrópolis.
Este jefe de filial, al ser descubierto, fue separado a un puesto menor. El
ostracismo al que se le sometió permitió el ascenso de una miembro a la cual él
había captado, Esmeralda Osuna.
Esto sucedía mientras no se encontraba trabajo en Acrópolis para los Janos,
grupo de jóvenes en Toluca, D.F. y Oaxaca.
En el D.F., cansados del manejo de la filial Satélite, los Janos fueron
divididos para crear “centros urbanos” del área metropolitana. Quiere decir que
los centros urbanos son subfiliales ubicadas en la capital de una filial
estatal. En Guadalajara, se dieron Janos a Osuna. Los muchachos fueron
asignados a adultos.
Osuna, mostró capacidad como administradora. La subestructura de los Janos
organizó actividades juveniles.
La sede en la calle de Amado Nervo, la sede central de Acrópolis México después
que lo fue el local de Morena, comenzó a disminuir, mientras la filial de
Guadalajara crecía. Esmeralda Osuna con los Janos hizo crecer Acrópolis en
Guadalajara, entrar a esferas de gente acomodada, vender actividades como la
presentación de Teatro Negro que inició con la puesta en escena de “El
caballero de la armadura oxidada” Con el grupo Stoa y Janos, atrajo a otros
jóvenes con actividades artísticas y altruistas, buscando apoyos y patrocinios
en Guadalajara.
Fue en un buen momento para Lidia Pérez, quien fue obligada por Delia Steinberg
a dejar la dirección nacional. Decidida a no perder el poder, Lidia Pérez se
ocupó de conservarlo a través de alguien a quien pudiera manejar.
La versión de consumo para los miembros de Acrópolis fue que Lidia Pérez,
vanguardista como siempre, decidió dar espacio a alguien más y ella asesorar e
imponer una nueva forma de transmisión de una dirigencia.
La capacidad de buena administradora fue la causa de que Osuna fuera elegida
para ser directora nacional, en vez de la hachada que todos pensaban iba a ser
directora, ya que en sus manos, las filiales se deshacen. Además los miembros
buscan alejarse de ella lo más posible, no la soportan.
Para preparar a Osuna como directora nacional, Lidia Pérez inició frecuentes
viajes a Guadalajara.
Dándole mayor peso, Lidia Pérez delegó en Osuna paulatinamente el poder
ejecutivo. Lidia Pérez cesó las lecciones de Introducción al Conocimiento del
Hombre, manteniendo a su grupo de gente selecta, acomodada, hasta que también
lo dejó. Utilizando su despacho en Acrópolis como consultorio, para así mismo
dejarlo, delegó en Osuna la organización de la segunda Reunión Internacional en
México, lo cual fue para los miembros verse bajo el mando de capataces.
Al final de la segunda Reunión Internacional, Osuna hizo su juramento como
directora nacional y adquirió las 4 cuatro cadenas.
Solamente los otros hachados conocían previamente el nombramiento, el cual fue
anunciado en la reunión, de una forma “elegante” en palabras de Lidia Pérez, la
cual dijo a los miembros que Osuna, también debía ser considerada como
“Maestra”.
El adjetivo de elegante quedó como expresión retórica o declaración de
intenciones fallidas. No fue porque el título de Maestra para Osuna pareciera
grande a quien había sido secretaria ejecutiva, sino porque no es una persona
profunda, ni es dueña de una gran inteligencia dialéctica y tampoco se le ve un
esfuerzo personal de superación como para ser ejemplo. Lo elegante fue forzado y
torpe.
El tratamiento no fue bien aceptado por los miembros de mayor antigüedad.
Tampoco lo fue por los contemporáneos de Osuna, excepto por los de Guadalajara,
que se sentían orgullosos de ella. Eso, sin olvidar que se convertían en la
nueva sede central.
Como sucede, al cabo de una resistencia inicial, todos se plegaron a dar ese
título a alguien que como Osuna carece de mayor mérito para darle el
tratamiento de “Maestra”.
Con eso finalizó el reinado del Distrito Federal como capital de Acrópolis
México. La hasta entonces sede central, filial Amado Nervo, perdió su
preeminencia frente a Guadalajara, que cumple con un rasgo al gusto de Lidia
Pérez: perfil socioeconómico alto, lo que en el D.F. Lidia Pérez siempre echaba
en falta. El efecto fue que a algunos miembros del consejo de Guadalajara los
hicieron hachados o les dieron un cargo nacional. Hoy casi es requisito tener
dinero para ser dirigente o hachado.
Como buena administradora, Osuna implantó que los dirigentes deben dar informes
detallados de actividades, productividad, qué reportar cómo horas de trabajo y
qué no, elaboración de gráficas, estadísticas y procedimientos de
administración de empresas con nombres sonoros como “filtro socrático”.
Un nuevo estilo de Acrópolis arribaba, el estilo gerencial como el factor
predominante, abriendo todavía más en el abismo que separa al grupo de un
sentido humano.
Las desbandadas. La tercera
Está en marcha. Una primera señal de esta tercera desbandada es que de 15
Hachados, varios de ellos miembros de la primera generación, quedan 8, todo
idos por los manejos den Lidia Pérez López. Estos hachados eran jefes de filial
y secretarios nacionales.
Los que se quedan
Quienes siguen en Nueva Acrópolis, de nada se enteran. Ninguno de los que
se fueron habló con ellos, por saber que no se puede confiar en nadie y que no
tiene el mínimo caso hablar con nadie, sin contar que irán a contarlo con
tergiversaciones.
Tampoco se habla porque independientemente de lo que manifiestes, el grupo
hablará mal de ti o habrás muerto para los que se quedaron. Ya no tendrán
tiempo para ti, ni para mandarte un correo, ni la energía para hacerlo. Saben
que te perdieron.
Antecedentes de violencia
Hay otra idea, que pocos de los actuales miembros conocen, porque se remontan a
otros tiempos. Se basa en la sospecha de que Nueva Acrópolis puede atentar
contra la integridad física de quienes se van u opinan en contra de la
seudoescuela.
Noticias de hace años describen como el Cuerpo de Seguridad Internacional viajó
a varios países para acallar a denunciantes. Una noticia en el diario reportó
la violación de una disidente.
