LA ESTANCIA EN EL DEVACHAN (PARAISO) EXPLICADO POR WILLIAM JUDGE




Sobre lo que sucede cuando el humano asciende al Cielo, William Judge explicó lo siguiente (y añadí entre paréntesis comentarios míos para hacer más explicita su explicación):


« Habiendo mostrado que más allá del umbral de la vida humana existe un lugar de disgregación (el Kama-Loka) en donde la mejor parte del humano se separada de sus elementos brutos e inferiores.

(Para que así la parte buena del humano pueda ascender al mundo divino, mientras que su parte mala se va lentamente desintegrando en el Kama-Loka.)

Pasamos ahora a examinar lo que es ese estado superior de existencia después de la muerte (el Devachan) a donde va la parte inmortal del ser humano, o sea esa parte que viaja de vida en vida.

Primero, después de la muerte, abriéndose paso fuera del cuerpo físico, el hombre entra en el Kama-Loka (el “Purgatorio”) donde lucha de nuevo y se desliga de las skandhas inferiores (que son los registros de sus cuerpos inferiores).

Y una vez terminado este período de alumbramiento, los principios superiores: Atma- Buddhi-Manas (que son la parte inmortal del humano) comienzan a pensar de una manera diferente a la que el cuerpo y el cerebro le permitían durante su vida física (la persona es la misma pero sin su lado negativo).

Este es el estado de Devachan, una palabra sánscrita que significa literalmente "el lugar de los dioses", donde el alma goza de plena felicidad; pero como los dioses carecen de cuerpos como los nuestros, el “Yo” en Devachan está desprovisto de un cuerpo mortal.

En los libros antiguos se ha dicho que este estado perdura "por un número muy largo de años", o "por un período proporcional a los méritos del ser"; y cuando las fuerzas mentales peculiares a ese estado han sido agotadas, "el ser es atraído de nuevo hacia la tierra para renacer en el mundo de los mortales".

El Devachan es por lo tanto un interludio entre los nacimientos que efectuamos en la Tierra.





¿QUÉ FACTOR NOS LLEVA A DEVACHAN?

La Ley del karma que nos fuerza a todos a reencarnar en la Tierra, siendo incesante en su operación y universal en su alcance, también actúa sobre el humano en el Devachan, pues solamente por la fuerza u operación del karma somos sacados del Devachan.

(De manera sintetizada, el karma positivo nos asciende al Devachan y el karma negativo nos baja de nuevo a la Tierra.)

Este proceso se asemeja a la presión atmosférica, que siendo continua y uniforme expulsará o aplastará aquello que esté sujeto a ella, a menos de que haya una cantidad atmosférica compensatoria que contrarreste la presión. Y en el caso presente, es el karma del humano quien continuamente lo impulsa hacia dentro o hacia fuera, de un estado al otro (del mundo terrestre al mundo devachánico e inversamente).

La fuerza de los pensamientos y de las aspiraciones que el humano generó durante su vida física, es la que lo eleva y lo mantiene en el Devachan hasta que este impulso haya sido extinguido, y una vez agotada esta fuerza, el hombre ya no tiene más poder para contener el decreto de la nueva vida que él mismo se a pre-destinado por medio de sus actos en el mundo terrenal.




(Yo lo comparo con un globo. Todos los impulsos psíquicos positivos que generamos durante nuestra reencarnación, es como el aire caliente que metemos en nuestro globo y que nos elevará al Devachan durante nuestro periodo post-mortem.

Y cuando esa fuerza ascendente ha sido agotada, el karma negativo que tengamos, pero también nuestros deseos por experimentar más sobre la vida terrenal, eso nos va a empujar a descender de nuevo a la Tierra para tener una nueva reencarnación.

Pero tengan en cuenta que también hay otros factores que intervienen. Por ejemplo el maestro Pastor explicó que aquellos humanos que ya habían alcanzado un nivel de desarrollo social muy alto durante la civilización atlante, como por ejemplo los grandes científicos, los grandes académicos, etc. Esos humanos tuvieron que esperar hasta que la civilización volviera a surgir en la Tierra porque si hubieran reencarnado antes, eso les habría perjudicado en su evolución.)






