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REFUTACIÓN A LA CRÍTICA QUE HIZO RENÉ GUÉNON DE LA TEOSOFÍA

 
(El siguiente artículo fue escrito por el investigador Dominique Johnson, link)
 
 
El objetivo de este artículo es analizar la crítica que hizo René Guénon de la Teosofía moderna y que él plasmó en su libro “El Teosofismo: historia de una Pseudo-religión”, y no de reaccionar hacia él a la defensiva.
 
Guénon llama a la teosofía de la Sociedad Teosófica: “teosofismo” (en el sentido de ser una pseudo-teosofía) y específicamente llama a la teosofía de la señora Annie Besant, “pseudo-cristianismo” y “neo-cristianismo”. Y es que la Sociedad Teosófica después de la muerte de Blavatsky asumió una extraña amalgama de una teología cuasi-católica y neo-hindú que le proporcionó a René Guénon el arsenal para su crítica.
 
 
 
Análisis de la Crítica de Guénon
 
Entonces con el uso del término pseudo-teosofía que la misma Blavatsky acuñó, Guenon lo utilizó para describir a la Teosofía moderna en general, y actualmente todos estamos creando términos similares. El resultado del análisis es, en el mejor de los casos, un estudio conjetural de la Teosofía moderna.
 
La crítica de Guénon no separa los períodos que hubo ni pone en perspectiva los conflictos que existieron dentro de la Sociedad Teosófica, porque Guénon no ve la teosofía asociada a la Sociedad Teosófica como una teosofía genuina (tradicional).
 
El artículo de Wikipedia sobre la teosofía también habla de ciertos teósofos mismos que usan el término pseudo-teosofía o neo-teosofía como "originalmente despectivo", lo cual es engañoso, ignorando el hecho de que Madame Blavatsky lo acuñó ella misma para describir nuevas creencias fantasiosas y exageradas basadas en la Teosofía que ella aportó.
 
El término teosofía, explica el prefacio del libro de Guénon, es una denominación común para una amplia variedad de doctrinas que son todas del mismo tipo u originarias de las mismas ideas básicas.
 
La similitud entre los sistemas que mantienen esas doctrinas involucra sus concepciones esotéricas de un modo religioso o místico de transmitir conocimiento a través de la hipónoia o significados internos. Se argumenta que son de tradición occidental y que su base es el cristianismo en sus diversas formas.
 
Por lo tanto, los tradicionalistas mantienen el significado histórico del término, en oposición al Movimiento Teosófico.
 
El trabajo de Guénon es vitriólico, dijo Richard Smoley, ya que fue similar al libro del converso budista, Arthur Lillie “Un estudio de Madame Blavatsky y su ‘teosofía’" (1895) en donde de una manera muy diferente, Arthur Lillie argumentó que la teosofía de Blavatsky era una “pseudo-religión” construida.
 
Se nombran a personas famosas de esta línea parroquial de escuelas, aunque no hay un solo filósofo oriental en la lista. Como el pensamiento de René Guénon sobre la crisis del mundo moderno era que el avance anómalo de Occidente (que él consideraba una regresión) tenía cierto desdén por la civilización oriental. Era debido a la afirmación de que los "occidentales", es decir, los europeos, solo se consideraban a sí mismos como una civilización y el modelo pináculo de una civilización basada en líneas puramente materiales que él la rechazó.
 
Y dado que los teósofos del siglo XIX estaban logrando que los pueblos de Europa y América comprendieran lo mismo, a pesar de las investigaciones de los orientalistas y aventureros, entonces ¿cuál era la angustia de los tradicionalistas?
 
Bueno, en primer lugar, Guenon era un jeque de la tradición islámica, y Blavatsky consideró que el islam era obstruccionista junto con el cristianismo, y particularmente el catolicismo/jesuitismo que se encontraba en pelea con los musulmanes para adquirir más poder.
 
Saber si la Teosofía de los asociados teosóficos y de los Mahatmas una Pseudo-teosofía o es lo que Guenon llama la Teosofía tradicional (o Perennialismo) es la verdadera línea de nuestro estudio.
 