No se vaya más lejos. En México, en 1986, Seguridad y Trabajo buscaron en la
calle a una persona vecina de la colonia Roma, que había interrumpido una conferencia.
Se le encontró y se le hizo subir a un auto, llevándolo al templo de Seguridad
en la sede de Guanajuato. Ahí se le sometió a un interrogatorio y se le dieron
varios puñetazos.
Los integrantes de hoy pueden pensar que es una exageración. Es porque ignoran
que la organización también puede operar en formas ocultas. No conocen mucho.
No conocen por ejemplo la Operación Gaviota, ordenada por Livraga en México,
que consistió en derribar una escultura levantada por la Iglesia Católica en un
conocido cerro cercano a la capital, acción para la cual varios miembros de
Seguridad se entrenaron durante semanas. Se fue allá y se derribó la efigie, la
cual se dijo, simbolizaba el dominio de esa fe en México. La Iglesia Católica
podrá estar ahora muy contenta de saber quién les tiró la estatua.
La acción se llevó a cabo con éxito. Por ella Livraga dio una recompensa,
consistente en condecoración y un año de antigüedad reconocida a los miembros
de Seguridad que la llevaron a cabo.
Mayor presión
Quienes se fueron, dejaron huecos que tuvimos qué llenar. Se duplicaron las
guardias, las clases. Se fue presa del mecanismo de cerrar filas. Un enemigo
externo “cierra filas” al interior, recuérdese la alerta máxima de Livraga al
expulsar a Ada Albrecht.
Uno de los mecanismos que Nueva Acrópolis aplicará en el futuro será abrir
espacios para oír abiertamente las insatisfacciones de sus miembros. No
prestarán oídos, será, simplemente, que la catarsis alivia la tensión.
Cómo se involucra
Antes se decía que era necesario dar una cuota de seis horas de trabajo
semanales. Ahora ha cambiado. A Elías se le dice que como miembro, la forma de
plasmar lo aprendido en el curso introductorio es a través del trabajo de una
de las secretarías. En ese trabajo, más la convivencia con los demás
Discípulos, él crecerá.
Como una retribución a lo que recibe y para asegurar la marcha del Ideal, el
dinero es una forma de energía que es importante dar a Acrópolis, por lo cual
Elías se compromete a pagar una cuota, dependiendo de la filial, de por lo
menos 350 pesos mensuales.
Elías acepta, comentando que puede ir a trabajar en Acrópolis los lunes y
jueves.
Se le dice que sí, comentando a su vez que la secretaría necesita generar sus
recursos, ya que no reciben un subsidio dentro de Acrópolis. Han decidido que
venderán chocolates y se la da a Elías, dos cajas de las golosinas.
Se le comenta que se está organizando una rifa para tener fondos para la
filial, por lo cual se le pregunta si puede colaborar. Elías acepta y se le dan
dos fajos de boletos.
Yendo lunes y jueves, más adelante se le comenta a Elías que se hacen reuniones
de organización, llamadas consejillos, para diferenciarlos del consejo, que es
la reunión de los jefes de filial. Los consejillos son los martes. Elías
responde que sí.
Ya tiene lunes, martes, miércoles y jueves. En el consejillo se le comenta que
la carga de trabajo en la secretaría requiere de dar apoyo a las guardias, los
miércoles, dos horas. Elías dice que sí.
También se requiere asistir a las reuniones mensuales con la directora, al
curso de integración de nuevos miembros con la Maestra Lidia, en Tlazala, un
fin de semana completo.
El trabajo aumenta, pues Elías también debe dedicar tiempo a la venta de los
chocolates y boletos para la rifa. Eso más la reunión de final de mes, otra
semestral y otra anual, la de la primavera.
Elías comienza a recibir mails a la oficina, así como llamadas telefónicas de
Acrópolis. Para cumplir, roba tiempo a su trabajo, además de recursos
materiales.
Los compromisos aumentan. Para cumplirlos, no les puede dedicar el tiempo que
está en Acrópolis, por lo cual le aumenta el viernes. Elías trabaja ya de lunes
a viernes, robando tiempo a sus otras actividades.
Se viene la fecha de entregar el dinero de los chocolates y los boletos. Elías
no ha podido.
Respuesta: debe entregar el dinero, por lo cual, si no lo ha recaudado, debe
ponerlo de su dinero.
Los trabajos de la secretaría exigen que haga más llamadas telefónicas, envíe
más mails, contacte personas. Lo hace en horas hábiles, de trabajo.
Cuando cumple un año, se le invita a entrar a las Fuerzas Vivas. Pasa varias
pruebas y entra, entonces tiene reuniones de su cuerpo de Fuerzas Vivas, las
guardias de apoyo, mails del jefe de filial, los campamentos anuales de Fuerzas
Vivas, campamentos nacionales por cuerpo de Fuerzas Vivas, más convocatorias
extraordinarias para Fuerzas Vivas como servicio, más lo que la filial
disponga, por ejemplo salida a orfanatorios o ferias medievales, etc.
A Eva se le añaden los mails de jefa de Manípulo y sus reuniones de Manípulo.
Así se llena todo el tiempo de Elías y de Eva. Para eso han dejado atrás citas
con sus novios, tiempo para el ocio o la lectura, un curso de computación que
pensaba toma Eva y un diplomado de Elías. ¿Alguien los obligó? ¿Se les apuntó
con un arma? No, se les indujo, paulatinamente se les dieron más compromisos,
que ellos fueron aceptando insensiblemente.
Hay quienes no aceptan, pero éstos reciben presiones constantes para asumir
compromisos.
Relevante: a Elías le dicen sus amigos que ha cambiado, le dicen que no se
dedique tanto a ese grupo donde entró. Como respuesta, Elías se enoja.
Dentro de las Fuerzas Vivas, Elías se hace más cercano a Eva. Se acercan pues
absorbido por el grupo, sus relaciones sociales fuera de Acrópolis se reducen o
desaparecen. Elías ya no ve a su familia, ni a sus amigos. Se le dice que esos
son compromisos mundanos, que lo más grande es despertar conciencias y que lo
importante es el tiempo de calidad, que concerte citas con su familia en otros
momentos que no interfieran con Nueva Acrópolis, momentos que nunca hay.