¿POR QUÉ SE REQUIERE DEL DEVACHAN?

La necesidad de este estado después de la muerte es algo inevitable debido a la evolución que resulta de la naturaleza de la mente y del alma.

La naturaleza misma de Manas (el mental) requiere de un estado devachánico tan pronto como fallece, y es simplemente el efecto producido por la pérdida de los límites impuestos a la mente por sus ropajes físicos y astrales.

Durante la vida terrenal solo podemos manifestar en un grado muy fragmentario los pensamientos que tenemos a cada momento, y aún menos podemos agotar las energías psíquicas generadas por los sueños y las aspiraciones diarias.

Las energías así generadas no se pierden ni se aniquilan, sino que se acumulan en Manas, pero el cuerpo físico, el cerebro y el cuerpo astral, no permiten el pleno desarrollo de estas energías. Por lo tanto, se mantienen retenidas y latentes durante la vida.

Pero después de la muerte estas energías se liberan debido al debilitamiento y desaparición de sus ataduras, y entonces sumergen a Manas, el pensador, dentro de ese estado de expansión que es el Devachan, y donde el pensado (o sea ustedes) va a experimentar el desarrollo de la fuerza mental creada durante su vida.

Y la imposibilidad de escapar de este estado necesario, yace en la ignorancia del hombre de sus propios poderes y facultades. Y de esta ignorancia surge lo ilusorio, y como Manas no está plenamente emancipado, entonces es arrastrado por su propias fuerzas mentales hacia el sueño devachánico.

(Al momento de morir, caemos en un profundo sueño, y mientras más evolucionados nos encontremos, más vamos a poder permanecer despiertos, primero en el plano astral, luego en el Kama-Loka, y finalmente también en el mundo divino.)

Pero aunque es la falta de desarrollo la causa que nos lleva a ese estado de sueño devachánico, el proceso entero es reparador, sosegado y beneficioso, porque  si el hombre ordinario retornara de inmediato a un nuevo cuerpo en la misma civilización que acaba de dejar, su alma estaría totalmente exhausta y privada de la oportunidad necesaria para el desarrollo de la parte superior de su naturaleza.





¿CUÁNTO TIEMPO PERMANECE EL HUMANO EN EL DEVACHAN?

Aunque esta cuestión plantea lo que el hombre en la Tierra denomina “tiempo”, no toca desde luego el verdadero significado de lo que es el tiempo mismo, o sea lo que puede ser en efecto para nuestro sistema solar, el orden último y fundamental, la precedencia, la sucesión y la duración de los momentos.

Esta es una pregunta que puede ser contestada con respecto a nuestro tiempo terrestre, pero no ciertamente con respecto al tiempo por ejemplo en el planeta Mercurio, en donde el tiempo no es el mismo que en nuestro planeta, ni tampoco, por cierto, con respecto al tiempo como es concebido por el alma.

Con relación a este última, cualquiera puede constatar que después de pasados muchos años, uno ya no tiene una percepción exacta del tiempo transcurrido, sino que solamente es capaz de identificar algunos de los incidentes que marcaron su paso; y en cuanto a algunas horas o instantes amargos o afortunados, estos parecen sentirse como si hubiesen sido sólo ayer.

Y de igual manera, así sucede para el humano que se encuentra en el Devachan. El tiempo allí deja de existir. El alma disfruta de todo el beneficio de lo que sucede dentro de sí misma en ese estado, pero no entra en especulaciones respecto a cuánto tiempo ha pasado en el transcurso de esos eventos.

(Cuando sueñas, pierdes la noción del tiempo.)

Allí todo está hecho de acontecimientos y no disponemos del orbe solar que nos esté marcando los años que transcurren como en cambio si sucede en la Tierra.

Y esto no puede ser considerado como una imposibilidad si recordamos cómo, según es bien conocido en la vida, los sucesos, imágenes, pensamientos, argumentos, sentimientos introspectivos, pasarán todos frente a nosotros en un instante, como es bien sabido por los que han estado a punto de morir ahogados, y en cuyo incidente los eventos de su vida entera pasaron como un relámpago frente a los ojos de la mente.


