RESEÑA DEL LIBRO “A LOS PIES DEL MAESTRO” HECHA POR LEADBEATER




Sobre este libro, Charles Leadbeater escribió lo siguiente:

« De muy señalado carácter son las cualidades que para la admisión en la Gran Fraternidad Blanca se han de adquirir durante la obra realizada en la primera parte del Sendero.

Y son siempre esencialmente las mismas aunque se les ha dado muy diversos nombres en los últimos veinticinco siglos; pero la más reciente y sencilla exposición de ellas se encuentra en el admirable libro de Krishnamurti titulado “A los pies del Maestro

Y aunque el señor Krishnamurti es ante las gentes el autor del libro, su contenido es casi todo original del Maestro Kuthumi, según declara el mismo autor al decir en el prefacio:

  -  “Estas palabras no son mías, sino del Maestro que me enseñó.”

Cuando se publicó ese libro, el cuerpo del señor Krishnamurti era de trece años de edad (Nota de Cid: en realidad tenía 15 años), y los planes del Maestro requerían que tuviese pronto el conocimiento de las condiciones requeridas para la iniciación.

Por lo que el texto del libro contiene cuanto el Maestro creyó a propósito para concentrar la esencia de la necesaria enseñanza en la forma más breve y sencilla posible. Y a no ser por las exigencias de este caso particular, nunca hubiéramos podido disponer de una exposición tan clara, concisa, completa y que abarcara todos los puntos esenciales.

Muchos libros se han publicado con los pormenores de las etapas del Sendero probatorio y variedad de argumentos para definir el exacto significado de los términos sánscritos y palis; pero en el citado libro del señor Krishnamurti, el Maestro desvanece gallardamente toda ambigüedad y se contrae a dar la esencia de la doctrina en palabras de los modernos idiomas o apropiados a la mentalidad de la vida del día.

Por ejemplo, las cuatro cualidades llamadas en sánscrito: viveka, vairagya, shatsampatti y mumukshutva, se traducen en el libro “A los pies del Maestro“ con las palabras de equivalente significado y que son: discernimiento, indesideración, bondad y amor.

Sin embargo, la traducción fiel de mumukshutva no es amor, porque dicha palabra sánscrita expresa “deseo de liberación”. Pero el Maestro parece argüir diciendo que el intenso deseo de liberación equivale al de trascender toda traba mundana, de modo que aun viviendo entre estas trabas no se experimente ni el más leve sentimiento de estar ligado a ellas.

Pero semejante liberación sólo puede lograrse por medio de la unión con el supremo Ser inmanente en todas las cosas, es decir, por la unión con Dios. Y Dios es amor. En consecuencia, sólo cuando lleguemos a estar henchidos del amor divino alcanzaremos la liberación.

No es posible describir las cualidades más hermosas y satisfactoriamente como están descritas en el libro “A los pies del Maestro”, y cabe decir confiadamente que quien practicara con toda escrupulosidad las enseñanzas expuestas en dicho libro, pasaría inmediatamente por el portal de la iniciación.

Fue para el Maestro un caso excepcional emplear tanto tiempo en la directa enseñanza de un individuo; pero por medio del señor Krishnamurti han llegado las enseñanzas a conocimiento de millares de gentes a quienes auxiliaron inconcebiblemente.

Muy sencillo es el relato de cómo se escribió el libro “A los pies del Maestro”. Todas las noches me llevaba yo al jovencito Krishnamurti en cuerpo astral a casa del Maestro para que le enseñase. El Maestro hablaba con él unos quince minutos cada noche, y al terminar la plática resumía el Maestro en unas cuantas frases o en una sola máxima los principales puntos que le había enseñado, y se repetía el sumario hasta que el joven lo aprendía de memoria. Y al despertarse por la mañana, recordaba el sumario y lo transcribía.

Y el texto de “A los pies del Maestro” contiene todos estos resúmenes, epítomes o sumarios de las enseñanzas del Maestro y con sus propias palabras. El joven los transcribía algo trabajosamente porque a la sazón no conocía bien el idioma inglés; pero la transcripción era exacta pues sabía los sumarios de memoria.

Tiempo después marchó el joven Krishnamurti a la ciudad de Benarés con nuestra presidenta, y desde allí me escribió a Adyar donde yo estaba, pidiéndome que coleccionara y le enviase todas las notas que él había tomado de lo que el Maestro le había dicho. Yo las coleccioné lo mejor que pude y las copie a máquina de escribir.

Entonces me pareció que como todo el texto eran palabras del Maestro, sería mejor asegurarme de que no hubiera errores de transcripción, y para ello le enseñé al maestro Kuthumi la copia mecanográfica, suplicándole que tuviera la amabilidad de repasarla.

Él la leyó, cambió aquí y allá algunas palabras, puso unas cuantas apostillas aclaratorias y añadió unas pocas frases que yo le había oído durante las lecciones y estaban omitidas.  Y después me dijo:

  -  “Ahora me parece que está bien. Es aceptable.”

Pero enseguida repuso:

  -  “Se lo enseñaremos al Señor Maitreya.”

Y en efecto, fuimos los dos, él con la copia en la mano, a enseñárselo al Instructor del Mundo, quien la leyó, lo aprobó y dijo:

-      “Deberíais hacer con este texto un libro que sirviese para que las gentes conozcan a Alcione (Krishnamurti).”


Sin embargo, nosotros no teníamos intención de publicar en el mundo profano dichas enseñanzas ni considerábamos conveniente que el pensamiento público se concentrara en un muchacho de trece años que aún había de completar su educación. Pero en el mundo oculto hacemos lo que se nos manda y, en consecuencia, a la mañana siguiente estaba ya el original en la imprenta.

Sobrevinieron todos los inconvenientes que de la publicación recelábamos; pero el Señor Maitreya seguía teniendo razón y nosotros no, porque el bien que el libro ha allegado al mundo, excede inimaginablemente de las tribulaciones que nos causó su publicación.

Millares de gentes nos han escrito diciéndonos que la lectura del libro cambió radicalmente su conducta y los movió a mirar todas las cosas desde un punto de vista completamente distinto y más certero del que hasta entonces se habían colocado.

Se ha traducido a veintisiete idiomas y se han impreso más de cien mil ejemplares en unas cuarenta ediciones. Ha realizado este libro una labor maravillosa. Y sobre todo lleva la especial licencia del adviniente Instructor del Mundo, y esta circunstancia acrecienta mucho su valor, pues nos da una idea de lo que serán las enseñanzas del gran Instructor»
(Los Maestros y el Sendero, capitulo 3)







OBSERVACIONES

En realidad quien escribió ese libro “A los pies del Maestro” fue el propio Leadbeater, ya que él no fue discípulo del Maestro Kuthumi, debido a que él fallo en su intento de aprobación, y tampoco existe el “Señor Cristo-Maitreya, Instructor del Mundo” ya que esa es otra falsedad que inventó Leadbeater para promover a Krishnamurti ante el público como el nuevo Mesías, y todo esto se los detallo en estos otros dos capítulos:


Y este es un ejemplo más del profundo charlatanismo que tuvo ese individuo.











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