Se hace novio de Eva, después de recibir el visto bueno de Lidia Pérez.
Elías es nombrado secretario nacional. Se casa con Eva y en ese momento Eva es
nombrada secretaria nacional de economía. La razón es darles trabajo para que
el matrimonio no los distraiga de Acrópolis. Su boda se celebró con gente de
Acrópolis, tuvieron una mini-Luna de Miel pues tenían mucho trabajo en
Acrópolis y llegaron a su habitación a dormir.
Todos los cónyuges de alguien ascendido en Acrópolis reciben también un cargo,
por lo cual aumenta su trabajo. Con eso, los días de descanso que tienen ambos,
son los domingos, de manera general, pero hay filiales en las que el día de
descanso es un viernes, incluso hay cursos introductorios en domingos por la
mañana. Sin embargo, de los cuatro domingos del mes, uno de ellos se dedica a
la reunión de Fuerzas Vivas, la reunión mensual, que es un fin de semana
completo, los sábados de 9 de la mañana a 9 de la noche. El otro domingo
trabaja de las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde aproximadamente.
De los cuatro domingos del mes, Eva y Elías tienen dos domingos para descansar.
Si no sucede así, un domingo lo dedica para una actividad anual, por ejemplo el
orfanato, otro domingo para una reunión especial de su secretaría, otro más
para un viaje como secretario nacional, el otro, a la reunión de secretarios
nacionales o de Fuerzas Vivas.
Fuera de eso, se hace costumbre terminar las jornadas a la media noche o a la 1
de la mañana. Como viven a 40 minutos de la filial, en lo que llegan y se
preparan, se duermen a las 2:00 am.
Eso significa estar cansado, siempre haciéndose familiar la sensación de tener
tierra en los ojos. Reuniones, dar clases, dar conferencias, trabajos de
secretaria, trabajos de Fuerzas Vivas.
Los secretarios nacionales como ellos, tienen la obligación de visitar las
filiales. Programan anualmente sus viajes, hacen promesas de visitar un cierto
número de filiales. Entre ambos, hacen 10 viajes en un año, sufragados por
ellos, gasto al que se suma el regalo que deben dar a la filial.
Para esos viajes a las filiales, Eva y Elías piensan hacerlos juntos para tener
un tiempo qué compartir.
No pueden viajar juntos.
Un matrimonio previo quiso hacer lo mismo, hasta que se les coaccionó a no
hacerlo, mediante el argumento de Lidia Pérez de que “los seres humanos somos
independientes”.
A esos gastos se añaden los regalos a Esmeralda Osuna y a Lidia Pérez, por sus
cumpleaños, cuando visitan una filial, los regalos que se les dan el 8 de mayo
cuando se celebra el Día del Maestro, celebración donde se dan tres flores
blancas que representan las tres virtudes del Discípulo. La falta de tiempo y
la gerenciación de las actividades, hace que haya encargados de comprar las
flores en grandes cantidades, que se entregan a los miembros que llegan a esta
celebración usurpada del aniversario luctuoso de Blavatsky. Sentadas, Lidia
Pérez y Osuna reciben las flores que dan Brigadas Femeninas, las cuales forman
sendos ramos.
Subiendo en la pirámide, Elías es nombrado jefe de filial. Junto con eso Eva
también es nombrada, pero jefa de una filial en otro estado de la república,
eso sí, cercana para que se vean, él en Estado de México y ella en una filial
de la capital del país.
Como jefes de filial, adquieren una posición parecida a la gerencial.
Si no alcanza para los gastos de la filial, se debe poner del propio sueldo,
más las cuotas nacionales y la cuota Ariadna, internacional, utilizada para
mantener la página web de Acrópolis Internacional que, haciendo cuentas, su
mantenimiento cuesta miles de dólares.
La economía individual de ambos se empieza a ver gravemente afectada. Están
también los gastos para los cursos de jefes de filial, tomados literalmente de
“Las 48 Leyes del Éxito” y del “Arte de la Guerra”, de Tsun Tzu. Cada cual debe
pagar sus gastos y aportar para los gastos de Lidia Pérez y Esmeralda Osuna,
porque ellas no pagan sus gastos de hospedaje y de alimentación, que son
especiales por el tipo de habitación y de la clase de comida.
Todos estos gastos solamente pueden sostenerse pidiendo prestado o cargando a
la tarjeta de crédito. Cuando no es posible pagar los gastos de cursos, lo que
implicaría no ir, se reciben llamadas: “debes solucionarlo, aumenta tu dominio
del mundo, si no puedes, pide prestado”. Los jefes de filial viven en un
déficit crónico, con tarjetas sobregiradas y deudas. Sí, también por pedir
prestado a esas familias de las que reniegan.
Así se vive año, tras año, tras año, tras año.
De sus aportaciones, los miembros que las pagan no reciben informes. Solicitar
estar al tanto de las finanzas de Acrópolis es un desacato. No tienen derecho
de conocer exactamente el destino de los recursos económicos. Miles de pesos,
millones a través de los años.
Síndrome Burnout
Al poco tiempo, Elías y Eva padecen el síndrome Burnout o “quemado por el
trabajo”.
Coloquen una cruz en los cuadros donde la descripción concuerde con lo que se
deba a su experiencia en un grupo de la naturaleza de Acrópolis.