Jakob Boehme, Louis-Claude de Saint-Martin, Swedenborg, son vistos como exponentes de la Teosofía tradicional, pero solo llegaron a la escena menos de cinco siglos antes. Para aquellos más arraigados en la ortodoxia, existen otras influencias y fuentes en las que confían directamente.
 
La crítica de Guénon, o aquellos que adquieren sus puntos de vista sobre la Teosofía, han ayudado en la consiguiente caída de la reputación tanto de los 'Teósofos' como de los 'Tradicionalistas'.
 
Los tradicionalistas de hoy, incluso Julius Evola y los perennialistas, han sido adoptados de alguna manera por el medio intelectual de la Nueva Derecha. Sin embargo, los mismos respetos no se extienden a los pioneros del Movimiento Teosófico moderno con los de la Derecha Radical y Tradicionalista (ver Perennialismo y Fascismo), y cuyos seguidores por supuesto rechazan la Teosofía y cualquier rastro de Liberalismo, y la espiritualidad occidental alternativa por otro lado.
 
De acuerdo con las opiniones expresadas por René Guénon, se supone que entonces debemos tirar la Teosofía moderna al basurero de la historia.
 
En el prefacio de su libro agregó: “La Sociedad Teosófica hace pretensiones de esoterismo que no puede verificar, y su tendencia original siendo ‘anticristiana’, no lo pone doctrinalmente en línea con las escuelas, especialmente la Neoplatónica ni la 'Sociedad de Filadelfia' a los que se afirma que son sus predecesores”.
 
Guénon pretende así desmantelar toda la influencia teosófica.
 
Desafortunadamente el trabajo de Guénon ahora debe de tener una reputación considerable, en primer lugar su libro en alusión a este neologismo, 'Teosofismo', está principalmente dirigido a los cambios en la política, la doctrina y la expresión que comienzaron justo en el momento en que murió Madame Blavatsky, y que explotó poco después Alice Bailey. Charles Leadbeater y Annie Besant.
 
Los dos últimos se unieron a la Sociedad Teosófica en el tiempo en que Blavatsky estaba viva e interactuaron con ella, pero sus acciones y creencias muy diferentes no deben pasarse por alto.
 
 
Rene Guénon no utiliza otras obras. Paul Johnson, en sus libros argumentó que los Mahatmas eran incautos, prestidigitadores y confederados, o la misma HPB. Pero la teósofa Jeanine G. Miller, en su libro “El dragón flameante de la sabiduría”, pone a los investigadores en una tarea difícil de responder, al preguntarles cómo una sola persona (Blavatsky) podría hacer todo lo que hizo en un momento en que los estudios sobre los temas que ella cubría eran escasos, o simplemente ni siquiera se sabían todavía.
 
La respuesta de Guénones que Blavatsky era una maestra en sugestión (una hipnotizadora) siendo ayudada por cómplices e ingenuos. Lo cual cualquier investigador serio sabe que es falso. Aun así el libro de Guénon plantea algunos puntos legítimos a considerar, y hay problemas, pero es conjetural. Ya tendrías que creer que ella era solo una tonta.
 
 
 
El Club de los Milagros en El Cairo
 
De 1870 a 1872, HP Blavatsky se dio a conocer como médium en El Cairo (Egipto), ayudando a formar una sociedad de espiritistas compuesta por otros médiums, con reuniones de miembros, una sala de lectura y una biblioteca de obras espirituales. Se llamaba, “el club de los milagros”.
 
La profesión de médium, argumenta Guenon, ya la pone en mala reputación para él, sean fenómenos reales o no, ya que se sabe que los fenómenos de los espiritistas han sido simulados con engaños. Y este engaño espiritista se ha transferido en el período contemporáneo a las ideas y prácticas de las auto-identificadas 'semillas estelares', que pretenden haber canalizado extraterrestres intergalácticos.
 
Al ser acusada de fraude, el club de los milagros cerró, y HPB abandonó El Cairo, regresó a París, pero vivió intolerablemente con su hermano hasta que se fue a los Estados Unidos.
 
