LISTA DE CAPÍTULOS

BLAVATSKY PODÍA VER EL FUTURO


 
 
Esto lo atestiguaron varios alumnos de Blavatsky:
 
 
 
JOSÉ XIFRÉ
 
José Xifré fue un importante impulsor de la teosofía en España y él relata que en una ocasión en que él fue a visitar a Blavatsky a Londres, ella le salvó la vida:
 
« Él pensaba tomar el tren para regresar a España cuando Blavatsky le exclamó:
 
-      “Usted no va a viajar hoy”.
 
El señor Xifré replicó que debía hacerlo, a lo que Blavatsky insistió que no debía hacerlo, y él le respondió:
 
-      “Pero debo ir, es absolutamente necesario para mi partir, no puedo postergar mi viaje”.
 
A lo que Blavatsky le contestó:
 
-      “Usted no debe ir, debe quedarse esta noche en Londres”.
 
Ella se lo ordenó y él a regañadientes obedeció, pero a la mañana siguiente los periódicos informaron que el tren que el señor Xifré iba a tomar había sufrido un terrible descarrilamiento. »
(Theosophist, septiembre de 1911, p.897)
 
 
 
 
 
 
WILLIAM JUDGE
 
William Quan Judge fue el principal colaborador de Blavatsky y él relató la siguiente historia:
 
« En Alemania conocí al Príncipe Emil de Witt, perteneciente a una de las numerosas familias ruso alemanas, primo de la Emperatriz de Rusia y ayudante militar del Zar, el cual me dijo que sus respectivas familias eran muy amigas y que había oído hablar mucho de ella cuando era joven, pero que hacía mucho tiempo no la había vuelto a ver.
 
Posteriormente él ingresó a la Sociedad Teosófica, y escribió después de la guerra con Turquía, que ella le había dicho en una carta que él no sufriría el menor daño durante esas operaciones, y efectivamente así fue. »
(Boletín de la ST Española, enero de 1935, p.6-12)
 
 
 
 
 
 
 
BERTRAM KEIGHTLEY
 
Bertram Keightley fue uno de los principales alumnos de Blavatsky en Londres y sobre el don de premonición que tenía Blavatsky, él mencionó lo siguiente:
 
« Cuando conocí a Blavatsky por primera vez, yo me encontraba en la bifurcación de dos caminos de vida que eran muy diferentes; repetidamente le pedí guía y dirección pero ella sabía muy bien que cualquier palabra que ella pronunciara sería seguida con alegría y entusiasmo por parte de mí, por lo que no pude extraerle ni una sola pista aunque ella estaba al tanto de todos los detalles de mi indecisión.
 
Comprendiendo finalmente que yo no tenía derecho a imponer a otro la responsabilidad de mi propia vida (esa fue la primera lección que ella me enseñó) decidí seguir el camino que el deber hacia los demás me parecía señalar. Todo estaba arreglado, todos los preparativos estaban hechos, los baúles y las cajas listos para partir y entrar en una nueva línea de mi vida.
 
Yo estaba en el acto de despedirme de ella a medianoche pero ella me detuvo con las siguientes palabras:
 
-        "Si haces tal o cual cosa (es decir si sigo el curso que yo había decidido) las consecuencias serán así" (es decir desastrosas para mí y para los demás).
 
Así es que por la mañana yo había tomado la decisión de actuar de acuerdo con su advertencia, por lo que cambié todo el tenor de mi proyecto y me quedé en mi posición actual.
 
Mirando hacia atrás a los años que han pasado desde que ella pronunció esas pocas palabras, veo claramente que si no hubiera escuchado su voz entonces su advertencia se habría cumplido con la certeza del destino, y aunque desde entonces mi deuda de gratitud con su mano guiadora y salvadora ha crecido como una avalancha de montaña, aún recuerdo esos minutos como quizás los más decisivos de mi vida. »
(HPB: en memoria de Helena Petrovna Blavatsky, p.90-93)
 
 
 
 
 
 
MORGAN PRYSE
 
James Morgan Pryse también fue uno de los alumnos personales de Blavatsky y sobre esta facultad que tenía Blavatsky, él comentó lo siguiente:
 
« Un día, durante el almuerzo, la Sra. Besant se enojó porque le habían entregado algunos artículos de papelería en una puerta lateral en vez de hacerlo por la puerta trasera, así que culpó al Sr. Mead.
 