Sobrecarga laboral cualitativaÿ
Estructura de la empresa que favorece el
compromiso excesivo en el trabajadorÿ
Exposición a estrés laboral crónicoÿ
Contactos interpersonales
usuario-profesional con alta exigencia emocionalÿ
ÿ Falta de apoyo social en el trabajo, los conflictos
interpersonales, las disfunciones de los roles ocupacionales y la carencia de
reciprocidad en los intercambios sociales
Compromiso excesivo con la problemática
del usuario y la organizaciónÿ
Exigencias laborales excesivasÿ
Ambigüedad y conflicto de rolÿ
Falta de reconocimiento socialÿ
Aumento de la prevalencia de este
síndrome en el centro de trabajoÿ
Conflictos interpersonales (con
superiores o compañeros de trabajo)ÿ
Falta de concentraciónÿ
Alteraciones de la memoriaÿ
Impacienciaÿ
Sentimientos de impotencia y soledad,
labilidad emocionalÿ
Baja autoestimaÿ
Sensación de cansancio físico y mental,
desánimoÿ
Alteraciones de la voz y síntomas
depresivosÿ
Desconfianzaÿ
Paranoiaÿ
Alienación y multiplicidad de manifestaciones
psicosomáticasÿ
Indolencia o desarrollo de actitudes
expresadas con la despersonalizaciónÿ
Culpaÿ
Deteÿrioro cognitivo expresado por la
pérdida de ilusión y expectativas laborales
Deterioro afectivo expresado por
agotamiento emocionalÿ
Irritabilidadÿ
Agresividadÿ
Negligenciaÿ
Pérdida de la iniciativaÿ
Adicciones y en casos extremos, el
suicidioÿ
Fatiga constanteÿ
Dolores músculo-esqueléticosÿ
Trastornos del sueñoÿ
Cefaleas y jaquecasÿ
Trastornos gastrointestinalesÿ
Alteraciones menstruales e
inmunodeficienciaÿ
Trastornos respiratorios, disfunciones
sexualesÿ
Alteraciones cardiovascularesÿ
En Acrópolis dirán que estas clasificaciones son para débiles. Nosotros somos
Discípulos. Más de tres de cualquiera de las anteriores establece la presencia
del síndrome.
El conocimiento acropolitano
Se debe reconocer que la idea de Acrópolis de que los dioses viven en cada
persona y que es necesario sacarlos a la luz, siguiendo el camino del héroe,
del guerrero, de la Dama y del Caballero, en una actitud de servicio a la
humanidad, es la gran aportación de Acrópolis.
Si el lector lo creyó es porque está mal informado. Son ideas de Jean Shinoda,
autora de Las diosas de cada mujer.
También son ideas de Joseph Campbell y de una corriente de pensadores serios,
que han creado sus trabajos con su esfuerzo.
Los partidos políticos no crearon la política, no existe un “conocimiento de
Casa Lamm”. De ser así, la UNAM creó la filosofía, el derecho.
En Nueva Acrópolis se dan cursos salpicados de errores de interpretación y
tendenciosos. A esos datos incompletos, se añaden interpretaciones de otros y
le llaman conocimiento acropolitano.
Nada de lo que se enseña o dice,
ningún motivo, como el ideal caballeresco, son creaciones de Nueva Acrópolis.
Decir que hay un conocimiento acropolitano es decir que hay una producción
cultural original de Acrópolis.
Otros han pensado, reflexionado, discutido y escrito. Hablamos de psicología
lacaniana, jungiana, freudiana, del papel de Wittgenstein en la filosofía.
En Nueva Acrópolis no se enseña lo creado en Nueva Acrópolis. Se habla lo que
otros han hecho y lo enseñan superficialmente y mal, budismo, hinduismo, temas
de filosofía kantiana, extractos de la Doctrina Secreta, Mircea Eliade, Helena
P. Blavatsky, Buda, Marco Aurelio, Rosso de Luna, René Guenón, el sentido
heroico. Como se ve en las instalaciones de Nueva Acrópolis, se le dice
conocimiento acropolitano.
Se dice que “algún” día habrá un arte acropolitano, una pintura acropolitana,
una cultura acropolitana. ¿Por qué algún día, si ya existen la bases al haber
un conocimiento acropolitano? El arte nace de la cultura.
Definan las bases metodológicas del conocimiento acropolitano, expliquen por
medio de cuáles axiomas y principios han creado una filosofía que se constituye
en una rama nueva, original, del saber. Recuerden a sus instructores en Nueva
Acrópolis. No sabrían formular una pregunta a Sócrates.
Mantengan una discusión sobre la teoría y la praxis del “conocimiento
acropolitano” y salgan adelante, cuando son personas con una cultura media,
básica en muchos casos y Nueva Acrópolis no te educa, no te enseña. Aunque
Lidia Pérez diga: “¡deberían leer más!”, no hay tiempo.
Leer un texto, repetir información sacada de un libro y decir que es
conocimiento acropolitano es la fachada de la ignorancia.
Por oír la frase “conocimiento acropolitano”, en Nueva Acrópolis se siente que
se tiene la razón, porque un conocimiento más grande que el de hoy te avala, el
de los grandes hombres como Sócrates o Buda. Entonces se creen parte de una
cofradía de conocimiento. No tienen absolutamente una idea de lo que es un
aprendizaje sistematizado.
¿Dónde están las herramientas del conocimiento que validen esa evolución? ¿En
qué libro, en qué capítulo, en cuál párrafo se explica el corpus llamado
“conocimiento acropolitano”? Debe haber infinidad de libros donde el lector
diga esto es nuevo, donde un profesor en ciencias sociales diga esto no
existía. No lo hay.
Si Elías o Eva hubieran sido más “kama-manásicos”, más críticos, no los
hubieran dejado hacerse miembros.
La recomendación de Nueva Acrópolis es siempre regresar a los clásicos y leer
sobre todo los libros de cabecera de Nueva Acrópolis: Livraga, Steinberg.
¿Los muchos libros pueden ser un obstáculo, como decía Livraga, porque la idea
se hace demasiado intelectual, poco recta acción?
Livraga defendía al hombre de un solo libro. Decía que era un hombre de
convicción sólida.
¿Cuál es ese libro único que compendia la sabiduría de Acrópolis?
¿“Möassy el perro”?
El hombre de un solo libro es un ignorante, un estrecho y un simplón. Es más
fácil de manejar, porque carece de herramientas para la crítica.
Lo particular es la visión acropolitana, dicen.
¿Cuál es esa? ¿En qué se diferencia de cualquier otra visión? Todo lo que hacen
es repetir lo que otros han creado.
Se dice que el conocimiento acropolitano se ve en cómo cambia la vida de la
gente. También cambia por entrar a un grupo de debates o con socializar.
La respuesta es que hay una confusión.
Acrópolis confunde deliberadamente, conocimiento con formas de ser.
