ANÁLISIS DEL LIBRO “LOS TRABAJOS DE HÉRCULES” DE ALICE BAILEY




Richard Robb es el fundador de la librería teosófica más importante del mundo "The Wizards Bookshelf", y sobre este libro de Alice Bailey el cual se publicó en 1974, él hizo la siguiente reseña:


« El formato del libro es de 19 cortos capítulos siendo una recopilación de varios escritos y conferencias que Alice Bailey dio a lo largo de su vida, y la señora Bailey comienza su libro afirmando que este debe ser una guía para los discípulos.

El tema principal es que los doce Trabajos de Hércules corresponden a los 12 signos del zodíaco, y que las proezas del héroe tal como se relatan en la mitología pueden interpretarse en un sentido astrológico.

Hércules (Heracles en griego) era el hijo de Zeus, quien se identifica en el mítico panteón de la cosmología con Júpiter, y como tal, él personifica las fuerzas en la naturaleza y sus Trabajos dan características a la interacción de varias influencias que se encuentran en el universo manifestado.

Y a medida que avanza cada capítulo de este libro, este comienza con una sección dictada por "El tibetano" y luego la señora Bailey hace comentarios sobre dichos pronunciamientos.

Comienza diciendo que una fuerza en la naturaleza se antropomorfiza en un humano físico, pero lo que sigue a continuación es bastante diferente al relato original de la mitología griega, ya que la señora Bailey tiene su propia interpretación muy especial de los doce trabajos de Hércules.

Su Hércules es el "antiguo Hijo de Dios" (p.2), una especie de pre-Jesucristo, y como tal, naturalmente está relacionado con este último de quien ella espera el pronto regreso pero no explica por qué el "antiguo Hijo de Dios" no regresa.

Sin embargo, ella predice que la astrología del futuro será superior a la del presente, y se aferra a las influencias astrológicas para este trabajo, teniendo una aversión por los números, los ángulos y cosas por el estilo.


La siguiente cita se relaciona con el concepto de evolución cosmológica según Bailey:

-      "Por eones, esta fuerza de vida se ha aplicado a fines egoístas, a los propósitos de la auto-gratificación y a la satisfacción del deseo." (p.15)

El diccionario define a la palabra eones como "una cantidad de tiempo ilimitada", "inconmensurable" y "casi eterna", por lo que significa que en la Cosmogonía de Bailey no ha habido un descenso gradual del espíritu hacia la materia desde la esencia divina, ni una mónada en desarrollo descendiendo gradualmente hacia la complejidad física como se indica en la teosofía y en las antiguas enseñanzas como son el vedantismo y el budismo. En resumen, según Bailey hemos estado podridos desde el principio, así como los eclesiásticos se lo quieren hacer creer a sus creyentes con el "pecado original bíblico".



Y a continuación los siguientes pasajes se citan para darle al lector una idea de la astrología de Bailey:

-      "Esta naturaleza fluida y emocional de [Neptuno], con su sensibilidad y su poder de sentir. . .es uno de los mayores activos.” (p.12)

Y aquí encontramos la naturaleza inferior de las emociones y sentimientos elevados a un nivel nunca antes visto, por lo que el concepto de la señora Bailey es diametralmente opuesto a la teosofía y al ocultismo oriental, cuyas enseñanzas han sido especialmente diseñadas para superar y elevarse por encima de los mundos físico y astral.

Y luego ella escribe:

-      "A través de la sensibilidad emocional y la respuesta, nosotros también podemos estar en contacto con el mundo en el que se encuentran nuestros trabajos." (p.12)

Pero en La Doctrina Secreta (vol. I, p.275) se indica que los hombres perfeccionados están libres de emociones y por lo tanto el camino hacia la perfección que enseñan los Maestros no incluye la indulgencia emocional, sino un camino gradual hacia lo impersonal y hacia el desapasionamiento.

Y sobre los signos ella también escribió:

-      "Tres impulsos destacados caracterizan a este signo [Aries]." (p.15)

Y tenemos aquí un nuevo término en astrología, sin duda lleno de significado oculto: el impulso. Nada más que Bailey precisa que:

-      "El gobernante esotérico [de Aries] es Mercurio. . ." (p.17)

Y algunos astrólogos podrán sonreír al leer esta aseveración, pero aquellos con mayor experiencia suprimirán la risa. Y ciertamente esto no encaja con las correspondencias teosóficas.



En su libro hay contradicciones continuas con
lo que enseña la teosofía


Más adelante Alice Bailey escribió:

-      "El plano astral es el reflejo distorsionado del plano búdico, y solo cuando llevamos el glamor a la luz clara del alma de Cristo, veremos la verdad tal como es y nos volveremos invencibles." (p.36)

Y aquí los teósofos se preguntarán qué pasó con los manas superiores e inferiores, lo que impide que el plano astral reciba algo del plano sexto o búdico. El astral es un depósito de la esencia de las emanaciones inferiores, y la siguiente cita confirmará absolutamente nuestras profundas sospechas de que este libro no tiene nada en común con la genuina enseñanza teosófica:

-      "La Sabiduría Eterna del Oriente nos dice que el número cinco es el más oculto y el más significativo de los números." (p.49)

Pero la teosofía, así como las principales enseñanzas orientales, consideran al siete (y no al cinco) como el número más oculto.


