José
Ramón Sordo fue uno de los teósofos más eruditos que he conocido y él elaboró el
siguiente diagrama donde muestra como se ha ido desvirtuando la enseñanza
teosófica original que él denomina “La doctrina esotérica del corazón”.
Y
esta enseñanza teosófica original ha sido deformada principalmente por el
embustero Charles Leadbeater (con la complicidad de Annie Besant) quien inventó
muchas falsedades, siendo las principales la lista que José Ramón puso abajo y
que posteriormente fueron copiadas por otros charlatanes.
Y
uno de esos charlatanes fue Samael Aun Weor, y es por eso que José Ramón lo puso
a la derecha como uno de los charlatanes que surgieron del Neo-teosofismo Leadbiteriano.
Y a ese plagio José Ramón señala que Samael también le añadió a su enseñanza: un
falso gnosticismo y un tantra sexual inadecuado.
(Y
yo añadiría que también Samael le añadió a su enseñanza muchos más plagios que
hizo de otros instructores porque Leadbeater solo fue uno de los muchos a los
que Samael copió.)
Pero
el detalle es que Samael fue un instructor muy ignorante, al punto que él no
supo comprender la pseudo-teosofía que enseñó Leadbeater, y es por eso que
Samael solo le copió a Leadbeater algunas de las mentiras que inventó ese
individuo, como por ejemplo: los éteres, confundir el cuerpo astral con el
cuerpo emocional, pretender que con el sexo se despierta la clarividencia, etc.
En
cambio (y fiel a su costumbre) lo que Samael no pudo comprender con su mente, si
lo expresó con sus fantasías, y es por eso que él pretendió haberse encontrado
con el espíritu de Leadbeater.
En una conferencia que dio, Samael narró:
« Alguna vez, precisamente, estando con el
Señor Leadbeater (quien fue uno de los Teosofistas más excelentes de finales
del siglo pasado y principios del presente, autor de muchas obras, entre ellas,
“La Vida Interna”, “Los Chakras”, etc.), hube de pasar por
una vivencia formidable. Entonces el Señor Leadbeater me dijo:
- “Nosotros aquí en los
mundo internos tratamos de ayudarle, a fin de que usted pueda entregar el mensaje
que se le va a dar aquí; que lo pueda entregar a la humanidad, allá en el mundo
físico.”
- “Sí Señor Leadbeater”,
le dije, “¿y qué me dice usted de las obras que usted escribió?”
- “¡Ah, eso no tiene la
menor importancia!”, me respondió.
Y
con una sonrisa me dio a entender que tan sólo él había hecho trabajos
incipientes, literarios; había dado las primeras letras como para despertar inquietudes,
mas no había escrito obras esotéricas de fondo.
El
Señor Leadbeater (el autor de “Los
Chakras” y de tantas otras obras teosofistas), es un personaje respetable;
obviamente, en los Mundos Superiores, el Señor Leadbeater es un Maestro de la Venerable
Logia Blanca, no es, pues, un cualquiera; en el Teosofismo se estudia detenidamente
sus obras.
Luego,
prosiguió el Señor Leadbeater dándome cierta ayuda específica definida, y en
esos instantes el Ser Interior Profundo de él mismo, separó mi cuerpo mental de
mi cuerpo astral y me llevó a Egipto (la Tierra de los Faraones).
Penetré
en un Templo y allí me encontré con algunos antiguos Iniciados, amigos míos,
estuve platicando con ellos amigablemente (venerables ancianos de la época del
Faraón Kefrén).
Luego
regresé nuevamente a mi cuerpo astral, pero el viaje lo hice en mental y con mi
cuerpo mental regresé nuevamente para meterme dentro del cuerpo astral. Y
entonces le dije al Señor Leadbeater:
- “¡Esto fue
maravilloso, formidable!”
Le
di las gracias al Señor Leadbeater y me despedí. Él se alejó de mí, se internó
por esas calles de Londres (pues él fue inglés); yo le saludé todavía desde
lejos. Él es un Hombre consciente, un Hombre despierto, un verdadero Maestro. »
(El septenario teosófico)
Y
en una entrevista que le hicieron, Samael comentó:
« Una vez yo estuve con el Señor
Leadbeater, fue un Hermano, un buen Clarividente, que escribió una serie de
obras, muchas obras; como por ejemplo: “Los
Maestros y el Sendero”, “La Vida
Interna”, etc.
Fue
un Teosofista, pero sutilmente muy evolucionista, todavía se ve el dogma de la
evolución ahí, en sus obras. Sin embargo, no está tan marcado del todo, ¿no? No
está tan marcado, pero es elemental, son incipientes sus obras, y sin embargo el
Señor Leadbeater es un Gran Maestro, un Gran Maestro Iluminado y
Autoconsciente.
Recuerdo
que hace muchísimos años, muchos, allá en el tiempo, me vi con el Señor Leadbeater
en el mundo astral; lo vi todavía con su larga barba blanca. Luego se sentó y
cuando estaba por ahí, sentado en algún lugar extraño, me dijo:
- “Desde aquí le estamos
ayudando a usted para que en el mundo físico pueda llevar las Enseñanzas que se
le van a dar a usted como Avatara de la era de Acuario, para que pueda usted
llevarlas al Mundo Físico estas Enseñanzas que se le van a dar en estos Mundos
del espacio, y por eso ahora le estamos dando la didáctica nosotros, o sea,
todos los miembros de la Fraternidad Blanca.”
Y
recuerdo yo que le contesté:
- “Muchas gracias, el
Señor Leadbeater, pero usted también ha escrito algunas obras, pero esos libritos
parecen muy elementales.”
Entonces
capté intuitivamente, que él iba a próximamente a encarnar nuevamente y
escribiría la Enseñanza Superior. Luego me dijo:
- “¡Concéntrese en mí!”
Yo
me concentré en él e instantáneamente me vi en Egipto, entre mi sarcófago,
entre mi cripta. Ahí me encontré entonces, con el grupo de Maestros, dueños de
esos cuerpos. Estaban ahí, entre sus sarcófagos y bajo tierra, entre la cripta;
allí estaban todos los dueños de esos cuerpos: Venerables Ancianos con sus
barbas blancas, impecables, Egipcios todos, con sus túnicas, y platiqué un rato
con ellos.
Y
cuando regresé otra vez a mi cuerpo astral (pues viajé en cuerpo mental), me aguardaba
el Señor Leadbeater.
- “¡Oh señor Leadbeater!”,
le dije, “usted tiene mucho poder; me ha desdoblado en el mental, y he podio
viajar a Egipto.”
Bueno,
me despedí del Venerable Anciano, y luego él se fue por esas calles de Londres
con su cuerpo astral. El Señor Leadbeater es un anciano despierto, autoconsciente,
radiante, iluminado.
El
Señor Leadbeater es un Gran Maestro y va a tomar nuevamente cuerpo, y entiendo
que va ser para escribir muchas obras de esoterismo. »
(Entrevista con Fernando Moya 2)
CONCLUSIÓN
Y este es un ejemplo
más que muestra que Samael Aun Weor no solo fue un hombre muy ignorante, sino
también muy charlatán.
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