Nueva Acrópolis tiene formas de ser como cualquier otro grupo. Modismos del
lenguaje, códigos, modos de relación, ambiente, rituales sociales, también
estilos de bromas, formas que se entienden tácitamente. Hay un ambiente
particular como el de cualquier otro grupo.
Alguien de Acrópolis conoce las sensaciones cuando inicia una clase, la entre
tensión y gusto al ir a una reunión de Fuerzas Vivas, sus ideas o ilusiones de
servicio antes de una guardia, las sensaciones que generan una reunión
ceremonial, el consejillo, así como la premura y los nervios antes de una
reunión semestral, el susto de los que van a leer su informe en la mesa de
dirigentes en una reunión nacional, el trágame tierra si me preguntan un asunto
que no sé o el alivio de quienes ya leyeron su informe, la impresión del grupo
reunido, el alivio de irse a cenar terminado el bodrio de la reunión anual,
después de los regaños cuando viene el descanso, el ya pasó todo, el ya no nos
están jodiendo.
Las formas de estar las damos nosotros. El marco de Acrópolis nos proporciona
un sentido de pertenencia. La pertenencia y la forma de estar es un ambiente,
pero no es una corriente de conocimiento.
Los sientes cercanos porque comparten aspiraciones, pero nada más. Tienes
impedido hablar, relacionarte más con ellos, conversar sobre lo que no te gusta
de Acrópolis. En torno hay un sistema que te exprime, no te da nada, excepto
dar a cambio de tu esfuerzo frases huecas y un constante acoso, justificado en
la enorme mentira de ayudar a la humanidad.
No hay conocimiento, ni libertad. Cuando piensas que tener un tiempo tuyo, sin
Acrópolis, es imposible aunque te digan que puedes tenerlo, en ese momento,
lectora, lector, tú ya no tienes vida.
Te la robaron para imponerte actividades. Te la dejaste robar y hubo gente
cómplice en el engaño donde caíste. Tu mayor alivio es cuando te sueltan un
poco la rienda para que puedas hacer por un momento lo que debería ser normal
en tu vida.
Eso no es la práctica de ningún conocimiento. Reportas horas de producción,
pero estás involucrado desde que te levantas hasta que te vas a dormir. Tienes
la consigna de estar siempre disponible, tener siempre el celular encendido
todos los días de la semana, las 24 horas de día. Y la posibilidad de soltar
todo y largarte la ves lejana, no porque tengas un gran compromiso, sino porque
te sientes atado. Eso no es el ejercicio de ningún saber mistérico.
Te sientes atado porque estás atado, mental, emocionalmente, aunque quieran
culparte diciendo que no estás abierto al compromiso. Y te lo dicen quienes no
han evolucionado como personas, nada, en 20 años de Acrópolis. Eso no es
mistérico. Es misérico.
¿Tú piensas que estás haciendo un servicio a la humanidad? No estás haciendo
nada. Todo esto, dicho con el “pa’qué” de Lidia Pérez, la medida conceptual del
conocimiento acropolitano. Lo que haces dar, dar y dar dinero.
Nueva Acrópolis no es una escuela de filosofía, porque no estudian filosofía,
tampoco la crean, ni la viven.
Lo que lleva al engaño de que existe un conocimiento acropolitano es la falta
de cultura de los integrantes de Nueva Acrópolis.
Personas que no saben hablar, que no saben escribir, que difícilmente
desarrollan una monografía, no son vehículos de ningún conocimiento.
El aislamiento produce la ignorancia en que viven. Encerrados en el ambiente de
Nueva Acrópolis, llegan a una desconexión completa con hechos elementales como
los sucesos del arte o de la ciencia.
Que sí, que te digo que acabo de oír a un profesor de la filial Satélite. Que
sí. Un tal Arjona, que canta con los Panda. ¡Que da clases de órdago, macho!
La falta de aprendizaje
Es duro, pero algunos dicen: “yo tengo nivel universitario, yo sé de lo que
hablo, lo que aprendo en Nueva Acrópolis no lo vi antes”.
No lo vio antes, pero lo vio varias veces, pues en Nueva Acrópolis, por orden
de Lidia Pérez, llevan casi toda la historia de Acrópolis México repitiendo el
primer nivel del plan de estudios.
Comparen esto con lo que se les dice de aprender. En Acrópolis México durante 5
a 10 años vieron el mismo curso que sigue al introductorio, 1o años repitiendo
el primer nivel de estudios para miembros de Acrópolis.
Se repitió impartió sin parar el primer nivel, siendo que los manuales de
“estética metafísica” estaban hace 20 años en la oficina de Lidia Pérez, en
volúmenes, que varios de quienes siguen en Nueva Acrópolis debieron haber
visto.
A diferencia, en Colombia y Barcelona están en niveles muy avanzados del plan
de estudios.
Las “materias” del nivel 1 se impartieron una y otra vez, argumentando Lidia
Pérez que debían repetirse porque llegaban nuevos miembros. En México se aduce
que los grupos se desintegran.
Eso es una constante, por lo cual se
debe empezar todo de nuevo. No abrieron grupos para los nuevos y los más
antiguos siguieron adelante, sino que hicieron que todos empezaran otra vez,
esto, durante más de un decenio.
Aunque hoy ya empiezan a ver “cuerpo causal”, si es necesario se suspenden
clases o se toma demasiado tiempo en exposiciones de un tema, el tiempo pasa y
el avance es casi nulo.
Si son pocos los que saben, tienen mayor poder, pasan por más estudiosos, más
sabios... poder, simplemente, poder. Ha habido intentos para que se leyera más,
abrirse discusiones, etc. Un jefe de Fuerzas Vivas se opuso a eso.
La reapertura de los Misterios
Acrópolis habla desde su fundación, de reabrir los Misterios. En el 2000, Delia
Steinberg anunció que se habían reabierto los Misterios, dentro de Nueva
Acrópolis.
Afirmación mayúscula como esa
requiere de algunas preguntas en la misma tónica.
Si como dicen, se han reabierto los Misterios, ¿por qué en tan gran suceso,
histórico, fenomenal, no participan l todos en Acrópolis, si están ahí en gran
medida para esa reapertura?
