LA HISTORIA DE LOS CHAKRAS EN OCCIDENTE

(El siguiente artículo fue escrito por el investigador Kurt Leland en donde relata cómo se fue elaborando el sistema de los chakras tal como se le conoce en Occidente, y el texto original en inglés lo pueden leer aquí.)

En un día de verano de 2014 mientras me encontraba en una tienda de alimentos, encontré un pequeño folleto publicitario que alguien había abandonado. La portada mostraba a una mujer blanca de veintitantos años, vestida con una túnica blanca y sentada en una postura de meditación.

Sobre su cuerpo se superponían siete medallones de diferentes colores, cada uno con una letra del alfabeto sánscrito, los cuales iban desde el rojo en su asiento hasta el púrpura en la corona de su cabeza, siguiendo el orden del espectro. Y una inspección más cercana reveló que cada medallón tenía un número diferente de puntas similares a pétalos.

Buscando en internet encontré una publicidad parecida.

Estos medallones eran representaciones de los siete chakras, que es un esquema que se originó hace varios siglos atrás en la India y con relación a un tipo particular de yoga, el cual se ha convertido en un elemento básico de las clases de yoga contemporáneas y de la metafísica de la Nueva Era.

Se dice que los clarividentes ven los chakras como discos giratorios o vórtices de luz, y de ahí su nombre ya que la palabra chakra significa “rueda” en sánscrito. Y los textos antiguos enseñaban que la activación de esos chakras a través de una práctica vigorosa y un ritual meditativo daría lugar a un proceso de siete pasos de expansión de la conciencia que llevaría a un aumento de los poderes espirituales, la iluminación y la liberación de la ley kármica de la reencarnación.

El folleto publicitaba unos productos de aromaterapia para equilibrar los chakras y mostraba una tabla de correspondencias codificadas por colores que identificaban las ubicaciones, cualidades y efectos en la emoción, la mente y el espíritu de cada uno de los chakras, cuando se habían equilibrado mediante el uso de estos aceites aromáticos. Cada compuesto con una fórmula diferente de aceites esenciales.

Y al leer el folleto se me ocurrieron varias preguntas:

¿Podría un olor realmente "abrir las compuertas de la compasión y la comprensión" asociadas con el chakra del corazón como lo señalaba ese folleto?

¿Por qué el tercer chakra “empoderador” se asoció con una "mezcla delicada de cítricos"?

¿Cómo olería un ser completamente iluminado si usara los siete aromas a la vez?

Pero la pregunta predominante fue:

¿Cómo llegamos hasta aquí?

Los chakras se habían vuelto algo familiar a partir de las docenas de libros que se habían escritos sobre ese tema. Sin embargo cualquiera que estudie los sistemas de los chakras enseñados en la India, puede sorprenderse al descubrir que si bien los chakras tienen colores, estos no corresponden con los colores del arcoíris, y si bien los chakras también tienen cualidades y poderes espirituales, estos no son los que se les atribuye en esas listas occidentales.

Además en la doctrina original no hay aromas involucrados y la idea de “equilibrar los chakra” nunca se menciona en las Antiguas Escrituras. Lo que se menciona es que se deben de perforar, disolver y trascender los chakras para lograr un estado de "liberación dentro de la vida" en lugar de obtener un "estilo de vida equilibrado emocional y espiritualmente como indicaba ese folleto" (sea lo que sea que eso signifique).

La primera vez que oí hablar sobre los chakras fue a finales de la década de 1970 por medio de un amigo que era discípulo de un yogui indio. Él me enseñó sus ubicaciones y cómo respirar para purificarlos. Y a través de un instructor de metafísica me enteré de una lista de cualidades asociadas con cada chakra y similares a la de ese folleto publicitario. O sea que había poca información al respecto.

Pero en el año 2002 me pidieron que escribiera un libro sobre los efectos espirituales de la música y consideré usar el sistema de los chakra como un marco para describir las experiencias místicas asociadas con la composición, la interpretación y la escucha de música. Y ahí descubrí que entonces ya había docenas de libros disponibles sobre los chakras, pero con muchas variaciones en la lista de colores y cualidades.

Quería trabajar con la lista más auténtica que podía encontrar, pero la investigación en los antiguos sistemas indios me confundió todavía más ya que algunos tenían solo cuatro chakras mientras que otros hasta cuarenta y nueve chakras!!!

Varias preguntas me intrigaron entonces:

¿Cuándo llegó el término “chakra” al Occidente por primera vez?

¿Cuándo se originó el esquema de colores arcoíris y quién fue el responsable?

¿De dónde proviene la ubicua lista de cualidades que se le atribuyen a los chakras y cuánto tiempo ha estado ahí?

En el verano de 2012, una editorial se me acercó para que comentara una nueva edición que iban a publicar del libro “The Chakras” publicada originalmente en 1927 por Charles Leadbeater.

