LISTA DE CAPÍTULOS

¿REALMENTE SE ESTÁN ALEJANDO LAS GALAXIAS?



(Observación: esta es la segunda parte de la investigación de David Pratt sobre la cosmología y cuyo inicio lo pueden encontrar aquí, y le agradezco profundamente a Nicolás por haber traducido un artículo tan grande, pero a la vez tan interesante de leer.)


  ÍNDICE

    1.  El efecto doppler
    2.  El efecto doppler y el big bang
    3.  Controversias sobre el corrimiento hacia el rojo
    4.  Otros factores actualmente desconocidos
    5.  Observaciones que contradicen la versión oficial
    6.  El problema con los cuásares
    7.  Importante evidencia científica es intencionalmente ignorada
    8.  Otra explicación sobre el corrimiento hacia el rojo





1 - EL EFECTO DOPPLER

Como regla general, las líneas espectrales en la luz de las estrellas de nuestra galaxia se desplazan hacia el rojo si ellas se alejan de nosotros, e inversamente las líneas espectrales se desplazan hacia el azul si las estrellas se mueven hacia nosotros.

Esto es producido respectivamente por el estiramiento y compresión de las ondas luminosas y a este fenómeno visual se le conoce como “el efecto Doppler”.

Y dado que las líneas espectrales en la luz de todas las galaxias se desplazan hacia el rojo (con excepción de algunas cercanas), esto podría significar que las galaxias se alejan de nosotros y el Universo se está expandiendo.

Además el desplazamiento hacia el rojo de la luz de las galaxias distantes aumenta con su distancia aparente (como lo indica su brillo o tamaño reducido). Lo que significaría que las galaxias se están separando a una velocidad que aumenta con la distancia, al grado que la velocidad de las galaxias más alejadas se acerca cada vez más a la velocidad de la luz.

Los cosmólogos para ilustrar esto frecuentemente utilizan la analogía de un budín de pasas en donde a medida que el budín se calienta y se expande, las pasas (que representan grupos de galaxias) se separan.

Otra analogía es la de un globo que se está inflando.


Y este desplazamiento hacia el rojo causado por la expansión del espacio se le conoce como desplazamiento al rojo cosmológico.

Y al proponer sus ecuaciones de campo gravitacional, Albert Einstein agregó una "constante cosmológica" (una fuerza antigravitacional conocida como lambda [λ ó Λ]) para equilibrar la fuerza de gravedad y mantener el Universo estático.

Sin embargo Alexander Friedmann (en 1922) y el sacerdote jesuita Georges Lemaître (en 1927) encontraron soluciones de forma independiente a las ecuaciones de Einstein en las que el Universo se expande.

Al mismo tiempo, los astrónomos estaban descubriendo que los espectros de otras galaxias se desplazaban al rojo, lo cual era compatible con un Universo en expansión.

A principios de los años treinta, la idea de que el Universo comenzó como un "átomo primitivo" (en términos de Georges Lemaître) y que se ha ido expandiendo desde su nacimiento había ganado amplia aceptación, y por lo tanto Einstein abandonó la constante cosmológica, pero se reconsideró en los años ochenta.





2 - EL EFECTO DOPPLER Y EL BIG BANG

Aunque fue concebido originalmente como una explosión en el espacio, los "big-bangers" rápidamente decidieron que el nacimiento del Universo también debió de haber implicado una expansión del espacio porque una detonación de materia en el espacio preexistente habría tenido una ubicación definida y medible.

Y puesto que el desplazamiento al rojo significa que todo se está alejando de nosotros y que las velocidades de expansión son las mismas en todas las direcciones, esto implica que tendríamos que situarnos en o cerca del centro de la explosión.

Por lo tanto y para evitar la conclusión de que estamos ubicados en un lugar especial del Universo, se afirma que el espacio mismo surgió a la vida con el Big Bang y se ha expandido desde entonces, llevando a las galaxias consigo.