El Ego permanece en el Devachan (como lo hemos señalado más arriba) por un período de tiempo proporcional a los impulsos psíquicos generados durante su vida física.

Ahora bien, siendo éste un asunto que se relaciona con la matemática del alma, nadie sino un Maestro puede decir lo que sería el período de estancia en el Devachan para el hombre ordinario de este siglo. Por lo tanto, tenemos que confiar en los Maestros de Sabiduría con respecto a ese promedio, ya que debe de estar basado en un cálculo. Y los Maestros han dicho, como bien lo ha expresado el señor A.P. Sinnett en su libro "Budismo Esotérico", que el período en cuestión es en general de unos mil quinientos años.

Por la lectura de su libro, que fue escrito basado en cartas procedentes de los Maestros, parece inferirse que el período devachánico dura quince siglos en todos los casos; pero con el objeto de desvanecer este concepto erróneo, los Maestros le escribieron en una fecha posterior que ése es un período promedio y no un período fijo.

Tal debe ser la verdad, ya que si en la vida vemos que los humanos difieren con respecto a los períodos de tiempo que ellos permanecen en cualquier estado de la mente, debido a la variable intensidad de sus pensamientos. Lo mismo debe de suceder también en el Devachan, donde el pensamiento tiene aún mayor fuerza.

Lo que dijo el Maestro sobre este tema es lo siguiente:

-      "El sueño devachánico dura hasta que el karma ha sido satisfecho en ese sentido. En el Devachan hay un agotamiento gradual de las fuerzas. La estancia en el Devachan es proporcional a los impulsos psíquicos no agotados y generados durante la vida terrestre. Aquellos cuyas acciones fueron predominantemente materialista, serán atraídos más pronto de vuelta hacia la reencarnación por la fuerza de Tanha".

(Tanha en sanscrito significa el ansia o sed de vivir.)

Por lo tanto, aquél que no haya generado durante su vida muchos impulsos psíquicos, solo tendrá una base o fuerza pequeña en su naturaleza esencial para alimentar y mantener sus principios superiores en el Devachan.

Casi todo lo que tendrá serán esos impulsos generados durante su infancia antes de que comenzara a cristalizar sus pensamientos en conceptos materialistas.

La sed por la vida, expresada por la palabra Tanha, es la fuerza atrayente o magnética que reside en las Skandhas (donde se registran todas nuestras características) inherentes a todos los seres. Y en un caso como éste, la regla de promedios no tiene aplicación puesto que el efecto completo en ambos sentidos se debe a un equilibrio de fuerzas y es el resultado de la acción y la reacción.

Y este tipo de pensador muy materialista puede en sólo un mes resurgir del Devachan y entrar aquí en la Tierra en otro cuerpo físico, dando así paso a las inagotadas fuerzas psíquicas generadas en la vida anterior.

(Esto se aplica sobre todo para la gente que ha sido muy mala.)

Pero como cada una de tales personas varía en cuanto a la clase, intensidad y cantidad de pensamientos e impulsos psíquicos, cada uno puede variar entonces con respecto al tiempo de estadía en el Devachan.

Los seres desesperadamente materialistas permanecerán en la esfera devachánica en un estado de letargo porque ellos carecen de las fuerzas apropiadas que correspondan a ese estado devachánico, excepto en una forma muy vaga, y para tales humanos puede decirse que no existe un estado de existencia después de la muerte en cuanto a la mente concierne. Ellos permanecen aletargados por un tiempo y luego reencarnan de nuevo sobre la Tierra.

(El maestro Kuthumi precisó que la gente materialista se la pasa durmiendo pero sin soñar durante su estancia en el Devachan.)

Y este promedio general de la permanencia en Devachan nos da la duración de un ciclo muy importante para los humanos, que es el Ciclo de la Reencarnación, porque de acuerdo con esta ley se encontrará que el advenimiento de las civilizaciones se repite y que los tiempos pasados regresan de nuevo con las almas de esas anteriores épocas que reencarnan de manera masiva de nuevo sobre la Tierra.






