Sina
Fosdick, quien fue una devota seguidora de los Roerich, sobre este asunto en su
diario escribió lo siguiente:
« Los Roerich se esforzaron por establecer un
contacto regular con los Mahatmas M. y K.H. que anteriormente fueron los mentores
y benefactores de H.P. Blavatsky. Y
para hacer eso en Londres comenzaron a realizar sus primeras tentativas de
establecer un diálogo con los Maestros mencionados, utilizando las mejores
técnicas disponibles en las primeras etapas, a saber las sesiones espiritistas
que eran bien conocidas en aquellos días. »
Daniel
Entin, director del Museo Roerich en Nueva York, escribió por 2004 en un foro
en línea sobre el Agni Yoga:
« Puedo decirles que a lo
largo de mis años de trabajo con Sina Fosdick, cuando nos sentábamos juntos por
la noche y hablábamos, ella siempre escuchaba los golpes que le decían que el
Maestro estaba allí diciéndonos algo. Y Sina escribió que cuando ella y su esposo
vinieron de los Estados Unidos en 1926 para reunirse con los Roerich en Moscú,
lo primero que hicieron ella y Helena Roerich fue congregarse en una mesa para
objetos de comunicación. Es posible que a usted no le agrade ese dato, o que
decida aceptarlo o interpretarlo como desee; ese es su derecho. »
Vladimir
Anatolyevich Shibayev, quien se convirtió en un devoto colaborador de los
Roerich, escribió la siguiente descripción de cómo el “Maestro” de los Roerich transmitió
sus mensajes a sus discípulos. Los hechos descritos ocurrieron en Londres:
« Fui invitado a conocer al artista y académico
Nicolás K. Roerich en la tarde del 2 de junio de 1920, yo estaba sentado con su
hijo mayor en la habitación de este último y conversamos sobre varios temas
científicos.
No
sabía que Nikolai Konstantinovich y su esposa junto con su hijo menor estaban
ocupados con experimentos espiritistas en la habitación contigua. Y tampoco
sabía que ellos les pidieron permiso a sus guías para que me uniera al círculo.
Pero habiendo obtenido una respuesta afirmativa, me pidieron que entrara y me
sentara en una mesita.
La
habitación estaba completamente iluminada y vi claramente que cualquier
posibilidad de fraude estaba fuera de discusión. La mesita estaba temblando
nerviosamente, y cuando preguntaron quién era (se acordó que un golpe
significaba sí, dos golpes significaba no, y tres golpes un fuerte sí) ¿No es
el Maestro? La mesa tembló y golpeó una vez.
Luego
se hicieron las preguntas en el debido orden. Uno de los presentes dijo las
letras en una sucesión interminable, y cuando se pronunciaba la letra correcta,
siguió un golpe. De esta manera se recogieron algunas frases que no me
concernían, hasta que la señora Roerich preguntó si se les podía decir el
nombre de mi Maestro.
- “Sí” fue la
respuesta.
Se
recogieron las cartas:
- “¡Sarti! Italiano.
Vivió en Pesaro en el año 1350 después de Cristo”. Y luego vino la frase: “¡Lo
enviamos como el séptimo!”
¿Quién
lo hizo? ¿Los profesores?
- “Sí”
Entonces,
¿podemos invitarlo mañana por la noche a una sesión física?
- “Sí”
¿Es
un médium?
- “¡Sí!” (fue un golpe
fuerte)
¿Podemos
mostrarle las cosas?
- “Sí”
¿Podemos
pedir un consejo en la vida para Vladimir Anatolyevich?
- “Sí”
Luego,
de acuerdo con el alfabeto, se construyó la siguiente frase:
- “Que se sumerja en
sus pensamientos en la construcción del mundo.”
Luego
entramos en otra habitación donde me mostraron monedas y talismanes que habían
sido enviados durante la última sesión física... Después de eso, Konstantin
Nikolayevich me mostró retratos mediúmnicos de los Maestros dibujados por él.
Posteriormente
se sentó en la habitación iluminada, volvió la cabeza, se cubrió la cara con la
mano izquierda como si se hubiera quedado dormido y sostenía en la mano derecha
un lápiz sobre una hoja de papel. Entonces se puso a dibujar…
Fuimos
nuevamente a consultar la mesita… Porque los grandes Maestros habían advertido
que la familia Roerich, pase lo que pase, tenía que irse de ese país. ¿A dónde? – A Ceilán. »
(“Reminiscences of
My Visit to N.K. Roerich on the 2nd of June 1920”. Manuscrito de cinco
hojas guardado en el archivo de I.R. Rudzite, y publicado por Vladimir Rosov en su libro Nicolás Roerich, p.45)
OBSERVACIONES
Ese
método de sentarse en torno a una mesa para comunicarse con entidades
invisibles mediante una serie de golpes es
la práctica más típica utilizada por los espiritistas, pero resulta que los
Maestros transhimaláyicos rechazan profundamente el espiritismo a causa de todo
el daño que provocan las sesiones espiritistas.
Blavatsky sobre el espiritismo comentó lo siguiente:
« Mientras más sesiones
espiritistas veo, más claramente me doy cuenta de lo peligrosas que son para la
humanidad.
Bien ha
hecho la naturaleza de dotarnos con sentidos toscos, ya que de otro modo se
haría imposible la individualidad y la personalidad del hombre, porque los
muertos estarían mezclándose continuamente con los vivos, y los vivos estarían
siendo asediados continuamente por los muertos.
Y
mientras más unánimes sean los médiums y los espiritistas en esparcir el fluido
magnético de sus evocaciones, mayor poder y vitalidad habrá adquirido su
encantamiento, haciendo que la epidemia nigromántica se esparza por todo el
mundo.