Ese libro había estado impreso continuamente durante casi noventa años y aunque se considera un clásico en el campo de los estudios de la Nueva Era sobre los chakras, no fue una lectura fácil debido a que Leadbeater utilizó una terminología oscura, asumiendo que sus lectores la entenderían sin necesidad de explicación.

Además que sus percepciones clarividentes sobre los chakras diferían no solo de los antiguos textos indios, sino también de los libros recientes de la Nueva Era.

Intenté elaborar un texto eficiente con notas que explicaran todos los términos que él utilizó y un epílogo que colocara al libro dentro del contexto de cómo este contribuyó para la elaboración del sistema de los chakras que se maneja en la actualidad.

Este proyecto me motivo a investigar más profundamente sobre este tema y es así como pude rastrear las primeras referencias a los chakra en inglés, y también de dónde provino la combinación de los colores del arcoíris, y cómo evolucionó a lo largo de un siglo lo que denomino “el sistema occidental sobre los chakras”.

Escribí un libro titulado “Rainbow Body: A History of the Western Chakra System from Blavatsky to Brennan” [El cuerpo arcoíris: una historia del sistema occidental de los chakras desde Blavatsky hasta Brennan] para las personas que desean conocer más profundamente la historia del sistema sobre los chakras tal como se fue construyendo en el Occidente.

Fue una historia salvaje y alocada que de alguna manera produjo un cuerpo de prácticas de curación, espirituales y alternativas que influyen enormemente en la vida de millones de personas actualmente.

Y a continuación voy a hacerles un resumen de lo que descubrí:

Esta evolución comenzó en la década de 1880 con los escritos de Madame Blavatsky quien fue uno de los fundadores de la Sociedad Teosófica, y más o menos llegó a su zenit de delirio en 1990 cuando la actriz Shirley MacLaine apareció en el programa de televisión Tonight Show y divirtió a una audiencia de millones de personas mediante la colocación de círculos de colores que representaban el sistema de los chakras, en la ropa y la cabeza de Johnny Carson, quien era el presentador de ese programa de entrevistas.

He concluido que la evolución del sistema occidental de los chakras ha sido una colaboración involuntaria entre los siguientes individuos:

1)   Esoteristas y clarividentes (muchos influenciados por el libro de Leadbeater).

2)   Los estudiosos de la cultura hindú y el hinduismo.

3)   El mitólogo Joseph Campbell.

4)   Psicólogos como Carl Jung o los miembros del Instituto Esalen situado en California y quienes fueron los creadores del “Movimiento del potencial humano”.

5)   Yoguis indios, algunos de los cuales demostraron ser farsantes ya que sus "antiguas" enseñanzas están basadas en los colores que designó Leadbeater.

6)   Sanadores energéticos, siendo el más influyente Barbara Brennan, autora del libro “Hands of Light” [Manos que curan] el cual ha sido el manual más vendido de curación por medio de la energía.

Y sorprendentemente, las dos cadenas principales de esta secuencia evolutiva del sistema occidental sobre los chakras, y que son el esquema de colores arcoíris y la lista de cualidades, no se unieron en forma impresa hasta 1977.

Por lo tanto el tan cacareado sistema "antiguo" de los chakras enseñado en Occidente tiene apenas unos cuarenta años. Y este bochornoso hecho ha sido ocultado por los instructores de la Nueva Era por su mal habito (tanto en forma impresa como en internet) de no incluir referencias, notas y fuentes sobre la información que ellos enseñan.

Pero después de mucha investigación, estas son las características sobresalientes y enumeradas en el orden cronológico en el que los componentes del sistema occidental sobre los chakras fueron reconocidos, esquematizados y adoptados:

• Una base de siete chakras (1880)
• Asociación de cada chakra con un plexo nervioso (1880)
• Una lista de nombres vernáculos (o sea no sánscritos) (1920)
• Asociación de cada chakra con una glándula del sistema endocrino (1920-1929)
• Colores únicos atribuidos a cada chakra en orden del espectro: siete colores, incluido el índigo, o seis colores más blanco (años 1930)
• Una escala evolutiva de atributos, funciones o cualidades psicológicas y espirituales asignadas a cada chakra, que eventualmente se convertirá en la lista familiar de una sola palabra dada anteriormente.

Y a este listado se le puede agregar una cantidad de atributos menos comunes:

• Asociaciones con capas del aura, cuerpos sutiles y planos.
• Etapas del desarrollo en la evolución de la humanidad.
• Etapas de desarrollo en la evolución del individuo.
• Enfermedades de la mente o del cuerpo asociadas a cada chakra.
• Elementos (tierra, agua, fuego, aire y éter).
• Emociones positivas y negativas para cada chakra.
• Estados de conciencia y poderes psíquicos.

