DETALLES SOBRE EL DEVACHAN MENCIONADOS POR WILLIAM JUDGE

Aquí recopilé varias explicaciones que dio William Judge acerca del Devachan y entre paréntesis añadí mis comentarios.

La rueda de las reencarnaciones

En esta Tierra, el humano después de haber pasado por toda forma de vida inanimada y luego animada, comienza a llegar a estar conscientemente bajo las operaciones de la ley del karma, que es una ley que exige la completa compensación por todo acto, palabra o pensamiento; y la cual resulta en la eliminación de la idea de la posibilidad de la expiación de nuestros pecados por medio de otros y no por nosotros mismos.

Y así en esta Tierra nace una y otra vez el humano, cosechando en cada vida los resultados que exactamente le corresponden de sus vidas pasadas, y siendo por lo tanto y a cualquier instante del tiempo, el producto o resultado exacto de todas sus vidas y experiencias previas.

Y de aquí que estas dos doctrinas: la del Karma y la del Renacimiento, estén entretejidas una con la otra.

Después de la muerte, el Ego (el ser interno) va a un “lugar” que los cristianos llaman el Cielo, y que en el Oriente se le denomina el Devachan. Y las palabras del Bhagavad-Gita enuncian esto muy claramente ya que en el capítulo VI (v.37, 40-41, 43), Arjuna pregunta:

-      “Oh Krishna, ¿a dónde va después de la muerte, el hombre que haya estado dotado de fe, pero que no haya obtenido la perfección en su devoción?”

Y a esto Krishna le responde:

-      “Ese hombre no encuentra su destrucción ni aquí ni en el mundo del más allá. Sino que un hombre así, cuya devoción haya sido interrumpida por la muerte, sino que después de haber gozado en las regiones superiores durante una inmensidad de tiempo por las recompensas de sus virtudes, finalmente vuelve a nacer. Y habiendo así reencarnado de nuevo, él reanuda con su nuevo cuerpo de los mismos hábitos que había adquirido ante, y también con el mismo avance de comprensión que ha había adquirido. Y ahí comienza de nuevo su labor, donde él la dejó.”

Esta ley se aplica para todos los humanos, ya sean virtuosos o no, y el periodo de descanso que se tiene en el Devachan es el exacto periodo de tiempo que dura la energía acumulada durante la vida en la Tierra.

El periodo de tiempo que uno permanece en el Devachan ha sido designado por uno escritor inglés (Alfred Sinnett) con una duración de mil quinientos años, pero el asignar un tiempo fijo es erróneo, ya que la estancia allí depende en cada caso particular, así como de la aplicación de la ley inmutable a los hechos de cada caso en cuestión.

El periodo devachánico es el gran momento de descanso para todos, y es uno de los medios proporcionados por la naturaleza para prevenir que ocurra una degradación total, ya que durante este periodo, el Ego adquiere algo de bondad para la siguiente reencarnación.

Y así, cuando el Ego de un hombre que había sido extremadamente malvado, renace; la nueva personalidad tiene que sentir las consecuencias de todo el mal que haya hecho en esa vida precedente, pero viene para enfrentar la tarea con la ayuda de las buenas influencias del descanso en el Devachan.

(Ecos del Oriente III, p.252)

¿Qué pasa después de la muerte?

La teosofía enseña, y también como se puede encontrar en una manera más o menos velada en todos los libros sagrados, que después de la muerte, el alma cosecha un descanso. Esto es de su propia naturaleza. El humano es un pensador, y durante la vida no puede cumplir y llevar a cabo ni una pequeña parte de la miríada de pensamientos entretenidos.

Por lo tanto, cuando el humano muere, él abandona su cuerpo físico y su cuerpo astral, y se libera de las pasiones y los deseos, y piensa en los pensamientos que nutrió durante su vida en la Tierra, pero esta vez en el plano del alma, vestido con un cuerpo más fino y adecuado para esa existencia.

Ese plano de existencia se llama Devachan y es el mismo estado que ha provocado las descripciones del cielo, comunes a todas las religiones, pero esta doctrina está mucho más claramente expuesta en las religiones budista e hindú.

Es un tiempo de descanso porque el cuerpo físico está ausente y la conciencia no está en el contacto con la naturaleza terrestre. Pero aún así es una existencia real, y no más ilusoria que la vida en la Tierra. Es el estado en donde la esencia de los pensamientos de la vida que eran tan altos como el carácter lo permitía, se expande y es integrada por el alma.

Y cuando la fuerza de estos pensamientos se agota por completo, el alma se ve atraída una vez más hacia la tierra, a ese entorno que es lo suficientemente parecido a sí mismo para darle la evolución adecuada.

Y esta alternancia del estado devachánico a estado terrestre y viceversa, continúa hasta que el humano surge de la ignorancia, a partir de experiencias repetidas que lo liberan, y se da cuenta de sí mismo, y de la unidad real de todo lo que existe, y a partir de ahí el humano se dirige a pasos cada vez más elevados por el camino evolutivo.