Y otro ejemplo de contradicción lo encontramos en la siguiente cita:

-      ". . . debido a que en la esfinge tenemos al león con cabeza de mujer. . . Puede por lo tanto eso significar las dos polaridades: masculina y femenina. . ." (p.50)
                                               
Pero eso es falso ya que la esfinge en la teosofía siempre ha sido el emblema del espíritu humano encerrado en un cuerpo animal.


Y en esa misma página ella escribió:

-      ". . . Leo y Virgo, eran un símbolo. . ." (p.50)

Lo cual también es falso ya que en la teosofía se menciona que originalmente solo había diez signos (que corresponden a los diez orificios en el cuerpo humano) hasta que se produjo una división en Virgo, lo que dio como resultado los nuevos signos de Libra y Escorpio. Y Leo no estuvo involucrado (1).


Y las siguientes citas confirman que la señora Bailey era muy inculta acerca de la numerología esotérica:

-      "Nueve es el número de iniciación. . ." (p.51)

Lo cual es falso ya que nueve simboliza por el contrario el descenso hacia la materia, y es por eso que es el emblema de la generación en el plano físico (nueve meses de gestación para los humanos).

-      "Seis es el número de la mente. . ." (p.51)

Lo cual también es falso ya que en la teosofía, cinco es el número de mente o manas, intelectualidad, pensamiento, etc. Mientras que seis es el número de unidad, matrimonio, Buddhi, etc. (2).

Y sus interpretaciones de la Biblia también son incorrectas ya que ella escribió:

-      "En el Libro de las Revelaciones se nos dice que la marca de la Bestia es 666, e Hydra, la serpiente, se encuentra debajo de tres constelaciones y su número 6 es por lo tanto tres veces más potente." (p.51)

Lo cual también es falso ya que para el enigma del número 666 debemos seguir examinando el Libro de las Revelaciones y particularmente en el versículo 17:5 donde está el pasaje: “Misterio, Babilonia la Grande, la Madre de las Rameras y Abominaciones de la Tierra”, que en teosofía se aplica a la corrupción de las Iglesias (3).

~ * ~

Bueno, hemos seleccionado varias citas de la primera mitad del libro para demostrar que su texto se contradice con lo que enseña la teosofía, y la siguiente es la única referencia que Alice Bailey hace con “La Doctrina Secreta” y se lee como sigue:

-      "En La Doctrina Secreta hay una declaración clara de todo el mensaje de este signo [Virgo]:

“La materia es el vehículo para la manifestación del alma en este giro de la espiral; y el alma es el vehículo en un giro más alto de la espiral para la manifestación del espíritu, y estos tres son una trinidad sintetizada por la Vida que los impregna a todos.” " (p.57)

Pero maliciosamente Alice Bailey no pone la página de referencia para poder verificar el texto y después de algunas búsquedas resulta que esta "cita" se encontraba en la página 49 del volumen I. Pero se lee diferente a como ella lo transcribió:

-      "La materia es el vehículo para la manifestación del alma en este plano de existencia, y el alma es el vehículo en un plano superior para la manifestación del espíritu, y estos tres son una trinidad sintetizada por la Vida, que los invade a todos."

Y el término "giro de la espiral" es muy ambiguo en comparación con el término "plano de existencia". O sea que se produjo un paso adicional de disimulación, pretendiendo ser original. Pero pararemos aquí ya que la segunda mitad del libro es muy similar.


Ahora bien,

¿Alice Bailey nos quiere hacer creer que Djwal Khool quien fue uno de los principales discípulos del Maestro Kuthumi haya perdido todo sus conocimientos de la enseñanza esotérica oriental para convertirse en un adventista promoviendo intensamente la "segunda venida del Señor Cristo-Maitreya" que solo fue una farsa inventada por Leadbeater?


Eso es absurdo.





CONCLUSIÓN

Los defensores de Alice Bailey pueden creer todo lo que ellos quieran, pero es un hecho que los libros de la señora Bailey NO contienen la enseñanza teosófica aportada por los Maestros como ella lo pretende.


»


Notas al pie

  1. ver “Los doce signos del zodíaco”, por T. Subba Row, y Blavatsky Collected Writings XII, p.533.
  2. ver Blavatsky Collected Writings XII.
  3. ver Doctrina Secreta II, p.748.


(Fuente: Revista Fohat, Vol. I, Número 3, Otoño de 1997, p.58)













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