Pero como no se observa expansión del espacio al interior de nuestro sistema solar, galaxia o incluso grupo de galaxias, los "big-bangers" suponen que el estiramiento del espacio debe producirse entre clústeres y superclústeres de galaxias (lo cual para su conveniencia se encuentra más allá de la investigación observacional).

En conclusión, y estrictamente hablando, en el modelo del Big Bang el desplazamiento hacia el rojo no es un efecto Doppler, ya que las galaxias permanecen estacionarias mientras que el propio espacio se expande.



Esta masa de gas y polvo de apariencia caótica y violenta es el resto de una estrella explosiva cercana o supernova (N63A).

La imagen de arriba fue tomada por el telescopio espacial Hubble, con utilización de filtros de color para tomar muestras de la luz emitida por el azufre (rojo), el oxígeno (azul) y el hidrógeno (verde).

Y en marcado contraste, se supone que el Universo del Big Bang se está expandiendo de una manera perfectamente uniforme y simétrica.

En realidad esta idea comenzó como una aserción simplificadora y necesaria para evitar que las ecuaciones relevantes se tornaran inmanejables, pero ahora esta idea se ha vuelto parte integral del "dogma Big Bang".

(Y la legitima pregunta que muchos astrofísicos se hace es: ¿Por qué si todas las explosiones de estrellas que hemos percibido han demostrado ser intrincadas, en cambio el Big Bang se generó de una manera supuestamente perfecta en uniformidad y simetría?)





3 - CONTROVERSIAS SOBRE EL CORRIMIENTO HACIA EL ROJO

Desde principios de la década de 1920, varios científicos han argumentado que el desplazamiento hacia el rojo, en lugar de ser causado por expansión, podría provocarse por la luz que pierde energía a medida que viaja a través del espacio, y esta teoría se le conoce como “hipótesis de la luz cansada”.

Se han propuesto varios mecanismos posibles que implican interacción de la luz con la materia, la radiación o los campos de fuerza en el espacio interestelar e intergaláctico (1). Y en ocasiones se objeta que tales procesos producirían imágenes borrosas de objetos distantes, pero esto está lejos de ser cierto para todos los mecanismos.

La luz también podría estar perdiendo energía a medida que pasa a través del éter, como propusieron Walther Nernst (premio Nobel en 1921) y varios investigadores posteriores (2).

El éter es un medio sutil que penetra todo el espacio y forma el sustrato de la materia física. Los científicos solían creer que las ondas de luz se propagaban a través de un medio etérico, pero el éter fue abolido por la ciencia de cabecera a principios del siglo XX, favoreciendo así la ficción del "espacio vacío".

Actualmente, la supuesta tasa de expansión del Universo todavía se denomina “constante de Hubble”, aunque incluso Edwin Hubble (quien en 1929 confirmó que los desplazamientos hacia el rojo eran aproximadamente proporcionales a la distancia) llegó a favorecer el modelo de “luz cansada” de un Universo infinito y no expansivo.

Y además, la mayor parte de las galaxias que Edwin Hubble estudió al obtener la relación de desplazamiento al rojo en función de la distancia, estaban situada dentro de nuestro Grupo Local, y hacia el año de 1934 los cosmólogos habían decidido que el espacio dentro de los “racimos” de la galaxia no se está expandiendo (3).

Posteriormente Paul LaViolette, Tom Van Flandern, Eric Lerner y otros autores han revisado varias pruebas observacionales de las diferentes interpretaciones del desplazamiento hacia el rojo y muestran que la teoría del Universo no expansivo explica los datos mucho mejor que la de un Universo en expansión (4).

Y es que para adaptar el modelo Big Bang a las observaciones, hay que introducir una variedad creciente de supuestos ad hoc sobre la forma de evolución del Universo desde su creación.

Además, los ajustes hechos para permitir que la teoría del Big Bang se enmarque en un conjunto de datos, esto a menudo socava su adaptabilidad con otros tipos de pruebas cosmológicas, llevando a confusión a la teoría en su conjunto.