(Ecos del Oriente II, p.139)

La memoria después de morir

Pregunta: ¿Cómo es que después de la muerte del cuerpo físico, la entidad sobrevive y se lleva con ella al Devachan, los recuerdos que tuvo durante su estancia en la Tierra?

Respuesta: En el libro “La Clave de la Teosofía”, en la sección IX se describe el proceso en general al que se refiere esta pregunta. Allí se indica que al morir el cuerpo energético (la fuerza de vida) y el cuerpo astral se separan del cuerpo físico, y junto con Kama y Manas (inferior) entran en el mundo sutil.

Luego en el Kama-Loka comienza la separación entre la parte mala de la persona y su parte buena, y cuando esta división termina, la parte buena entra en el estado devachánico.

En la página 92 de ese mismo libro, en la columna explicativa encontramos que si la persona gravita naturalmente hacia su naturaleza superior, y se aleja de su naturaleza inferior, entonces “el Ego va hacia la beatitud devachánica”.

Y en lo que respecta a la memoria, en la sección VIII se explica claramente que éste termino se refiere a la memoria física del cerebro; mientras que la reminiscencia es la “memoria del alma”.

Y con esto quiero decir que cada nuevo cerebro crea una nueva memoria física, la cual es usada por la persona durante su encarnación, pero el mismo Manas (mente) es el asiento de la memoria propiamente dicha; denominada por Blavatsky: “reminiscencia”.

Y esto no quiere decir que Manas lleve consigo al Devachan el recuerdo de todo lo que vivió en la Tierra, sino solamente la eflorescencia de su vida, la reminiscencia de sus mejores horas, dejando las partes malas y dolorosas dentro del cascaron astral que dejó en el Kama-Loka.

Como una ilustración de lo que le pasa a Manas con la separación del kama-rupa (su cascarón astral), imaginen una fotografía que está adherida a una placa de vidrio. Al secarse, el papel puede levantarse de la placa de vidrio, dejando en ella la película de la imagen.

Pues bien, de igual manera cuando manas se separa de su contraparte astral y emocional, su película inferior puede quedar adherida al kama-rupa, mientras que sus partes superiores se van a Devachan, y es en Manas superior donde se encuentra la verdadera memoria.

(Ecos del Oriente II, p.281-282)

¿Dónde se encuentra ubicado el Devachan?

Pregunta: Tal como yo lo entiendo, Devachan es un estado y no una localidad, pero evidentemente debe de haber alguna especie de localidad en la que pueda tener lugar el estado devachánico. ¿Hay alguna información acerca del paradero de esta localidad particular?

Respuesta: En tanto que la Doctrina del Devachan ha sido postulada y manifestada solamente con respecto a los habitantes de nuestro mundo, debe seguirse que aquellos de nosotros que vayamos a ese estado, debemos mantenernos dentro de los limites de atracción de la cadena planetaria terrestre.

Y esto daría el “lugar” en el espacio en el que el Ego lleva a cabo su experiencia devachánica, pero como la Tierra y sus “globos sutiles compañeros” están siempre moviéndose a través del espacio, es evidente que el loka (la región sutil) también se mueve junto con la Tierra.

Imaginen una enorme bola hueca sutil alrededor de la Tierra. Pues bien, la bola hueca puede representar los límites de atracción del Ego que por el momento evoluciona en el planeta, y estos límites se encuentran fijos con relación al planeta, pero como la Tierra se mueve por el espacio, estos límites también se mueven por el espacio con ella.

(Los planos sutiles de la Tierra ocupan el mismo espacio que el plano físico, nada más que se encuentran en otras “dimensiones”.)

(Ecos del Oriente II, p.318-319)

¿Quiénes van a Devachan y qué se experimenta ahí?

En el Devachan, el alma se dedica a sus ideales más elevados espiritualmente, y sigue perfeccionando las cualidades que desarrolló en la Tierra, por lo que se beneficia, se expande y se refuerza.

Pero Devachan es sobre todo para el descanso y para la recuperación, no para la acción. Y no solo van al Devachan las gentes buenas, sino también las gentes malas y mediocres.

Y preeminentemente van aquellos que tienen aspiraciones elevadas y profundas (aunque no lleguen a realizarlas en la Tierra), como por ejemplo: los artistas, los músicos, los soñadores, los religiosos, etc. Y ellos teniendo pensamientos más impetuosos, se quedan por lo general en el Devachan por más tiempo que los demás.

Pero aquellos que ya han pasado por esas experiencias, tanto aquí en la Tierra como en el Devachan, y que ya han triunfado sobre la ilusión a través de la conquista de sí mismos, ellos no necesitan más del Devachan, ya que han logrado desarrollar su fuerza plenamente, y por consiguiente ellos no pueden ser empujados hacia ese estado por la fuerza natural en contra de sus deseos, pero estos seres son solamente los Adeptos.