¿QUÉ EXPERIMENTA EL HUMANO EN EL DEVACHAN?

Ahora el Ego desprovisto de su cuerpo terrenal (o sea físico, astral y prana) y de su cuerpo de deseo (kama), se viste en Devachan con un ropaje que no puede ser calificado como cuerpo, pero que puede ser llamado instrumento o vehículo, y en ese ropaje él funciona en la esfera devachánica enteramente sobre el plano de la mente y del alma.

(Y el humano va a creer que esta despierto y activo, aunque en realidad él se encuentra dormido y soñando en el mundo divino.)

Todo le parece a él tan real como nos parece este mundo a nosotros. Simplemente el Ego ahora tiene la oportunidad de construir para sí mismo su propio mundo, sin ser obstaculizado por las trabas de la vida física.

Su estado puede ser comparado al de un poeta o de un artista que ensimismado en el éxtasis de su composición, o en el arreglo de los colores, permanece insensible al paso del tiempo y a las cosas externas.

Nosotros estamos generando causas a cada instante, y tan solo existen dos lugares para la manifestación de los efectos que resultan de esas causas. Estos dos lugares son: el mundo objetivo, como es llamado el mundo que nos rodea aquí en la Tierra; y el mundo celestial, al cual ascendemos después de que hemos abandonado la vida física.

El campo objetivo se relaciona con la vida terrenal, con las acciones corporales y los pensamientos del cerebro, así como también con el cuerpo astral. Mientras que el campo celestial tiene relación con nuestras potencialidades superiores y espirituales.

En el campo objetivo los impulsos psíquicos no pueden ser realizados, ni tampoco las tendencias elevadas y aspiraciones del alma. Y por consiguiente, éstas deben ser la base, la causa, el substrato y el sostén del estado devachánico.


Al momento de morir, los anhelos más sobresalientes que tuvimos durante la vida quedan poderosa y profundamente grabados en la mente y son los que dan el color y el rumbo a toda la “vida” que se experimenta en el Devachan. Ellos sirven de base para colorear cada momento subsecuente.

(Por ejemplo, una mujer cuya gran felicidad habría sido casarse, en el sueño devachánico va a crearse toda une hermosa historia relacionada con el matrimonio.)

En esos pensamientos se queda fija la atención del alma y la mente, que empiezan a entretejer con ellos una serie de imágenes y experiencias, desarrollándolas a sus más altos límites y llevando a cabo todo lo que no pudo realizarse durante la vida terrenal (o aquello que más hizo feliz a la persona).

Y así, el humano experimenta su dicha devachánica, la cual como la vida en la tierra, comienza naciente, luego crece hasta alcanzar su máxima expansión, gradualmente se va agotando y finalmente se extingue.

Si la persona ha llevado una vida insípida sobre la Tierra, su estadía en el Devachan será igualmente insípida. En cambio si su vida fue rica e intensa en experiencias, su Devachan será igualmente rico en variedad y efectos.

Y aunque es solo un sueño, no es un sueño convencional como el que se experimenta en la Tierra, ya que la persona sentirá el sueño devachánico más real que si hubiera experimentado esos eventos en la vida terrenal; la cual en el mudo celestial solo parece un sueño.

La experiencia devachánica no es monótona en ningún sentido. Somos demasiado propensos a juzgar y medir todos los posibles estados de la vida y todos los campos de experiencia a la luz de nuestra vida terrenal, la cual creemos que es la única realidad.

Pero la vida del alma no tiene fin y no puede ser detenida ni por un instante. El abandono de nuestro cuerpo físico es tan sólo una transición a otro plano de existencia para seguir viviendo en ese otro lugar. Pero como las etéreas vestiduras del Devachan son más duraderas que las que usamos aquí, las causas espirituales, morales y psíquicas tardan más tiempo en desarrollarse y agotarse en aquel estado que sobre la tierra.

Si las moléculas que forman el cuerpo físico no estuvieran sujetas a las leyes químicas generales que gobiernan el mundo físico, entonces viviríamos tan largo tiempo en nuestros cuerpos físicos aquí como lo hacemos en el estado devachánico. Pero una vida tan larga de tensión y sufrimiento en el plano físico sería más que suficiente para abatir al alma obligada a sobrellevarla.