De acuerdo, no son dignos, no pueden entrar, tampoco pueden conocer los
detalles, ni los rituales, ni los días festivos, ni las estaciones
procesionales, nada. No entremos a los Misterios, bien, quién somos nosotros
para decir que lo merecemos, ¡pero los dioses han vuelto, esto es el no va más!
Nada de Misterios, pero la vuelta de los dioses antiguos, ¡ellos deberán
mostrarse!
Deben ser varios dioses, pues a todo esto, ¿qué Misterios se han reabierto?
¿Mitra, Isis, Osiris?
Los canales del conocimiento acropolitano piensan que solo existen LOS
MISTERIOS, genérico intercambiable.
¿Se reabrieron todos los Misterios?
No los Grandes Misterios, los Pequeños Misterios, nos dirán. Bien, de nuevo,
¿cuál dios vino a decirlo?
¿Dónde? ¿Por qué no aparecen para hacerse oír claramente en las sedes de Nueva
Acrópolis, por ejemplo Mitra en la filial Lindavista, Osiris en Coyoacán, Isis
en Guadalajara (¡sí, qué cool!), Thot en el D.F.?
¿No hubo revelación de un dios? Entonces Delia Steinberg tomó su lap-top y se
dedicó a escribir consejos de superación personal, “sé bueno, sé ordenado”,
diciendo que son el Pequeño Portal de los Grandes Misterios de la Antigüedad.
¿Y por qué no todos pueden entrar? ¿Tiene más nivel Montmartre que Morelia?
¿Vale más la Gran Vía que Insurgentes Norte? ¡Eso es! ¡Es una cuestión de Raza!
Se anuncia que a los Misterios solamente entrarán, de momento, españoles y
franceses de Acrópolis, más cercanos de ser 5ª de la 6ª Raza que nosotros,
chakra menguante de la 4ª de la 6ª.
Es una cuestión de elitismo. ¿Por qué creen, amigos de Oaxaca, que nunca los
eligen para presentar eventos nacionales en público? Porque en su filial
predomina la gente morena. Para poner en práctica el principio de la
“fraternidad sin distinción de color” están las mujeres de Guadalajara, ellas,
seamos sinceras, chicas, lindas, blancas, con dinero, coquetas y vestidas a la
moda.
¿Por qué creen que esos chicos bien presentados de Guadalajara, de buena
posición económica, ven al resto de los acropolitanos como de menor
importancia? Seguramente por su convicción en el principio de: “Formar una
fraternidad universal”.
Mientras en la Tierra pueden olvidarse de la mística que Acrópolis pudiera
haber tenido, porque se le liquidó dejando un recuerdo que se irá borrando frente
al triunfo del dinero y del sales manager, los Misterios han vuelto porque los
merecen.
Volvamos al punto del magno acontecimiento que no pierde lustre. Al cabo de
milenios de abandono, los dioses han tomado posesión.
¿A qué esconder su regreso, por qué tanto secreto? ¿Para que nadie se entere de
que volvieron?
Si los dioses volvieron para ocupar su lugar, querrán tener otra vez adeptos,
miles, millones, todos. Si no se dejarán ver, ¿cómo harán adeptos los dioses
retornados? ¿Por teléfono?
¿Revelarán sus Misterios por videoconferencia, ya que los dioses no tienen los
beneficios del “viajero frecuente” en Japan Air Lines?
¿Por qué la reapertura de los Misterios, que debería ser celebrada a bombo y
platillo, es tratada con susurros respetuosos, frente a quienes lo dicen en voz
alta, los sabios, puros, preparados y dignos, de España y Francia? ¿Ellos sí,
personas que imaginamos capaces de entender lo que nosotros imaginamos mal?
¿Jacques Laurent en vez de Jaime López? ¿Qué tiene de malo que Juan Pérez sea
sacerdote de Apolo? ¿No es nivel? ¿Se los dijo la señora Delia atrás de su
piano?
¿Cómo saben los dioses que yo no soy digno? En México, ¿le dirá a los dioses si
soy digno o no de entrar a los Misterios, ese instructor quien, sabiéndolo su
esposa, tuvo como amante a una de sus alumnas, cuyo nombre iniciaba con J?
Los dioses, que han aguardado durante siglos, ceden el control absoluto de su
revelación. Y lo hacen a Nueva Acrópolis.
¿Para que necesitaría de intermediarios Zeus, en vez de presentarse directamente
con los elegidos para hacer patente su magnificencia y no dejar duda de que ha
vuelto a tomar el Trono del Mundo?
Los dioses no quieren aparecer por ahora. Su revelación debe ser mostrada poco
a poco para mantener la pureza, dejar que Acrópolis sea el canal. Bien, ¿no
podían al menos decir eso los dioses en persona? ¿Un rayito y a dormir?
No, no, a unos pocos, a unos pocos, que esta grandeza necesita secreto.
¿Entonces para qué anunciaron la reapertura de los Misterios?
Si los dioses van a actuar así, ¿para qué volvieron? Con enviar a un cartero
habría sido suficiente. Para eso, da lo mismo si vuelven del Olimpo o si siguen
pasando el tiempo ahí.
Es que como son dioses, ya vieron a los dignos… es que no te enteras, Jonás, si
es que yo no sé si eres idiota de Cadena Planetaria o te hizo mal leer el
Veintantos, los dioses, mira, descreído, nunca brillarás en la Pirámide, los
dioses revelaron a las presidentas internacionales de Acrópolis los nombres de
esos Discípulos, para que ellas los convoquen. Los dioses, en vez de
sacerdotes, necesitan head-hunters.
La “reapertura de los Misterios” es la mayor muestra del utilitarismo de
Acrópolis. Tiene por finalidad probar que Nueva Acrópolis tiene unión con los
dioses y es la depositaria del saber espiritual de la Antigüedad.
Pretenden hacer creer que se ha cumplido el objetivo de la creación de Nueva
Acrópolis.
Dicen: Acrópolis goza de tal relación con los Avataras, que en la presente
generación, donde todavía viven los iniciadores, se ha cumplido la promesa,
luego entonces esto prueba la validez de Nueva Acrópolis.
Lo que se quiere es que cuando desaparezca la generación de los fundadores de
Nueva Acrópolis, quede como su legado haber hecho contacto con los dioses.