Y más allá de estas categorías, hay un número inmenso de correspondencias basadas en el esoterismo occidental o en las prácticas de curación alternativa, que incluyen entre otras cosas, las siguientes:

• Metales alquímicos.
• Signos astrológicos y planetas.
• Alimentos y hierbas.
• Piedras preciosas y minerales.
• Remedios homeopáticos.
• Sefirots cabalísticos.
• Notas musicales.
• Animales totémicos chamanísticos.
• Cartas de tarot.

ANTECEDENTE

Esta imagen está tomada de una traducción francesa del siglo XIX del libro “Theosophia Practica” (1701) de Johann Georg Gichtel, y el cual se reproduce en el libro de Leadbeater “The Chakras”.

Titulado "El hombre terrestre, natural y tenebroso según las estrellas y los elementos". Esta imagen muestra un posible precursor del sistema occidental de los chakras, ya que los planetas, los elementos, y algunos de los pecados mortales, están relacionados con ciertos centros humanos, como por ejemplo:

-      El planeta Saturno situado en la corona está asociado con el pecado del orgullo y

-      El planeta Júpiter situado en la frente está asociado con el pecado de la avaricia.

El texto en la mitad inferior de la tabla dice: "El elemento de fuego reside en el corazón, el elemento del agua reside en el hígado, el elemento de la tierra reside en los pulmones, y el elemento del aire reside en la vejiga".

LA HISTORIA OCCIDENTAL DE LOS CHAKRAS

Para entender cómo evolucionó el sistema occidental de los chakras, primero tuve que lidiar con la evolución antigua del sistema de los chakras enseñada en la India, desde el siglo I hasta el siglo XVI, y luego tuve que rastrear como se efectuó el movimiento de este sistema oriental hacia el occidente.

Resulta que Madame Blavatsky desempeñó un papel clave en la transmisión de estas enseñanzas desde 1875 en que se fundó la Sociedad Teosófica hasta su muerte en 1891.

Y las generaciones posteriores de clarividentes "teosóficos" incluyendo Leadbeater, Annie Besant y Rudolf Steiner significativamente alteraron estas enseñanzas antiguas.

Desde la década de 1920 hasta la década de 1950, el sistema de chakras occidental adquirió gradualmente su asociación con los colores del arcoíris y las glándulas endocrinas.

Los jugadores clave durante este período no solo fueron psíquicos bien conocidos como Alice Bailey y Edgar Cayce, sino también algunos individuos que son en su mayoría desconocidos por el público, como por ejemplo:

Ivah Bergh Whitten quien fue una terapeuta que trabajó en los Estados Unidos y que fue de las pioneras en utilizar los colores para sanar. Sus enseñanzas se difundieron a través de los escritos de su estudiante principal, Roland Hunt, autor del libro “The Seven Keys of Color Healing” [Las siete claves de la curación por medio del color] y el cual fue un manual estándar durante más de cuarenta años.

O también S.G.J. Ouseley, quien fue un terapeuta británico que también utilizó los colores para sanar.

O la misteriosa yogui estadounidense Cajzoran Ali quien nació en Iowa con el nombre de Amber Steen y se casó con un swami indio de piel oscura quien trabajó como profesor de yoga en los Estados Unidos y Francia bajo numerosos alias. Y aunque ella fue la primera en reunir el sistema de chakras y las glándulas endocrinas en un libro publicado en 1928, su historia como sugieren estos detalles resultó ser la más loca de todas.

Desde la década de 1930 hasta la década de 1970, una línea paralela de desarrollo en el sistema occidental de los chakra involucró a los indólogos alemanes Heinrich Zimmer y Frederic Spiegelberg (ambos habían sido expulsados ​​de la Alemania nazi y trabajaron en universidades estadounidenses).

El psicólogo suizo Carl Jung y el mitólogo estadounidense Joseph Campbell, cada uno interactuó con los demás bajo la inspiración del libro “The Serpent Power” [El poder de la serpiente] (haciendo alusión a la kundalini) el cual fue publicado en 1919 por un juez del Tribunal Superior de la India, Sir John Woodroffe, utilizando el seudónimo de Arthur Avalon. Y esta fue la primera publicación académica en inglés de una versión del sistema occidental de los chakras.

Heinrich Zimmer inspiró a Joseph Campbell a investigar las enseñanzas sobre los chakras dadas por un santo indio de finales del siglo XIX llamado Sri Ramakrishna.

Frederic Spiegelberg inspiró a Michael Murphy, el fundador del Instituto Esalen en Big Sur, California, a investigar las enseñanzas sobre los chakras dadas por el maestro de yoga Sri Aurobindo de principios del siglo XX.

Y a su vez el Instituto Esalen generó el “Movimiento del potencial humano” conformado por un grupo de psicólogos, filósofos y trabajadores del cuerpo, incluyendo a Abraham Maslow y Ram Dass. Y este movimiento tuvo una influencia importante en la contracultura hippie de finales de los años sesenta y principios de los setenta.

