¿CÓMO DISTINGUIR UN BUEN POLÍTICO DE UN MAL POLÍTICO?

A esta duda, el maestro Pastor respondió lo siguiente:

« Todavía son pocas las personas que se encuentran despiertas al plano mental, porque para despertarse al plano mental, uno debe primero haber purificado completamente su plano astral.

¿Y cuántas personas siguen hundidas dentro de sus problemas emocionales?

Cuántas personas se la pasan quejándose diciendo:

« Mamá nunca me amó y por eso ahora estoy tan traumatizado. O mi pareja me dejó y desde entonces vivo todo desconsolado. O cuando era pequeña me abofetearon porque me robé un frasco de mermelada, y desde entonces ya no me gustan los pasteles de fresa, etc. »

(Risas en la sala)

¡Cuántos lamentos se escuchan así!

Y aquí les dije algo que les hizo reír, pero sin embargo existen verdaderas tragedias que se generan con ese tipo de experiencias, con ese tipo de comportamientos, y esto va desde la persona de la calle que se vuelve tímida, hasta el político que dispone de todo un poder nacional y se dice a sí mismo:

« Como mi padre siempre me dijo que yo era un fracaso, ahora le mostraré con qué madera me caliento y crearé la guerra con ese otro país. »

Y entonces ese individuo se vuelve loco por el poder y la necesidad de afirmarse.

A menudo, los políticos que dirigen este mundo tienen problemas infantiles y provocan guerras simplemente por los traumas que ellos tienen, debido a problemas que no pueden controlar, y que ellos ni siquiera saben que los tienen porque ellos no son conscientes de eso.

Y en la intimidad, cuántos amigos y mujeres de estos llamados “grandes personajes” pueden concluir que de hecho, estos individuos son como niños inmaduros que no tienen fuerza en su vientre, y que si no fuera porque ellos están rodeados por su armada de fanáticos (porque a ese nivel hay que decirlo así) esos individuos no serían nadie.

Su poder reside justamente en su capacidad para subyugar a los otros, y que los otros estén dispuestos a jugar ese juego para otorgarle su poder.

Y aquí es donde yo acuso a la gente. Los acuso de jugar a ese juego. Ustedes NO tienen por qué aceptar la manipulación de esos individuos. Así que no participen en ese juego maquiavélico.

Un político fuerte y un político débil se reconocen fácilmente. Un político fuerte no teme estar solo. Entonces si desean elegir a un político que al menos tenga un carácter fuerte, y que pueda confrontar una situación y que no vacile y no se deje corromper, entonces ustedes tienen que observar cuánta muchedumbre de alabadores tiene un político a su alrededor. Y mientras más tenga, menos fuerte es ese individuo.

En cambio el político que se levanta solo y les dice:

« Bueno, esta es la escuela de pensamiento a la que yo me adhiero, pero soy yo quien habla por mí mismo, soy yo quien te invita a compartir la visión que quiero para la nación, y soy yo quien toma la responsabilidad de mis acciones y que asume mis decisiones. »

Entonces ese es un político que si tiene la capacidad para hacerse cargo del mando. Mientras que el que necesita todo el tiempo rodearse por su grupo de seguidores y crear una imagen, crear un encanto, hacer todo el tiempo ferias con pancartas y no sé qué más. A ese, sonríele, invítalo a comer si quieres, pero no votes por él.

Pero el problema es que los humanos se dejan seducir, y esa es la debilidad de la que yo los culpo. Ustedes se dejan seducir todo el tiempo y es así como los poderosos de este mundo los mantienen esclavizados. Entonces ya no sean personas que se dejan manipular, personas que se dejan seducir. Sino que por el contrario, sean alguien que piensa. Sean alguien que sabe hacer su elección de manera lúcida. Sean alguien que actúa con discernimiento y que no se deja engañar. »

(Conferencia del 27.06.87)

OBSERVACIONES

Obviamente hay otros factores que también hay que considerar antes de elegir a un político, como por ejemplo: su ética, su profesionalismo, etc. Pero observar qué tanto un político depende de sus admiradores para no derrumbarse, es un aspecto muy importante que también hay que tener en cuenta.

Desafortunadamente en la actualidad el sistema está ya tan corrompido, que incluso si un político bueno y capaz llegara al poder, él no podría hacer gran cosa porque el sistema se lo impediría. Y es por eso que Pastor también en esa misma conferencia precisó que el sistema actual va a terminar por colapsar, y lo que dijo al respecto se los puse en el capítulo anterior a este.