Al punto que Tom Van Flandern concluye que:

« A pesar de la popularidad generalizada del modelo Big Bang, incluso su premisa más básica que es la expansión del Universo, en realidad es de una validez dudosa, tanto observacional como teóricamente. »

Y como sostiene Paul LaViolette:

« Al abandonar el mito del Universo en expansión, podemos contemplar un nuevo paisaje cósmico: Las galaxias ya no se alejan de nosotros a velocidades increíbles, sino que flotan suavemente en las aguas del Cosmos, como muchos lirios brillantes en un enorme lago. » (5)





4 - OTROS FACTORES ACTUALMENTE DESCONOCIDOS

Si los desplazamientos hacia el rojo extragalácticos se debieran únicamente a la expansión del espacio (como lo preconiza la teoría del Big Bang) o si se produjeran sólo por la pérdida de energía de la luz a medida que viaja por el espacio (como lo considera la idea de la luz cansada), dichos corrimientos hacia el rojo deberían de ser siempre proporcionales a la distancia.

Sin embargo, existen numerosos casos en que las galaxias a la misma distancia tienen acercamientos hacia el rojo muy diferentes, lo que demuestra la incidencia de otros factores (6).

Los grupos galácticos consisten en una galaxia central orbitada por otras compañeras, y se supone que el desplazamiento hacia el rojo del conjunto se debe a su velocidad de recesión.

Sin embargo, los desplazamientos hacia el rojo de las galaxias vecinas deberían de ser ligeramente superiores o inferiores a los de su galaxia central debido a su velocidad orbital en torno a ella.

Y puesto que, en cualquier momento dado, aproximadamente el mismo número de galaxias aledañas debería tanto acercarse como alejarse de nosotros en su movimiento orbital, entonces esperaríamos que una mitad tuviera desplazamientos hacia el rojo ligeramente más altos y la otra mitad tuviera desplazamientos hacia el rojo levemente inferiores.

No obstante, los desplazamientos hacia el rojo de las 22 galaxias anexas principales en nuestro Grupo Local, y el grupo principal siguiente, son sistemáticamente más altos que los de la galaxia central.

Y dado que la probabilidad de que esto ocurra por casualidad es de sólo 1 en 4 millones, la conclusión lógica es que las galaxias contiguas tienen desplazamientos hacia el rojo intrínsecos y en exceso, y que este fenómeno no es simplemente resultado de la velocidad.

Asimismo, el corrimiento hacia el rojo sistemático de las galaxias colindantes se ha confirmado en cada grupo galáctico examinado.





5 - OBSERVACIONES QUE CONTRADICEN LA VERSIÓN OFICIAL

Halton Arp señala que el exceso de desplazamientos hacia el rojo de las galaxias adyacentes se anunció rutinariamente en la revista Nature en 1970 (cuando su importancia era apenas reconocida). Pero ahora que la evidencia ha crecido en proporciones abrumadoras, hay pocas probabilidades de que los resultados y sus implicaciones sean discutidos en las principales revistas profesionales.

Como Halton Arp lo ha demostrado en gran detalle, los desplazamientos excesivos hacia el rojo se correlacionan con las edades más recientes. Y en los clústeres de galaxias, también las más pequeñas y jóvenes presentan excesos de desplazamiento hacia el rojo.

Además, desde 1911 se sabe que las estrellas más jóvenes y luminosas de nuestra galaxia tienen exceso de corrimientos hacia el rojo que generalmente aumentan con la relativa juventud de las estrellas, pero obviamente no todas estos astros calientes y lozanos pueden explosionar lejos de nosotros en cada dirección que miremos, lo que en otras palabras significa que los desplazamientos hacia el rojo no son solamente producto de la velocidad.


El diagrama inferior muestra los desplazamientos hacia el rojo (expresados como velocidades) de las galaxias en un segmento de espacio (90º por 32º) y trazados contra su posición angular como se aprecian desde la Tierra.