(Los Adeptos habiendo alcanzo un alto desarrollo, ellos pueden reencarnar inmediatamente si así lo desean, o pueden también ascender al mundo divino como lo hacen los demás, pero ellos ya no caerán dentro del sueño devachánico.)

Y ellos también pueden entrar en el sueño devachánico de otros, a fin de ayudarlos.

(Mientras que los humanos comunes solo pueden hacer eso muy esporádicamente y de manera inconsciente.)

Nosotros todavía no alcanzamos esos niveles de desarrollo, pero quizás algún día, en un futuro distante, seamos capaces de hacer un trabajo tan grande y altruista como lo hacen ellos.

(Ecos del Oriente II, p.381-382)

¿Cuál es la diferencia entre el sueño en el Devachan y el sueño en la Tierra?

Las formas que se ven en los sueños que se tienen durante nuestra estancia en la Tierra son casi siempre imágenes, mientras que las formas que se ven en el sueño en el Devachan son más frecuentemente verdaderas formas de esa clase de materia.

(La persona se crea su propia realidad con la materia manásica del plano mental.)

La diferencia —cuando existe— es la misma que hay entre una fotografía de una forma y la forma misma. Pero hay que precisar que las “formas” de la conciencia devachánica no son objetivas para aquellos que se encuentran fuera de ese sueño, mientras que si lo son para quienes se encuentran soñando dentro de ese sueño.

Y como ese individuo no está todavía libre (y de ahí que caiga en el sueño devachánico) su mente crea por si misma, todo su medio circundante hasta el último detalle, y también por ello cultiva departamentos de la naturaleza que no podrían ser cultivados con el mismo grado de precisión en otra parte.

Y la conexión con el Ego Superior es la misma que en la vida en la Tierra, solo que opera por otros canales.

(Ecos del Oriente II, p.248)

¿Se puede volver a reencarnar sin tener que pasar por el Devachan?

Es posible omitir un periodo en el Devachan, pero esto es extremadamente excepcional y no es provechoso, salvo en raras circunstancias, y se nos dice que ocurre principalmente en dos ocasiones:

Primero, en ciertos raros casos cuando los Adeptos, a fin de acelerar el desarrollo de un discípulo, al momento de su muerte lo ayudan a pasar a otro cuerpo joven que en ese instante esté perdiendo a su propio ocupante, pero que no se encuentre tan enfermo como para evitar la plena recuperación de la salud después de la llegada de la nueva vitalidad y de su nuevo inquilino.

Y en segundo lugar, es el caso de los Lamas superiores, quienes al morir, su espíritu entra en un nuevo cuerpo que aún no nace.

(Ecos del Oriente II, p.450)

El deseo por volver a reencarnar

Pregunta: ¿Posee el devachani aspectos o propensiones que lo llevan de vuelta a la encarnación?

Respuesta: Un estudio cuidadoso de la filosofía mostrará que se sostiene que el Ego en Devachan, que consiste en Ātma, Buddhi y Manas, debe contener dentro de él las semillas, aspectos o propensiones que lo devolverán nuevamente a la vida en la Tierra. Y si esto no fuera así, pues entonces nunca habría ninguna reencarnación.

Pero si esto es así, como creo que es, entonces todo el resto de la discusión es innecesaria. Y la última parte de la pregunta se resuelve reflejando que si el Ego que usa Manas en Devachan se mantiene en un estado o condición que está conectado con la vida terrestre, inevitablemente volverá a la vida terrestre debido a la atracción que conserva para ese estado de existencia

(En sanscrito a esa conexión se le llama Tanha y es el deseo que siente el alma por tener nuevas experiencias en la Tierra.)

(Ecos del Oriente II, p.330-331)

¿Quiénes ya se han liberado del Devachan?

No los maestros, porque aunque ya se mantienen concientes y despiertos durante todo su viaje post-mortem (contrario a la mayoría de los humanos), pero aún así ellos siguen siendo sujetos al ciclo de las reencarnaciones, y por consiguiente ellos siguen teniendo que ir periódicamente al Devachan (aunque se mantienen despiertos mientras que el resto de los humanos se mantienen dormidos).

Solo los Jivanmuktas están libres de eso, debido a que ellos ya han alcanzado ese estado en donde ellos ya no se encuentran confinados al nacimiento mortal, sino que ellos pueden tomar un cuerpo o no, según lo consideren conveniente.

Un Jivanmukta participa en las almas de todas las criaturas y trabaja para el bien de la familia humana. Y para tomar un caso conocido, debe recordarse que el gran Adepto que está ayudando a la Sociedad Teosófica es un Jivanmukta, pero todo el tiempo él está ocupado en el enorme trabajo de ayudar a la gran huérfana que es la humanidad.

(Nota: tal vez aquí Wiiliam Judge se está refiriendo al Chohan Serapis, o tal vez se trate de un Adepto todavía más superior que no conocemos.)

(Ecos del Oriente II, p.272)