Dos años más tarde, Blavatsky fundó la Sociedad Teosófica y ese es el comienzo de la alta sospecha de Guénon.
 
HP Blavatsky afirma en una carta a Stain Moses haber sido enviada a los Estados Unidos para demostrar la falacia y el engaño de la teoría espiritista, y en otra carta enviada a Solovioff en febrero de 1886 ella asevera que fue para probar sus habilidades psíquicas.
 
Guénon no da ninguna fuente para la carta de Solovioff, y dado que este último falsificó cartas de Blavatsky desde dentro de la Sociedad Teosófica como miembro, y con el objetivo de desacreditarla, es muy dudoso su testimonio. Pero aún así Guénon concluye que HPB era una estafa, y por lo tanto que la Teosofía moderna es un fraude.
 
Sin embargo Vera Petrovna de Zhelihovsky transcribió varias de las cartas que su hermana, Blavatsky le envió y en una de ellas Blavatsky le dice a Vera:
 
« La humanidad ha perdido su fe y sus ideales superiores; la pseudo-ciencia el y el materialismo los han matado. Los hijos de este siglo ya no tienen fe; exigen pruebas, pruebas fundadas en una base científica, y las tendrán. La Teosofía, la fuente de todas las religiones humanas se las dará. »
(Esbozo biográfico)
 
Poco después, Vera dice que su hermana comenzó a enviar más cartas sobre los abusos del espiritismo, el materialismo espiritual, las sesiones de espiritismo, etc.
 
Y Vera agrega más adelante que su hermana había escrito:
 
« Si me he adherido a cierto grupo de teósofos, una rama de la Hermandad Indo-Aria, que se ha formado aquí”, nos escribió desde Nueva York, “es precisamente porque luchan contra todos los excesos, los las supersticiones, los abusos de los falsos profetas de la letra muerta- contra los innumerables Calcases de todas las religiones exotéricas, así como contra las divagaciones de los espíritus. Somos espiritistas, si quieres llamarnos así, pero no a la manera americana, sino según los antiguos ritos de Alejandría. »
(Ibid)
 
 
 
Ocultistas occidentales que rechazan la reencarnación
 
Es precisamente este vínculo con los neoplatónicos alejandrinos que René Guenon rechaza la Teosofía y niega su legitimidad. Es cierto que la fuerza, condición y literatura de la Teosofía depende del conocimiento colectivo y la habilidad de los eruditos en sus asociaciones. Si no están a la altura, esto pone en duda a los teósofos.
 
Rene Guenon habla de la HB & L., mientras describe las doctrinas teosóficas como intentos de pervertir la mente occidental. Afirma que los "verdaderos Adeptos" no enseñan las doctrinas del karma y la reencarnación. La reencarnación es una doctrina moderna en la que no creía Guénon, ya que tan superficialmente rozó todo lo relacionado con los teósofos. ¿Aprendió él esta animosidad de los católicos? Esto no es cierto, y la doctrina de la reencarnación existió en el Medio Oriente.
 
Entonces, el argumento es que las doctrinas teosóficas no pueden reclamar la antorcha de la escuela de Alejandría, porque adopta una concepción especial de la evolución, que él argumenta que es totalmente moderna.
 
En el libro de Sylvia L. Cranston “Reencarnación” (1967) ella desmantela fácilmente este argumento. La Doctrina Secreta ni siquiera sostiene la misma concepción popular de la reencarnación, por lo que la crítica es superficial. Se ha demostrado hasta la fecha en una posición más antigua dentro del atomismo védico.
 
 
 
Tradicionalismo versus “Teosofismo”
 
Los teósofos cambiaron gradualmente de centrarse en el ocultismo práctico para enfatizar la Sociedad Teosófica como una sociedad filantrópica y filosófica. Guénon argumentó que estos teósofos carecían del conocimiento real y que no eran maestros.
 
“¿Por qué acudir a los teósofos en busca de conocimiento?” pregunta Guenon.
 