Las galaxias en rojo pertenecen al Cúmulo de Virgo y si asumimos que las galaxias se encuentran en sus distancias de desplazamiento hacia el rojo, tales agrupaciones adoptan una forma alargada (conocida como los "dedos de Dios") que apuntan hacia la Tierra.

Pero dado que nuestro planeta no es el centro del Universo o el punto focal del Cúmulo de Virgo, esto sugiere que la suposición de que "el desplazamiento hacia el rojo es igual a la distancia" es falsa.

Y atribuir la amplia gama de desplazamientos hacia el rojo a los movimientos individuales de las galaxias dentro de un “racimo” no es convincente porque entonces las velocidades requeridas serían increíblemente grandes.

Y también es difícil entender cómo los cúmulos podrían mantenerse unidos si realmente se extendieran por distancias tan grandes, y por lo tanto es más probable que el Cúmulo de Virgo sea más compacto, como se muestra en el diagrama superior izquierdo (7).

Además hay muchos casos de galaxias con bajo desplazamiento hacia el rojo que están físicamente asociadas con galaxias y quásares de alto desplazamiento hacia el rojo (como son las fuentes de radio cuasi-estelares) (8).

Halton Arp sostiene que los objetos de alto desplazamiento hacia el rojo han sido expulsados de las galaxias de bajo corrimiento hacia el rojo y que el exceso de dicho fenómeno óptico se debe principalmente a su edad más reciente.





6 - EL PROBLEMA CON LOS CUÁSARES

Algunos científicos sostienen que en lugar de ser expulsados de núcleos galácticos activos, los cuásares y otros objetos de mayor desplazamiento hacia el rojo se forman en áreas más densas (“efecto zeta pinch”) del plasma que emerge de muchas galaxias (9).

Los pares de estos objetos a menudo se alinean a ambos lados de las galaxias activas y están conectados a su galaxia parental por filamentos luminosos o puentes de plasma (a modo de “cordones umbilicales”).

Sin embargo, los científicos del establishment insisten en que todos estos casos involucran alineaciones casuales de objetos de primer plano y de fondo, y atribuyen los filamentos de conexión a “ruidos” o “defectos” del instrumento con el que se les observa.

Y por tanto, los "big-bangers" persisten en su creencia de que los corrimientos hacia el rojo muy altos de muchos quásares indican que están situados cerca del borde del Universo visible y se están alejando de nosotros a velocidades que se acercan a la velocidad de la luz.

Pero si los cuásares se encontraran realmente en sus distancias de desplazamiento hacia el rojo que pretenden los "big-bangers", entonces brillarían más que una galaxia entera de 10 mil millones de estrellas, a pesar de no ser mucho más grande que el Sistema Solar.

Para paliar esto, los cosmólogos ortodoxos afirman que esta energía es liberada por la materia que cae en hipotéticos agujeros negros ultramasivos, y tales objetos acelerarían la materia a velocidades tan grandes que se producirían firmas de radiación de alta energía, pero éstas no se observan.

Sin embargo y curiosamente, los quásares muy diferentes con desplazamientos hacia el rojo, tienen un brillo aparentemente similar, obligando a los "big- bangers" a asumir que el tamaño y brillo de los cuásares recién formados disminuyen a medida que el Universo envejece.

Además, los cuásares más alejados serían demasiado jóvenes para haber alcanzado el nivel de metalicidad observado. Y los quásares de alto desplazamiento hacia el rojo y sus galaxias de acogida a veces tienen un nivel de metalicidad más alto que aquéllos con desplazamientos hacia el rojo inferiores.

Por ejemplo, las estrellas de nuestra galaxia tienen un movimiento adecuado medible (por ejemplo Sirius, a 8.6 años luz de distancia, se mueve a 1.3 segundos de arco/año), e igualmente estos movimientos han sido medidos y catalogados para los cuásares, pero esto es ignorado en la literatura.

El cuásar más brillante (TON 202) tiene un movimiento propio de 0.053 arcos de segundo/año, lo cual, a su distancia de desplazamiento hacia el rojo, sería aproximadamente mil veces la velocidad de la luz (10).