Fue en Esalen que la lista de las cualidades de cada chakra con las que estamos ahora familiarizados surgió de una fusión de las enseñanzas de Ramakrishna y Aurobindo.

Además, Ken Dychtwald, uno de los trabajadores del grupo que vivió en Esalen durante ese tiempo, se convirtió en el padre del sistema occidental de los chakras cuando inadvertidamente reunió en un libro y en varios artículos publicados en el verano de 1977:

-      la lista de los colores asociados a los chakras y enseñados por los sanadores,

-      las glándulas endocrinas y

-      la lista de cualidades atribuidas a los chakras tal como las estableció el Movimiento del potencial humano.

El libro se tituló “Bodymind: A Synthesis of Eastern and Western Approaches to Self-Awareness, Health, and Personal Growth” [Cuerpo-mente: una síntesis de los enfoques orientales y occidentales sobre la autoconciencia, la salud y el crecimiento personal].

Este libro se publicó en junio de 1977 y un artículo relacionado titulado “Bodymind and the Evolution to Cosmic Consciousness” [Cuerpo-mente y la evolución a la conciencia cósmica] se publicó en el número de julio-agosto de 1977 de la revista Yoga Journal.

Ese artículo contiene una lista de cualidades de los chakras muy similares a las que vi en el folleto publicitario cuatro décadas después. Por lo tanto 2017 representa el cuadragésimo aniversario del nacimiento del sistema occidental de los chakras, al que irónicamente se considera como "muy antiguo" y se le hace referencia con reverencia en las clases de yoga y en los libros de la Nueva Era.

En la década de 1980, escritores como Anodea Judith, autora del libro “Wheels of Life” [Ruedas de la vida] (haciendo alusión a los chakras) comenzaron a consolidar la información de varios sistemas de chakras para resolver las controversias y reforzar la hegemonía del sistema que ahora consideramos tradicional.

Esta fue también la década en que los profesionales innovadores en el campo del desarrollo de la medicina energética comenzaron a aplicar el sistema de los chakras con diversas formas de trabajo corporal, incluidas la acupuntura, la terapia de polaridad y el Reiki.

Hacia el final de la década, la exitosa autora y actriz Shirley MacLaine estaba ofreciendo talleres públicos sobre los chakras, y su aparición en el programa de televisión Tonight Show del 4 de octubre de 1990 podría llamarse la fiesta final del sistema occidental de los chakra porque ya no era una enseñanza esotérica proveniente del yoga sino que se había convertido en un aspecto de la cultura popular.

En la década de 1990, los libros, talleres, sitios web y música basada en los chakras proliferaron, tocando muchas formas de práctica espiritual y curativa, aunque a menudo simplemente repetían lo que ya se había hecho antes.

Sin embargo hubo una etapa más avanzada en el desarrollo del sistema occidental de los chakra en donde se incorporó la codificación de las enseñanzas esotéricas sobre chakras, como por ejemplo: asociándolos con los diferentes cuerpos y planos sutiles, y explicando su uso para la proyección astral.

Se escribieron muchas especulaciones al respecto como un arcoíris secundario y sombrío durante gran parte del siglo XX y su presentación emergió más claramente en el trabajo de la curación por medio de la energía enseñado por Barbara Brennan.

Su inmensamente famoso libro “Hands of Light” [Manos que curan] se publicó por primera vez en 1988, y relaciona los chakras con los siete cuerpos y capas sutiles del aura humana, así como con los siete planos sutiles de la existencia, y todavía tiene mucha popularidad en la actualidad.

EPILOGO

Los historiadores contemporáneos de las religiones del sur de Asia que se especializan en este tema, a veces se quejan y se oponen a la apropiación de las Enseñanzas Orientales por parte de la Nueva Era Occidental.

Sin embargo la colaboración involuntaria de esoteristas, clarividentes, eruditos, psicólogos, yoguis y curanderos de la energía que produjeron el sistema de chakras tal como se le conoce actualmente en Occidente, probablemente refleja la propagación de las enseñanzas tántricas en todo el este de Asia durante muchos siglos.

En ambos casos, una selección constante y una recombinación de detalles determinaron qué se omitió y qué se transmitió. Y si esa difusión satisficiera las antiguas necesidades culturales y espirituales, lo mismo podría decirse del Occidente moderno, incluso si el resultado ha sido mercantilizado de manera inimaginable.

OBSERVACIÓN

En esto último yo difiero de Kurt Leland ya que si bien es cierto que en varios aspectos se fueron incorporando conocimientos antiguos al sistema de los chakras, también es muy cierto que se ha inventado una barbaridad de cosas ficticias y que muchas de las explicaciones que se dan sobre los chakras son tergiversadas o de plano completamente equivocadas.