Pero
estos seres astrales en su gran mayoría solo son desechos terrestres que no han
podido seguir al alma liberada y al espíritu, y que al ser abandonados para su
futura desintegración, son arrastrados irresistiblemente hacia la Tierra.
Frecuentemente
he observado con horror y asco, como una sombra reanimada de esta clase, al
separarse del interior del médium, se moldea en otra vestidura sobre el cuerpo
astral del médium, y ella suplanta la personalidad de algún familiar, haciendo
que las personas caigan en un éxtasis, conmoviéndolos para que abran sus
corazones y abracen a esas sombras que ellos sinceramente creen que son sus
queridos padres o hermanos fallecidos, convencidos al verlos, de la vida
eterna.
¡Pero si tan solo supieran la verdad!
Si
hubiesen visto lo que yo he frecuentemente visto, de como una de estas
monstruosas creaturas deformes cae sobre uno de los presentes en la sesión
espiritista, expandiéndose hasta envolver completamente a la persona para luego
desaparecer lentamente dentro de ese cuerpo vivo como si esta sombra hubiese
sido absorbida por cada uno de los poros de la persona. »
(The Path, febrero de 1895, p.379-381, extractos)
Y el maestro Kuthumi sobre el espiritismo declaró:
« Si sólo supieran los
médiums y espiritistas que con cada nuevo espíritu al que le dan la bienvenida,
el daño que le están ocasionando a esa pobre alma en pena, y que con cada
sesión (y especialmente en las que hay materializaciones) ellos están
multiplicando las causas de miseria que harán que la infortunada alma frustre
su nacimiento espiritual o que nazca en una existencia mucho peor que antes. Si
solo supieran esto los espiritistas, entonces probablemente ellos serían menos
pródigos con su hospitalidad hacia los espíritus.
Y ahora
podrás comprender porque nosotros [los Maestros transhimaláyicos] nos oponemos
tan fuertemente al espiritismo y a la mediumnidad. »
(CM 16, p.113)
Ahora
bien, algunos me van a objetar que Blavatsky y el coronel Olcott eran
espiritistas, pero hay que matizar ese asunto.
Es
cierto que Blavatsky se inmiscuyó en el espiritismo, pero ella no lo hizo
porque creyera en lo que enseña el espiritismo sino porque sus maestros le
pidieron que ella tratara de iluminar a los espiritistas sobre el verdadero
espiritualismo.
Y esto
Blavatsky lo señaló en una carta que ella le escribió al profesor Hiram
Corson el 16 de febrero de 1875:
« Fui enviada por mi
Logia a este país [los Estados Unidos] para defender la Verdad del
Espiritualismo moderno, y es mi más sagrado deber develar lo que es y
desenmascarar lo que no es.
.
. .
Cuando
me hice espiritualista, no fue a través de médiums que siempre están mintiendo
y haciendo trampa, miserables instrumentos de los espíritus subdesarrollados de
las esferas inferiores, del antiguo Hades.
Mi
creencia está basada en algo más antiguo que los toquidos de Rochester y
proviene de la misma fuente de información que fue usada por Raymond Lully,
Picus Della Mirandola, Cornelius Agrippa, Robert Fludd, Henry More, etcétera,
etc., todos los cuales siempre estuvieron buscando un sistema que les
descubriera las ‘profundidades más profundas' de la naturaleza Divina, y les
mostrara la verdadera liga que hace que todas las cosas estén unidas.
Finalmente,
hace muchos años, logré satisfacer los anhelos de mi mente por medio de esta
teosofía . . . Desde mi punto de vista, Allan Cardec y Flammarion, Andrew
Jackson Davids y el Juez Edmonds, son tan solo niños de escuela que están
apenas tratando de deletrear el ABC y que a veces hacen penosos errores. »
Y uno
de esos espiritistas a los que Blavatsky transformó fue justamente el coronel
Olcott, ya que cuando ella conoció a Olcott, éste era un periodista que se
encontraba muy interesado por el espiritismo, y es por eso que Blavatsky
utilizó el espiritismo para dirigir a Olcott hacia los Maestros.
Y esto
es algo que el propio Olcott reconoció puesto que en su Diario él escribió:
« Poco a
poco HPB me hizo saber de la existencia de los Adeptos orientales y sus
poderes, y me dio, por medio de un gran número de fenómenos, las pruebas de su
propio control sobre las fuerzas de la naturaleza.
Inicialmente, como ya comenté, ella los atribuyó al espíritu de John
King, y fue a través de su mencionada amistad que yo entré en correspondencia
personal con los Maestros.
. . .
Algunos discípulos, como Damodar y HPB, primero vieron los Maestros en
visiones cuando todavía eran jóvenes; algunos los encontraron bajo extraños
disfraces en los lugares más improbables; en cambio yo fui presentado a ellos
por HPB a través de una forma en que mis experiencias espiritistas anteriores
podrían tornarse más comprensibles.
Con un supuesto ‘espíritu’ que se incorporaba en médiums, John King me
hizo conocer a cuatro de los Maestros, de los cuales uno era un Copto, otro era
un representante de la escuela neoplatónica de Alejandría, otro –uno muy
elevado, un Maestro de los Maestros, por decirlo de alguna manera– era un
Veneciano; y otro un filósofo inglés, desaparecido de la mirada de los hombres,
pero no fallecido. El primero fue mi primer Gurú. »
(Las viejas hojas de un diario I, p.17-19)
~ * ~
En cambio Helena y Nicolás Roerich no estuvieron conscientes de los
daños que provoca el espiritismo y ellos lo estuvieron practicando durante gran parte de
su vida comunicándose con entidades astrales que se hicieron pasar por Maestros
pero que no lo eran realmente.
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