El placer se convertiría entonces en tormento y el empalagamiento terminaría en provocar una locura inmortal. Por consiguiente la Naturaleza, siempre benévola, nos conduce pronto de nuevo al Cielo, para nuestro reposo y para el florecimiento de lo mejor y lo más noble que subyace en nuestra esencia humana.

El Devachan, por lo tanto, ni carece de sentido ni es inútil.

Como dijo el Maestro:

-      "En él descansamos, y esa parte de nuestro ser que no pudo florecer bajo los fríos cielos de la vida terrenal, brota allí en flor para luego retornar con nosotros a la Tierra, fortalecida y siendo más parte de nuestra naturaleza que antes.

¿Por qué entonces quejarse de que la Naturaleza bondadosamente nos dé ayuda en la lucha evolutiva?  ¿Por qué mantener la mente meditando acerca de nuestra insignificante personalidad actual y de su buena o mala fortuna?"

(Cartas del Mahatma K.H. Véase revista The Path, vol. 5, p.192.)



A veces alguien me pregunta:

¿Y qué pasa con esos seres que dejamos atrás?

¿Los veremos allá en el Devachan?

No nos encontraremos directamente con ellos, pero en nuestra mente nos creamos sus presencias tan llenas, completas y objetivas como lo fueron en la vida terrestre. Y desprovistos de todo lo que entonces juzgamos como imperfección. Vivimos con ellos y los vemos crecer nobles y buenos en vez de mezquinos o malos.

Por ejemplo, la madre que ha dejado atrás a un hijo que amó mucho pero que era un borracho, lo encuentra en el Devachan como un hombre sobrio y bueno; y de la misma manera sucede en todos los casos posibles que se puedan imaginar.

Padres, hijos, esposos y esposas encuentran allí a sus seres queridos perfectos y plenos de sabiduría. Todo esto para beneficio del alma. Y uno puede calificarlo como una mera ilusión si así lo prefiere, pero la ilusión es necesaria para la felicidad, como a menudo acontece en la vida.

Y como la mente es la que produce esta ilusión, no es por lo tanto una trampa.

Ciertamente la idea de un "cielo" erigido al lado del infierno, y donde usted ha de saber, bajo el sistema ortodoxo actual, que sus amigos y parientes que han cometido pecados están sufriendo un tormento eterno, no admite comparación alguna con la doctrina del Devachan.





¿LA GENTE EN LA TIERRA PUEDE INTERACTUAR CON LA GENTE QUE SE ENCUENTRA EN EL DEVACHAN?

Los humanos que se encuentran en el Devachan no están enteramente desprovistos de poder ayudar a los que quedaron sobre la Tierra. El amor —que es el maestro de la vida— si es verdadero, puro y profundo, inducirá al bienaventurado Ego que se encuentra en el Devachan a influir benéficamente sobre aquellos que quedaron en la Tierra, y no sólo en la parte moral, sino también en la de circunstancia material.

Y esto es posible bajo una ley del universo oculto que no puede ser explicada ahora con provecho, pero el asunto puede mencionarse. Y esto ha sido divulgado anteriormente por Madame Blavatsky pero sin que se le haya prestado mayor atención a ello.

En cuanto a si a nosotros nos es posible o no, desde la Tierra, alcanzar a los que residen en el Devachan, o si ellos pueden descender a la nuestra. La respuesta es que no podemos alcanzarlos ni influenciarlos, a menos que seamos Adeptos.

La pretensión de los médiums de que pueden comunicarse con los espíritus de los muertos, carece de fundamento (excepto las almas en pena que permanecen despiertas en el plano astral). Y aún menos válida es la presunta habilidad para ayudar a aquellos que se han ido al Devachan.

En cambio el Maestro es un ser que ha desarrollado todos sus poderes y que está libre de toda ilusión, y por consiguiente puede trasladarse al estado devachánico y comunicarse entonces con los Egos que allí se encuentran. Esa es una de sus labores, y es la única Escuela de los Apóstoles que existe después de la muerte.

