ALICE BAILEY LE PLAGIÓ A MAX HEINDEL

Ahora que me puse a estudiar la enseñanza de Max Heindel, descubrí que Alice Bailey le copió varios diagramas.

Comenzando por uno de los diagramas más famosos de Alice Bailey, en donde ella presenta cómo supuestamente se organizan los siete planos de existencia del sistema solar, y las correspondencias que existen entre esos planos con los diferentes cuerpos del hombre.

Y ese diagrama ella lo puso en su libro “Tratado sobre el Fuego Cósmico” publicado por primera vez en 1925:

(Esto se encuentra en 1ra parte, sección C-4-2, p.117)

Pero resulta que ese diagrama es casi idéntico al diagrama que ya había presentado Max Heindel 16 años antes en su libro “El Concepto Rosacruz del Cosmos” publicado por primera vez en 1909:

(Esto se encuentra en el capítulo 1, p.54)

¡Hasta los corchetes ondulares “}” que puso Max Heindel a la derecha de su diagrama, Alice Bailey se los copió!

Y algunos me dirán que Max Heindel no puso triángulos en su diagrama, pero de hecho si los puso, nada más que él los puso en otro diagrama en el cual él pretendió explicar cómo el proceso de recitar la oración del Padre Nuestro influye en los diferentes cuerpos del ser humano:

(Esto se encuentra en el capítulo 17, p.465)

Y casualmente Alice Bailey en ese mismo libro “Tratado sobre el Fuego Cósmico” también puso un diagrama que es muy parecido al de Heindel y el cual casualmente ella lo tituló: “La Ciencia de la Meditación”:

(Esto se encuentra en 2da parte, sección D-3-2, p.758)

CONCLUSIÓN

Y esto es una prueba más que Alice Bailey mintió cuando ella afirmó que sus libros le fueron dictados telepáticamente por un elevado maestro tibetano, porque no tiene ningún sentido que un Lama de alto rango que se encontraba viviendo en un monasterio en el fondo de los Himalayas, se pusiera a copiar los diagramas que había elaborado un estadounidense hace 16 años atrás, y en base a las falsedades que había dicho un ex-sacerdote británico.

Mientras que en cambio si tiene mucho más sentido considerar que Alice Bailey para producir sus libros, se basó en lo que habían publicado los otros escritores (Leadbeater, Heindel, etc.). Y para darse más prestigió, ella inventó la mentira que sus libros le habían sido dictados telepáticamente por el “Maestro Tibetano”.