SAMAEL LE PLAGIÓ A YOSIP IBRAHIM EL PLANETA HERCÓLUBUS

Para elaborar su profecía de que próximamente iba a producirse la Tercera Guerra Mundial, y que después de esa hecatombe se iba a producir otra catástrofe todavía más devastadora con el acercamiento a la Tierra del planeta gigantesco Hercólubus. Samael se basó en lo que escribió el ufólogo peruano Yosip Ibrahim en su libro “Yo visité Ganimedes”. Y lo único que Samael cambió fue duplicar el tamaño de ese planeta asesino para así hacerlo parecer todavía más terrorífico.

Y a continuación se los demuestro:

YOSIP IBRAHIM	SAMAEL
Cada vez, a medida que corran los días, Se irán acentuando los más fuertes cambios, las más violentas controversias y luchas, las inundaciones, movimientos sísmicos y cuantos fenómenos contribuyan al desenlace previsto.	Las lluvias traerán graves inundaciones por todas partes. Y cada día los terremotos se irán haciendo más y más intensos.
Y cuando en la presente década, la tirantez de las relaciones internacionales haya alcanzado su máximo nivel la locura dominante precipitará el dantesco choque: en pocas horas serán borradas del mapa enormes ciudades y centros de vida y de producción.	Todos nosotros somos los culpables de esa futura Tercera Guerra Mundial. El final se está acercando a pasos de gigantes, eso es un hecho, y la Tercera Guerra Mundial destruirá las grandes ciudades
Los terribles hongos gigantescos de las explosiones termonucleares convertirán en humo a millones y millones de seres humanos, en diferentes lugares del globo.	Será un verdadero holocausto atómico y llegará el momento en que por doquiera no habrá sino lamentos, muertes y enfermedades.
Y en tales condiciones, al final de ese decenio, los seres que aún queden con vida y con razón para poder pensar, verán en los cielos acercarse el extraño resplandor de aquel gigante del espacio al que hemos mencionado como el planeta frío. Momento a momento, su visión se irá agrandando, hasta ocupar una considerable porción del firmamento.	Y luego la futura horripilante perturbación en la órbita de la Tierra se deberá por la aproximación de un gigantesco astro que durante siete días aparecerá como otro sol.
Para finales del siglo XX ustedes tendrán la visita del planeta frío al que se refiere la Biblia en el Apocalipsis con el nombre de Ajenjo.	El fin del mundo corresponderá al Apocalipsis de San Juan quien cita a tal astro bautizándolo con el nombre de Ajenjo (que significa amargura). Muchos lo llaman "el planeta frío", otros lo denominan "el planeta rojo". Y también corresponde a lo que profetizó Nostradamus quien dice que eso sucederá en el “año 1999
Ese gigantesco planeta de otro sistema estelar al que nosotros nos hemos referido anteriormente con el nombre de Hercólubus, pertenece a un sistema planetario desconocido por muchos de vuestros astrónomos, pero que en Ganímedes se le conoce como el sistema de la estrella Tila.	¡Ya viene Hercólubus, se encuentra a la vista de todos los astrónomos del planeta Tierra; y es un mundo gigantesco que pertenece al sistema solar de Tylo!
Hercólubus es de descomunales dimensiones ya que es tres veces más grande que Júpiter.	Hercólubus es seis veces más grande que Júpiter.
Es por eso que cada 28.791 años, se presentan condiciones similares, cambios profundos en la vida y población del globo, fenómenos geológicos y transformaciones trascendentales, que influyen poderosa y drásticamente en toda la topografía de la Tierra, y por ende en la marcha progresiva de sus pobladores, con la consiguiente marca inevitable sobre el desarrollo de las civilizaciones o formas de vida inteligente que hayan alcanzado a producir.	El viaje está concluyendo; solamente faltan unos pocos años verdaderamente para que el viaje de nuestra humanidad llegue a su final. Y es bueno que ustedes entiendan eso, que el viaje está concluyendo y que una raza no dura más que lo que dura el año sideral. (Nota: aquí Samael se confundió porque un año sideral en realidad son 25’776 años.)
La formidable inducción electromagnética del gigantesco astro invertirá los polos magnéticos terrestres y volverá a cambiar el eje de rotación, con lo que los polos geográficos tornarán a mudarse de posición.	Y en el máximo del acercamiento de Hercólubus, sobrevendrá un giro de 45 grados del eje de la Tierra.
Esto producirá una serie de cataclismos descomunales: hundimiento y elevación de continentes enteros, como ya pasó con la Lemuria y con la Atlántida.	Los astrónomos lo están estudiando detalladamente; se nos ha dicho que muy pronto llegará cerca de nuestro planeta Tierra. Y cuando eso sea, habrán cataclismos tan tremendos como aquéllos que acabaron con la Lemuria y con la Atlántida.
Esto provocará una transformación completa de mares, cursos de agua y cordilleras en todo el mundo, desaparición de extensas zonas continentales que quedarán sumergidas, y afloramiento de otras porciones, hoy submarinas, que emergerán para formar nuevas islas y continentes distintos a los actuales... ¡Una verdadera revolución cósmica de la corteza terrestre!	Esto provocará que los océanos se traguen a todos los continentes actuales. Los continentes se hundirán mientras que otros surgirán, y la Tierra se encontrará en un profundo estado caótico hasta que progresivamente surja un mundo nuevo, una Tierra regenerada y transformada, donde vivirá una nueva humanidad.