Y por ejemplo, en algunas ocasiones los Maestros se aproximan a ciertas entidades en Devachan con el propósito de sacarlos de esa condición, a fin de que retornen a la Tierra para bien de la humanidad.

(Y yo sospecho que ese fue el caso de Blavatsky, ya que ciertos indicios me hacen suponer que tal vez ella fue Paracelso en su vida anterior, y de ser así, eso significaría que solo estuvo 290 años en el Devachan.)

Por lo tanto, los Egos a quienes ellos se aproximan son aquellos cuya naturaleza es noble y profunda, pero que no poseen la sabiduría suficiente como para ser capaces de vencer las ilusiones naturales del Devachan.

Y algunas veces también el médium sensitivo y puro entra en ese estado y se comunica con los Egos que allí se encuentran, pero ese caso es muy raro y ciertamente no sucederá con el tipo ordinario de médiums que trabajan por dinero.

(Y también se da el caso que los humanos sumergidos en un profundo estado de sublimación asciendan al Devachan, pero esos casos son todavía más raros y la persona que lo experimenta lo hace de manera muy inconsciente.)

Pero en cambio el alma que se encuentra en el Devachan jamás desciende aquí a la Tierra ni se comunica con los espiritistas (debido a que ella se encuentra demasiado sumergida dentro de su sueño devachánico).

Y el abismo que existe entre la conciencia del Devachan y la del globo terrestre es tan profundo y vasto, que muy rara vez puede el médium recordar a su regreso a quién encontró, vio o escuchó en Devachan.

Y este abismo es comparable al que separa el Devachan del nacimiento; aquel abismo en el cual toda memoria previa se desvanece.





REGRESO A LA TIERRA

Cuando el período completo asignado por las fuerzas del alma ha concluido en el Devachan, los hilos magnéticos que atan el alma a la tierra comienzan a ejercer su poder. El Yo despierta de su sueño y es velozmente guiado hacia un nuevo cuerpo, y entonces, justo antes del nacimiento, el Ego ve por un instante todas las causas que le condujeron al Devachan y de regreso a la nueva vida a punto de comenzar, y sabiendo que todo eso es justo y sólo el resultado de su propio pasado, el Ego no se lamenta, sino que  otra vez toma su cruz... y otra alma ha regresado a la Tierra. »

(Esto se encuentra en su libro “El Océano de la Teosofía”, capítulo 13)









16 comentarios:

  1. Saludos Cid,

    2019-1500 = 519.

    Se puede decir entonces, estimado Cid, que muchas almas que vivieron cerca del año 519 DC, son las que se encuentran actualmente reencarnadas????

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  2. Se puede viajar en el tiempo?

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  3. enfocate en el lado bueno de las cosas, para de sufufrir a causa de "un gobierno" piensa en como puedes ayudar a personas en tu pais que pasan por una mala situacion. tal vez enseñandoles algo, etc pero trata siempre de contribuir a la sociedad, siempre aportado tu luz a los "enfermos" para que estos se curen. saludos desde vzla :)

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  4. Un hombre sabio no llora ante la alegría ni ante la desgracia ya que todo obedece a los Ciclos por los cuales las humanidades deben pasar si o si. La humanidad debe alternar sus Ciclos de lumínocidad con sus ciclos de oscuridad es inevitable. Aprende a ver la verdad y el propósito de todo esto y no te dejes engañar por la superficialidad de lo inevitable. Se tu propio centro y solo toma eso bueno que existe y da al que lo necesita, ayuda y ayuda y deja estas situaciones globales a los hermanos mayores. Porque así no lo parezca la humanidad no es ninguna huérfana abandonada a su suerte en el Kosmos.

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  5. cid que tan poderoso me puedo hacer si me fusiono con un elemental en el plano fisico,y como lo podria hace

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    1. Increíble la imaginación desbordada de algunas personas. Es para reírse de sus fantasías comparadas con el verdadero esoterismo. Acaso no te das cuenta de la pregunta tan absurda que haces? Deja de ver dragon ball z o Naruto o que se yo y haz funcionar el discernimiento. No lo digo en son de burlas así al contrario haciéndote entender lo ridícula que es esta pregunta.