Aleister Crowley criticó de manera similar a los teósofos, definiéndolos como aquellos que hablan de Yoga, pero no lo practican.
 
Si nos ponemos técnicos, el término teósofo sí connota una profesión, o un profesional en las operaciones teúrgicas, y por lo tanto Adeptos, no aficionados.
 
René Guénon esperaba por la dignidad de ese título de Teósofo, que los “teósofos” deberían ser maestros magistrales. Guenon se enfoca mucho en las ortodoxias tradicionales como legítimas. En definitiva, al final de la crítica de Rene Guénon, no hay gloria ni para el modelo del Tradicionalismo ni para el “Teosofismo” de la Sociedad Teosófica.
 
Del Dayananda Saraswati de Arya Samaj, Guénon investiga que Dayananda rompió con Blavatsky. Y según Guénon es porque Dayananda la consideraba una 'embustera' que solo conocía el método del mesmerismo y carecía del conocimiento real de la ciencia oculta de los antiguos yoguis y estaba involucrada en hábiles conjuros.
 
La sospecha de Guénon a lo largo de su libro es la legitimidad de la Sociedad Teosófica como pretendiente en conexión con los verdaderos Adeptos del Oriente, particularmente en el linaje esotérico del Budismo. Lo extraño es que, en el capítulo titulado “La Sociedad Teosófica y el Rosacrucianismo”, Rene Guénon resuelve toda su angustia en unas pocas frases, sobre los verdaderos illuminati versus el falso rosacrucianismo.
 
« No es nuestra intención entrar aquí en las controversias relacionadas con el origen y la historia de la verdadera y falsa Rosa-Cruz. Son verdaderos enigmas que nunca han sido satisfactoriamente resueltos, y sobre los cuales los escritores que se dicen más o menos rosacruces parecen no saber mucho más que otros. »
(p.31)
 
En otra nota, Guénon continúa explicando que él piensa que Blavatsky era una médium pasiva influenciada por individuos ocultistas que controlaban la mente, y que ella usaba el mesmerismo en sus sujetos.
 
« Este es un lugar oportuno para señalar que los nombres de Mme. Los llamados 'guías espirituales' de Blavatsky, primero John King, luego Serapis y finalmente el 'hermano Kashmiri', en resumen, solo expresan las diversas influencias que trabajaron con éxito en ella. Este es el telón de fondo muy real de las imaginaciones salvajes, con las que se rodeó (…) se puede concluir correctamente que en muchas circunstancias Mme Blavatsky fue sobre todo un 'sujeto' o un instrumento en manos de individuos o grupos ocultos que usaban su personalidad. como una tapadera, mientras que otros a su vez eran instrumentos en sus manos. »
(p.24)
 
¡Él la hace parecer una mujer poseída y suelta! Guénon finalmente prosigue a criticar el 'neo-cristianismo' de Besant.
 
 
 
La reivindicación de Ramalingam Pillai de la Sociedad Teosófica
 
René Guénon pretender demostrar que el Mahatma Kuthumi era un humano común bajo un seudónimo, Pero Guénon estaría muy confundido por otras pruebas que se presentaron,
 
 
 
 
Conclusión
 
A pesar de la influencia del tradicionalismo y otros perennialistas, la crítica de Guénon no ayudó a nadie. Continuamos viendo reflejos de su actitud nociva en otros detractores todavía hoy en día hacia la Teosofía.
 
 
 
 
 
 
 
Referencias
 
  1. René Guénon, Teosofía: Historia de una Pseudo-Religión , Segunda Impresión 2004.
  2. Richard Smoley, Contra Blavatsky: Crítica de la Teosofía de René Guénon 
  3. Jeanine G. Miller, El dragón llameante de la sabiduría 
  4. Vera Petrovna de Zhelihovsky, “Helena Petrovna Blavatsky”, Lucifer , Londres, 15 de noviembre de 1894.
  5.  Carta al Dr. Hugo Wernekke, The Identity of Koot Hoomi of Kashmir, College and Travels
  6. Ramalingam Pillai y el Movimiento Teosófico
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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