Las seudoescuelas, para mantener la fe de sus integrantes, dan “pruebas” de sus
lazos con entidades espirituales de manera que no se puede comprobar, sino que
solamente se deben creer, porque los responsables lo dicen.
Por otra parte eso dará a los fundadores un nicho parea ser venerados. El
siguiente paso será afirmar que se recibió la orden de Kutumi, de que a
Livraga, ascendido a la categoría de semidiós, se le debe rendir culto en los
templos de Fuerzas Vivas.
De acuerdo a la mentalidad elitista, racial de Nueva Acrópolis, la de verdad,
la original, a los Misterios entrarán europeos, ningún latinoamericano.
La Sra. Steinberg desea hacer ese último servicio a Livraga, dejar sentado que
su obra Acrópolis alcanzó el objetivo.
Filosofía moral vs ética de la aspiración
Como miembros, Eva y Elías toman el siguiente curso, donde se encuentra la
materia de filosofía moral. Es la ética deontológica, la ética de la
obligación, es decir, la ética del deber.
Por eso se vio Kant al inicio, Kant, pero solamente una parte. La parte donde
afirma que la mayor libertad de un individuo es aceptar la Ley, eliminando la
palabra interna, por lo cual parece que habla del deber.
El reforzamiento es la materia de filosofía moral, la ética del deber.
El deber, esto es, la acción hacia los demás, a estas alturas se identifica con
la virtud discipular del Servicio.
Léase el deber hacia la colectividad, el servicio a la humanidad que se admitió
llevar a cabo como Discípulo.
Ante eso, debe desaparecer toda privacidad, las aspiraciones individuales si
éstas obstaculizan los compromisos con Acrópolis.
Los argumentos a favor de la individualidad, de los espacios donde no debe
haber presencia de terceros, buscan ser rebatidos en función del peso del
“deber”.
El Dr. Hans J. Krämer, especialista en filología clásica, filosofía antigua,
filosofía de las ciencias sociales y ética, explica que la filosofía moral es
un concepto más restringido que el concepto de la Ética en la Antigüedad, ésta
relacionada con “el querer y el aspirar, dirigido éste a metas tales como la
felicidad, la autoconservación, autorrealización y autopotenciación”. Es una
ética de la aspiración.
La filosofía moral formula obligaciones para con otros individuos. La ética de
la aspiración se centra en la acción del individuo y en sus fines para sí mismo,
independientemente de las obligaciones para con los otros.
En Acrópolis se dice que no hay diferencia entre el deber y las aspiraciones
individuales, pues la mayor aspiración individual es cumplir con el deber
elegido libremente.
Es, de nuevo, la repetición de una falacia, pues ese deber no fue elegido, sino
admitido como compromisos que la mayor parte de las veces no son deseados.
Tampoco puede haber libre elección, toda vez que se induce culpabilidad si el
miembro no acepta el compromiso.
Menos todavía, hay libertad cuando se induce culpabilidad por identificar las
aspiraciones individuales con el egoísmo.
Todo eso es una coerción moral en nombre del deber.
El Dr. Krämer señala que el deber como coerción moral no es nunca un fluir del
querer propio, ni tampoco un fluir del ser propio.
El deber como vía de querer, como elección de la voluntad, requiere de la
voluntad y no de la coerción moral por parte de terceros, pues en ese momento,
invocar el deber es una herramienta de la imposición.
En Acrópolis se te dice que puedes hacer tu voluntad, pero en los hechos, si tu
voluntad no es asumir el deber…
En Acrópolis eres inducido a actuar invocando el deber hacia los integrantes de
Acrópolis o hacia la humanidad. Todo lo que desees para ti es tachado como
falto de ética, pues eso, es una separación del “deber”.
La imposición de cumplir el deber como cumplimiento de las aspiraciones
individuales, constituye, explica el Dr. Krämer, “requerimientos morales de
otros, que de modo ilegítimo y por ello inmoral, se inmiscuyen en la conducción
individual de la vida, la regulan y la reducen a una dependencia. La moral no
puede ser fundada desde lo coaccionado”.
Añade que “es un mito utópico pretender que las necesidades e intereses de los
individuos se hallen cubiertos por la moral grupal”.
Por eso, “la relación del hombre consigo mismo y la correspondiente conducción
de la vida no son competencia de la filosofía moral, sino de la aspiración y
han de ser reguladas primariamente por ésta”.
El deber como coerción moral es ilegítimo e inmoral. Es requerimiento moral de
otro,s que se inmiscuyen en la conducción individual de la vida, la regulan y
la reducen a una dependencia.
La moral no puede ser fundada desde lo coaccionado.
La crisis
Eva y Elías tienen algunos problemas consigo mismos, pues el subconsciente
no puede callar pese a que la seudoescuela hace todo lo posible por reprimir el
diálogo interno.
El integrante también se censura debido a su adoctrinamiento, pero eso agrava
el conflicto subconsciente, surgido de ignorar el rechazo de la mente a una
situación inadmisible.
Muchas cosas no pueden hacerse:
• Formular preguntas políticamente incorrectas, pues se toma como criticar
• Opinar que el jefe de filial o de Fuerzas Vivas está errado
• Decir que se está cansado
• Emitir cualquier clase de queja
Cuando se hace, se envía al quejoso a leer los Bastiones, tener una actitud
humilde como barrer y se le comenta que “si no tiene nada útil qué decir, que
se quede callado”.
El conflicto estalla psicosomáticamente, por lo cual vienen enfermedades, que
pueden ser resfríos, síntomas vasomotores, urticarias, migrañas.
“¿De qué te estás castigando?”, es la pregunta clásica, así como “¿de qué te
estás evadiendo?”
Eso desvía el análisis del integrante, pues lo lleva a pensar que su
somatización es culpa suya.
La interpretación es que el miembro está fallando en su compromiso, que
“castiga a su alma por no darse la oportunidad”.
El conflicto también estalla anímicamente, traduciéndose en irritabilidad,
incomodidad, sensación de estar apresado, rebeldía ante las actividades de
Nueva Acrópolis, falta de asistencia a las mismas, necesidad de tomar
decisiones en abierta contradicción a los compromisos.