Yo le expliqué que fui yo quien había encargado ese material de oficina para el Sr. Mead y que por lo tanto yo tenía la culpa de que lo entregaran por la puerta equivocada, pero que no sabía que eso supondría una diferencia.
 
La señora Besant volvió a ser agradable de inmediato y todo volvió a estar sereno, pero esa tarde se me pasó por la cabeza que como sucesora de HPB, la señora Besant era demasiado inmadura para que se le confiara la dirección de la Sociedad Teosófica.
 
Cuando me desperté a la mañana siguiente y me senté preparándome para salir de la cama, vi una página escrita frente a mí. Reconocí la escritura de HPB y supuse que ella pretendía reprenderme por dudar de la aptitud de la señora Besant para convertirse en su sucesora; así que me negué a leer esa carta.
 
Ante eso, ella envió una poderosa corriente eléctrica por mi columna vertebral para obligarme a leer la escritura. Pero como me negué obstinadamente a leerla, me habló en voz alta y me dijo que yo estaba equivocado en mi estimación de la Sra. Besant, quien era su “alumna personal” y quien haría grandes cosas para la Sociedad Teosófica.
 
Mantuve mi opinión original, pero no dije nada. Inmediatamente después de vestirme fui a la oficina del Sr. Mead, y poco después HPB entró desde una habitación contigua. Después de saludarnos, me dijo:
 
     -   "Bueno, Pryse, ¿has tenido más visiones últimamente?"
 
Mi cuero cabelludo todavía me dolía por la corriente eléctrica que ella había enviado por mi columna vertebral, pero ignoré su referencia encubierta a la pequeña discusión que habíamos tenido esa mañana y le respondí:
 
     -   "Oh, sí, como siempre".
 
Luego me preguntó por qué no había estado en el salón durante varias tardes, pero cuando comencé a explicarle que yo había estado trabajando de noche siguiendo las instrucciones, ella extendió los brazos y miró fijamente hacia el vacío. Su rostro adoptó una expresión de horror y lanzó un grito medio reprimido y gritó:
 
     -   “¡No! ¡No!"
 
Ella estaba teniendo una visión, y como yo me encontraba de pie junto a ella también la vi, no visualmente sino como una serie de vívidas imágenes mentales. Esa visión presagió el destino de la Sociedad Teosófica después de su muerte: el desmembramiento de la organización, los actos deplorables de sus equivocados miembros y la falsedad y la falsificación y la locura de las diversas facciones.
 
Cuando terminó la visión, ella dejó caer los brazos y me miró para ver si yo también la había visto. Mi mirada se encontró con la de ella y ella supo por la expresión de mi rostro que yo también había percibido la desgarradora visión.
 
Sin decir una palabra se volteó y con la cabeza inclinada se tambaleó de regreso hacia su habitación.
 
Supongo que hasta ese entonces no se le había permitido ver el futuro de la Sociedad Teosófica, pero cuando ella trató de imponerme una visión optimista, el futuro real se le reveló ante ella, y de paso a mí. »
(The Canadian Theosophist, 15 de marzo de 1935, p.1-5)
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Mientras más desarrollado sea un Adepto, con mayor claridad y constancia va a poder ver el futuro, pero en el caso de Blavatsky la documentación histórica me hace considerar que ella solo podía percibir a veces pequeñas porciones del futuro. Aún así eso le permitió hacer varias profecías:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. Mateo 5:28 Pero yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón....
    Cid, tengo dudas sobre este el párrafo que cité.
    ¿Es probable que ésto sea verdad (a nivel oculto, sería generar Karma negativo para el hombre,más que nada el que es pervertido?
    Espero respuesta, tal vez puedas aclarar está cuestión

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Tus pensamientos y emociones también generan karma, pero en proporciones más pequeñas que tus acciones.

      Borrar