La
ciencia dice que los primeros humanos se asemejaban a simios enanos que
progresivamente fueron aumentando de tamaño y se fueron desarrollando hasta
alcanzar la apariencia que conocemos actualmente de los humanos.
Mientras
que en cambio la teosofía dice que los primeros humanos físicos se asemejaban a
simios gigantescos que progresivamente fueron disminuyendo de tamaño y se
fueron desarrollando hasta alcanzar la apariencia que les conocemos actualmente
a los humanos.
¿Quién tiene razón?
Para
responder a esa pregunta, imaginen la Tierra en un futuro muy lejano dentro de
varios millones de años. Para ese entonces habrá desaparecido todo rastro de nuestra
civilización actual.
Ahora
imagínense a un antropólogo de ese futuro muy lejano que descubriera el
esqueleto de un pigmeo.
Y
ese antropólogo del futuro concluiría que en el siglo XXI los humanos eran enanos
y muy primitivos. Pero todos sabemos que eso es falso.
Pues
bien, los maestros de sabiduría explicaron que ese es el error que cometen los
científicos actualmente al describir cómo eran los humanos en el pasado lejano,
debido a que los
científicos generalizan en base a los esqueletos que se han encontrado,
cuando en realidad esos esqueletos corresponden a especímenes particulares.
Y
es por eso que el maestro Kuthumi le escribió al señor Sinnett lo siguiente:
« Piensa en los futuros geólogos de la
sexta y séptima razas-raíces, e imagínalos excavando profundamente en las
entrañas de lo que fue Ceilán y Simla, y encontrando en sus excavaciones
utensilios de los Veddhas, o de los
remotos antepasados de los Pahari.
Y en cambio no
encontrarán nada de la moderna civilización actual, debido a que todo objeto
perteneciente a ella habrá sido reducido en polvo, pulverizado por las grandes
masas de los glaciares en movimiento durante la siguiente edad de hielo.
Entonces
imagina a esos futuros geólogos encontrando solamente implementos rudimentarios
tales como los que ahora se encuentran entre esas tribus salvajes. Y ante esa
constatación, ellos van a concluir que durante ese periodo (o sea el actual) el
hombre era primitivo, se trepaba y dormía en los arboles y chupaba el tuétano
de los hueso de los animales después de machacarlos – y de ahí van a llegar a
la conclusión de que en el siglo XXI, la humanidad estaba compuesta por hombres
muy bestiales
Pues bien ese
mismo error es el que tu ciencia moderna actual está cometiendo con sus
exploraciones. »
(CM
23B, p.151-152)
¿Y por qué no se han
encontrado esqueletos de humanos gigantes?
Primero,
porque son muy pocos los esqueletos muy antiguos de humanos que se han hallado.
Segundo, porque los pocos esqueletos de antiguos humanos grandes que se han hallado, estos han sido sistemáticamente ocultados por las instituciones retrógradas (como por ejemplo el Instituto Smithsoniano) que no quieren que aparezcan pruebas que contradigan las teorías ya establecidas.
Y tercero, porque los maestros explicaron que cuando los humanos eran gigantes,
ellos vivían en continentes que actualmente se encuentran sumergidos bajo el
agua.
Los
geólogos ortodoxos rechazan la idea de que los continentes puedan sumergirse,
pero los últimos descubrimientos científicos, como por ejemplo Zelandia y los circones
que se han hallado en el fondo del océano atlántico van en esa dirección de que
los continentes si se sumergen.
Y
es por eso que el maestro Kuthumi comentó:
« No hay duda de que vuestros geólogos
son muy eruditos, ya que debajo de los cinco continentes que han explorado y
sondeado, ellos han encontrado en sus entrañas a la Era Eocena haciendo que esta les entregue sus secretos.
Pero entonces,
por qué no considerar la posibilidad que también puedan estar escondidos
profundamente debajo de los aún no sondeados lechos oceánicos, la existencia de
otros continentes mucho más antiguos y cuyos estratos nunca han sido explorados
geológicamente.
Y cuando se dé
dicha exploración, ella podría algún día trastornar por completo vuestras teorías
actuales. »
(Idem)
¿Y cómo los maestros saben
el pasado lejano de la humanidad y de la Tierra?
Ellos
dicen que lo saben porque tienen muy desarrollados y activados sus sentidos
ocultos, lo que les permite observar el pasado a través de la Luz Astral, y
también porque ellos han recibido información por parte de seres mucho más
avanzados.
CONCLUSIÓN
Desafortunadamente
todavía falta mucho para que podamos
explorar de manera minuciosa las profundidades del subsuelo marino, y así poder
confirmar o refutar lo que dice la teosofía sobre la historia prediluviana de
la humanidad, pero por todo lo que he investigado y estudiado, me inclino a considerar
que es más probable que los teósofos sean los que tengan la razón.
Realmente cuando Pastor dijo que peligra la evolucion porque el ser humano se revela siempre y viendo el nivel de negación en la ciencia y el humano común de todo, incluso maestros con despertar espiritual no se dan cuenta de un montón de cosas o no confirman por si mismos cosas de la teosofía, no porque la teosofía mienta sino por el nivel de ignorancia ....me cuesta creer cada vez en la humanidad.
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