Y la velocidad a la que se separan los lóbulos emisores de radio que emanan de algunos cuásares también sería de cientos o incluso miles de veces la velocidad de la luz, y así los intentos de acomodar estas anomalías en el modelo estándar son artificiales y poco convincentes.

Pero todas estas irregularidades desaparecen si los cuásares no están en sus distancias implícitas de corrimiento hacia el rojo (11).





7 - IMPORTANTE EVIDENCIA CIENTÍFICA ES INTENCIONALMENTE IGNORADA


NGC 7603 es una brillante y activa galaxia Seyfert de rayos X con un desplazamiento hacia el rojo de 0.029 (8’000 km/s) y está conectada por un puente luminoso a una galaxia compañera más pequeña.

Pero esta galaxia más pequeña muestra un desplazamiento hacia el rojo más alto de 0.057 (16’000 km/s) y por lo tanto, según los supuestos convencionales debería de estar al doble de distancia.

Y es por ello que los cosmólogos del Big Bang sostienen que la aparente conexión física entre estas dos galaxias es puramente una ilusión de óptica.

Sin embargo en el año 2002 se descubrió que el filamento luminoso entre las dos galaxias contiene dos objetos de tipo cuásar con desplazamientos hacia el rojo aún más altos.


Revistas prestigiosas como la Astrophysical Jornal y Nature se negaron a publicar esta observación, y finalmente se dio a conocer por medio de Astronomy and Astrophysics, que trabaja con la revisión por pares, pero es menos "prestigiosa".

Y además se rechazaron solicitudes para hacer observaciones de seguimiento de este descubrimiento por medio del satélite de rayos X Chandra y el Very Large Telescope del hemisferio sur.

Y la historia de NGC 7603 es un ejemplo asombroso de cómo la evidencia científica crucial para conocer la verdad es ignorada e incluso se busca suprimirla por parte del establishment científico ya establecido para preservar los dogmas en los cuales ya están convencidos (12).



Y cuando no ignoran las observaciones, buscan dar respuestas disparatadas como es el siguiente caso:


La flecha señala un cuásar de alto desplazamiento hacia el rojo en frente de NGC 7319, una galaxia que muestra un fenómeno idéntico pero a menor escala.

El desplazamiento hacia el rojo del cuásar dicta que debería de estar 95 veces más lejos de la Tierra que de la galaxia, ¡y aún así, un "big-banger" afirmó que debe existir un agujero en la galaxia en el lugar correcto para que brillara el cuásar de fondo!

Se puede ver un "chorro de materia" que se extiende desde el centro de la galaxia hacia el cuásar (13).

Para explicar por qué muchos cuásares parecen estar muy cerca de galaxias de bajo desplazamiento hacia el rojo, está de moda para los cosmólogos convencionales invocar la teoría de la "lente gravitacional".

Esto es que la imagen de un cuásar de fondo supuestamente está dividida en múltiples imágenes brillantes por el campo gravitatorio de una galaxia de primer plano con una gran masa (14).

Sin embargo, la probabilidad de tal alineamiento es de alrededor de 1 en 500’000, por lo que es muy poco probable que todos los cerca de 30’000 casos de exceso de cuásares alrededor de las galaxias se puedan explicar de esta manera.

Y la probabilidad de que esto suceda se vuelve aún más remota si la afirmación de que "el desplazamiento hacia el rojo es igual a la velocidad" ha llevado a que las masas de las galaxias sean sobrestimadas.

Además, el efecto microlente e incluso de mililente por estrellas individuales y grupos de materia oscura también tienen que ser invocados para explicar las diversas propiedades ópticas de las imágenes hipotéticamente "lenteadas" de un solo objeto de fondo.


