¿POR QUÉ EXISTE EL PARAÍSO (DEVACHAN)?

En sanscrito, la palabra Devachan significa literalmente “la morada de los dioses” y es una buena definición ya que el Devachan es la región más pequeña del mundo divino, y también es donde residen los seres humanos después de morir.

Y este concepto ha acompañado a la humanidad a lo largo de los tiempos. Por ejemplo, los antiguos egipcios denominaban a ese lugar de bienaventuranza “el Aaru”, los antiguos griegos lo llamaban “los Campos Elíseos”, los hindúes lo denominan “el Sukhavati” y los cristianos “el Cielo”.

Y las religiones explican que ese paraíso celestial es una recompensa para los seres humanos que obraron bien durante su vida terrenal, y el esoterismo concuerda con eso, pero el esoterismo también añade otras razones que a continuación se las detallo:

FACILITAR EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

Sobre este asunto el maestro Kuthumi explicó lo siguiente.

« Hay dos campos de manifestación causal, a saber: el objetivo y el subjetivo.

Las energías más toscas, aquellas que operan en las condiciones más pesadas o densas de la materia, se manifiestan objetivamente en la vida física, siendo su resultado la nueva personalidad que surge con cada nueva reencarnación. Mientras que las actividades elevadas y espirituales encuentran su esfera de efectos principalmente en el Devachan.

Por ejemplo: los vicios, las atracciones físicas, los defectos morales, etc., digamos de un filosofó, pueden resultar en el nacimiento en su siguiente reencarnación de un nuevo filosofo, o un rey, o un mercader, o un rico epicúreo, o cualquier otra personalidad cuyo modo de actuar será inevitable a partir de las propensiones preponderantes que nutrió la personalidad de la reencarnación precedente.

Bacon por ejemplo; a quien un poeta lo denominó:

“El más grande, el más sabio y el más vil de los hombres.”

(Nota. Sir Francis Bacon fue uno de los más grandes eruditos de la Edad Media, pero también tenía un lado oscuro, ya que fue acusado de corrupción, depravación y maltrato a sus subordinados. Sin embargo él logró salir airoso de esas acusaciones, acumulando grandes puestos y una inmensa fortuna durante el ejercicio de su labor pública.)

Pues bien, Bacon podría reaparecer en su siguiente reencarnación como un avariento usurero con extraordinarias capacidades intelectuales. Pero sus cualidades morales y espirituales también tendrán que encontrar un campo en el cual puedan expandir sus energías y justamente Devachan es ese campo.

Y de ahí que todos los grandes planes de reforma moral, de investigación intelectual y espiritual dentro de los principios abstractos de la naturaleza, todas las aspiraciones divinas, llegarán a fructificar en el Devachan. »

(Carta Mahatma 25, p.191)

Supongo que esto se hace para facilitar el desarrollo de los humanos, quienes al inicio se comportan como seres egoístas que solamente buscan su bienestar y satisfacción personal.

Y puesto que los humanos reencarnan con las mismas tendencias que su personalidad anterior, habría muy poca evolución de su naturaleza espiritual, debido a que esta se encuentra sofocada por su naturaleza inferior (al menos en las primeras etapas de su evolución).

Pero en el Devachan donde esa naturaleza inferior es temporalmente apartada, la naturaleza superior tiene la posibilidad de desarrollarse. Sin embargo solo puede desarrollar los aspectos que la persona haya generado (aunque sea en forma incipiente) durante su vida terrenal.

Y es por eso que Blavatsky precisó que:

« En el Devachan es posible un inmenso crecimiento en el conocimiento mismo para la entidad que ha comenzado con la prosecución de tal conocimiento durante su vida física. Sin embargo nada puede ocurrirle a un ser en el Devachan, cuya nota tónica no haya sido tocada durante la vida terrenal.