Y como ustedes mismos lo pueden comprobar, el plagio es fragante, y además es curioso constatar que antes de 1972, Samael ni una sola vez pronunció el nombre de Hercólubus, pero después de 1972, él lo estuvo pronunciado continuamente. Y resulta que “casualmente” Yosip Ibrahim publicó su libro en 1972…

Pero si Samael se hubiera dado la pena de estudiar también lo que dice la ciencia en vez de solo repetir lo que escribió un autor de ciencia ficción, él se habría percatado que el planeta Hercólubus no puede existir por las razones que explico en este otro capítulo (link).  Y entonces Samael no hubiera repetido la misma falsedad, y con ello se hubiera evitado exhibir su propio charlatanismo.

Y Samael también le plagió a Yosip Ibrahim todo lo que él dijo sobre la supuesta civilización extraterrestre que vive en Ganimedes, que es el satélite más grande Júpiter:

YOSIP IBRAHIM	SAMAEL
El cerebro de la gente de Ganimedes es más grande y con mayor desarrollo que el nuestro.	Los habitantes de Ganimedes tienen el cerebro un poco más voluminoso.
La glándula pineal de ellos se encuentra conectada por un filete nervioso con la pituitaria, a diferencia de la nuestra, lo cual les permite poseer la clarividencia -ese "tercer ojo" al que se refieren los orientales- como sexto sentido.	La glándula pineal conectada a la pituitaria por ciertos canales nerviosos, y la pituitaria a su vez está conectada con el nervio óptico; de manera que, los habitantes de ese satélite tienen un sexto sentido por el cual pueden ver la cuarta dimensión, la quinta, sexta y séptima.
Otro de los aspectos curiosos y de marcada diferencia con la Tierra, es la ausencia absoluta de fauna en Ganimedes. Allá no hay animales y esto fue explicado a nuestro amigo atribuyéndolo a las primitivas condiciones ambientales de ese astro.	Ellos no tienen animales porque allí el ambiente no es favorable para sus especies inferiores.
Su primera preocupación y las primeras labores realizadas fueron las de transformar los volcanes en centrales de fuerza y aprovechar las enorme cantidades de energía térmica en ellos encerrada, para asegurar temperaturas saludables y agua corriente.	El agua la sacan de ciertos volcanes y con ello remedian sus necesidades.
Un detalle singularísimo de aquella civilización es que no existe el dinero.	No hay dinero allí, no se conoce el dinero.
Ellos producen y elaboran los bienes, y el Estado los administra y reparte, equitativa y sabiamente, para la perfecta satisfacción de todos y cada uno de ellos.	A cambio de trabajo todos los habitantes tienen pan, abrigo, refugio, etc.
Todos trabajan felices.	Todos trabajan es sus fábricas.
Hace muchos miles de años, aquel planeta, al que llamaremos "Planeta Amarillo" por la clase de luz que despedía, era el hogar de una raza muy antigua, que en su larga evolución de milenios había alcanzado niveles de cultura semejantes, o quizá superiores a los que estamos llegando los hombres en la Tierra.	Los habitantes de Ganimedes, vinieron de un mundo que se llamó el Planeta Amarillo. Es bueno que ustedes comprendan que en otros tiempos en nuestro Sistema Solar existió un planeta en el que las gentes se entregaron a los experimentos atómicos, elaborando bombas cada vez más y más destructoras.
Hoy en día, ese espacio está ocupado por el Cinturón de Asteroides, como se conoce entre los astrónomos.	Y al fin hicieron saltar en pedazos ese planeta. Algunos fragmentos todavía viven alrededor de nuestro Sistema Solar y eso los saben los astrónomos.
En los cien años más o menos de que disponían los hombres de Munt, se trabajó intensamente en los preparativos de la total evacuación. Aquel sabio rey comunicó todo eso a su colega reinante en el otro imperio.	Un hombre muy sabio advirtió a los habitantes del Planeta Amarillo, la posibilidad que mediante tales experimentos se llegara a destruir aquel mundo. Un gran Avatara o Mensajero les advirtió sobre la catástrofe que les aguardaba.
Así llegó el momento en que abandonaron el Planeta Amarillo las últimas escuadras de astronaves, conduciendo el Rey Sabio, a todos los altos miembros de su gobierno y a los postreros pobladores de su vieja patria.	Él los preparó lo suficiente y por último preparados psicológicamente, listos como para esperar la destrucción, y ser llevados a Ganimedes; y allí se establecieron.
Cuando el terrible cataclismo cósmico redujo ese planeta a los restos que hoy forman el "Cinturón de Asteroides" muchos de ellos habían ya logrado establecerse en uno de los satélites mayores de los doce que posee Júpiter, bautizado por nuestro sabio Galileo con el nombre de Ganimedes.	Los habitantes, en general, no le creyeron –como siempre–, pero hubo una minoría que sí le creyó. Los de la vanguardia, los que sí aceptaron esa tesis, como quiera que poseían naves cósmicas se propusieron investigar al satélite Ganimedes. Vieron que había allí todavía vida y que giraba alrededor de Júpiter, y se transportaron a ese lugar. Cuando en verdad se provocó una gran explosión que hizo saltar en pedazos el Planeta Amarillo, ya los de la vanguardia estaban establecidos en Ganimedes.