La “crisis” es la expresión del conflicto subconsciente de saber que se actúa
en contradicción a la propia voluntad.
Todos reconocen cuando alguien está en crisis, siendo cuando los mecanismos
ponen en marcha, tratando de retener al que está en esa situación. Esto se hace
por medios “amistosos” o mediante la coerción del grupo, pues al que está en
crisis se le coloca en estigma social de la debilidad. Es, simple y
sencillamente, un ataque colectivo.
Hay quienes evitan los enfrentamientos, se percatan de los mecanismos y
discretamente tratan de evitar, por ejemplo, que se les absorba en más
actividades.
La pregunta es, ¿tienen necesidad de
defenderse o lo más sabio sería marcharse definitivamente para conservar la
salud? ¿Por qué permanecen? Porque fueron adoctrinados.
Los mecanismos de defensa y autoestima en este proceso son acallados por el
mismo Elías, pues otros mecanismos, éstos los de la represión y coerción, se
han implantado en su sistema de conducta, tanto por la convivencia y la
repetición, como porque Elías los ha internalizado.
Por esta razón es que insistimos en la importancia de analizar un grupo antes
de establecer vínculos.
La crisis viene de no ser tú, de no ser libre, de aceptar cosas que no pides o
que no quieres.
El final
Al término del proceso, Elías, Dirigente de Escolástica, Jefe de Brigadas
de Trabajo, casado con Eva, quien es Dirigente de Economía, Jefa Nacional de
Brigadas Femeninas, instructora Nacional de ISO II, cada uno con tres cargos
desde que se casaron, faltos de sueño, sin vida marital por las obligaciones,
sin dinero, pide una cita con la directora Esmeralda Osuna.
El motivo de la cita es decirle que quiere tener un hijito.
Lo hablará con ella, pero la directora ya trató el tema con Lidia Pérez, quien
a su vez se enteró por el jefe nacional de Fuerzas Vivas, Si no pueden desanimar
a Elías, le dirán que puede tener a su hijo y arreglarse para que a una chica
de los Janos, le paguen para que le cuide al bebé mientras Eva da clases, pero
al final, presionarán para que deje de cuidar a su hijo y dé su lugar y espacio
a la filosofía.
Atención, Elías no va a informar, va a pedir permiso.
No dijimos que Elías tiene 38 años y lleva 10 años en Nueva Acrópolis.
Elías acude con corazón acelerado, nerviosismo, ansiedad, falta de seguridad en
sí mismo, miedo. Plantear sus aspiraciones para que se las aprueben, lo
humilla, además, por saber que se le ridiculizará y atacará por hablar de
hijos. El gancho está dentro de él, fueron sus convicciones.
Osuna le dice, aplicando la reacción que le enseñó Lidia Pérez: “No puedo creer
el egoísmo vergonzoso que estoy oyendo, cómo puedes pensar en ti mismo antes
que en tus miembros”.
Elías se siente culpable, no poder refutar. Ha cedido su poder de decisión en
su vida debido al adoctrinamiento y la enajenación. No se percata de lo que le
ha sucedido, si le avisan de este proceso por el que pasa, se indignará y
rebatirá que por tratarle el tema se trata de engañarlo o de infectarlo.
Al final consigue que le digan que puede hacerlo y eso lo hace sentir bien, sin
darse cuenta de ser un adulto que ha ido a pedir permiso para vivir.
Elías piensa en dejar Acrópolis, pero no puede. En dos años, Eva dejará
Acrópolis, harta . Le pedirá a Elías que se vaya con ella, pero él no se
decide. Eva se divorcia de él. Elías tiene un conflicto. Si deja Nueva
Acrópolis, ¿qué sucederá? Sería aceptar que se equivocó durante 10 años. Siente
que en Nueva Acrópolis aplicó un tiempo y esfuerzo valiosísimo en su vida. Si
pierde eso, ¿qué tendrá después? Elías llega a los 55 años de edad dentro de
Acrópolis.
Las sonrisas de las edecanes que lo recibieron, quedaron muy atrás.
Veinte años de beneficios
Cada cuerpo de Fuerzas Vivas tiene consigna, lo que se le dice, que debe
trabajar.
La consigna de Brigadas Masculinas: Oh, Gran Padre, no me dejes caer en la
tentación de querer descansar a cualquier precio.
La consigna de Brigadas Femeninas: Oh, Gran Madre, no me dejes caer en la
tentación de querer ser amada a cualquier precio.
La consigna del Cuerpo de Seguridad: Oh, Gran Padre, no me dejes caer en la
tentación de querer vivir a cualquier precio.
Palabras. Veinte años de servicio a la humanidad donde, al año de haber
entrado, las mujeres proactivas, los jóvenes entusiastas, terminarán siendo
alfeñiques que piden permiso para vivir, a sujetos que abusan de su poder.
Elías dejará Acrópolis hasta que tenga 55 años. Lidia Pérez dirá sobre el hecho
de que Eva y Elías no tuvieron un hijo: “no se puede tener todo”.
Controlar, atemorizar, cambiar la propuesta espiritual por un fraude donde se
denigra utilizando las aspiraciones de desarrollo, es la realidad.
Surgen más dudas. Si todos obedecen, hacen, pagan, producen, ¿dónde termina la
“pirámide platónica”? ¿Quiénes son los últimos beneficiarios del pináculo de la
pirámide? ¿Por qué en Europa se ha tratado tres veces de ilegalizar a Acrópolis?
No lo sabemos, pero sí sabemos lo que podemos hacer nosotros: evitar el
contacto con esa seudoescuela. Y éste es el grupo que tiene niños de 10 años.
Esto es lo que ha hecho Nueva Acrópolis, 20 años de deformar o agredir
personas. Una prisión donde tienen enajenadas a personas trabajando en
condiciones de esclavitud. Ellos no se dan cuenta de que son esclavos y
capataces.
Quien desee formar parte de eso, tiene las puertas abiertas en cualquier filial
de Nueva Acrópolis México, donde se le recibirá con los brazos abiertos para
enseñarle el camino de la auténtica Filosofía, el generoso camino de un
acropolitano.
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