La Cruz de Einstein consiste en cuatro cuásares alineados a través de una galaxia central de corrimiento hacia el rojo más bajo, y esta se considera como ejemplo principal de lente gravitacional, a pesar de que Fred Hoyle calculó la probabilidad de tal acontecimiento en menos de dos posibilidades en un millón, y de la presencia de puentes plásmicos entre los cuásares y la galaxia parental (marmet.org).





8 - OTRA EXPLICACIÓN SOBRE EL CORRIMIENTO HACIA EL ROJO

Para explicar cómo el corrimiento hacia el rojo puede estar relacionado con la edad, Halton Arp y Jayant Narlikar sugieren que en lugar de partículas elementales que tienen masa constante (como asume la ciencia ortodoxa), éstas surgen a la vida con masa cero que aumenta a medida que envejecen.

Y cuando los electrones de los átomos más jóvenes saltan de una órbita a otra, la luz que emiten es más débil y por lo tanto más desplazada hacia el rojo que la luminosidad emitida por electrones en átomos más viejos.

Dicho de otra manera: a medida que la masa de la partícula crece, la frecuencia (velocidad de reloj) aumenta y el desplazamiento hacia el rojo disminuye. Y la luz también se corre al rojo al salir de un cuerpo masivo, y este fenómeno óptico de índole gravitacional también podría explicar parte del gran corrimiento hacia el rojo de algunas galaxias.

Si el Universo se está expandiendo, los desplazamientos hacia el rojo deberían mostrar un rango continuo de valores. Sin embargo, varios estudios han encontrado que a menudo son cuantificados, es decir, tienden a ser múltiplos de ciertas unidades básicas.

Por ejemplo, en nuestro supercúmulo local, los desplazamientos hacia el rojo corregidos para el movimiento orbital del Sistema Solar muestran periodicidades (expresadas como velocidades) de aproximadamente 71.5 km/s y 37.5 km/s.

Para los cuásares cerca de las galaxias espirales activas brillantes, sus desplazamientos hacia el rojo intrínsecos muestran aumentos a valores de 0.061, 0.30, 0.60, 0.96, 1.41, 1.96, 2.63, 3.44, 4.45... (15).

Y si añadimos 1 a cada número, esta serie se vuelve geométrica, donde cada término es aproximadamente 1.23 veces el anterior.

Pero una vez más estos descubrimientos se han encontrado con la feroz resistencia de los cosmólogos ortodoxos y son ignorados en gran medida.

No hay explicación directa en ningún modelo, pero la sugerencia de Halton Arp de que los episodios de creación de materia tienen lugar a intervalos regulares podría ser parte de la respuesta.

Y dado que a veces los desplazamientos al rojo se desvían de los múltiplos exactos de las unidades básicas de corrimiento hacia el rojo en sólo unos pocos kilómetros/segundo, esto parece implicar que los miembros individuales de grupos y clústeres galácticos se están moviendo mucho más lentamente entre sí de lo que generalmente se cree, excepto en las regiones centrales densas, donde no se aprecia ninguna cuantización.