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  6. Al momento de morir, caemos en un profundo sueño, y mientras más evolucionados nos encontremos, más vamos a poder permanecer despiertos, primero en el plano astral, luego en el Kama-Loka, No entiendo esa parte, si caemos en un sueño profundo, como se efectua la separacion, de nuestra parte inferior y la superior, si sucede de forma inconsciente, podemos hacer de todo incluyendo el mal y no sufriremos por nuestra malas acciones. Entonces no se puede hablar de purgatorio, que es una purificacion dolorora, te agradezco tu aclaracion Cid

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    1. El Kama-Loka se asemeja al purgatorio en el hecho de que es la zona intermedia entre la Tierra y el Cielo, pero los instructores teosóficos explicaron que en realidad no hay esa purificación por medio del sufrimiento en el “purgatorio” que señala la doctrina cristiana, porque los humanos después de fallecer se mantienen dormidos y esa división entre su parte buena y su parte mala se efectúa de manera inconsciente.

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  7. Absolutamente nadie puede impedir o evitar lo que sucede en el mundo en general, asi como tampoco nadie podrá "aconsejarte" con exactitud al respecto.

    Todo lo que ocurre y sucederá es NECESARIO, para que todos como "humanidad" pasemos las pruebas que ya estaban destinadas para nosotros y aprendamos de nuestros propios errores.

    Solo decirte que "el odio" no te llevará a ningun lado, tu sentir es valido pero debes aprender a entender que en todo momento existencial que se viva (por mas duro o complejo que sea) solo debes fortalezerte y equilibrar tus sentimientos y emociones en una sola dirección.

    Ser consciente de nuestra realidad solo es un paso, tratar en lo posible de ayudar a despertar las consciencias dormidas es lo que realmente cuesta, todo lo demás ya no queda en nuestras manos.

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  8. Hola Cid un gusto leerte, mi ex pareja fue asesinada hace varios años nuestra relación estuvo llena de problemas hasta el punto que su muerte para mi fue un alivio.el era violento agresivo y abusivo, yo siento que a pesar de que esta muerto lo odio todavía. Eso le afecta a el en su evolución espiritual o algo así?

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    1. El odio te encadena energéticamente con esa persona, y los maestros explicaron que cuando llegas a perdonar, los malos actos que cometió esa persona no desaparecen ya que forman parte de su karma, pero en cambio tú ya no tienes que lidiar con esa persona y eres recompensada por haber soltado esa cadena kármica.

      Para darte un ejemplo simplificado:

      - tienes la opción en tu próxima vida de volver a estar con esa persona para ahora tú maltratarla
      - o que sea otro quien la maltrate y tú ser dichosa con alguien que te haga feliz.

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  9. Hola, espero puedas ayudarme con las dudas que me quedan después de leer tu resumen, en los distintos ciclos de reencarnación convivimos con nuestros seres queridos? Es decir mis hijas volverán a convivir conmigo en mis consecuentes reencarnaciones o jamás las volveré a ver?? Hay alguna manera de saber cuántas reencarnaciones he pasado y que ha sucedido con mis seres queridos de vidas anteriores?

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    1. 1. Es muy probable que ya hayas vivido en reencarnaciones anteriores y vuelvas a volver a vivir en reencarnaciones futuras, con varios miembros de tu familia, debido a los lazos de cariño (pero también kármicos) que se van formando entre ustedes.

      Sin embargo, no necesariamente tiene que ser de la misma manera, por ejemplo puede que en esas ocasiones anteriores o futuras, no sea una relación de madre-hija, sino de hermanas, o de pareja, o de amigas muy cercanas, etc.


      2. Para saber cuántas reencarnaciones ya has efectuado y para saber qué ha sucedido con tus seres queridos de vidas anteriores, en cierta medida se podría averiguar consultando los Archivos Akáshicos, pero es muy difícil acceder a esa información con certeza. Y es que para eso se requiere ya ser un Adepto muy avanzado.

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