Y la historia que Samael relató acerca de unos humanos terrícolas que fueron llevados por los extraterrestres de Ganimedes a conocer su avanzada civilización, también Samael se la copió a Yosip Ibrahim:

YOSIP IBRAHIM	SAMAEL
Mi amigo Pepe me dijo: “He viajado en un ovni, en uno de esos aparatos a los que el vulgo ha bautizado con el nombre de platillos voladores. He conocido un mundo maravilloso. ¡Un verdadero paraíso! Y voy a regresar a él.”	Un día de esos tantos, una nave cósmica aterrizó en el jardín de la casa de un hombre que conocí, y ciertos extraterrestres salieron a la escotilla, descendieron por la escalinata y se acercaron a él. Lo invitaron a subir, y él aceptó.
“Si, Yosip... Comprendo tu asombro y tengo que enterarte minuciosamente de todo lo sucedido; y, además, pedirte que me ayudes a arreglar mis asuntos personales, porque dentro de quince días volverán por mí.”	Pues bien, el amigo del que les estoy hablando, fue llevado a Ganimedes, y los extraterrestres lo invitaron a quedarse a vivir entre ellos. Él aceptó a condición de regresar al planeta Tierra para entregar sus bienes a su hermano. Regresó y le entregó toda su fortuna a su hermano, pero les fijó cierta fecha para despedirse de ellos porque se iba de ese planeta.
Mi amigo Pepe me comentó: “He traído esto y, cuando me vaya, te lo dejaré. Es un aparato transmisor y receptor con el que se puede uno comunicar directamente con ellos.”	Antes de partir le dejó a su hermano un aparato como especie de televisión. Basta oprimir un botón y funciona; la energía solar anima el aparato, tiene unas antenas y por ellas se llega a comunicar con Ganimedes.
“Podremos seguir comunicándonos. Será un privilegio que guardarás en el más estricto secreto, y tal vez más adelante puedas también reunirte con nosotros.”	Desde entonces se comunicó con Ganimedes y su hermano, deseoso de que algún día también se lo llevaran... y al fin le llegó ese día y se lo llevaron.

Y como ustedes mismos lo pueden constatar, es la misma historia y Samael simplemente cambió los personajes, ya que en la historia original es Yosip Ibrahim y su amigo Pepe, mientras que Samael los transformó en “un hombre que él conoció y su hermano”, y yo sospecho que Samael hizo eso para de esa forma tratar de encubrir su plagio.

 Y este es un ejemplo más de los numerosos plagios que efectuó Samael Aun Weor.