Referencias

  1. Louis Marmet, "On the interpretation of red-shifts: a quantitative comparison of red-shift mechanisms", 2011, marmet.org; Lyndon Ashmore, "Intrinsic plasma redshifts now reproduced in the laboratory – a discussion in terms of new tired light", 2011, vixra.org.
  2. Paul LaViolette, Genesis of the Cosmos: The ancient science of continuous creation, Bear and Company, 2004, págs. 280-3; Tom Van Flandern, Dark Matter, Missing Planets & New Comets, North Atlantic Books, 1993, págs. 91-4.
  3. A.K.T. Assis, M.C.D. Neves y D.S.L. Soares, "Hubble’s cosmology: from a finite expanding universe to a static endless universe", 2011, arxiv.org; Hilton Ratcliffe, The Static Universe: Exploding the myth of cosmic expansion, Apeiron, 2010, cap. 2.
  4. Genesis of the Cosmos, págs. 288-95; Tom Van Flandern, "Did the universe have a beginning?", Meta Research Bulletin, 3:3, 1994, metaresearch.org; Eric J. Lerner, "Evidence for a non-expanding universe: surface brightness data from HUDF", 2005, photonmatrix.com; J.G. Hartnett, "Is the universe really expanding?", 2011, arxiv.org; Martín López-Corredoira, "Observational cosmology: caveats and open questions in the standard model", 2008, arxiv.org.
  5. Genesis of the Cosmos, pág. 340.
  6. Halton Arp, Seeing Red: Redshifts, cosmology and academic science, Apeiron, 1998; Halton Arp, Catalogue of Discordant Redshift Associations, Apeiron, 2003; Halton Arp, Quasars, Redshifts and Controversies, Interstellar Media, 1987; "Exploding the big bang", davidpratt.info; López-Corredoira, "Observational cosmology".
  7. Donald E. Scott, The Electric Sky: A challenge to the myths of modern astronomy, Mikamar Publishing, 2006, págs. 2178; Wallace Thornhill y David Talbott, The Electric Universe, Mikamar Publishing, 2007, págs. 18-9; Seeing Red, págs. 69-71.
  8. G. Burbidge y W.M. Napier, "Associations of high-redshift quasistellar objects with active, low-redshift spiral galaxies", Astrophysical Journal, vol. 706, nro. 1, 2009, págs. 657-64, iopscience.iop.org.
  9. The Electric Universe, págs. 211, 220.
  10. "Quasar TON 202 is within our galaxy", laserstars.org.
  11. Martín López-Corredoira, "Pending problems in QSOs", International Journal of Astronomy and Astrophysics, 2011, vol. 1, nro. 2, págs. 73-82; The Static Universe, cap. 5.
  12. Halton Arp, "Research with Fred", haltonarp.com; Catalogue of Discordant Redshift Associations, págs. 202-4.
  13. The Electric Universe, pág. 17; The Electric Sky, págs. 209-10.
  14. Seeing Red, págs. 169-93; The Static Universe, págs. 174-80.
  15. Ibid., págs. 195-223; Jayant V. Narlikar y Geoffrey Burbidge, Facts and Speculations in Cosmology, Cambridge University Press, 2008, págs. 269-72; Fred Hoyle, Geoffrey Burbidge y Jayant V. Narlikar, A Different Approach to Cosmology, Cambridge University Press, 2000, págs. 325-34; The Static Universe, págs. 748; W.M. Napier, "A statistical evaluation of anomalous redshift claims", Astrophysics and Space Science, vol. 285, nro. 2, 2003, págs. 419-27.



Notas sobre las ecuaciones de corrimiento hacia el rojo (z):

z = Δλ/λe = (λr - λe)/λe  (donde Δλ = cambio en la longitud de onda; λe= longitud de onda emitida; λr= longitud de onda recibida).

z = √[(1+v/c)/(1-v/c)] - 1 (esto significa que la velocidad de recesión (v) nunca puede alcanzar la velocidad de la luz (c)).

Para velocidades de sólo una pequeña fracción de la velocidad de la luz, z ≈ v/c.

La distancia a un objeto está dada aproximadamente por: d= zc/H0 (donde H0  es la constante de Hubble, actualmente puesta a unos 71 km/s por megaparsec (1 Mpc = 3,26 millones de años luz)).





2 comentarios:

  1. Entonces la sugerencia es que no existió un solo punto de creación para la uniformidad del universo con su materia y energía contenidas sino que podría decirse que en el cosmos hay multiplicidad de podría decirse de chispazos de creación en el inmenso mar del cosmos con fenomenologías similares pero distintas en circunstancias y por lo tanto medidas diferentes.

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    1. Se dice que el punto de origen del Universo se encuentra en todas partes y en ninguna a la vez.

      Y esto suelen decirlo tanto los astrofísicos como los esoteristas, pero por razones diferentes.

      Los primeros porque consideran que el espacio-tiempo se fue formado a medida que surgía el Big Bang.

      Y los segundos porque el centro de una esfera no se encuentra en la esfera.

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