Y esto se debe porque las condiciones de una existencia subjetiva son tales, que es imposible la importación de impulsos totalmente externos o ideas ajenas, pero en cambio una vez sembrada la semilla del pensamiento, una vez que la corriente de pensamiento está en movimiento, entonces el desarrollo de ese pensamiento en el Devachan puede ser inmenso, porque allí el sexto sentido (la intuición) y el sexto principio (el alma) son nuestros instructores. »

(Collected Writing 4, p.443)

INTEGRAR LAS ENERGÍAS PSÍQUICAS Y MENTALES ACUMULADAS DURANTE LA VIDA TERRENAL

Sobre este asunto William Judge explicó lo siguiente:

« La necesidad de este estado devachánico después de la muerte es algo inevitable debido a la evolución de la mente y del ser. La naturaleza misma de Manas (la mente) requiere de un estado devachanico tan pronto como pierde el cuerpo, y esto es simplemente el efecto producido por haberse liberado de los límites impuestos a la mente por sus ropajes físico y astral.

Durante la vida terrenal solo podemos manifestar en un grado muy fragmentario los pensamientos que tenemos a cada momento, y aún menos podemos agotar las energías psíquicas generadas por los sueños y las aspiraciones diarias.

Pero las energías así generadas no se pierden o aniquilan, sino que se almacenan en Manas, pero el cuerpo físico, el cerebro y el cuerpo astral no permiten el pleno desarrollo de esas fuerzas.

Por consiguiente, manteniéndose latentes hasta la muerte, estas fuerzas explotan después debido al debilitamiento de las ataduras (producido por la desintegración de los cuerpos físico y astral) y entonces estas fuerzas sumerge a Manas, el pensador, dentro de un estado de expansión, uso y desarrollo de la energía mental producida durante la vida.

Y la imposibilidad de escaparse de este estado necesario yace en la ignorancia del hombre de sus propios poderes y facultades. De esta ignorancia surge el engaño y como Manas no está completamente libre, es llevado por su propia fuerza hacia el estado devachánico.

Pero aunque la ignorancia es la causa que vayamos dentro de ese estado, el proceso es reparador y benéfico, porque si el hombre común reencarnara de inmediato en la misma civilización que apenas acaba de dejar, su alma se rendiría de cansancio y se privaría de la necesaria oportunidad para el desarrollo de la parte superior de su naturaleza. »

(El Océano de la Teosofía, p.110)

REPOSO REPARADOR ENTRE DOS REENCARNACIONES

Y sobre este reposo reparador William Judge añadió que:

« En el campo objetivo los impulsos psíquicos no pueden ser realizados, ni tampoco las elevadas tendencias y aspiraciones del alma; y por consiguiente, éstas deben ser la base, la causa, el substrato y el sostén del estado devachanico.

La vida del alma es interminable y no se detiene por un solo instante. El dejar nuestro cuerpo físico es tan solo una transición a otro plano para continuar existiendo allí.

La estancia en el Devachan es más larga que en la Tierra porque las causas espirituales, morales y psíquicas usan más tiempo en expandirse y agotarse en ese estado de lo que lo hacen en la Tierra.

Si las moléculas que forman el cuerpo físico no estuviesen sometidas a las leyes químicas generales que gobiernan la tierra física, entonces viviríamos tan largo tiempo en estos cuerpos como lo hacemos en el estado devachanico. Pero semejante vida de tensión y sufrimiento interminables serían suficientes para hacer estallar el alma obligada a padecerlos.

El placer se convertiría entonces en dolor y la saciedad solo terminaría en una locura inmortal. Pero la naturaleza, siempre benévola, nos conduce pronto de nuevo al cielo para reposar y para que ahí florezca lo mejor y lo más excelso de nuestras naturalezas.

Por lo tanto el Devachan no carece de sentido ni es inútil, ya que en él descansamos, y además esa parte de nosotros que no pudo florecer bajo los fríos cielos de la vida terrenal, florece allí para luego retornar con nosotros a la vida terrenal, más fuete y siendo más parte de nuestra naturaleza que antes. »

(El Océano de la Teosofía, p.114)